• 26. Hola cuñado •
Layla
Después de llegar a mi casa el día de ayer, haber limpiado toda la cafetería y escuchar un sermón de mamá sobre no causar problemas en la escuela lo único que me reconfortaba en este nuevo día era mi acolchada y cómoda cama. Me encontraba hecha bolita debajo de mi sábanas en mi paz y tranquilidad, tenía tiempo de sobra ya que hoy no tenía clases a primera hora porque nuestro profesor de matemáticas se le presentó un inconveniente, aunque para ser del toda sincera mis ánimos de ir estaban en lo más profundo del planeta.
La puerta de mi cuarto se abrió y ni siquiera me moleste en ver quién era—porque lo más seguro era que sea mi mamá—solo permanecí debajo de mis sábanas, el sonido de las pisadas de la intrusa que había entrado a mi cueva se escucharon más cerca de mi cama y sin previo aviso tomaron las sábanas que cubrían mi cuerpo y las tiraron al suelo.
—No quiero ir—, mis ojos seguían cerrados mientras me cubría el rostro con el peluche de Bob Esponja que Jack me había dado—. Quiero quedarme en casa, mamá, tengo la primera hora libre.
—Lamentablemente no soy mamá—respondió con burla, abrí mis ojos de golpe pero a causa de la luz los entrecerré —, buenos días, Layla.
—¿Qué haces tú aquí?—Interrogue, me apoye de mis codos para verla mejor.
—Que manera de recibir a tu hermana mayor—, Valery se cruzó de brazos—; ¿Dónde quedó el hola Val cuando tiempo sin verte?
—Eso lo dejamos para cuando esté en mis cinco sentidos—, volví a tomar el peluche y lo abracé, me senté en la cama—. ¿No se supone que deberías estar en Boston en tu trabajo soñado en el bufete de abogados?
—Si pero ahora tengo unos días de descanso del trabajo así que ya levanté se te hará tarde— me ordeno, sentí sus ojos darme una mirada rápida—, lindo peluche.
—No quiero ir—me deje caer otra vez en la cama—¿No puedes hacer una llamada a la escuela haciéndote pasar por mamá diciendo que estoy enferma? Ya sabes la vieja confiable que siempre usábamos.
Val soltó una risa.
—¿Y que mamá me de uno de sus sermones? No gracias—la mire caminar hasta la puerta—, te espero en la sala.
Me levanté de la cama mientras me frotaba los ojos, salí de mi cuarto y entre al baño para cepillarme los dientes y lavarme la cara aunque eso no me quita el sueño ni me da ánimos de ir a la escuela. Salí del baño y caminé hasta la sala, me detuve en el umbral observando la escena frente a mi; Mamá y Valery estaban sirviendo el desayuno en la mesa, eran dos gotas de agua, cabello color castaño claro, facciones delicadas y proporciones adecuadas en ciertas partes de su cuerpo su única diferencia son sus ojos ya que a diferencia de los ojos verdes de mamá, Valery los tenía de un azul muy parecido al mío. Y en este punto de la vida es donde me digo a mi misma: ¿A mí me hicieron con amor o con odio? Tal vez con los dos.
Volví a caminar y me acerque a la mesa.
—Hola cielo.
—Hola, mami.
—Espero que te haya gustado la sorpresa—, mamá dejo de servir el jugo de naranja y dejo un casto beso en mi frente.
—Vaya que si fue una sorpresa pero no estoy segura de que me haya gustado—, me senté en una de las sillas alrededor de la mesa.
—Layla—, advirtió mamá dándome una mirada fulminante, tomo su bolso y las llaves de su auto—tu hermana te llevará a la escuela.
Ambas la vimos caminar hasta la puerta para ir a su trabajo.
—Hoy será un día que recordaré siempre.— Comentó Valery sentándose en la silla que estaba a mi lado en la mesa.
—¿Y eso por qué?—Pregunte, tome un pan tostado y comencé a comer.
—Porque me presentarás a tu novio—, me atragante con el pedazo de pan tostado que estaba comiendo, Val me pasó un vaso de agua mientras me daba unas palmaditas en la espalda—, respira, no debes de preocuparte seguro me cae bien.
—¿Cómo puedes estar tan segura?—Mi voz estaba rasposa.
—Si te cae bien a ti hasta el punto de convertirlo en tu novio, ¿por qué no me agradaría?
«Todopoderoso necesito tu ayuda, ¿Cómo le explicó a mi hermana que esta “relación” no es una de las normales?»
—Cosas mías—, comenté —, además creo que no es necesario que lo conozcas con saber que me gusta es suficiente.
—Tonterias Layla, ahora termina de comer rápido sin ahogarte con la comida y luego ve a vestirte—la mire levantarse y caminar hacia la cocina.
—Para no ser mamá eres muy mandona—, dije mientras le daba una mordida a mi pan, un cojín se estrelló en mi cara—, ¡Val!
—¿Quieres otro?—Amenazo mientras sostenía otros dos cojines en sus manos, negué con la cabeza—, eso creí.
—Además de mandona me salió loca—susurre.
Los dos cojines llegaron a mi encuentro.
—Te escuché—, tome unos de los cojines y se lo lance dándole en la cara revolviéndole en pelo—¡Lay!
—¡Tu empezaste!
—Si seguimos así nunca te llevaré a la escuela.
—¿Y lo malo?—Le di una mirada divertida, Val negó con la cabeza—¿Qué?
—Come Layla—sentencio.
Volví a comer de mi desayuno con una sonrisa.
[…]
El auto de Valery se detuvo en el estacionamiento de la escuela, abrí la puerta del copiloto y baje del auto.
—¿Acaso no me esperas?—Grito Valery, yo solo seguí caminando hacia la entrada.
—¿Debería Val? No estudias aquí—llegue hasta la entrada y me gire hacia ella antes de entrar—, nos vemos en la salida.
«Todopoderoso cuánto tiempo, bueno la cosa es que necesito que no me hagas cruzarme con cierto desgraciado el día de hoy y si es posible déjalo en su casa todo el día»
Le di una mirada por sobre el hombro a Valery pero su auto ya no estaba, solté un suspiro mientras abría las puertas de la escuela, el bullicio de estudiantes— el de todos los días—me dio la bienvenida a seguir con esta semana llena de cosas locas. Vi a Grace y Erika en sus casilleros.
—Hola—, las saludé, me recosté en los casilleros.
—Layla—, Grace me dio un breve abrazo—, gracias a dios llegas, el director hace unos minutos nos bombardeo con muchas cosas acerca del periódico.
—¿Y ahora que debemos hacer?
Grace le lanzó una mirada a Erika, ambas sonrieron.
—Bueno el director nos dijo que necesita que el club escriba un ejemplar sobre la historia de la escuela—, explico Erika pero sentía que faltaba algo más.
Las mire ladeando la cabeza mientras entrecerraba los ojos, entorne mi mirada de Grace a Erika y viceversa.
—Y quiere que esté listo antes del viernes—, terminó de decir Grace.
—Que horrible—, confesé al escuchar eso último.
—Lo sabemos—Grace cerró su casillero—, debemos decirles a Mara y Jack.
El timbre sonó.
—Sera en otro momento.
—Vamos a clases—, replicó Erika.
—Hoy será un día ajetreado—, suspiro Grace.
—No me lo recuerdes—, pedí, mientras caminaba a su lado evitando chocar con alguien—. Espero que el día de hoy no sea un desastre.
—En Herdimwood todos los días serán un desastre, sobretodo si tienes a cierta excapitana queriendo arruinar tu vida—, recordó Erika.
—¿Me pregunto cómo aún no se ha puesto verde de la envidia?—Solté una carcajada ante el comentario de Grace.
—Esa es una muy buena pregunta—, Erika abrió la puerta del salón—; deberíamos preguntarle cuál es el tipo de maquillaje que usa para tapar su verdadero color de piel.
—No lo se, hace un tiempo que no hace nada en nuestra contra.
—Solo está esperando el momento Layla—, objeto Grace.
—Sea lo que sea que haga no le va a quitar lo bruja—, comento Erika.
Nos sentamos en nuestros respectivos lugares entre carcajadas mientras en salón se llenaba poco a poco, Valery había “desaparecido” pero estoy segura que aún sigue en la escuela y está buscando la manera de encontrarse con el desgraciado, porque se que mi hermana no se rinde y siempre encontrará la manera de que las cosas salgan como ella quiere pero sino está aquí va a esperar hasta la hora de salida para conocerlo.
La profesora de química entro al aula para dar inicio a la clase.
—¿Han visto a Mara?—Susurre lo suficientemente alto para que me entendieran.
—No, tampoco hemos visto a Jack—, respondió Erika cerniéndose sobre la mesa.
—Seguramente es un retraso, tal vez la veamos en la cafetería—, Grace saco sus libros— y Jack debe estar entrenando para el juego.
—¿Saben contra quién vamos a jugar?
—Todos los años varía así que es difícil saber—, Erika se acomodo en su mesa.
—Es mejor hacer silencio—Grace señaló algo frente a nosotras, mire a la profesora que se encontraba de brazos cruzados observándonos—, alguien ya quiere comenzar con la tortura.
Me acomodé en mi lugar para empezar con la clase.
Valery
Baje del auto con mucha cautela por no ser vista por mi hermana, corrí tan rápido como me lo permitían mis tacones por el campo. Mi emoción se puede sentir a kilómetros de distancia, el día había llegado, Layla Miller se había enamorado; esa noticia dada por mi madre no me dejó dormir el día en que me lo dijo, la felicidad rebozaba en cada célula de mi cuerpo.
Me acerque a un pequeño grupo de estudiantes que estaban sentados en las gradas del campo de fútbol, me apoye de la barra de metal pintada de blanco llamando su atención.
—Hola, ¿podrían ayudarme?
—Claro— una sonrisa boba apareció en el rostro de uno de los chicos—, ¿Estás perdida?
—En realidad, busco a un chico.
—¿De quién se trata? Hay muchos chicos aquí—, comento una chica.
Mamá me había dicho su nombre pero no lo recordaba con exactitud.
—No recuerdo su nombre-tamboree mis dedos sobre la barra tratando de recordar el nombre de aquel ser que es mi cuñado—, creo que era ¿Jake?.
—No se nada de un Jake—, dijo aquel rubio.
—Muy bien—, dije comenzando a exasperarme por no recordar su nombre, trate de buscar en lo más profundo de mi cabeza hasta que algo por fin llegó—, algo más sencillo, es un jugador de básquet y su nombre empieza por la letra J y tiene como novia a una chica que se transfirió hace poco.
—¿La chica nueva?—Asentí—, hubieras comenzado por ahí, todo el mundo sabe quién es su novio.
—¿Quién es y dónde puedo encontrarlo?
—Es Jack Anders capitán del equipo de básquet—, informó la chica—, creo que está en la pista de básquet por los entrenamientos.
—Gracias por la ayuda—, les di una sonrisa de agradecimiento y caminé hasta las puertas de la escuela.
Entra a la escuela y los pasillos vacíos me recibieron, caminé por ellos hacia cualquier lado hasta que por obra del universo me encuentre con alguien para pedir ciertas indicaciones sobre dónde puedo encontrar la pista de básquet, porque sino lo hago ahora no tendré más oportunidades ya sea porque Layla no me deja o por el simple hecho de que debo volver a Boston, cosas de ser adulto y tener que vivir lejos de tu familia.
«¿Hacia donde? ¿Izquierda o derecha? Mejor que sea lo que Dios quiera»
Tome uno de los pasillos que se encontraban frente a mi y comencé a caminar por el con la esperanza de encontrarme con alguien que pueda decirme cómo llegar al gimnasio para comenzar con mi interrogatorio de hermana mayor. Mire a una chica al final del pasillo en uno de los casilleros, apresuré el paso para llegar a su lado.
—Hola.
Me miró con el ceño fruncido mientras cerraba el casillero.
—¿Sabes que la universidad local queda varias calles lejos de aquí, verdad?
—Gracias por la información pero ya estoy graduada—, comenzó a alejarse—, Espera, ¿puedes ayudarme?
—¿Con qué?—Siguió caminando mientras y yo comencé a seguirla.
—¿Dónde puedo encontrar el gimnasio?
—Vuelves a dónde estábamos, sigues más adelante luego giras a la derecha y te encontrarás unas grandes puertas de color azul—, explico con simpleza.
—Gracias—, me di la vuelta en dirección contraria a ella.
—Fue un placer poder ayudar.— La oí decir.
Seguí caminando hasta encontrar aquellas puertas azules al final del pasillo, asomé mi cabeza por las pequeñas ventanillas de la puerta; los jugadores ya comenzaban a recoger sus cosas para ir a clases, el entrenador no les prestaba atención ya que tenía su mirada fija en la tabla que estaba en sus manos.
«Es ahora o nunca»
Abrí las puertas y entre con toda la seguridad que poseía para acercarme al entrenador y preguntar quién era él Don Juan que había hecho que mi hermana cayera ante el poder del amor.
—Disculpe—me plante frente al entrenador—, estoy buscando a Jack Anders.
—¿Usted es?—No levantó su mirada de la tabla, me crucé de brazos.
—Alguien que requiere la presencia del señor Anders.
Levantó su mirada hacia mi, mi cara no era la mejor; semblante impenetrable y la mirada de ¿acaso tienes idea de con quién hablas? Que nunca puede faltar.
—¿Puede llamar al señor Anders?
—Ves aquel chico de allá—, señaló con su bolígrafo, me gire para observar el lugar donde estaba señalando—; él es Jack.
Miró detalladamente a Jack; su cabello estaba despeinado y cubierto de sudor por culpa del entrenamiento de básquet, una sonrisa risueña adornaba su rostro mientras seguía jugando con la pelota, cada movimiento marcaba los músculos de su cuerpo atlético y muy bien definido, desde mi punto de vista podría decir que seguramente media un metro noventa, mandíbula marcada con un perfil de en sueño, con unos ojos cafés casi de color miel que seguramente hacen mojar las pantaletas de una chica si lo miras fijamente. Debo admitir que mamá tenía razón: era guapo, todo un Don Juan.
Ni siquiera me moleste en agradecerle al entrenador solo caminé hasta Jack si quitarle la vista de encima ni un segundo para no perderlo de vista y que la oportunidad de acercarme y conocerlo se me vaya de las manos. Me estaba dando la espalda, había dejado de jugar y se acercó a otros chicos del equipo, carraspeó para que se diera cuenta de mi presencia; me miró por sobre su hombro.
—¿Jack Anders?—Lo mire darse la vuelta para mirarme.
—Si, soy yo.
«¿Soy yo o todos podemos sentir ese aire de superioridad?»
—Genial—, estiré mi mano hacía él para darle un apretón de manos—, es un placer al fin conocerte en persona.
—¿Y se puede saber de dónde me conoce?—Pregunto aceptando el apretón con incertidumbre.
—Por mi hermana—, dije con obviedad—, soy Valery Miller, la hermana mayor de Layla.
Si boca se entreabrió al mismo tiempo que su ceño se fruncía ante mis palabras, ¿acaso no sabía que tenía cuñada? Bueno por lo visto no pero ya lo sabe.
—¿Layla tiene hermana?— Pregunto incrédulo.
—Si y la estás viendo—, dije con gracia—. De verdad quería saber quién era la persona responsable de que mi hermana cayera en los brazos de cupido.
—Yo no diría eso del todo—, bufó.
—Tenemos mucho de que hablar cuñado.
—Bueno si quieres podríamos…
—¡Valery!— Esa voz la podría reconocer a millones de kilómetros de distancia—, ¡¿Qué haces aquí?!
Si estuviéramos en una caricatura mi hermanita seguramente estuviera echando humo por la cabeza mientras se acercaba a nuestra dirección seguida de otras chicas a sus espaldas. Llegó hasta nosotros y me tomo del brazo alejándome de Jack.
—¡Te dije que no era necesario que se conocieran!— Susurró enojada.
—Y yo te dije que sería una tontería no hacerlo—, le contesté.
—¿Cuándo ibas a decirnos que tenías una hermana?— Le preguntó Jack a nuestras espaldas.
—¡¿Hermana?!— Soltaron con sorpresa las tres chicas que estaban juntos con Layla.
Layla se pasó un mano por su cara con frustración para luego darse la vuelta conmigo y mirar a todos a la cara. Soltando un profundo suspiro comenzó a hablar:
—Chicos, ella es mi hermana mayor Valery— me presento ante todos de forma adecuada —, Valery, ellos son mis amigas, Mara, Grace y Erika, y el desgra…mi novio, Jack.
—Un placer conocerlos a todos.
—Lo mismo digo—, comentó Grace.
—Si, es genial, pero Valery ya se iba a casa—, argumento Layla tomándome nuevamente del brazo con una sonrisa—. Vamos Val.
Pero antes de poder tan siquiera caminar Jack nos detuvo.
—Alto ahí, ahora aprovechando que ella está aquí me gustaría hablar con mi cuñada— comunicó Jack—, ¿No creo que sea problema verdad?
—Seria un placer—, dije divertida ante la situación en dónde mi cuñado y yo retamos a mi hermana ante su idea de sacarme de aquí.
—Pero…—trato de decir Layla.
—Tranquila Layla, solo vamos a hablar un rato—, le informo Jack.
Mire a Layla con una sonrisa divertida quien me fulminaba con la mirada dándome entender que seguramente al llegar a casa tendríamos una gran charla pero justo ahora no le dí importancia. Quería saber si este chico al que ella llama novio es bueno para ella o si debo deshacerme de él y que no se acerque más a mi hermana, este será un día interesante.
[…]
Hola lindas personitas, ¿Cómo están? Yo estoy bien.
Aquí les dejo el capítulo 26 del club del periódico para que sigan disfrutando del libro y muchas gracias a esas personas que leen y dejan sus votos en los capítulos de verdad lo aprecio mucho.
Entre otras cosas, vayan a seguir la cuenta de Instagram ya que por ahí voy a estar subiendo mucho contenido sobre el libro, por aquí les dejo el perfil y el link para que lo encuentren mas rápido está en mi descripción de Wattpad:
Ahora sí, preguntas:
¿Que te pareció la aparición de Valery? ¿Te lo esperabas?
¿Que te pareció el hecho de que Layla duerma con el peluche que Jack me regaló en su primera cita?
¿Que crees que pase en el siguiente capítulo?
Lo sabremos en el próximo capítulo del El Club Del Periódico.
¡Muchas gracias por leer!
Deja tu voto.
Deja tu comentario.
Feliz domingo a tod@s
Besos Gea <3
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