¿Hola?

Espero que les guste~

-¿Qué haces Ink?- preguntó Felix con curiosidad al verla, acercándose. Ella se vea frustrada y estaba tirando del collar.

-Intentando sacarme esta cosa- responde sin detenerse.

-¿Hablaste con el "Rey.exe" para que te lo saque?- la miro con curiosidad.

-¡Lo intente!- gruñó ella. -Rompí su puerta pero él no estaba-

-¿Quieres ayuda?- preguntó con una ligera sonrisa.

-Por fis~- asintió rápidamente, dándole la espalda. El felino se acercó e intento quitar el pequeño seguro de la cadena, frunciendo el ceño al no poder liberarlo.

-Que raro...- murmuró para si mismo.

-¡Cortalo!- canturreo ella. Él asintió, sacando unas tijeras de su bolso mágico e intentando cortarlo, frunciendo el ceño. La cadena estaba intacta pero las tijeras estaban rotas. Sacó unas pinzas esta vez pero obtuvo el mismo resultado.

-No funciona, eso es raro-se alejo un par de pasos, mirando las pinzas rotas en su mano. La coneja hizo un puchero y alzó las manos, agarrando la cadena y totalmente dispuesta a volver a tirar de ella.

-No siquiera lo pienses- se sobresalto al escuchar una voz repentina.

-¿Estás bien?- preguntó el gato al verla mirar a su alrededor con los ojos bien abierto, como si algo la hubiera asustado.

-¿Escuchaste algo?- preguntó ella, mirándolo fijamente.

-Algo...¿Como qué?- enarco una ceja con curiosidad.

-¿Una voz?- la coneja pareció insegura y algo nerviosa. -Ho...- bajo las orejas y las acaricio ligeramente al verlo negar con la cabeza. No sabía cómo sentirse o qué decir, había escuchado una voz, de eso estaba segura, pero su amigo no. Se fue, despidiéndose con una pequeña sonrisa, para llegar al cuarto que tenía en el castillo y cerrando la puerta una vez dentro. Camino en círculos por un par de minutos, acariciando sus orejas con nerviosismo. Se sentó en la cama y respiro profundo.


-¿Hola?- murmura algo insegura. -Sé que estás por ahí, te escuche- no sabía si hablar en voz alta funcionaria y ya se sentía algo loca a estas alturas.

-Hola pequeña~- abrió grande los ojos, alzando las orejas ¡Era esa voz otra vez!

-¿Quién eres?- preguntó con curiosidad.

-¿Me creerías si te dijera que solo soy tu conciencia?- la voz sonaba relajada y parecía ser femenina.

-No- negó rápidamente.

-Inteligente de tu parte- la voz río ligeramente.

-Estas en mi cabeza, ¿verdad? Por eso Felix no pudo oírte, ¿no?- jugo con sus manos.

-Exacto~- Ink se removió en su lugar, algo nerviosa. No sabía si esa respuesta era buena o no.

-¿Qué es lo quieres?- preguntó con algo de miedo.

-No voy a decírtelo, arruinaría la diversión~- ahora la voz sonaba divertida, casi como se estuviera burlando de ella. -De cualquier modo, te enterarás muy pronto- una risa resonó en su cabeza, dándola escalofríos. Ink sentía que esto no sería nada bueno.

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