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Pocas veces dejaba a alguien interrumpir mis pensamientos, ya sea aunque sea la mínima cosa, prefería mantenerlo de esa forma sin llegar a tener que preocuparme mas allá de aquello. Por eso el vago sentimiento en mi estomago de estar molesto mientras espero al bastardo de mi "tutor."

Habían pasado al menos una media hora, las cosas que me habían pedido traer las llevaba en mano hasta que asumí que no vendría y las deje tiradas en la mesa. Ese tipo podrá elegir no venir, pero yo tenía que al menos hacer acto de presencia para poder quejarme con Kunikida luego si es que insinuaba ninguna mejora en mi reporte.

Pensar en eso me irritaba aún más al recordar el porqué mi reporte mostraba tales calificaciones en matemáticas, cuando había intentado hacer cambiar la opinión de mis padres respeto a los maestros particulares. Sin embargo solo se les metió en la cabeza que en ves de uno, necesitaban un grupo de ellos vigilando mis errores.

Y maldito sea el consejero que le metió la basta idea a mi padre, porqué el solo puede ser un pedazo de mierda, pero el acto que hizo con excluirlo aún mas de la sociedad era insufrible, ni siquiera él habría pensado en aquella solución.

Baje mi mirada a los guantes que llevaba puestos, la pequeña letra que marcaba una "T" estaba bordado en una de las esquinas de ellos. A veces me preguntaba si ella actuaría de la misma forma que yo, tal vez con mas elegancia y mas demanda.

Solté una pequeña risa al recordar el consejo que me dio mi hermana la última vez que me vio.

"Si alguien te molesta, romperás su nariz primero ¿Entendiste?" Aún recordaba su expresión pensativa mientras decía su consejo, como si estuviera hablando las ideas del universo resumidas.

A veces la extraño, mas de lo que pienso.

—¿Estás en la misma órbita que yo? ¿O eres sordo? —gire mi vista a la persona intrusa que ahora bostezaba en frente mío, sus ojos llenos de desinterés, pero su tono era molestoso—. Sabes, despertar de una siesta para enseñarle a alguien sumar, es algo que no le recomiendo a nadie.

Sus hebras castañas hacían juego con los orbes marrones que observaban a su dirección, la piel del contrario era pálida, sin duda era alto, el suéter que llevaba encima solo simbolizaba la preferencia de estar cómodo sobre ser formal, ya que a penas se le veía el uniforme.

—No me estas enseñando a sumar —respondí de mala gana—, cuida tu boca o tendré que meterte tu paga dentro de ella.

El castaño solo rodó los ojos, como si no le importara que acabara de amenazarlo con golpearlo. ¿Acaso era aquel chico quién estaba sordo? ¿Quién era capaz de ignorar algo así y hacer como si nada?

De todas formas, si este tipo tenía problemas con querer ser golpeado, esos no eran los míos. Ni tenía planeado hacerlos.

—Abre tu cuaderno, mientras mas rápido progresemos dentro de la hora, menos sesiones tendremos ambos —el castaño saco sus cosas y una soda—. Creo que ambos sabemos que nos odiamos ¿Verdad? Te ahorro la respuesta, porqué es mutuo, mi nombre es Dazai, tu tutor por las próximas semanas.

Suspire de forma pesada, antes de bajar de la ventana y sentarme enfrente suyo. El bastardo tenía razón, mientras menos tiempo perdieramos haciendo nada, menos sesiones nos esperaban.

—Soy Chuuya —respondí ahora abriendo la pagina que el castaño dejo su libro abierto—. Espero que tengas que enseñarme algo mejor que "sumar."

—Claro ¿Acaso dudas del conocimiento de tu tutor? —dijo el otro de forma ofendida, llevándose una mano al pecho—. Mi orgullo esta herido por mi pobre estudiante ¡En su primer día!

Dios quiera que haya sido la última exageración que haya escuchado de él, porqué por al menos los 30 minutos restantes, fueron de sus malos actos dramáticos y explicaciones profundas de la materia.

Ahora de verdad estaba dudando si algo estaba bien con el castaño. Tal vez ¿Trastorno de personalidad por como actuaba?

Calme mis pensamientos al sentir la puerta cerrarse por fin, anunciando que mi tutor había dejado la sala. La hora se había cumplido, incluso si él otro se había saltado la mitad de la sesión para "cuidar sus horas de sueño."

Baje mi mirada al reloj de mano que llevaba, recordando que hoy tenía una misión importante. Sonreí para mi mismo al recordar el éxito que tuve para mantener mi puesto entre los que seguían empleando misiones para recoger información de enemigos del país.

Ahora si las cosas podían ser interesantes. Descubrir que tipo de enemigos rodean Yokohama, y por fin dejar de estar en la rama de Tokyo.

Lo único malo, era que tendría que trabajar de seguro con la peor persona que podría haber tenido que trabajar.

Maldigo el maldito pacto que tiene mi padre con ese idiota.

Thum Thum Thum.

Sonidos de cañones se escuchan por todos lados, las pocas personas que se mantenían alrededor gritaban por ayuda, mientras que algunos se atrevían a ayudar a los demás a tratar de buscar una zona de evacuación.

Las ambulancias habían sido llamadas junto a los bomberos para calmar los incidentes del edificio en llamas, un ataque terrorista acababa de ocurrir dentro de una tienda de manufactores que proveía especialmente para la compañía con mas poder en Japón.

Detener a los responsables se estaba haciendo cada vez mas difícil con los segundos que pasaban, las balas seguían dirigidas a mi, mientras esquivaba buscando la mejor ruta para acercarme al objetivo. Aquel que ahora estaba corriendo a las escaleras de emergencia para subir a la azotea.

"Confía y lanza la cuerda hacía la torre contraria. Aprovecha de quitar gente del camino mientras te desplazas con ella. Tachihara te acaba de mandar la mejor ubicación para tirarlo."

Di un pequeño chequeo a lo que uno de los mensajes aparecía en los lentes inteligentes, apuntando de forma concreta a un punto específico del edificio. Sin perder más tiempo lancé la cuerda al punto, agarrando una pequeña tira que guarde para deslizarme en ella y aprovechar de usar una de mis manos para disparar en movimiento.

Llegar a la azotea no fue tan conplicado, luego de ver como Fyodor había intervenido en la escena usando una camioneta que robó del estacionamiento para atropellar a las personas que me estaban disparando, dejando camino libre para perseguir al tipo que contenía la información del próximo ataque.

El sonido de un helicóptero era escuchado en la azotea cuando corrí de frente para lanzar un gancho que rodeara al objetivo. El mencionado intento disuadir el amarre para escapar, el conductor por otra parte lo abandonó en el techo, ahora el helicóptero había vuelto a estar en el aire.

Presione una de sus manos en el piso para que dejara de insultarme entre murmullos.

Fyodor entro en la escena bastante agitado, antes de acercarse de forma directa para noquear al objetivo, lo cargo en su espalda junto al maletín, ahora saliendo por donde había llegado.

Ahora tocaba la segunda parte. La que mas odiaba.

.

La música era alta en aquella fiesta, las risas eran escuchadas por todos los rincones, junto a chismes que la clase alta se reservaba de esparcirlo solo entre los que sentían que eran dignos de saber el cotilleo de la semana.

Dazai estaba aburrido, tal vez mucho mas de lo que alguna vez pensó que lo estaría al asistir a su fiesta de presentación como un Alfa de su familia.

Todos los invitados lo saludaban, de alguna forma hablando con él como si lo conocieran de toda la vida, cosa que le irritaba hasta no más poder.

Pero siguió siendo cortés, porqué Hirotsu se encargaba de interferir en las conversaciones cuando sentía un leve ligero cambio en la escencia de Dazai.

No por nada su mayordomo lo había visto crecer por tantos años, como para no reconocer los límites que tenía la persona que tenía a cargo.

Dazai había decidido que pasaría la noche bebiendo whisky, tal vez con mucha suerte Oda le acompañaría a beber junto Ango, así podrían pasar la noche sin tener que estar soportando compañía ajena.

Le molestaba la escencia de los omegas a su alrededor, cada vez que pasaba para recoger algo o moverse entre la multitud, los omegas sin marcar subían sus escencia para ser notados. Sin embargo, recibían lo contrario al recibir un pequeño gruñido de advertencia del contrario.

Eso, hasta que de repente una escencia le llamo la atención. Era una vaga que se camuflaba bastante bien entre otras por ser sutil, pero claramente era diferente.

Dazai intento oler diferentes direcciones antes de enfocar su vista en una melena pelirroja que cargaba un vestido de color rojo con detalles negros. Su visión se permitió solo verle, acercándose de a poco, antes de que fuera detenido por algunos otros alfas.

Dazai los miro con la mirada mas vacía que podía reflejar en un claro intento de advertencia. Los demás casi al instante abrieron paso para él. La omega ahora lo observaba con una sonrisa juguetona.

—¿A que debo el placer de ver a una bella dama como usted aquí?

—Oh, vine a comprobar si eran ciertos los rumores.

Dazai la miro de forma curiosa después de escuchar eso.

—¿Cuáles?

Sobre —la pelirroja se acerco para tomarlo de la corbata y ajustarla— la existencia de un alfa dominante sin marcar en esta fiesta.

Ambos se observaron por unos momentos, antes de que Dazai tragara en seco al sentir el instinto de querer olfatear a la persona que tenía en frente. Aquella omega ahora lo veía aún de forma traviesa, sin previo aviso ahora iba de camino a la escalera.

La siguió en silencio, tratando de controlar su aproximación a ella, no había esperado este desarrollo de acontecimientos pero no estaba mal.

Al ambos parar en un balcón, pudo sentir las manos de la chica pasar por su cuerpo hasta su cintura. Dazai se quedo quieto, esperando órdenes de la boca de la contraria, ahogado entre sus instintos se sentía débil.

Más tal vez con náuseas, ahora podía ver los labios de la otra formarse en satisfacción, antes de que sintiera un golpe en su nuca.

—Dulces sueños, imbécil.

Y así acabo en el suelo, siendo revisado de pies a cabeza por Chuuya, quién saco de forma triunfante la carta que necesitaba para entrar a la suite de la persona que necesitaba robar información.

Contento con su trabajo, se dirigió a la salida siendo escoltado por Tachihara, él cuál no le quitaba la vista de encima y Chuuya no entendía el porqué, de igual forma recuerda como él le decía que no fuera. Tal vez solo estaba preocupado por él, pensó para si mismo.


¡Alo, espero hayan disfrutado de la actualización! Buenas noches a todos.

-11/04/2023

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