Capítulo 54
La temporada de frío siguió su curso mientras los habitantes de todo el continente se protegían de él cada día.
A diferencia de años anteriores, este invierno prometía no tener piedad con nadie que no estuviera preparado. Pero eso no preocupó a la ciudad que recibió el frío mucho antes que a la temporada misma.
La nieve poco a poco fue cubriendo las ciudades restantes, las rutas de comercio ya no eran seguras ni para el mas experimentado de los viajeros, y hasta los mismos animales se dieron cuenta de que morirían si no estaban bien preparados.
Como cada temporada de frío, Eruka permanecia con muy poca actividad para que la gente no tuviera que salir de sus casas, los soldados se vieron obligados a entrenar y a pulir sus habilidades de combate para no volver a dejar que el terrible episodio se repitiera. En la cruz roja, los ahora cuatro amigos esperan a su quinto integrante para al fin llevarlo a su hogar junto a los dos jóvenes que lo acompañaban.
Al principio, la relación entre Terry y Ur seguía pendiendo de un hilo, pero luego de una pelea esperada por todos, la comprensión por parte de ambos se hizo presente cuando tuvieron que dar explicaciones frente a Katica, quien solo se limitó a dar un castigo en el que tuvieran que trabajar juntos.
Por su parte, la joven dirigente de la ciudad se vio obligada a dejar sus obligaciones por unos días luego de que Tom y Lord Rogger la convencieran.
Lejos de Eruka, las demás ciudades vivían su propia realidad. Ulmer mantenía Riverton a flote en la ausencia de Rick mientras disfrutaba de las facilidades que el puesto le ofrecía. Redfox continuaba fortaleciendo su ejercito con duros entrenamientos encabezados por Joseph, el hijo mayor de Lord Ciro. Y a pesar de no ser la ciudad más nombrada ni la mas fuerte, Cerenia disfrutaba de la pacífica época, gracias a que la persona a cargo de esta había acabado con todos los preparativos días antes de comenzar la temporada.
—Amo cuando todo está listo. Ahora solo te queda descansar y esperar a que el frío acabe para que tu padre regrese —la expresión pensativa de la chica llamó la atención del hombre —. Linda, estará satisfecho con todo lo que hiciste.
—Cuando papá se marcho a Eruka, me dijo algo que realmente no comprendí.
—¿Qué cosa?
—El dijo "Cuando regrese, probablemente tendremos que hablar sobre un tema interesante que te incluye. Pero primero debo comprobar si es cierto".
—Qué misterioso.
—Papá siempre es directo conmigo. No se anda con rodeos.
—No ganas nada con preocuparte. No tiene que ser nada malo, hablando desde el punto de vista de que no eres inútil como tus hermanos.
—Mis hermanos... No son más que un dolor de muelas. Caleb vino durante la mañana para hablar sobre lo de siempre.
—Veo que recibió bien el mensaje. Aunque admiro su ingeniosa estrategia —se levantó para colocarse la camisa —. La próxima vez iré a buscarlo para golpearlo.
—¿A dónde vas?
—A dar una vuelta —le guiñó un ojo —. Volveré pronto.
—No vale la pena. Siempre va a ser el hijo mayor del Lord.
—Si quiero demostrarle ser digno de ti, tiene que ver no temo golpear a su primogénito.
—No hagas que te golpee, ¿si?
—Te amo —se acercó para depositar un beso en sus labios —. Nos vemos.
—Nos vemos.
***
En las tranquilas calles de Cerenia, el joven hombre caminó con seguridad hacía una dirección ya conocida.
Luego de golpear la puerta varias veces, la persona que esperaba salió para recibirlo.
—¿Qué quie...? —el hombre lo interrumpió sujetándolo con firmeza de los cabellos de la nuca.
—La próxima vez que vayas con Rayna a reclamarle algo de lo que ya se te habló mil veces, te voy a golpear para que dejes de joderla.
—Es una maldita mujer, y ni siquiera es legítima de mi pa...
—Vuelve a decir eso te juro que mañana no te atreverás mostrar tu cara por un tiempo.
—Que no se te olvide que...
—Me importa una mierda el que te creas importante. En todo este puto tiempo que tu padre lleva fuera no has hecho una mierda. Rayna hizo todo sin la ayuda de ninguno de sus hermanos. Tienes suerte de ser el primogénito, pero ese título no te va a durar mucho tiempo. En algún momento dejará de tener importancia.
—Lárgate de aquí, León.
—No lo volveré a repetir, Caleb. Una vez más y te irá muy mal. Si ella no quiere hacer algo, yo estaré dispuesto a defenderla.
Luego de aquella clara advertencia, León soltó al primogénito del Lord y se marchó de vuelta con Rayna.
***
En Eruka todo permanecía tranquilo. Aquella tranquilidad que no se había sentido desde hace ya varios meses envolvía la ciudad entera bajo el manto de la noche.
—Te amo —dijo Tom en un murmullo mientras veía a Katica a los ojos. Sus rosadas mejillas hacían que la joven se viera aun más hermosa.
—¿Por qué me miras tanto? —preguntó quitándole el cabello húmedo de sudor del rostro.
—Solo... estoy viéndote —Katica rio confundida —. Te veo a ti, a esa chica linda, fuerte y valiente que todos respetan y respetarán. Estoy viendo a mi colmillo por el cuál a veces me pregunto, ¿porqué yo?
Katica sonrió calidamente y acarició sus mejillas con sus pulgares.
—Porque siempre estás conmigo. Siempre me apoyas o discutes en todo lo que hago. Porque eres sincero sin importar la situación. Porque confío en ti y te amo porque eres tú.
Aquellas palabras conmovieron al enamorado muchacho, quien simplemente cargó un poco su peso sobre su amada para besarla y abrazarla con una mano mientras que con la otra soportaba su cuerpo para no asfixiarla.
***
Mientras los jóvenes disfrutaban de su amor, en la casa de Terry y los demás se disputaba una importante decisión sobre la seguridad de Eruka.
—No sabemos cuál será el siguiente paso de James —dijo Terry —. La última vez atacó de frente sin ningún problema. Y aun así nos tomó por sorpresa.
—Solo habría que mejorar la seguridad de la ciudad —comentó Borack.
—A pesar de las bajas del último ataque, Eruka sigue teniendo buena vigilancia.
—Claro que no —todos se sorprendieron al ver que Luard y Ur dijeron lo mismo.
—Deja de espiar las conversaciones. Te dije a dormir —lo reprendió Fura.
—Ya no soy un niño, ¿sabes? Y lo que dicen no es cierto. Esta ciudad tiene mucjos vigilantes, y a pesar de ello, es como si no hubiera nada.
—Concuerdo con el niño —respondió Ur.
—No me digas niño.
—Fue bastante fácil entrar a Eruka sin ser visto. Eruka no está mal posicionada en el mapa, la visibilidad no es mala. No al punto de no ver un ejército acercarse. ¿Cómo estaban distribuidos los hombres ese día?
Terry guardó silencio un momento. Ur tenía razón, habían varios puntos en los cuales debía analizar el error.
—Ese día no había mucha vigilancia por ese lado. Solo habían diez hombres. —afirmó Alec.
—¿Ellos...?
—Todos muertos... —dijo Alec, con expresión pensativa —. Antes de que se diera el aviso. Recuerdo que cuando llegué al lugar, sus cuerpos ya estaban fríos, como si llevaran por lo menos una hora de muertos.
—¿Y quién tocó el cuerno? —preguntó Terry, como si al darse cuenta de la situación se hubiera puesto la soga al cuello, como si fuera su culpa no haberlo notado antes.
El silencio y la incertidumbre sofocó a todos en el lugar por varios minutos hasta que fue Fura quien habló:
—Tenemos un traidor —concluyó Terry.
—¿Cómo encontarlo? —consultó Alec —. Lo más probable es que esté muerto.
—Si sabía lo que pasaría, debió de tener una buena estrategia de escape —agregó Ur —. Lo más probable es que el sujeto esté vivo...
—¿Y dónde se habrá escondido? —preguntó Borack.
—Solo tiene tres posibles lugares —dijo Fura —. O está aquí en Eruka viéndonos la cara, o está en Riverton haciendo quién sabe qué, o...
—Se fue con James a Salamina —finalizó Terry.
—¿Qué planeas hacer? —pregunto Ur.
—No tengo idea —se puso de pie y miró a todos los presentes —. Ni una palabra de esto a Katica hasta tener una pista sólida de la identidad y paradero del traidor.
Todos aceptaron.
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