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Habían pasado semanas desde la última vez que hablaron. Así que la intromisión de Manuel al rubio a la salida del trabajo de este lo dejó mucho más que perplejo.

Pero el castaño no venía con las manos vacías ni nada así, traía una invitación que Arthur no simplemente no pudo rechazar. Si bien no era por lo inédita e irrepetible de la experiencia, el simple hecho de que Manuel lo estuviera invitando era motivo de basta y sobra.

El castaño lo llevó a un bar, no muy llamativo ni nada por el estilo. Un lugar tranquilo donde obtener tragos y algo de diversión con la TV. Un lugar donde se celebraban partidos y se juntaban compañeros del trabajo.

—Feliz cumpleaños atrasado — susurró Manuel, mientras jugaba con el vaso de cerveza fresca que tenía ante él.

— Creí que no lo recordarías, Manuel —dijo desinteresadamente el rubio- después de todo, sólo te lo mencioné una vez.

Observó su vaso, lleno. En retrospectiva, había pasado mucho tiempo desde la última vez que probó alcohol.

— No me subestimes, Arthur —comentó con una sonrisa ladina-, ¿no vez que te invite a tomar por algo?

El rubio se dignó a devolverle la sonrisa. Mientras alzaba su vaso dispuesto a hacer un brindis con el menor. Ambos bebieron un trago mientras comenzaban a hablar de lo ocurrido durante ese largo lapsus en que no se vieron.

No se dieron explicaciones, tal vez sentían que no eran necesarias o tal vez no tenían el valor para admitirlas. Había sido un largo tiempo sin verse, e inclusive sin intercambiar los tan preciados papelitos.

Porque, desde luego, que se conocieran un poco más a fondo no significaban que romperían con la tradición que los unió.

La tensión que había, provocada por la distancia en el tiempo, se deshizo al ritmo en que la conversación se desenvolvía y el licor fluía.

Bromas, tallas, anécdotas. Parecían amigos de toda la vida ante los ojos de la gente que pasaba cerca.

Los comentarios agradables sobre el otro no se hicieron esperar, estaban siendo sinceros. El alcohol no les había otorgado valor, sino también euforia. Los dos jóvenes estaban disfrutando la compañía de otro en mucho tiempo.

Arthur aprovecho de decirle su dirección y hasta su número de teléfono, anotándolos en una servilleta con un pulso tembloroso. Conservaba el bolígrafo que utilizaba para tomar las órdenes.

Manuel le anotó su número en el celular y su dirección en una nota.

Deseaban mantenerse en contacto.

Bebieron hasta la madrugada, derramando nombres y recuerdos. Hablaron de sus familias e infancias.

Conversaron de lo que habían hecho hasta el día en que se conocieron. Del primer papel.

—En realidad no fue un accidente —se interrumpió para beber otro trago- ya te tenía en la mira.

—Ah... ¿sí? ¿Y por qué?

—Tu mirada me recordaba a la mía...p-pero el color — Manuel titubeó.

—Yeees~? —insistió divertido, el rubio.

—Me recordaba a Martín.

— ¿Al fundador?

—Martín... mi exnovio.

Se hizo un pequeño silencio. Entonces Arthur hizo la pregunta.

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¿Qué puedo decir en esta nota de autora? Pues bien, ha sido demasiado tiempo desde la ultima actualización. Pero realmente estuve con muchos problemas para seguir el fic. Me reinventé este capítulo demasiadas veces y hay muchos otros borradores de como pudo haber sido. Al menos para mí, es uno importante y realmente deseaba que fuera perfecto para como va la trama. Al menos yo me siento satisfecha con esto ggg

Por otro lado...¡Dios! ¿4.4K vista? jamás creí que tanta gente llegara a ver mi fanfic y se los agradezco de todo corazón  ;v; Y realmente me gustaría que me comentaran que opinan de la historia, aparte de que la siga (?) no es presión ni nada, but quiero saber puntos de vista y esas cosas UvU

Eso, bye  c;

Actualización de 500 palabras, finalizada asdada