Capítulo 46

En el despacho, los Lores de Cerenia y Redfox se retiraron regularmente conformes con todo lo que Katica dijo e hizo.

Al salir, Katica y Tom miraron a Rick, quien no parecía inmutarse ante todo lo ocurrido.

-¿Por qué se los dijiste? -Dijo Katica antes que nadie -¿Cómo lo supiste?

-Ulmer es muy observador. Lo notó cuando se despidieron -Sonrió -"Un Lord siempre tiene la última palabra en una despedida". Además, a mi me calza mucho el que tú seas la "Lady" de Eruka. Aprendiste de tu padre y tu abuelo. Eres capaz de hacerlo.

-¿Por qué decirlo frente a los otros Lores?

-¿Por qué ocultarlo?

-Katica dio sus razones a todos. -Dijo Tom -Acabas de volverla un blanco para varias ciudades.

-Las ciudades del sur no estan aquí y los lores no se marcharán hasta la vuelta de la primavera. -Guardó silencio un momento -¿Podría hablar con Lady Katica a solas?

Por breves segundos, Tom miró a Katica, esperando a que dijera algo. Que dijera que se quedara con ella.

-Tom, danos un momento por favor -Dijo para su decepción.

-Sí, mi Lady.

Al salir Tom, Rick sonrió mientras Katica lo miraba con seriedad.

-Creí que le pedirías que se quedara. Él esperaba eso.

-¿Qué buscas, Rick? Te creí diferente a tu padre.

-No me compare con ese sujeto. Soy mucho mejor que él.

-¿Qué pasó realmente? Lord Erick no era alguien que tuviera esa clase de pensamientos.

-Todos guardan un secreto, ¿no?

-Claro -Ambos compartieron miradas y el silencio hasta que la puerta se abrió nuevamente.

-Lamento interrumpir -Dijo Tom -Pero Lord Ciro quiere hablar con usted, Lady Katica. A solas.

-De todos modos ya me iba a descansar -Dijo Rick, restándole importancia a lo que acababa de ocurrir -Hablaremos en otro momento. Nos vemos.

Al quedar a solas con el Lord de Redfox, Katica sintió un vuelco en el estómago al pensar en lo que el viejo Lord le diría en ese momento.

-¿Qué se le ofrece, Lord Ciro? -Intentó aparentar tranquilidad.

-Usted es muy reservada para lo que sea que haga, ¿no? Piensa que aparentar madurez es un buen disfraz al asumir este cargo. Esto no es un juego, niña.

-¿Cree que estoy jugando? ¿Cree que fue un juego ver morir a mi familia?

-No digo eso.

-Entonces sea más claro, Lord Ciro. Si no está realmente de acuerdo con que yo dirija Eruka, dígalo, no creo que haga mucho la diferencia.

-¿Qué cree que haría su padre si estuviera aquí?

-Si mi padre estuviera aquí, de seguro que me prohibiría estar en este lugar. No me dejaría salir sin compañía de alguien -Rió por lo bajo -Habría hecho todo lo humanamente posible para evitar que yo esté aquí.

-¿Y por qué no cumplir ese deseo de él?

-Porque sabría que no lo hubiera podido evitar. Ahora él no puede evitarlo, y sé que de todos modos me apoyaría.

-No comprendo.

-La relación que tenía con mi padre era muy diferente a la que otros padres tienen con sus hijos. Que otros Lores tienen con sus hijos. Mi papá podía ser mi estricto conmigo cuando se trataba de cosas importantes, pero sabía que era porque tenía miedo de perderme como perdió a mi madre. Nunca supe cómo fue realmente, pero era algo que a él le dolió mucho. -Caminó hasta la ventana -Mi papá nunca me dejó de lado por hacer su trabajo. Yo era más importante que dirigir una ciudad entera con un gran número de personas de personas. Aunque nunca lo entendí bien hasta este momento. A él no le importaba si la ciudad caía o no, siempre y cuando yo estuviera a salvo. -Recordó el día del ataque -Ese día que nos atracaron, él me subió a su caballo y le ordenó a Tom que me protegiera con su vida. Luego de eso nos fuimos.

-¿A dónde quiere llegar hablándome de eso?

-Antes de morir mi abuelo, me dijo que no me aferrara a una sola persona como él lo hizo. Me dijo que me aferrara a algo más grande. Y eso es lo que estoy haciendo. -Lord Ciro la miró interesado -No quiero dirigir esta ciudad porque sienta que es mi deber o porque me sienta obligada al ser hija de otro Lord. Quiero dirigirla porque amo esta ciudad, y no quiero volver a verla sufrir de la misma manera. Quiero proteger a estas personas, tan bien como mi padre lo hizo. Quiero ver que este lugar prospere y que ya no tenga miedo de que algún día nos atacaran otra vez. Quiero... -Ciro la Interrumpió con un ademán.

-Ya he oído bastante, señorita Katica. Entiendo que ha sufrido mucho. Que su padre, Lord William, sufrió mucho. Entiendo el que quiera un lugar seguro para su gente, porque yo también lo quiero. Yo quiero que mi ciudad siga durmiendo tranquila por las noches así como siempre. Quiero que mi familia pueda estar a salvo, ahora y las generaciones que seguirán. Con esa forma de pensar tuya...

-¿A dónde quiere llegar, Lord Ciro?

-Eruka y las ciudades al sur de ella tenemos un enemigo en común.

-Salamina...-Balbuceó Katica.

-Dígame, Lady Katica. ¿Sabe tomar una espada?

***

En el cuartel, Terry notó una inusual concentración de hombres rumbo a la arena de entrenamiento mientras abandonaba la prisióndensu amigo.

-¿Qué está pasando? -Pregunta, esperando que alguien le respondiera.

-La señorita Katica y Lord Ciro están en la arena de entrenamiento.

-¿Qué?

-Al parecer van a combatir o algo así.

Sin nada más que decir, Terry siguió a los demás. Pero antes de llegar, vio a Tom ir contra el transito hacia las prisiones.

-¿A dónde vas? -Lo detuvo Terry -¿Qué está pasando?

-Lord Ciro quiere ver algo. Mientras, iré a la celda en donde está ese tal Ur...

-¿Quieres buscar algún parentezco?

-No conocí al hombre, pero oí que no era un santo.

-Suerte con eso. Iré a ver que Katica no mate al Lord de Redfox.

-Claro.

Al llegar a la celda, Tom miró minuciosamenne a Ur antes de que este se diera cuenta de su presencia.

-¿Qué quieres?

-¿Conoces a un hombre llamado Aaron? ¿Aaron Yanik? -Tom fue directo al grano.

-Sí, era mi padre.

-¿Qué sabes de él? ¿Está vivo?

-¿Por qué es importante en este momento?

-Solo responde.

-Está muerto. Murió hace poco menos de veinte años en el ataque a Eridia -Ur mantuvo la mirada en Tom -¿De dónde lo conoces?

-No lo conocí, mi madre me habló de él cuando era más niño.

-No me sorprendería que fuese tu padre también. Siempre salía de salamina y se perdía por semanas. La última vez se perdió por casi un año hasta que regresó. Luego se fue y avisaron de que había muerto -Guardó silencio unos segundos -¿Cómo te llamas? ¿Qué edad tienes?

-Tommen Yanik, tengo 21 años.

-Así que un hermano menor...

-Dos, Dan es mi hermano gemelo -Ur rió por lo bajo.

-No esperaba esta situación. Mucho menos ahora. -Pasó una mano por su cabello -Me hubiera gustado conocerte en otras circuntancias.

Tom se deslizó por el muro hasta quedar sentado en el suelo, del otro lado de la celda.

-¿Crees que me perdonen algún día? -Preguntó Ur.

-La situación de ustedes cinco es complicada. Pero creo que estarás bien aquí.

-¿Cómo estás tan seguro?

-Conozco a Katica. La prueba que te puso fue necesaria para saber que podía confiar en ti.

-¿Qué hubiera pasado si le hubiera hecho daño?

-Yo mismo te habría matado.

-Se nota que la amas. -Dijo con una leve sonrisa. -Quizás no tenga el derecho de hacer esto, pero te daré un consejo. El mundo en el que vivimos es hostil y peligroso. Aunque eso lo sabes de antemano. Cuida bien de las personas que amas, nunca sabes cuándo te alejarás de ellas, quizás para siempre.

-Gracias por el consejo.

Al ponerse de pie, Ur observó a Tom hasta que este volteó.

-Debo irme. ¿Puedo volver mañana? -Aquello hizo que Ur sonriera un poco más.

-Claro.

-Nos vemos. Hermano.

Ya nuevamente solo, Ur volvió a sentarse mientras sacaba algo de su bolsillo. Una especie de gancho.

-Si me voy y me atrapan estaré perdido. Y si logro salir y llego con las manos vacías, también estaré perdido -Dejó caer fuera de la celda la única cosa que le quedaba para escapar -Lo siento cariño, pero me rindo. Cuida bien de nuestro hijo.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top