Mía Quiroz

David Quiroz era un cerdo

Literalmente.

Gordo, horrible, mal educado, sucio, y todos los adjetivos despectivos que se te puedan ocurrir.

Pero a pesar de lo mierda que era, la vida nunca lo trató mal. Al contrario, aunque le diera golpes y golpes, a él no le importaba, no por nada era un despreocupado de primera.

En palabras de sus amigos y gente más cercana, él nunca se enamoraría y sólo usaba a las mujeres para su entretenimiento, para quitarles dinero y hacerse el importante. Hizo lo anterior con Deborah Matlentowsky y por supuesto, con Lenna Vail Epstein.

Pero su rumbo cambió cuando conoció a Amanda Tyrano, hasta la fecha nadie sabe con precisión como se había enamorado de ella, lo único que si se podía dar por hecho es que ese amor era enfermizo y claramente una mierda como él no podía tener cosas buenas en la vida, a pesar de que todo lo hubiera visto tan sencillo.

Las cosas con Amanda fueron miel sobre hojuelas los primeros días, pero claramente eso no duraría para siempre, como cualquier pareja ambos tenían problemas y sobre todo, quisieran o no, la diferencia de edad estaba muy marcada

Amanda tenía 17 y David le llevaba unos 10 años de diferencia.

A la madre de Amanda le importó relativamente poco lo que hiciera su hija, de todas formas como ella era una inútil, bueno lo único para lo que servía era para embarazarse y ser una persona común y corriente, por eso no se metía en los asuntos de su hija.

Así que ambos tenían conflictos personales, principalmente se debió a que Amanda sólo quería encontrar un sustituto de padre, así que todo lo bueno o cariñoso que hacía con David era lo que en verdad quería hacer con su padre; aquel irresponsable que abandonó a su familia para armar otra y amarla realmente, sin duda ese patrón iba a repetirse.

Amanda no era tonta, al contrario, ella sabía cómo mover sus piezas, era una cualquiera, literalmente, sabía perfectamente que con sus encantos de zorra empedernida iba a lograr traer a cualquier hombre a sus pies, ya fuera David u otro. Su táctica era como la de una típica niña carente de atención, conocía lo que le gustaban a los hombres, y sobre todo que a ellos les gustan las cosas fáciles, pero a la vez difíciles.

Tal vez no me entiendan, pero con este ejemplo podrán entender mejor.

Ambos se quitaron la virginidad, claro que eso es lo que me contó David, qué ella le dijo que aún era virgen, pero purff... ¡Solo un estúpido le creería semejante mentira! Pero no era para impresionarse, ambos eran unos idiotas. Ya saben, cada oveja con su pareja, pero yo puedo resumir su relación a... entre cerdos se entienden y viven en un chiquero.

Bueno, el punto principal es que, como era de esperarse, Amanda salió embarazada. Hasta aquí todo bien. No sé mucho sobre los nueve meses que tienen que pasar las mujeres preñadas, pero según me contaron que es un periodo en donde la mujer no desea a nadie ni a nada y esta de un pésimo humor.

Eso fue lo mismo que le pasó a la señora Tyrano, se enojó específicamente con David y le hizo muchas amenazas. Se me había olvidado contarles que ambos tenían una banda dúo llamada "Heaven" entonces esta asociación se deshizo y por ende la relación de Amanda y David también.

Pero ¿Qué haría el pobre Quiroz? Siempre estaba deseoso de abrazos, besos, cariños y sobre todo un paño de lágrimas, una persona con quien llorar y desahogarse, era una persona tan inmadura, con dificultad para conseguir a chicas de su edad (Por eso tenía que ir con niñas menores) Con Deborah ya no podía ir, pero aún le quedaba una opción.

Al ver de nuevo a su ex novia, ahora la famosa Lenna Vail Epstein, pues, se le hizo fácil volver a hablarle, la engañó con falsas promesas de amor, hablaba mal de su "amor de vida" Amanda Tyrano, la ilusionó e incluso se iban a casar.

Todo iba bien entre Lenna y David, él ya era un artista famoso que se volvió millonario y se iba a casar con Lenna, la "amaba" mucho, la "quería" sinceramente. Pero de pronto y sin más, empezó a golpearla, a tratarla mal para terminar su compromiso. Para sorpresa de Quiroz, notó que ella realmente estaba enamorada y una persona enamorada no piensa las cosas con claridad. Lenna era patética puesto que entregaba todo y no recibía nada a cambio, era estúpida al permitir que este espécimen la golpeara y humillara de todas las maneras posibles.

Esto nunca lo supo Lenna ni nadie de la prensa en general, pero en realidad antes de que Amanda se aliviara, ellos decidieron volver por "convicción propia", para que la pequeña que venía en camino tuviera una familia completa y un futuro prometedor. Claro, ese pensamiento era tan jodidamente retrograda que todavía no creo que se haya deducido en pleno 2020.

Cuando llegaron a esa conclusión, David pensó al instante en cortar todo tipo de relación con Lenna, pero no podía quitársela de encima. A su vez, él sentía lástima y un ego comensal, por lo tanto creyó que si se casaban por un año o menos, ya sería suficiente para quitarle la mitad de su fortuna y darle un buen patrimonio a su hija, ese era su plan original.

También se le había pasado por la mente, hacerle firmar un acuerdo prenupcial en donde le daría dinero con su consentimiento y finalmente abandonarla el día de la boda. Pero no, aunque pudiera hacerlo de una manera súper sencilla, no era tan hijo de puta como se le conocía, era lo mínimo que podía hacer, después de quitar a su competencia; Charles Vandebilt, sintió que ya había hecho mucha maldad, aunque claro que iba a rematar con el golpe final.

Pero como les comenté al principio, David era el peor ser humano de la tierra y el karma no era una palabra que él supiera. Así que el día de la boda, Lenna dijo respondió: "No" y acabó su compromiso. Se notó enojado y visiblemente furioso ante la prensa, pero por dentro estaba súper feliz. No sólo eso, cuando ocurrió la demanda, le quitó más del 80% de las ganancias que Lenna ya tenía desde sus inicios como cantante, en pocas palabras, ya era millonario y volvió con su familia, amando a su mujercita y a la pequeña bestia que venía en camino.

El estúpido era un imbécil, por lo tanto, creyó que no había hecho ninguna mal y por eso la vida le recompensaba con una familia maravillosa y mucho dinero, esta deducción le llegó cuando Lenna se casó con Charles Vandebilt y pudo recuperar su carrera musical. Todos estaban felices ¿No? De igual manera, nunca se sintió mal o se arrepintió de haber usado de esa manera a Lenna, puesto que pensaba que ella ya lo sabía, que ella era una persona acostumbrada a sufrir y que siempre lo amaría a pesar de todo y que él podría volver a sus brazos. Además de que en cierta ocasión ya le había dicho que él nunca había crecido con un padre o con una familia completa.

"Era obvio que tenía que ir con Amanda." pensó con hipocresía. "Ella lo sabía, no puede decir otra cosa"

Pero claro, David nunca sabrá si Lenna resultó embarazada de él, porque un día antes de su boda fallida, ellos habían tenido sexo.

En fin, las cosas para la nueva familia Quiroz iban de maravilla, ahora eran millonarios. Como a Amanda se le quitaron los enojos de embarazada, pues estaba bien libre y dispuesta a gozar de la fortuna que su marido le estaba ofreciendo, así que a la muy perra no le costó nada de trabajo volver a fingir con él. Pero lo que no sabe es que muchas (y en palabras del mismo Quiroz) ya había sido descrita como: "Una mujer trabajada", alguien que ya sabe qué hacer, como jugar y ganar, una verdadera víbora.

Pero bueno, todo esto fue una fantasía para Quiroz, pero claro que... Amanda Tyrano, en su calidad de manipuladora por excelencia, decidió que no quería compartir su fortuna con su suegra.

— ¿No crees que ya es muy vieja?—le preguntó a su marido.

—Sí, ya va para los 90—respondió Quiroz.

—Deberías darle una muerte.

—Un momento —. El sentido común que aparentemente Quiroz había olvidado, ahora parecía volver en menor medida—. No te metas con mi madre.

—Ella me odia.

—Es que siempre prefirió a Lenna.

—Claro, por su dinero. Pero ¿No crees que es un estorbo? Mía, tu hija, necesita tener todo lo que quiere y que no le falte nada. Tienes que matarla, es una orden.

Y cual borrego es, David acudió esa misma noche, le dio una dosis letal de pastillas a su pobre y vieja madre, claramente murió, pero el caso no se hizo público, no hubo autopsia y la razón oficial fue un paro cardíaco.

¿Ven? Hasta para cubrir muertes es perfecto, todo le salía perfectamente bien.

Y así pasaron los años, la fortuna y riqueza para los Quiroz fue aumentando considerablemente, las cosas le salían tal y como lo esperaban, era un cerdo desconsiderado, creía que porque a él le iban las cosas bien, a todo el mundo le tendría que ir bien. Además era un reverendo hipócrita, no le importaba en absoluto el daño que hacía a los demás. Y aunque Lenna Vail Epstein ya estuviera bien económica y amorosamente, igual ese trauma no podría quitarse jamás.

Cierto día, en mayo del 2025, se cumplía el quinto aniversario de vida para Mía Quiroz, entonces la fiesta estuvo de maravilla. En la mañana del día siguiente, él fue a comprar cosas para desayunar, solamente que no esperaba encontrarse con su ex prometida y mucho menos que tuvieran una conversación.

—Hola Lenna—dijo con su sonrisa falsa y dientes amarillos— ¿Cómo estás? Espero bien.

David Quiroz no conocía la línea de diferencia entre ser hipócrita y ser educado. ¿Con qué cara se atrevía a saludar a Lenna si le hizo tanto daño?

—Claro que no, aún tengo pesadillas y no dejo de pensar en todo el daño que me hiciste. Tú me destruiste, ¿Lo sabías?

—Yo sólo quería ser amable.

—Yo ni siquiera tengo porque preguntarte como estas—dijo Lenna con un tono frustrado— Porque me imaginó que estas bien, excelente ¿No?

—Claro que si mi niña, estoy excelente—esta última palabra, la remarcó con presunción y hasta se río.

—Todo bien con tu familia y amigos ¿No?

—Sí, todo esta excelente.

—Qué bueno, yo no estoy feliz, yo no estoy bien —dijo Lenna al borde del llanto, pero resguardaba sus lágrimas como si no hubiera otro propósito más —, pasan los días, las noches y mi mente no para de pensar en todo lo malo que me hiciste. No sé cómo puedes dormir por las noches, no dejo de sentirme mal por haber sido tu plato de segunda mesa, tu última opción y paño de lágrimas.

—Yo te dije desde el principio que Amanda era el amor de mi vida.

— ¡Pero esto no es por ti, cerdo! —Gritó histriónica — ¡Es por mí! ¡Es por mi orgullo roto! Un día, llegaste de la nada a decirme que no sirvo más que para ser el segundo plato para los hombres. ¡No sabes cuánto me dolió! Estuve como imbécil esperando y haciendo de todo para que te enamoraras de mí, me dijiste que yo era tu mujer ideal. ¡Pero me di cuenta que tú no me amabas a mí, sino lo que te daba! Dinero, cariño, todo mi amor. ¡Nunca te importe y por eso, te voy a odiar por el resto de mi vida! Esta soy yo de ahora, no la niña tonta y débil con la que podías jugar, no la estúpida a la que acudías cada vez que la madre de tu hija te rechazaba, no tu plato de segunda mesa, no la imbécil que te compra regalos y pasaba a tu trabajo a verte, esa niña está muerta para mí y para ti. Ya me he dado cuenta de todo, nunca signifiqué nada para ti, todo lo que decías respecto Amanda era falso, nunca pretendías terminar con ella, jamás quisiste olvidar del amor de esa "señora trabajada" lo único que querías era mentirme y lo lograste, otra vez me hiciste mierda ¿Estas feliz? Espero que sí. Porque yo por mi parte, voy a olvidarte de una vez y para siempre, estoy harta de ti y de tus malditas mentiras. Maldigo el día en que tuve que enamorarme de ti, odié el momento en que me arrebataste mis sentimientos y jugabas conmigo como un trapo que podías recoger y pisar las veces que quisieras.

Lenna terminó este discurso con todo el dolor de su alma, estuvo guardando eso durante mucho tiempo, así que no lo pensó dos veces al hablar. David era un auténtico cerdo que por nada del mundo diría palabras que hirieran su orgullo demacrado. Así que sin más, se atrevió a decir:

—Lo hecho, hecho está.

—Ya lo sé, y que me pidas perdón sería inútil e insignificante. Jamás vas a pedirme disculpas por que así eres tú.

—Es que yo no hice nada malo.

—Si esa es tu perspectiva, está bien. Pero nunca vas a poder sentir el dolor y la miseria que yo estoy viviendo. Claro que no David, la vida te ha recompensado miles de veces, por eso crees que no has hecho nada malo. Obviamente tú jamás vas a sentir algo similar, pero ¿Sabes quién lo hará? Tu hija.

David enfureció ante esta última premisa, podían insultarlo y humillar lo a él, pero con su preciosa nena, nadie podía meterse.

—Deja a mi hija en paz, ¡Ella no tiene nada que ver!

—Eso es lo que tú crees, pero la verdad es que todo lo malo que nosotros hemos hecho, lo pagarán los hijos. Ellos son nuestros jueces, los principales que nos van a juzgar, sin duda, cuando la veas llorando y sufriendo, va a ser el día en que entiendas todo el dolor que yo viví por tu culpa.

Esta última amenaza, fue exclamada por Lenna, quién lo proclamó como si fuera una amenaza o una auténtica maldición de bruja, miró a David con unos ojos pálidos, rojos e inyectados en sangre. Pronto, se fue del centro comercial, tomó su bolsa con licores y cajetillas de cigarro y se fue, dejando a Quiroz con un tremendo mal sabor de boca y sin saber que pensar.

Y ahora, que David veía lo que sufría su hija, fue capaz de entender las palabras que tuvo en su última conversación con Lenna Vail Epstein antes de que ella muriera en diciembre de ese mismo año.

Porque ahora, era su hija la que estaba llorando por el despecho de un hombre.

—Pero papá—repetía en un tono quejumbroso, la ahora adolescente Mía Quiroz— ¿¡Por qué no me dejas estar con él!?

— ¡Mía, por favor!—a pesar de su edad, los intentos de David para ser maduro, eran inútiles— ¿Necesito decírtelo? ¡Te lleva 10 años! Él ya es un mayor de edad.

—Tú no puedes a venirme a hablar de esas cosas, sé perfectamente que le llevas diez años a mi mamá, ¡Y la embarazaste cuando ella era menor de edad!

Ante este recordatorio, David le dio una fuerte bofetada, pero las palabras, el tono y la expresión de Lenna Vail Epstein regresaron como un torbellino sobre su mente:

Ellos son nuestros jueces, los principales que nos van a juzgar

— ¡La cosa es diferente!—detalló— Yo sé perfectamente lo que quieren los hombres, la diferencia entre tu madre y yo es que yo soy un hombre responsable, ¡Él sólo quiere preñarte y quitarte tu virginidad!

—Cómo tú lo hiciste con mamá, ¿No?

Todo lo malo que nosotros hemos hecho, lo pagarán los hijos.

—Yo amo a tu madre, ¿Quién no te dice que él te ama a ti?

—Su ex esposa espera un bebé, pero sé perfectamente que me desea a mí—defendió Mía con disposición—. No quiere a la madre de su hijo, él me prometió amor eterno a mí y... ¡Yo le creo!

—Por Dios, Mía la otra vez llegaste llorando porque Julian y su ex esposa regresaron.

— ¡Lo sé! Pero lo hicieron por "convicción propia". Yo sé que él todavía me ama y por eso se separará de ella.

Cuando la veas llorando y sufriendo, va a ser el día en que entiendas todo el dolor que yo viví por tu culpa

¿Quién diría que tuvieron que pasar 10 años para que David pudiera entender todo el dolor que sufrió Lenna gracias a él?

—Eso es lo que te dicen, pero la verdad siempre quieren algo. Créeme Mía, él no va a dejar a la madre de su hijo—dijo David con pena y la cabeza baja.

—Claro, ¿Cómo tú lo hiciste con Lenna Vail Epstein, no?

— ¿Qué?

—Qué vergüenza decir que soy millonaria porque mi padre timó a una pobre mujer.

—Mía...—David titubeó, lleno de miedo— ¿C-cómo sabes de eso?

— ¿Cuánto tiempo creíste que podrías esconderme esto, eh?—preguntó desafiante— No soy nada estúpida, para nada.

—Un hombre tiene que hacer, lo que un hombre tiene que hacer. Y mi última palabra es que jamás podrás verlo a él.

David dio está orden fuertemente, no quiso decir nada más. Se dio la media vuelta y quería encender un cigarrillo, pero un grito de queja lo desconcentró de su propósito general.

— ¡Ah!—chilló Mía e hizo más sonidos agudos— ¡Te odio, te odio, te odio!

—Prefiero que me odies, te voy a liberar de un gran sentimiento. Jamás pude sentir el daño que vivió Lenna, pero no quiero que lo sientas tú—esas fueron las palabras más sinceras que pudo decir.

El reloj marcó los minutos, entonces, Mía volvió a gritar:

—Es cierto, no puedes sentir el daño ajeno, o el trauma que estás provocándome, pero... ¡Podrás sentir esto!

Sin que David lo pidiera, su hija cargó el teclado de marca Yamaha y lo aventó a la cabeza de su padre. Todo el peso de este instrumento musical cayó sobre su gordo y estupefacto cuerpo.

—Mía... Mía—no podía respirar— Ayúdame... ayuda...

—No lo haré...

El teclado estaba en el estómago de David, pero también aplastaba su cuerpo y sus partes reproductoras, su cabeza estaba pegada contra la pared y tenía dificultades para pasar el aire, su mano estaba extendida, como si pidiera ayuda, que nadie le podía dar.

—Es que... no... ¡Amanda! —gritó el nombre de su esposa— ¡Amanda!

Su mujer llegó, pero no exactamente para ayudarlo.

—Hola David, no sabes cuánto estuve esperando para verte así, muerto, sufriendo, tuve que aguantarte durante tantos años, pero el placer que estoy sintiendo ahora... es jodidamente inconmensurable.

—P-pero... Mandy... y-yo te amo.

—Yo no, por Dios, ¡Eres un cerdo!—dijo la mujer con una risa de maldad— ¡Los cerdos no vuelan, y tampoco pueden ser amados! Y como sabes, soy una mujer trabajada, ¡Mía también lo es! Estuve lavando su mentalidad por estos quince años y jamás te diste cuenta, ¡Soy la mejor!

El pobre de David Quiroz tuvo que contemplar como su esposa e hija se estaban riendo de él, de su dolencia, su familia que tanto había querido y procurado por años, lo estaba haciendo sufrir como nunca. Eran las dos personas que nunca se imaginó que podrían asesinarlo o darle una patada por la espalda, al ver la escena desde esta perspectiva, fue cuando pudo sentir lo que Lenna vivió.

—Hija, Mía—dijo Amanda con una sonrisa psicópata— Te dejaré el honor.

Mía tenía un cuchillo entre sus manos, así que caminó en frente de su padre y pudo ver su cabeza podrida y recargada sobre la pared, entonces no dudó ni un solo segundo y empezó a clavarle el cuchillo, una, dos, tres y muchas más veces. Todo esto pasó en su cráneo, le quitó los ojos y su rostro fue deformándose entre un charco de sangre.

—Nos veremos en el infierno, papi—dijo amablemente.

Finalmente, David murió, de la misma manera que falleció Lenna Vail Epstein.

Alguien lo acuchilló hasta desangrarlo.

Pero la cosa no acabó aquí.

—Excelente Mía—dijo Amanda felizmente—, pero sabrás que... yo soy una alguien que sabe cuáles son sus objetivos, y uno de ellos no es seguir trabajando. Soy muy envidiosa, así que por ende no querré compartir mi fortuna de viuda contigo. Tendré que entregarte a la cárcel.

Mal momento para decir eso, señora Quiroz.

Mía no dejó pasar más tiempo y pasó el cuchillo sobre el cuello de su madre, le cortó la yugular y está también cayó muerta, a lado del cuerpo de su difunto esposo. ¡Fue viuda por menos de cinco minutos!

—Soy una niña trabajada, mamá—dijo Mía al ver el cadáver de su progenitora—. Pero no por ti, yo soy mi propia jefa. Espero que no te quede duda.

Obviamente, Mía no podía quedarse más en casa, ya que sin duda todos sabrían que ella asesinó a sus padres.

Mía tomó todo el dinero que pudo y encontró, así que en menos de una hora ya estaba bastante lejos de la mansión de sus padres, comprada con dinero ajeno y bajo chantajes emocionales.

Así como era de esperarse, esa noche, alguien nuevo se unió a la cabaña del reino Kensington II.

—Hola—dijo Mía al llegar—. Quisiera saber... si puedo unirme.

—No me digas. ¿Asesinaste a tus padres?

—Sí.

— ¿Padre o madre?

—Ambos, pero primero lo hice con mi padre.

—Excelente, puedes quedarte. Creo que seremos amigas, por cierto, mi nombre es Linda Vandebilt.

—Es un placer—respondió Mía con una sonrisa sincera—. Soy Mía Quiroz.

¿Qué les dije? El patrón se repitió, pero no me refería a que David iba a abandonar a su familia o que Mía se embarazaría a edad prematura, yo me refería a que Mía asesinaría a su madre, así como David lo hizo con la suya.

En conclusión; el karma tarda, pero llega.

Que no quede ninguna duda.


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