Capítulo 44

Mientras toda Eruka se terminaba de preparar para el invierno, en el despacho, los Lores de Cerenia, Redfox Riverton y Eruka, esperaron pacientemente sin saber realmente qué.

—Ya estamos todos aquí —Dijo el Lord de Cerenia, Lord Rogger —No comprendo qué estamos esperando. —Todos miraron a Tom —Lord Yanik, no veo razón para seguir esperando. Comencemos de una...

—Lamento la demora —Todos miraron a la bella señorita que cruzó el despacho para sentarse junto a Tom —Es un placer conocerlos.

—Disculpe, mi lady —Dijo el Lord de Redfox, Lord Ciro —Pero esta es una reunion de Lores, y usted no...

—Lady Katica tiene todo el derecho de estar aquí, Lord Ciro. Ella ha apoyado bastante en el levantamiento de Eruka —Dijo Tom.

—Estoy de acuerdo con Lord Yanik —Dijo Rick —Aunque no lo parezca, Lady Katica es una mujer muy capaz en estos asuntos. Aunque no esperaría menos de la hija de alguien como el difunto Lord William. —Todos guardaron silencio.

—Sin duda era un buen hombre —Dijo el Lord Rogger —Por mi está bien que se quede.

—Ya que —Dijo Lord Ciro.

—Bien, demos inicio a la reunión —Dijo Tom —Primero que nada, les agradezco venir a pesar de esta época, si necesitan algo, no duden en pedirlo. Como segundo punto, como ya saben, Eruka sufrió un terrible ataque por parte de Salamina, día en el que perdimos a Lord William y muchos otros habitantes. La razón del llamado es para hablar de negocios de todo tipo...

—¿Comercial? ¿militar...? —Interrumpió Ciro.

—Sí, señor.

—Hablemos primero de lo comercial, joven Lord. Ese asunto había quedado pendiente con el antiguo Lord. —El hombre se puso de pie —Lo que Redfox tiene para ofrecer más que nada es armería, no hace mucho encontramos una mina de metal en nuestro territorio y la estamos aprovechando al máximo. Aunque Riverton continúa siendo nuestra base económica.

—Cerenia no tiene grandes cosas que ofrecer. Supongo que no podemos ofrecer más allá de lana, parte de la cosecha y un poco de ganado. Tenemos también negocio con Redfox por armas, pero no es que lo necesitemos realmente. Aceptamos luego de oír que Eruka había caído.

—Al caer Eruka, el paso queda libre para que Salamnina se dirija a las otras ciudades. —Comentó Rogger.

—Eruka es su primera defensa, ¿no? —Todos miraron a Katica.

—¿Disculpe? —Dijo el Lord de Redfox.

—Si Eruka volviera a caer, ¿creen que Salamnina avance hacia ustedes?

—Eso es... correcto, señorita Katica.

Katica guardó silencio ante las miradas fijas de ambos Lores. Tom sujetó su mano y asintió levemente.

—Adelante, amor.

—Eruka es conocida como la mejor ciudad militar desde siempre. Por esa razon, Salamnina siempre a atacado este lugar y no ha avanzado. Lord James sabe que no habrá trato con nosotros, pero sí que puede negociar con ustedes. Para ustedes Eruka es un muro, un muro que se ha vuelto a levantar. Un muro que si volviera a caer, no sabrían qué hacer.

—Me parece algo bastante osado viniendo de alguien que no entiende este mundo. —Dijo Ciro.

—Le pediré un poco de respeto, Lord Ciro. Le recuerdo que está en Eruka y que ella es la hija del mejor Lord que ha tenido este sitio. Mentiría si digo que ella sabe menos que yo en todo esto, es por eso que está aquí.

—Quizas debamos tener un secreto entre Lores —Dijo Rick.

—Rick... —Advirtió Katica.

—Eruka se ha levantado bastante rápido y ha tenido un gran avance, ¿por qué creen que fue eso? Es como si Lord William siguiera aquí.

—¡Rick! —Tom se pone de pie.

—¡¿Qué está pasando?! —Terry entró al despacho.

—Lord Yanik, ¿qué es todo esto? —Preguntó Ciro. —Lord Rick. Entendemos que ambos son muy jóvenes para este cargo, pero deben mantener la calma y comportarse como adultos.

—Lord Yanik —Dijo Lord Rogger —¿Cuál es el motivo de su interrupción?

—¿No les parece raro, que la señorita Katica esté presente y que sepa tanto de lo que habla. —Respondió Rick.

Terry apretó los puños y miró a Katica, quien con un ademán, le indicó que simplemente lo dejara hablar.

***

—¡Esto es ridículo! —Reclamó Lord Ciro —¡¿Una mujer como Lord?! ¡¿Y más encima una jovencita?!

—Lord Ciro —Dijo Katica —¿Cuál es su problema con que yo sea quien dirige Eruka?

—Es mucha carga para un niña como usted. Entiendo que su padre haya sido un gran Lord, pero eso no significa que usted deba sucederlo.

—¿Tiene familia, señor? —El hombre se sorprendió con la pregunta de Katica.

—Sí, una esposa, un hijo mayor y dos niños.

—Debe estar muy orgulloso de su hijo.

—Lo estoy sin dudar. No confiaría en nadie más para que me suceda.

—¿Qué habría pasado si en lugar de su hijo, hubiera sido una hija?

—No se lo habría dejado por nada del mundo. Este no es un mundo en el que quisiera que mi hija viviera.

—¿Y si ella decidiera entrar a ese mundo? ¿Qué haría?

—¿A dónde quiere llegar con todo esto?

—He vivido toda mi vida escuchando qué cosas debo hacer y qué no. A diferencia de otras personas, mi madre nunca me dijo que no podía hacer algo. Siempre confió en que yo podía hacer cualquier cosa. Y aunque mi padre siempre buscó evitarlo, no pudo hacer que no entrara en este mundo. —Todos guardaron silencio —Conozco su trabajo tanto como él mismo. Conozco el cuartel y la forma en que trabajan los soldados. Conozco mi hogar en cada rincón sin haber estado allí. Creo ser tan capaz como todos ustedes. Solo les falta creerlo.

—¿Y qué espera que hagamos?

—Que confíen en mí.

—Nos trajo aquí a punta de engaño y tendremos que esperar al fin del invierno para regresar a nuestras respectivas ciudades. ¿Y espera que confiemos en usted?

—¿Habrían venido si lo hubieran sabido antes? —Ambos Lores guardaron silencio. —Lord Rick ya lo sabía y llegó días antes que ustedes. ¿Por qué no confiar en que las costumbres pueden cambiar y resultar bien?

—Esto no es lo que usted piensa. ¡Esto no es un juego!

—¡Vi personas morir frente a mí! ¡Mi padre murió en mis brazos! ¡Mi madre murió cuando nos atacaron hace diez años! ¡He vivido muchas cosas a lo largo de mi vida! ¡¿Y cree que no me voy a involucrar en esto?!

—¡No es lugar para una mujer! ¡Usted sola no podría...!

—Ella no esta sola, señor. —Tom se puso de pie detrás de ella al igual que Terry —Nosotros la estamos apoyando.

—La ciudad también quería que ella asumiera el cargo, —Continuó Terry —Pero la convencimos de que el Lord fuera otro para que no corriera riesgos.

—¿Y piensas que es fácil todo esto? —Preguntó el Lord de Redfox —Dirigir una ciudad no es solo estar en tu despacho dando órdenes. Se requiere carácter y una gran responsabilidad cuando debes tomar decisiones.

—Lord Ciro tiene razón. Habrá un momento en el que usted...

—¡Terry! —Borack entró al despacho con la ropa manchada de sangre —Perdón por la interrupción...

—Borack, ¡¿Qué fue lo que pasó?!

—Fura está herido, Alec está con él mientras lo atienden.

—¡¿Quién hizo esto?! ¡¿Lo atraparon?!

—Sí —Terry comenzó a caminar hacia la salida. —Terry, espera. —El mencionado se detuvo y volteó a mirarlo. —Es Ur.

Al oírlo, Terry volteó sin decir una sola palabra mientras Borack lo seguía de cerca.

Mientras, los Lores de Cerenia y Redfox guardaron silencio con la mirada en Katica.

—¿Y bien? —Preguntó Ciro — ¿Cómo actuará frente a esto, Lady Katica? Si ha de tomar el cargo junto con nuestra confianza, hágase cargo de esta situación como tal. —Se puso de pie —Y solo en ese momento tomaré una decisión con respecto al asunto.

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