—Muy bien, creo que eso es todo.

Jack dejo sobre el suelo la última caja de cartón con sus pertenencias, finalmente, luego de muchos inconvenientes, logramos encontrar un apartamento perfecto para él y Mara.

—Que bueno— me acerque a él, lo abrace por detrás mientras veía todo el apartamento—. Tenías razón, si es muy bonito.

—¿Acaso dudaste de mi, loca?— Preguntó, indignado dándose vuelta a un en mis brazos.

—Tal vez—, su expresión llena de indignación hacía mi respuesta hace que la risa se escápate de mis labios, un sonido ligero que llena el espacio que alguna vez fue solo un montón de boxes y cajas sin vida—. Nunca dudé de ti, desgraciado. Sabía que encontrarías un lugar increíble. Siempre lo haces.

Su expresión se suaviza y, por un momento, el alboroto de la mudanza se silencia. Nos quedamos ahí, en el medio del salón, rodeados de muebles que aún no tienen una historia, pero algo en el aire nos promete recuerdos por venir, deja un beso sobre mi frente con ternura. Con un gesto, me suelta y comienza a desempacar algunas cosas mientras yo continúo explorando.

Reviso las habitaciones y dejo que el sonido de mis pasos resuene en el nuevo hogar. La luz entra a raudales por las ventanas; me imagino cómo Mara reirá mientras corre por el pasillo mientras persigue a Jack, su risa resonando como una melodía incesante. Un pequeño nudo de emoción se asienta en mi pecho.

—¿Qué piensas?— me llama Jack desde la otra habitación.

—Pienso que será un gran hogar para ustedes— respondo, sin poder despojarme de la nostalgia que me invade. No puedo evitar recordar cuando él y Mara llegaron a mi vida. El caos y las risas que trajeron, cada pequeño momento que compartimos en el camino hacia aquí.

—Oye, viene Mara en camino. Le vendría bien ayuda con sus cosas— Jack me mira con una mezcla de impaciencia y esperanza.

—¡Voy!— exclamo, corriendo hacia él. Pero antes de salir, miro una vez más lo que será su nuevo refugio. El corazón me late en un compás acelerado. Había hecho lo mejor posible, pero esto es solo el comienzo.

Quien diría que toda esta historia comenzó por un castigo esa mañana del primer día de clases, en dónde él desgraciado y yo nos peleamos por una mesa, para que todo eso nos llevará a formar parte del Club Del Periódico.

[...]

Este es el momento en donde lloro.

¡Hola lindas personitas! Espero que estén muy bien.

Es oficial, con esta última actualización se concluye el club del periódico. Me siento feliz y al mismo tiempo triste, porque después de tantos años escribiendo este libro llegó a su fin.

Layla y Jack fueron el inicio de una historia única en mi vida que me alegro compartir con ustedes. Y estoy verdaderamente agradecida con su apoyo a lo largo de esta historia.

Pero tranquil@s, la historia sigue, vamos a seguir leyendolos en El Archivo De Un Beso el libro de Mara y Dion. Espero que hayas disfrutado esta historia y que disfrutes la de Mara.

También para que estén al tanto de todo y tengan alguno que otro pequeño spoiler de lo que se viene les recomiendo seguirme en Instagram, pueden encontrarme como gea_466.

Espero que te haya gustado.

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Gracias por leer.

Y nos vemos en El Archivo De Un Beso.

Besos Gea <3