I. Competencia: Ligue De Chicas
Konoha está tranquila. Una calma que hasta parece extraña, como si en cualquier momento otra guerra shinobi se desatara de pronto del hormiguero más irrelevante.
Sentados en Ichiraku Ramen se encuentran nuestros cuatro chicos (nótese el sarcasmo, porque ya están más viejos que Tsunade y Jiraya juntos) charlando sobre los buenos viejos tiempos, de lo jóvenes que eran... y los rompe corazones que supuestamente siempre han sido.
—No sabía que a las chicas les atraía tu corte, Gai —Hatake le mira por el rabillo del ojo con tono burlón.
—Tú, mi eterno rival... —le señala enérgico— siempre has acabado con mis relaciones amorosas —confiesa resentido.
—Gai, no culpes a Kakashi, son tus enormes cejas las que les asustan —Iruka interrumpe llevándose el ramen a la boca. Gai le mira fulminante asentándose su ira sobre sus cejas de azotador.
—De todas formas, ¡eso no apaga la llama de la Juventud! —vocifera y eleva su pulgar, sonríe y un destello cegador emana de su dentadura blanca— algún día encontraré a la niña de mis ojos —dice enternecido, los otros tres le miran raro.
—Mejor busca a la abuela de tus ojos —repone Yamato— sin ofenderte Kakashi.
—¡Que no soy viejo!, ¡así es mi cabello! —El peliplata chilla harto de la misma broma. La primera diez veces le había parecido divertido, a las quince no se molestó en arremeter contra ellos, cuando fueron veinte los atacó, y ahora, a la treintava le tocaba chillar como una niña. Y es que, ¡ya había intentado de todo!
Una chica joven, de cabello castaño y ojos oscuros aparta la carpa y entra avergonzada por la cantidad de hombres que habían ahí. Los miro a todos y los saludo, después se dirigió con el dependiente pidiendo dos tazones de Ramen para llevar. Entonces, se dedicó a esperar.
A Gai casi se le dibujan dos enormes corazones rosados sobre las cuencas de los ojos cuando la vio. Yamato se sonrojo al ser el primero en cruzar mirada con la preciosa chica ... Iruka casi se atraganta con el ramen, y Kakashi... él solo estaba ahí, luciendo fabuloso y siendo Kakashi.
Sacó su Icha Icha y empezó a leer desvergonzadamente. Ignorando sin querer, la mirada atrevida de la chica.
—¿Tú lees Icha Icha? —le pregunta al peliplata ruborizada.
Hatake se endereza y le mira. Esa era una pregunta obvia...y el odiaba las preguntas obvias.
—Si —dice al fin. Se resistió a darle una respuesta sarcástica, porque era una mujer, en otro caso, si fuera por ejemplo Naruto, no se hubiera tentado el corazón.
—¡Yo también! —suelta entusiasmada— los leo siempre. ¡Tengo la colección completa!
La atención de Hatake está sobre ella, lo había conseguido. Es más, estaba más entretenido mirándola a ella, analizándola, de lo que alguna vez hizo con sus propios alumnos. ¡Una chica linda leyendo Icha Icha!, eso era sorprendente. Un fenómeno. Insólito. Algo que sucedía cada mil años. Y él estaba allí, en ese momento justo, para admirar aquella gran casualidad.
Las ordenes estuvieron listas y le fueron entregadas a ella, las pago y antes de irse se detuvo ante él.
—Me llamo Miku, —mira al Ninja Copia— adiós a todos —miro al resto, los aludidos balbucearon como retraídos porque les tomo por sorpresa.
Cuando la chica del cabello castaño se fue, todos miraron a Kakashi, de manera furiosa e incrédula.
—¡Tú eres el culpable de que todos sigamos vírgenes! —Yamato le apunta con dedo acusador.
A Iruka casi se le sale el Ramen por la nariz al escuchar al hombre de los ojos aterradores gritar desvergonzadamente aquella intimidad.
—Habla por ti —le dice Umino.
—¡Ay!... ¡no mientan ahora!, jamás les he visto una chica... no pueden ya no ser vírgenes —mira a Kakashi y el niega su pureza, pasa a Gai y él sonríe victorioso elevando su pulgar derecho. Se deja caer sobre sus codos al saberse el único puro y casto del grupo— Soy patético.
Todos asienten y le palmean la espalda para consolarle. Vaya, que no era lo peor del mundo, pero había que ponerse empáticos.
—¡Cómo es posible que tu sin hacer nada nos ganarás! —Iruka le grita al peliplata.
—¿Eh? —cuestiona sin importancia.
—¡No nos digas "Eh"! —Yamato le reclama rojo del coraje. ¿Cómo era posible que siempre estuviese tan desinteresado? Solo se sentaba allí, y dejaba que el mundo girase por sí solo.
—Deberíamos buscarnos un hombre feo que nos haga ver guapos... —Iruka coloca su barbilla sobre su mano y comenta en tono reflexivo.
Todos lo miran expectantes.
—¿Acaso no teníamos ya a Gai, para eso? —Hatake arrastra las palabras con flojera sin apartar la mirada del libro. Yamato e Iruka ríen al unísono. De una forma u otra, era verdad.
—¡Aghhh!... ¡Kakashi! —grita Might colorado del enojo —Si me toca ser el tipo feo, el copión ése es el guapo... ¿en dónde quedan ustedes dos? —cuestiona resentido pero aun así defendiéndose ante sus atacantes. Porque claro, ser feo es malo... pero ser un don nadie es peor.
Los cuatro se miran curiosos. Estaba más que claro que el peliplata siempre se llevaba lo mejor, su personalidad despreocupada, su oculto atractivo y sus miles de misiones exitosas lo validaban.
Gai era una cosa distinta, su corte, sus enormes cejas, su leotardo verde y su excesivo entusiasmo terminaban de ahuyentar a sus ya de por si escasas pretendientas, pero las damas de Konoha lo notaban, sabían de su existencia y por lo tanto, siempre andaban pendientes de no cruzarse camino con él.
Pero, ¿Yamato e Iruka?... éste último se encargaba de los estudiantes de la academia, y el otro era ANBU. Ambos muy alejados del contacto femenino. No existían para las mujeres de su edad. Era como si estuviesen destinados a morir solos, con veinte gatos, y jugar juntos cartas después de las 5.
—Al parecer son invisibles —suspira el peliplata— Solo relleno (Como todo el Anime de Naruto 7u7)
Ambos se caen sorprendidos y casi lloran ante la esperada noticia.
—¡Si eso es lo que piensas entonces debemos separarnos! —Iruka vocifera después de ponerse en pie.
—¿Separarnos? —Gai le cuestiona con miedo.
—Si... separémonos. Y así veremos quién es el verdadero problema.
—¿Y qué pasará cuando lo encontremos? —Yamato le mira fijo.
—Lo botaremos de nuestra hermandad.
Iruka anuncia con suspenso.
—Espera... —Kakashi eleva la mano— ¿Tenemos una hermandad?
—¡Tu mejor cállate!, me pone de nervios tu actitud... —le grita Umino masajeándose la sien para reducir el estrés.
Pasada esa noche, los tres senseis y un sustituto ojón dividen sus caminos con nostalgia. Ya no habría noches de Ichiraku juntos...
Pero su enorme egocentrismo les hizo pasarse los sentimientos y actuar como verdaderos hombres ninja. Debían conseguir a un camarada feo para así ellos acaparar la atención de las chicas. Debían saber que ellos no eran el problema, por el bien de su ego.
Kakashi se pasa por las calles con su libro en mano, camina con la otra dentro en el bolsillo y a zancadas lentas mientras se dirige a casa.
—Si yo fuera tú, y leyera ese libro en público, no me pasearía con la mano escondida cerca de "aquello"
Hatake baja su libro y mira a Asuma con el cigarro entre sus labios, y un semblante burlón.
—Hola —sonríe bajo su máscara. Lo analiza con lentitud después de que el acuerdo le taladra la cabeza. —Asuma, ¿estarás ocupado esta noche?
—Oh... bueno... de hecho acabo de terminar mi cita con Kurenai, así que supongo que estoy libre, ¿por qué?
—¿Te gustaría salir conmigo?
Asuma se sobresalta y se sonroja, su cigarrillo cae al suelo debido a su boca abierta hasta el piso, empieza a reír nervioso—Sabes, eres un hombre realmente guapo... bueno, eso dicen las chicas, pero como te imaginaras, yo no le hago a eso.
Explica mientras se rasca la melena.
—¿Que?... ¡Oh no!, quiero decir...salir como amigos.
—Está bien entonces —ríe a carcajadas agradables mientras se pasa la mano por el cabello.
•••••
La noche arriba a Konoha, Kakashi está frente a su espejo acomodándose la camiseta de mangas cortas color negro. Se había deshecho de su traje de Jōnin y no le parecía que se viese mal sin él. Seguro que ganaba. Dibuja una sonrisa debajo de su máscara y piensa en ella, quizá debería despojársela por esta noche... lleva su mano hasta la tela y tira levemente para deslizarla, pero el toquido a su puerta interrumpe su acción. Entonces se dirige hasta ahí.
—¿Ya estás listo, princesa? —Asuma dice con diversión. El peliplata ríe y asiente. —Vaya, ni Kurenai se arregla tanto para una noche de amigas —repone cuando mira bien al Ninja Copia.
—¿Crees que exagere? —cuestiona el peliplata horrorizado.
—No, te ves bien. Si fuera una chica no dudaría en acercarme a ti —le guiña un ojo.
—Bastante halagador, Asuma—sonríe.
Cuando llegaron al bar, la luz tenue y el olor a cigarrillos era el ambiente recibidor. Las chicas escaseaban esa noche, bueno, tal vez habían llegado un poco temprano.
Caminan hasta la barra y toman asiento. Pronto, localiza a Yamato con Jiraiya, a Iruka con Ebisu y a Gai con... ¿LEE?
—¡Hey, Kakashi!, ¿listo para perder? —se le acerca Gai con un entusiasmo desbordante y un olor excesivo a perfume de hombre.
—¿No es ilegal traer a los menores de edad aquí? —Asuma interviene mirando a Lee.
—¡Casi son tan lindas como Sakura, Gai Sensei! —Lee grita con ambas manos bajo su barbilla y un derrame nasal a punto dé, ignorando el lío entre los mayores.
—Así es Lee, ¡Bienvenido al mundo de los adultos! Ahora verás cómo se liga a una linda chica. ¡Es parte de tu entrenamiento para ser un Ninja de Taijutso irresistible!
—¡Oh, no puedo esperar para ver eso Gai sensei!, tomaré nota, se lo aseguro. ¡¡Quiero ser tan atractivo como usted!!
—Entonces, ¡andando Lee! Que no estoy dispuesto a perder ante mi eterno rival—Ambos se encaminan hacia un bulto de chicas en una de las mesas de fondo.
—Creo que...al menos debieron quitarse las mayas verdes —Asuma deja escapar el humo de su boca mientras mira por encima.
—"Le da cierto encanto", eso es lo que dice siempre —Kakashi deja escapar en un suspiro las palabras trascendentes de Gai.
Yamato y Jiraiya están rodeados de dos chicas exuberantes en la mesa de enfrente, bueno en realidad, Jiraiya es quién las tiene a ambos lados, cada una sentada sobre una pierna, sus brazos grandes recaen sobre sus hombros delgados mientras habla sobre cosas que las hacen reír mucho, Yamato solo se encuentra del otro lado del diván intentando integrarse a la conversación sin éxito alguno. Tal vez ir con el Sannin no había sido la mejor decisión. Por Dios, era un mujeriego, pervertido rabo verde, pero había que admitir que el viejo aun mantenía cierto encanto para las chicas con sus historias épicas sobre lo genial que era en el mundo Ninja.
Umino y Ebisu son visibles en una de las esquinas, Iruka se pasa la mano entre los cabellos bastante avergonzado a empezar la cacería. Se acerca a la chica más próxima pero ella tan solo lo mira de reojo y lo ignora. Ebisu parece irle peor, sale disparado por su derrame nasal cuando una chica morena de vestido purpura pasa a un costado de el y le roza el brazo.
Aparentemente a nadie le estaba yendo bien. Esto tenía pinta de que fracasaría.
Quizá solo debía tomar a sus camaradas e ir a casa a reírse de ellos mismos y lo patéticos que eran con las damas.
Cuando parece que Kakashi ha decidido retirar aquel tonto juego, Asuma le mira atentamente.
—No me invitaste aquí porque disfrutas pasar el tiempo conmigo, Kakashi —dice suspicaz— casualmente están todos en este lugar, y Gai acaba de hablar sobre ganar. ¿Qué sucede?
Kakashi lo mira dubitativo y al final accede a contar la verdad.
—Espero que no te ofendas, Asuma —baja la cabeza— Discutíamos sobre quién era el peor con las chicas, y decidimos que la única manera de saberlo era buscar un acompañante digamos... menos guapo —murmura lo último, Asuma frunce y lo mira mal— y pensé que invitarte a ti sería buena idea... no quiero decir que seas feo —se rasca la nuca, y vaya que lo decía con franqueza. Azuma era guapo sin duda, era alto, moreno y fornido, el sueño de toda chica— sino porque tienes a Kurenai y dudo que quisieras ligar con otra chica que no fuese ella.
—Quiero dejar en claro algunas cosas, la primera... soy más guapo que tú —repone divertido— y en segunda, tienes suerte, de todos soy el único que de verdad tiene una relación, así que puedo ayudarte.
—¿De verdad?
—¡Seguro!... además, tienes cierto encanto natural con las chicas. Será fácil. Ahora... mira alrededor ¿Ves a alguna chica que te guste?
Kakashi recorre el recinto con un vistazo.
—Ah...no.
—Es por eso que sigues soltero—bufa— si fueras gay te aseguro que sería más sencillo.
Una chica de cabello negro y unos tremendos y enormes ojos cafes oscuros, se coloca del lado derecho del peliplata, Asuma arquea la ceja bastante insinuante, Kakashi menea la cabeza insistente porque sabía lo que le había pasado por la mente a su colega, él no quería hacer eso, jamás pensó que llegaría tan rápido aquél momento, Dios, que nunca se había sentido tan vulnerable y nervioso. Asuma sonríe malicioso y le propina un empujón haciéndolo resbalar y golpear a la chica.
—Oh perdón, yo... yo... a veces suelo ser muy estúpido —lanza una mirada asesina a Sarutobi quién solo sonríe victorioso.
—Tú eres... ¿El Ninja Copia? —habla con admiración, Kakashi asiente avergonzado, y él que pensaba que solo los enemigos sabían de su existencia y logros.
—Sí —repone con cierta risilla nerviosa. Por qué viéndola bien, era linda, bueno, honestamente parecía serlo, pero aquello no era una garantía ya que la penumbra y el humo de los cigarrillos le obstruían la visión de su único ojo bueno.
La plática transcurre amena, entre risas y una irremediable inteligencia de la chica pelinegra de labios rojos fuego y vestido negro entallado, ciertamente, su actitud era extremadamente realista y madura, incluso un poco perezosa igual que él. De alguna forma le hacia pensar en que ella era su tipo de chica ideal. Quizá, solo quizá, había encontrado el amor verdadero... casi podía sentirlo en su estomago. A menos que aquello fuera el hambre molestandole.
Asuma toma el cigarrillo de su boca y lo tira en el cenicero para apagarlo. Echa una ultima mirada a su alrededor, ya era tiempo de irse, no quería ser un mal tercio con la nueva cita de su colega Hatake, observa a lo lejos como sus otros compañeros Jonin tenían éxito también... o al menos, eso parecía... hasta que...
—¿No quieres besarme? —la rubia se le abalanza a Yamato, y acerca sus labios rojos hacia su rostro. Yamato se tensa y palidece. Jamás estuvo tan cerca de un humano con pechos firmes, ¿cómo se suponía que debía actuar ahora? ¡Esa chica era tan entusiasta!
—¿Ah?, en otra ocasión será, señorita ... —habla con los nervios comiéndole la estabilidad.
—¿Y qué me dices tú, Iruka?, ¿no te gusta mi vestido? —la chica de cabello castaño oscuro se inclina bastante insinuante, dejando al descubierto unas piernas torneadas y largas, además de estrellar sus pechos redondos sobre la cara de Umino.
—Ah...sí ...el ves...vestido es ... —ríe. Se ruboriza intensamente y se cubre la nariz, ¡podía sentir la sangre salir a mares!
—Gai, ¿quiere ir conmigo a otro lugar más ...privado?
—¿Lee? —Asuma murmura viendo al chico usar un vestido verde por encima de la rodilla, unos tacones altísimos y capas inmensa de maquillaje.
—¡Pero claro que quiero! —chilla Gai alegre. —¿Vieron eso?, ¡Conseguí a la chica más linda!
—Gai, ¡"eso" en definitiva no es una chica! —Asuma repone con voz profunda. —¡Naruto, Konohamaru, Lee, dejen de jugar!
¡Poof!
El justsu sexy se esfuma en un par de nubes de humo, y dos de los tres chicos vuelven a la normalidad en un segundo. Yamato se asquea y cubre su boca intentando retener el vómito.
—¡Casi beso a Naruto!—chilla horrorizado.
Iruka sigue pasmado y un poco desilusionado, pensando en lo guapa que era el ninjutsu de Konohamaru con maquillaje. Y él que pensaba que al fin la vida y la suerte habían sido buenos con ellos. ¡Patrañas!
—Nosotros solo queríamos ayudar, senseis. Los estábamos apoyando...—Naruto habla decaído.
—Niichan tiene razón, así todos tendrían una chica y no tendrían que excluir a nadie.
—¡Además apostamos dinero por ustedes! Naruto por Yamato, Konohamaru por Iruka y yo por usted, Gai—sensei!
— ¡CEJOOOOTAAAASSS! — Le regañan Naruto y Konohamaru al echar de cabeza sus verdaderas intenciones.
—¡Que hicieron que! —Umino exclama enfadado.
Asuma ríe a carcajadas sonoras ante la poca fortuna de Iruka, Yamato y Gai.
—Al parecer, el único ganador aquí fue Kakashi.
Asuma enciende otro cigarro y lo lleva a sus labios.
—¡No es novedad! El siempre se queda con las chicas —Yamato responde.
—Opino que lo deberíamos excluir a él. Así habrá mas chicas para nosotros. —Gai habla con envidia.
Kakashi se despide de su cita cien por ciento real, la chica de cabello negro sonríe y le agradece por el tiempo que pasaron juntos porque era amable con ella, diferente a los otros hombres.
Juntos, Asuma, Kakashi, Gai, Yamato e Iruka , caminan hacia la salida del Bar, dispuestos a reírse durante horas, días y años.
—Senseis, ¿podemos ir a Ichiraku? ¡Por favor, por favor, por favor! Será divertido, una noche de hombres'ttebayo.
—¡Sí! Solo los chicos mas fuertes y guapos de Konoha estaremos ahí—Lee exclama aun con el maquillaje y tacones puestos.
—Por favor— Konohamaru ruega—Podemos usar el jutsu sexy para obtener la comida gratis.
—¡Gran idea, Konohamaru! —aclaman Lee y Naruto orgullosos de lo tanto que el mas pequeño les estaba aprendiendo.
—¡No!, basta de engañar a los hombres. —Asuma les reprende.
—Oh, esta bien Asuma Sensei. Esperen —grita— ¡creo que nos olvidamos de Shikamaru'ttebayo!
—¿Eh? —Kakashi le mira curioso.
—Ah, ah, na-nada Kakashi sensei... Nada —rie con nervios mientras agita su mano negando lo que había dicho. Tal vez era mejor que no lo supieran.
*****
—Ahgg, pero que fastidio, —la nube de humo se esparce, y la chica que había estado con el Ninja Copia desaparece dejando a un Shikamaru encorbado y cansado sobre la barra— Jamas le volveré a hacer caso a Naruto... desperdicie una hora y mi inteligencia para aprender ese tonto ninjutso. Preferiría estar en mi cama ahora —se levanta y camina hacia casa.
Aunque Shikamaru debía admitir que su Jutsu Sexy era mejor y mas guapa que el de aquellos perdedores. Tenía mas curvas y una mirada misteriosa. Y por supuesto... Más inteligencia. Dentro de sí, estaba muy orgulloso de él mismo y de que no lo descubrieran. Pues le había tocado el sensei con el sharingan.
Sin contar que había ganado la apuesta.
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