• 9. Operación: Adiós, Mackenzie ( 2/2) •

Todo iba de acuerdo con lo planeado para sacar a Mackenzie del juego, Grace la había convencido para que reincorporará a las porristas con tal de que ella le proporcionará información sobre todo lo que pasa entre Jack y yo. Las prácticas del equipo se había terminado al igual que nuestro trabajo como reporteras, volvimos al salón del club acompañadas por el desgraciado y comenzamos repasar el plan.

—¿Tienen todo claro?—Pregunté mientras me cruzaba de brazos—, tenemos está oportunidad y si lo echamos a perder Mackenzie estará a la defensiva.

—Yo se cuál es mi parte—, mire a Grace, estaba escribiendo todo lo que reportamos y apilando las entrevistas a los jugadores—. Solo debo hacer enojar a la reina de las arpías para que enseñe sus garras y grabarla.

—Erika y yo distraeremos al equipo para que no interfieran en el plan—, Mara estaba a mi lado apoyada de la mesa.

—Ofréceles una sesión de fotos a esas chicas y no se querrán ir por nada del mundo—, comentó Erika.

—Y yo haré llegar el vídeo a la oficina del director—, digo mientras me recuesto en la silla donde estaba sentada —, bien, estamos listos.

—No lo estamos, ¿Dónde entro yo en ese plan malvado para que Mackenzie deje de ser la capitana de las porristas?—El desgraciado que había escuchado el plan desde que llegó por fin se decidió hablar.

—Veras mi querido amigo, tu me vas ayudar a que Mackenzie se vuelva loca—, le explicó Grace—. Tu solo me seguirás la corriente mañana en el entrenamiento.

—¿Debería preocuparme?—Jack la miro con el ceño fruncido.

—No, no debes preocuparte por nada
—, dijo Mara acercándose a su hermano—. Mackenzie es incapaz de tocarte un solo cabello, y si lo hace te prometo que yo misma la destruyo con mis manos.

—Te lo dice en serio—, afirmó Erika mientras Grace y yo asentíamos con la cabeza.

El timbre sonó y el bullicio de los estudiantes por el pasillo resonó dentro del aula, se acabó la escuela—desgraciadamente solo por hoy— y teníamos que volver a casa, dando por terminada la planificación de la operación. Me levanté de la silla y tome mi bolso para poder salir del salón, justo antes de salir Jack me atrajo hacia él—como siempre lo hacía cuando salíamos juntos de la escuela—pero está vez fue diferente, paso su brazo por mi cintura mientras salíamos por la puerta pero entre más trataba de quitar su brazo más fuerza ejercía.

«Dios, ¿Por qué lo hiciste tan persistente? No, espera tengo una pregunta mejor, ¿Por qué me lo mandaste a mi? De tantas mujeres que lo quieren, me lo mandas a mí»

Salimos de la escuela al estacionamiento, busque con la mirada a mi mamá pero no la encontré en el lugar habitual dónde se estacionaba cuando venía a recogerme, saqué mi teléfono del bolsillo de mi pantalón y le envié un mensaje. La respuesta no tardó en llegar, mamá se tuvo que quedar en el trabajo y no podía venir por mí.

—Que maravilla—, dije con ironía mientras miraba la pantalla del celular.

—¿Quieres que te lleve?— Jack se había inclinado un poco más hacia mi mirando los mensajes.

—Además de ser un desgraciado eres chismoso—, apagué el celular y lo guarde nuevamente en mi bolsillo.

—Claro que no, lo que pasa es que la pantalla estaba muy cerca de mi y bueno sentí como me llama para que leyera los mensajes.

—Ya me lo confirmaste, eres un chismoso de primera.

—Y tú una pervertida que lee libros eróticos.

—Yo no leo eso, yo soy un pan de dios—, mentí de la forma más descarada que podía.

—El libro que estabas leyendo me dice otra cosa.

—¿No vas a superar eso nunca?— Pregunté con el ceño fruncido levantando mi cabeza para verlo.

—Jamás pasará— respondió con su típica sonrisa.

—Eres un...

—Desgraciado—, me robó las palabras de la boca—, tal vez, pero este desgraciado es el que te va a llevar a tu casa.

Apenas caí en cuenta que ya no estábamos con Grace y Erika, estábamos frente al auto de Jack, Mara estaba apoyada del auto mirándonos con una ceja arqueada.

—Caminan cómo unas tortugas.

Jack ignoro olímpicamente el comentario de su hermana y abrió las puertas del auto para que subiéramos e irnos a casa.

[...]

Grace

Otro día de clases, otro sufrimiento, pero hoy era diferente.

Tal vez porque por fin después de mucho tiempo podía volver a usar el uniforme de animadoras que tanto me gustaba o solo era diferente porque la reina de las arpías iba a ser derrocada de su trono para darle paso a una nueva era. Eso lo voy a descubrir en este momento, el plan ya estaba en marcha, todos estábamos en nuestras posiciones correspondientes esperando la hora para ejecutarlo, los entrenamientos de las porristas ya habían comenzado al igual que las prácticas del equipo de básquet.

Mire a mi alrededor mientras hacia mis estiramientos para poder hacer las piruetas, mi mirada se encontró con la de Jack. Asentí levemente con la cabeza diciéndole que ya se podía acercar.

«Ya es momento»

—Estoy a tu disposición—, dijo llegando frente a mi.

—Muy bien, ayúdame a estirar, ya nos está mirando.

Mackenzie desde que entró a la pista de básquet no le quitaba la mirada a Jack ni siquiera un segundo observaba cada uno de sus movimientos como una maniaca, su cara se contrajo de cólera cuando Jack se acercó a mí. Para molestarla más alcé mi pierna y la coloque en el hombro de Jack, mientras seguía con mis estiramientos como si no la hubiera notado.

—Dime algo, Grace—, Jack sostenía mi pierna para que no perdiera el equilibrio—, ¿Se parece al grinch?

—Es idéntica, ya casi se pone verde de la envidia —, dije divertida mientras bajaba mi pierna.

—¿Cuánto tiempo crees que tarde en llamarte?

—Menos de cinco minutos.

Jack sonrió, mire detrás de él a Mackenzie decirles algo a las integrantes del equipo y acercarse a nosotros.

—Ya mordió el anzuelo—, le comunique a Jack.

—¿Interrumpo?—Mackenzie se cruzó de brazos mirándome fijamente con molestia y con su sonrisa hipócrita en el rostro.

—No, ya estábamos terminando—. Respondí, mirando a Jack—, nos vemos luego, Jack.

—Adiós, Grace.

Jack se alejo de nosotras dejándonos solas, me di la vuelta para caminar hacia el vestidor a buscar algo en mi bolso, observé por el rabillo del ojo a Mackenzie seguirme con el ceño fruncido, la puerta de la pista se abrió dejando ver a Mara y Erika dirigirse a las porristas. En cuanto entre a los vestidores las puertas se cerraron detrás de mi con fuerza, sin previo aviso mi cara se estrelló contra los casilleros dejándome aturdida, Mackenzie no me dio tiempo para recuperarme cuando me tomo por el hombro girándome para quedar cara a cara.

—¿Qué carajos crees que haces, Grace?-—Trate de alejarme de los casilleros pero me empujó sometiéndome en mi lugar—. ¡Te pregunte algo, responde!

—Solo estiraba—. No iba a demostrar mis emociones frente a ella.

Una risa se escapó de su boca causándome escalofríos.

—¿Sobre Jack? No porque te deje volver significa que puedas hacer lo que quieras, menos si se trata de estar cerca de él—, Mackenzie me tomo por la mandíbula clavándome sus uñas—, me tienes harta, Grace.

—Y tú a mí Mackenzie— hizo más presión en su agarraré—, estás loca si de verdad crees que vas a lograr separar a Layla y Jack.

—Todo a su tiempo.

—Pero él nunca estaría con alguien como tú—, Mackenzie me volvió a estrellar contra los casilleros.

—Estas fuera de equipo para siempre—, siseó entre dientes soltando mi mandíbula para salir del vestidor.

Una sonrisa apareció en mi rostro.

«Al contrarió, tu estás fuera»

Corrí hasta el casillero que estaba delante de mi, me subí al banco y tome mi teléfono, corte la grabación y se la envié a Layla.

Layla

Corrí por los pasillos lo más rápido que podía evitando chocar con las personas que estaban en ellos para poder llegar hasta la cancha de básquet, sentía como el corazón se me iba a salir por la boca, ya le había mostrado el vídeo al director solo era cuestión de tiempo de que la bomba terminará de explotar. Me detuve a unos metros de la puerta al ver a todos parados en la puerta, deje de correr y me acerque a ellos.

—¿Y bien, como te fue?—Pregunto Grace en cuanto termine de acercarme.

—Dijo...dijo—, trataba de hablar pero por el maratón que corrí no pude.

—¡¿Qué dijo?!—Dijeron todos al unisonó.

Y antes de poder hablar los altavoces de la escuela sonaron:

" Mackenzie Nolan, por favor reportarse en la oficina del director "

Todos nos miramos rápidamente y corrimos lejos de la puerta del gimnasio, nos ocultamos en una de las esquinas del pasillo, nos asomamos un poco para ver lo que pasaba. Mackenzie salió por las puertas del gimnasio acompañada de dos porristas a paso apresurado hacía la oficina del director, Erika salió de nuestro escondite improvisado y comenzó a correr tras Mackenzie sosteniendo su cámara.

—¡¿Erika, que haces?!—Le gritó Jack saliendo del escondite.

—¡Somos los miembros del club del periódico, tenemos que tener fotos en primera plana de la siguiente primicia!— Le grito en respuesta.

—Ella tiene razón—, expuso Mara mirándonos—. ¡Espérame, Erika!

Grace solo se encogió de hombros mientras suspiraba para correr junto con ellas.

—Muévete—, el desgraciado me tomo de la mano para ir tras ellas.

Sentía que me iba a morir por hacer tanto ejercicio en un día.

«Diosito acuérdate que tú no me hiciste fitness. Tu me hiciste bien floja»

Con las respiración agitada nos detuvimos frente a la puerta de la oficina, el pasillo lleno de estudiantes que miraban expectantes la puerta esperando que Mackenzie saliera por ella. Luego de un rato por fin salió, las lágrimas bajaban por sus mejillas mezcladas con el rímel.

—Sonríe para el periódico escolar, Mackenzie—, dijo Erika con una sonrisa.

Clic.

Mackenzie nos miró y se acercó a nosotras llena de cólera queriéndose lanzar sobre mí.

—Eres una perra—, mascullo con odio en mi cara.

—¿Yo? Pero sino hice nada—, dije con una sonrisa inocente en mi rostro.

—Ganaste una batalla, pero no ganarás la guerra.

—Ya lo veremos—, mi sonrisa se mantenía en mi cara, me despedí de ella con la mano—. Adiós, Mackenzie.

Me aparte de ella y Jack paso su brazo por mis hombros mientras la miraba, con su ira dio la vuelta con resignación y se fue por el pasillo siendo seguida por la mirada de los presentes.

—¡Lo logramos!—Chillo Erika mientras nos daba una abrazo, o al menos eso parecía.

—La reina a caído—, Mara miró por dónde se había ido Mackenzie-. Esperemos que sea para siempre.

—Eso pasará solo cuando nos graduemos—, comento Grace.

—Disfrutemos nuestra victoria—, digo mientras sonreía.

—Te felicitó, lograste tu cometido—, Jack me miró—, espero que estés lista para lo que se viene.

—Lo estoy, yo siempre estaré lista, desgraciado.

Jack me sonrió.

—¿Layla?

Alguien me llamo a mis espaldas, me di la vuelta y me quedé congelada en mi sitio.

«No puede ser»

—¿Dominik?

[...]

¡Hola bellas personas!

Aquí les dejo el capitulo que muchos deseaban.

Ahora díganme:

¿Quien crees que es Dominik?

¿Quisiste matar a Mackenzie cuando golpeó a Grace? Yo sí.

¿Layla estará lista para la guerra que se viene?

Eso lo descubriremos en los próximos capitulos.

Gracias por leer.

Deja tu voto si te gusto.

Besos Gea <3









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