- Kazuha-chan -suspiró sentándose en la cama.- No hagas eso...

"¿Por qué no? ¡Me cansé, siempre es lo mismo!" -Ran suspiró por segunda vez.- "S-siempre me hace lo mismo... Tengo un límite Ran-chan." -hubo un silencio.- "Y se que puede sonar estúpido, tal vez lo sea, pero para mí no..."

- No es estupido...

"Es feo, ¿Sabes?..." -apostaba que en cualquier momento las lágrimas saldrían.- "Hacer todo por esa persona, que no te valore y lo unico que hace es quejarse. De alguna manera duele..."

- Y-Yo... -bajo la cabeza apenada.- No se que decirte.

"No pido que me digas algo. Todo lo contrario... Es solo que necesitaba decircelo a alguien"

- No te preocupes -sonrió tristemente.- Si quieres puedo ir a quedarme unos días en Osaka.

"¡¿Enserio?!" -Ran le dijo que si.- "¡Me encantaria! No creo que a papá le moleste que te quedes. ¡Quedate todo lo que quieras!."

- Esta bien -se río.- Mañana hablamos -se despidió y Kazuha hizo lo mismo y cortó. Bajo la mirada y su cuerpo tembló.- Un limite... -murmuró.

Para sorpresa de Ran, la puerta se abrió, mostrando a su pequeño hermanito. La miraba con tanta intensidad que se puso a pensar que estaba sucediendo. El niño cerró la puerta detrás de él.

- ¿Kazuha-neechan perdonara a Heiji-niicha?

- ¡¿Estuviste escuchando Conan-Kun?! -preguntó mientras lo miraba acusadamente.- ¡Eso no se hace! -lo señalo.

- ¡L-lo lamento! -se disculpó poniendo cara que no rompió ningún plato en su vida. Ran se ablandó.- Quería preguntarte que ibas a hacer de comer... Y termine escuchando.

- Esta bien -suspiró para después sonreír.- A lo mejor de seguro le perdonará.

- Pero Heiji-niicha es muy estupido -admitió.- Y Kazuha-neechan tiene temperamento.

- P-pero se arreglarán.

- Heiji-niichan es inútil.

La cara de Ran no tenia precio por las palabras de Conan. La verdad no se esperaba para nada esto. Nego la cabeza intentando recomponerse.

- Mira Conan-Kun -sonrio.- Esto es tema de grandes, aún eres muy chiquito para entender, ¿Si? -interiormemte Conan rodo los ojos al que siempre lo tomen como niño.- Asi que no comentes nada a Hattori-Kun.

- Como quieras Ran-neechan -sonrio.- Pero... -le dio curiosidad algo.- ¿Por qué repetiste lo de "limite"?...

- Por nada.

- ¿Segura Nee-chan?...

- Si -asintió.- Ve ya a la cocina, que voy a preparar algo -algo dudoso el niño asintio y sin más se fue.

(...)

Un nuevo día anunció la escuela secundaria de Osaka. Los chicos empezaron a ingresar, mientras otros esperaban en la entrada a sus amigos. Uno en especial estaba en la entrada acomodándose nervioso el cabello. Hoy a la mañana deducía que Kazuha no lo despertaría, y estuvo en lo correcto. Se preguntó si había escuchado su audio o no.

Era estupido que el este nervioso por algo así. Sabia que estaba enojada, pero no lo podía estar permanentemente.

Dio un suspiro.

Sus sentidos se activaron al escuchar una voz conocida. Vio que su mejor amiga venia acompañada con una amiga. Bien...

- Oye Kazuha-chan -dijo la joven.- Tengo una pregunta... -la ojiverde asintió.- ¿Por qué hoy no viniste con Hattori-Kun?

Esa pregunta atravesó completamente a Kazuha.- Porque es un completo Imbesil -le respondió con indiferencia y haciendo un puchero.

- Ustedes dos nunca cambian -se río. Miro al frente, encontrando al detective.- Hablando del rey de Roma...

Cuando pasaron al frente suyo, Heiji dio una actitud como sin nada hubiera pasado.- Hola Kazuha -la saludo con la mano y una gran sonrisa. Ella tan solo pasó a su lado ignorándolo, provocando un silencio en todo el lugar.

Sus compañeros quedaron en silencio al ver eso. Eso no era normal entre ellos dos. No era un mito que discutan, pero nunca llegó a que uno de ellos se ignorarse.

Heiji quedó en blanco ante esta situación.

- ¡Un soldado caido! -se burló uno. Los demás se empezaron a reír a no más poder. Heijo frunció el ceño.

- ¡No se metan!

- ¡F!

Con la ira de mil demonios los insultos y entro a grandes zancadas.- "¡¿Quien se cree Kazuha?! ¡Ahou!" -pensó con gran furia. Cierto, ella estaba enojada y todo eso. ¡Pero su orgullo estaba siendo pisado!

Un tick en la ceja apareció al ver que en su escritorio estaba llenas de "F". Sus compañeros se estaban riendo a no más poder, mientras Kazuha intentaba ignorar todo lo que estaba pasando.

- "No tendré piedad con ninguno de ellos en Kendo..."

Se sentó en su banco, y con disimulo miró a Kazuha. Una parte de él decía que haga lo mismo que ella, ignorarla. Pero una más poderosa le decía hablar con ella. Aclarar el problema y volver a lo que eran antes. Se cruzó de brazos y la siguió mirando. Separo los labios en un intento de pronunciar algo, pero su tarea fue interrumpida por la llegada de la profesora. Dio un suspiro pesado y miró al frente.

(...)

Las chicas salieron de educación física con cansancio. La profesora les había hecho hacer todo físico. Algunas se estiraban antes de entrar a cambiarse o darse una ducha. Una compañera se acercó a Kazuha y le pidió si le podía ayudar a llevar algunos materiales que usaron en la clase. Ella asintió y se despidió de las chicas, caminando hacia el cuarto.

Un sujeto pasó disimuladanente ahí, y empezó a tomar nota.

(...)

De un sigilo y rápido movimiento, esquivo la shinai. Con un fuerte golpe le pegó el el costado, provocando que el otro retroceda. Sus compañeros quedaron sorprendidos al ver el grandote de violencia que el Moreno recidia. Le dio otro golpe, provocando que su compañero se caiga. El profedor se puso en el medio y dando fin al combate.

- Oye, ¿Demaciada violencia hacia mi persona, no crees? -le dijo con sarcasmo su compañero cuando el ganador fue a ayudarlo a levantarse.

- Como crees -se movió la delantera del casco para arriba.- No estoy para nada enojado por las F...

- Era solo una joda Hattori -le sonrió el otro mientras se quitaba el casco de su cabeza.- No te lo tomes a mal... Además no fui el único... -miro con disimulo a sus compañeros, que desviaron la mirada al ver la aurora asesina que portaba Heiji.

- Ya lo sé.

- De paso -lo paro antes de que vaya a tomar agua.- ¿Te puedo preguntar algo? -asintio.- ¿Sabes algo sobre la chica que apareció muerta en Beika y acá? La mayoría de las chicas están asustadas.

El detective solo suspiró.- No hay mucho, solo se está analizando lo que había en las jóvenes -le explicó.- Pero no creo que sea nada grave. "Esto es demaciado grave, ya van dos y no hay pistas".

- Entiendo, gracias -le asintio y se fue con los demás.

(...)

Acá volví, con esta historia después de 54 años v':

No me maten Xd

Menciono a Arilupe-chan por traducir sus palabras.

Sin más, bye!