Pondré esto por aquí para usarlo como comienzo ^_^

Espero que les guste~

Nota: Lamento los horrores y/o errores ortográficos. Mi Internet no está funcionando, así escribo en teléfono. Los arreglaré apenas pueda 😝

Nota-2: La portada original que tenía en mente era un collar con piedra azul o una simple piedra azul que busque por Internet pero cuando intente sacar captura de pantalla ninguna página me lo permitía. Así como portada dejaré el hermosos dibujo que me enviaron XD

"Sonic.exe" dejo a Ink en la gran sala frente al trono del "Castillo.exe", yéndose en un destello azul después de hacer un rápida reverencia ante el rey. La coneja estaba sentada en el suelo, con el pelaje despeinado y con los ojos en espiral.

-Rayos...- agitó la cabeza y parpadeo, mirando al "Rey.exe" y frunciendo ligeramente el ceño. -Creo que debe haber una forma mejor para traerme aquí- gruñó entre dientes, bajando las orejas y pasando sus manos por ellas para peinarse.

-Él velocista es más rápido- él se encogió de hombro, sonriendo.

-Si tu lo dices- se sentó de piernas cruzadas y miro al de pelo blanco. -Entonces...¿Qué necesitas?-

-Me debes un favor, ¿recuerdas?- ella hizo una mueca al recordarlo.

-Si, te debo un favor...- lo miro con los ojos entrecerrados. -...lo que implica que no puedes utilizarme para probar tus raros elementos de tortura, matarme o algo por el estilo- el rodó los ojos, sacando de manera disimulada un papel de su bolsillo.

-No iba a hacer nada de eso- arrugó el papel y lo tiro a un lado.

-Aja...- decidió ignorar el papel arrugado. Ella se paro al verlo levantarse y acercarse con una pequeña caja negra que había estado en el apoya brazos de su trono. -No voy a casarme contigo- bromeo sin poder evitarlo.

-Ni que tuvieras tanta suerte- gruñó, rodando los ojos. Abrió la pequeña caja, dejando ver un collar de cadena negra y un dije en forma de gota color azul.

-¿Un collar?- en arco una ceja al verlo. -¿Va a matarme?- miro fijamente al de pupilas rojas, quien negó. -¿A maldecirme?- negó. - ¿A torturarme?- otra vez negó. Ink lo miro fijamente, algo desconfiada.

-No se exactamente que hace pero te aseguro que no te hará nada- aseguro.

-¿Y tu quieres que yo...?- hizo un gesto, esperando a que continuará.

-Lo utilices y me digas que hace- saco el collar, cerrando la pequeña caja. Ink lo miro fijamente, frunciendo el ceño mientras pensaba.

-¿Por qué no utilizas a uno de tus súbditos como sujeto de pruebas?- en arco una ceja.

-Porque tu me debes un favor- sonrió.

-Supongo...que no puedo ir en contra de esa lógica- hizo una mueca. -Si esa cosa me mata o algo así, volveré como un fantasma para torturarte el resto de tu miserable vida-gruñó después de unos segundos de silencio.

-Por supuesto, como tu quieras. Aunque puedo asegurarte que no te matará, ni torturar a, ni nada de eso- asintió. Ink se inclino ligeramente, dejando que el de cabello blanco le colocará el collar y se enderezó apenas terminó. Miró el dije y luego al de ojos rojos, sin saber que hacer. La sonrisa del rey se agrandó al ver un pequeño destello azulado brillando en los ojos de la coneja por unos segundos pero ella no se dio cuenta.

Extra XD

El rey sonrió al ver la puerta cerrarse una vez que la coneja se fue, para después empezar a caminar. Fue por un pasillo y se detuvo frente a una puerta de madera que llevaba al sótano del castillo. La abrió con tranquilidad y entró, cerrando la puerta tras él antes de empezar a bajar las escaleras. Una vez que llegó al final no pudo evitar sonreír al ver a quien tenía sujeto a una silla. Su ropa negra se veían algo sucio y roto en algunas partes Tenía el cabello blanco y algo sucio, de ojos negros, pupilas rojas y más rojo de lo normal manchando sus mejillas. Era el "Rey.exe", el original.

-Hola su majestad~- su apariencia se empezó a derretir, dejando en su lugar a otro ser de gran sonrisa.

-Bastardo de mierda...- gruñó el rey con enojo, haciendo una mueca. Se veía golpeado y muy cansado.

-Habla el que está atado e impotente- río. - Debo admitir que pensé que este lugar lo me servirían de nada...- sonrió, sacándose la corona y dándola vueltas en uno de sus dedos. -...pero parece que tu pequeña amiga me servirá más de lo esperado- soltó una carcajada que resonó en el sótano, mientras que el rey luchaba inútilmente contra sus ataduras e insultaba en voz alta.