Sunny Billboard
Sunny Billboard vivía perfecta y cómodamente en su mansión de Washington, no se llevaba muy bien con Elissa Ivory, su hermanastra mayor, pero sabía muy bien que haber sido hija de su madre, fue lo mejor que les pudo pasar. Verán, Pauline Smith es su madre, y ella se casó con su padre John Billboard, nació ella y su hermana Drew. Hasta aquí todo bien, pero radica la diferencia de que los Smith son una de las familias más poderosas de todo el país, por lo tanto, Sunny al pertenecer a dicha familia, la hizo rica por naturaleza y literalmente nació en una cuna de oro sin dudarlo. No tenía nada de qué preocuparse, se dedicó a ser y vivir como la niña burguesa que es.
Pero toda su paz se había acabado cierto ocho de enero, cuando llegó su prima Cinthya Ravensdale, una pequeña niña con ontogénesis imperfecta, estaba llorando y no entendía la situación, y mucho menos quién era ella. Su madre Pauline, le explicó que ella era hija de su hermana menor Rosalie, pero que había vivido en Alabama y había pasado por las peores de las carencias, pero ese día...
—Lo que pasa—dijo Pauline directamente a su hija—, es que... ayer... su padre murió.
—Dios...—dijo Sunny sorprendida— ¿Qué le pasó?
—Su hijo lo asesinó, el hermano de Cinthya mató a su padre, es por eso que ella llegó aquí a la casa llorando—la madre hablaba con debilidad—, por lo tanto, no puedes decirle nada ni recordarle esas cosas, te lo pido Sunny, por favor.
—Hablas como si me fuera a burlar de ella o algo por el estilo—ironizó la niña.
Pero no, por más ganas que tuviera de burlarse de la tragedia de los hermanos Ravensdale, ella simplemente tenía que aguantarse y no hablar nada de nada. De todas formas, no sabía que los hechos siguientes serían más que terribles.
Durante mucho tiempo, se estuvieron sabiendo y ejecutando noticias de lo imposible: Hijos asesinando a sus padres, ninguno tenía una característica en común, no era como si hubiera algo que orillase a los niños a asesinar a sus padres, al contrario, nada de eso. Lo único que tenían en común, era que todos asesinaban a sus padres, no importaba de qué manera, podría ser normal, atípica, extraña, y otras... de verdad pasaban de lo malo a lo verdaderamente siniestro. Nada se respetaba, ni edad, sexo, raza, orientación sexual, absolutamente nada. Y durante un largo tiempo, todo el mundo estuvo envuelto en estos grandes problemas, no había momento en que el mundo estuviera en paz, porque cuando eso sucedía, resulta que ocurría otro terrible asesinato. En fin, lo que había sido tomado en burla para Sunny, realmente, fue un verdadero horror.
Sintió mucho más feo cuando se enteró que el hermano de Cinthya; Sherlock Ravensdale estaba en el denominado "club de los hijos asesinos", por eso entendió muy bien las advertencias de su madre, en donde decía específicamente que no podía decirle nada. Era una niña muy sensible, y cualquier recuerdo de lo sucedido podría hacerle mucho mal, y eso contando que tenía su terrible enfermedad. En fin, Sunny prometió no decir nada, pero su vida de rica holgada se había desaparecido por completo en cuanto se enteró de eso, y que también, su primo, podría ser considerado como uno de los fundadores de dicho club. Había sido una matanza espantosa, de la cual... pocas personas podían decir algo.
No se sabía absolutamente nada, ninguna pista, nada que pudiera dictarles a los policías que seguir o que hacer. Muchas personas intentaron dar teorías, explicaciones que en su tiempo parecían lógicas, pero al final, todo se fue al tremendo fango y basura, nadie tenía ni idea de que pasaba realmente.
Pero en fin, Sunny decidió no hablar de eso con su prima, quién ya había sufrido mucho por tan sólo tener esa terrible enfermedad, pero no contaba con la comunicación de la televisión y que era el tema de cada día entre las familias del país.
—Hoy, se acaba de confirmar la muerte del policía Maurice McElfatrick, su hija Margaret lo asesinó a él y a su señora esposa de una manera terrible que por motivos de censura, no podemos decir. Pero ya no sabemos, ni tenemos idea de que cosa puede hacer que estos jóvenes, o mejor dicho, hijos, decidan alzar sus armas, puños, o provocar la muerte de sus padres. Es simplemente imposible de hacer.
Rápidamente, Sunny apagó el televisor, debido a que ahí estaba Cinthya, de hecho, cuando escuchó eso, supo que si se referían al "club", sabía que desafortunadamente su hermano se encontraba entre sus filas.
—Oh... lo siento si viste eso, es que ya no se puede saber que hay en la televisión. —dijo Sunny un poco incómoda.
—De no verlo, no significa que no lo estoy sintiendo—sollozó un poco.
Sunny olvidó todas las advertencias que su madre le había hecho, así que se sentó a lado de la silla de ruedas de su prima y la miró directamente. Tuvo que tomar mucho valor para preguntar:
—Cinthya... muchas personas quieren saber qué significa todo esto, que quiere decir está gran locura. Pero no tienen pistas ni nada, no hay nada que los haga saber realmente que pudo hacer que un hijo asesinara a su padre, pero tú puedes decírmelo, estuviste cerca de uno de ellos. Dime, ¿Cómo era la actitud de tu hermano antes de asesinar a tu padre? ¿Era de indiferencia? ¡Dime todo! Cualquier cosa puede ayudar...
— ¿Eso me devolverá a mi hermano? —sollozó Cinthya— ¡Él era todo lo que tenía en el mundo! Y me abandonó, realmente me abandonó—se limpió con su pañuelo— Nunca lo entenderé.
—No, no te devolverá a tu hermano, pero sí ayudará a que otras hermanas como tú... no se queden solas, pero eres la única que me puede brindar información. Te lo suplico Cinthya, por favor, dime algo, ¡Los detalles más pequeños son los más insignificantes!
—Bueno... ¡Bueno! —sucumbió— Mi padre maltrataba a mí hermano, lo hacía sentir tan mal y de lo peor, mi pobre hermano trabajaba durante muchas horas y en distintos empleos, era una verdadera locura. Y mi papá lo golpeaba siempre... ¡Siempre!
Cinthya se quedó callada y no supo que decir, cerraba los ojos sin más y lloraba sin poder emular más palabras. Sunny entendió, pero debía seguir.
—Algo más... ¿Algo más?
—No, creo que es todo. El 7 de enero... específicamente ese día, me levanté de cama y fui hasta el cuarto de papá. Más bien, recuerdo que me levantaron los vecinos, pues ellos se habían dado cuenta de que el cuerpo de mi padre estaba tirado en la acera, no supieron que hacer, yo estaba mucho más confundida que ellos. Eso es todo, mi hermano desapareció, y miles de asesinatos empezaron a efectuarse sin control.
—Bueno, creo que esto—dijo Sunny un poco triste—, lo siento tanto Cinthya, pero considero que no puedes quedarte callada. Mi madre, mi tía Barbara y mi abuela Melanie creen que esa es la única salida, que la única solución es que vivas así sin más y lo olvides, pero... ¿Te soy sincera? Yo no creo eso, y si quieres desahogarte, sabes perfectamente que estoy aquí—le dio la mano.
—Gracias Sunny, de verdad, muchas gracias—dijo Cinthya con una baja y desesperanzadora sonrisa.
Sunny decidió investigar un poco de su parte sobre todo el asunto de los hijos asesinos, vio cada uno de los casos, pero no, no había ningún patrón o algo que demostrara realmente que pudo haber sido el causante de las muertes de sus progenitores.
Eran tantos las ideas de que no se cometiera otro asesinato, que al día siguiente, fue un grupo de ayuda y pláticas psicológicas a la escuela de Sunny, quienes entraron decididos a hacer valer su presencia. Entraron justamente a la clase en donde a ella le tocaba, no dieron grandes detalles ni cosas, únicamente fueron consejos, los sermones y clichés de "no quedarse callado", y el más importante: "No asesinar a tus padres."
— ¿Por qué? —preguntó Sunny e interrumpió la conferencia.
—Señorita... ¡Son sus padres!
—No me refiero a eso—dijo Sunny un poco molesta—, mi pregunta es... ¿Por qué los hijos asesinan a sus padres?
—No sabemos, no sabemos que esté provocando esto—dijo la psicóloga.
—Mi primo lejano asesinó al suyo, y realmente aún no puedo entender. Mi prima, su hermana, me dijo que su padre era muy violento con él, ¿Pudo haber sido factor para matarlo?
—Probablemente, señorita—dijo la incómoda señora.
—Pero hay personas que tenían todo, absolutamente todo, y sus manos no temblaron para matarlos—argumentó—, tenían dinero, les daban cariño y amor... ¿Por qué lo hicieron?
—No lo sabemos, ni siquiera podemos preguntarles.
¿Qué era? Fue la pregunta que rondó en la cabeza durante un largo tiempo, estuvo tan concentrada en investigar durante los últimos días, que no pensaba en otra cosa. Pero un día, se hartó y fue a tomar el sol en su gran piscina, de todas formas, no dejaba de pensar en lo mismo una y otra vez.
"Necesito algo más... una pista, algo, sé que cómo yo, todas las personas que investigan esto... están dejando algo de lado, algo que no han investigado completamente, pero la pregunta es... ¿Qué?" —pensaba Sunny mientras intentaba tomar el sol.
Su madre Pauline caminó hacia ella, pero no era para hacer una conversación amena o revitalizante:
— ¡Te dije que no le dijeras nada!, ¡Qué no te burlarás de ella! —hizo referencia a la plática con Cinthya.
—Mamá—Sunny se quitó los lentes— ¡No me burlé de ella!
—Pero hablaste de esto con ella, ¡Te dije claramente que no le dijeras nada de nada!
—Claro, tú, mi abuela, y mi tía, creen que esto lo superará si tan sólo lo olvida y ella, si ignora completamente que su hermano asesinó a su padre, ¿Acaso eres tan torpe como para pensar eso?
—Por favor... ella ya está muy bien, ¿Qué pretendes haciendo esto? Sunny, está vez te pasaste—dijo Pauline muy enojada.
—Mamá, sólo hablo con ella. Imagínate, si de repente Drew te asesina...
— ¡No digas eso! Él es un niño nada más—Pauline le iba a dar una cachetada.
—Era una suposición—dijo Sunny haciéndose para atrás.
—No andes suponiendo estupideces.
—Lo que quiero decir, es que si eso pasara... ¡Yo estaría muy triste! Y definitivamente, necesitaría desahogarme con alguien, ¡No solamente vivir como si nada!
—Deja tus tonterías, ¡No le hables a Cinthya!
Sunny se enojó, su madre no comprendía, mejor dicho, los adultos no comprendían absolutamente nada. Entonces, cuando su madre ya se iba a ir, Sunny la tomó de los hombros y le dio un empujón tan grande que la hizo caer a la piscina, en vez de ayudarla a salir, Sunny la hundió con sus dos manos e impidió que ella pudiera moverse, se escuchaba y veía como la pobre de Pauline Smith quería escapar, pero era imposible. Acercó un salvavidas y en vez de ayudar a su madre, Sunny le pegó con eso en la cabeza. Todo para dar fuerzas y dejarla ahogarse en menos de un minuto.
El cadáver de Pauline quedó flotando en la alberca, Sunny se levantó muy alegre y tranquila de eso, pero no se dio cuenta de que había una persona viéndola.
—No... puede... ser—dijo Cinthya Ravensdale desde la puertita.
Sunny se fue corriendo, pero Cinthya la siguió con su silla de ruedas, logró aventarla hasta la otra acera, cayó en el pasto y siguió su camino. Era una tremenda persecución, nunca antes vista y bastante singular. Cinthya la correteaba con su silla y le intentaba golpear con las ruedas, pero era imposible. Sunny se detuvo bruscamente, detuvo la silla de la parte de en frente y aventó a Cinthya a la avenida, fue tanta su fuerza que la joven cayó de una manera espantosa, el ruido fue tan estruendoso que sonó por todos lados como la silla y ella cayeron, no pudo levantarse, y solamente pudo gritar:
— ¡Auxilio! ¡Ayúdenme por favor!
Ella gritaba ayuda para que la gente pudiera seguir a otra despiadada parricida, pero no se logró nada. La gente que llegó, sólo ayudó para quitar el cuerpo de Pauline Smith de la alberca. De Sunny no se supo ya nada.
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