Alain Dale Leon

¿Para quién el regreso a clases podría significar "un verdadero peligro"?

Probablemente, para un niño de kínder, que no quiere abandonar su vida de juegos ni los brazos de su madre, pero déjame contarte algo respecto a Alain Dale Leon.

Nombre peculiar, ¿Cierto? Bueno, es que sus padres nunca han sido los más cuerdos posibles.

Alain Dale Leon, era un chico como anormal, pretencioso, majadero, egoísta y bastante superficial. Nadie sabe porque desarrollo esa actitud, ni siquiera la mundialmente conocida Luna Lovelace Fréderic, quién confeso años después, que ella tenía una historia terrible con Alain.

"Era mi amigo" dijo "Pero uno bastante mierda, no puedo explicar el porqué de su cambio tan radical"

Alain era tímido en la secundaria y primaria, de hecho no tuvo una infancia normal. Testimonios han dicho que solía ponerse los tacones de su madre, a su vez que los mismos vestidos y comportarse de una manera "peculiar" con sus conocidos. Era débil y delicado en palabras de sus familiares, pero no se imaginaban que de eso niño tan inocente, iba a salir un monstruo jodidamente espantoso.

Alain siempre estuvo confiado de todo lo que haría, no dudo ningún momento en actuar como su ego grande y conmensurado le dijera. Tenía las mejores ideas, se jactaba de narcisista e importante.

"En la secundaria era un cero a la izquierda" siguió declarando Lovelace "Un tipo equis, que era muy feliz con un amigo o dos"

Fue justamente, esta confianza excesiva, lo que condenaría al pobre de Alain Dale.

En su país de origen, se evalúa y determina que escuela merecen los estudiantes mediante un examen, si sacan el mayor número de aciertos, tienen la escuela que desean. Alain sacó un bajo puntaje, y quedó en una de las peores escuelas del país. Es irónico, puesto que él tenía una seguridad increíble y sorpresiva en sí mismo, mientras que su compañera Luna Lovelace Fredéric, ni de chiste creía que se iba a quedar en una buena escuela, pero Lovelace se quedó en la fantástica: "House of Lords High School".

Que Lovelace se haya quedado en esa escuela, representaría la mayor tragedia para Alain.

Lovelace conoció amigos, eso era obvio, Alain también, pero no de la misma categoría. Lovelace se hizo amiga de Marlenne Hardlock, quién tenía un "mismo comportamiento" que Alain, un día, la primera le comentó a Marlenne:

— ¡Actúas igual que mi mejor amigo! Son muy parecidos.

—Pues preséntamelo.

Lovelace tomó esto como la mejor idea posible, al principio, Alain en su condición de "rey" se hizo el digno con Marlenne, que en un principio le hablaba amigablemente. Según él, era porque "no tenía mucha confianza". Pero eso era falso, la verdad es que vio fea a Marlenne, eso cambió cuando la conoció en vivo y directo.

Ellos se conocieron mejor y tuvieron una relación amorosa bastante afectiva, larga y duradera. Alain conoció lo que sería el amor en toda la extensión de la palabra, Marlenne era muy buena, pero por las jugadas de la vida, terminaron.

"Intente por todos los medios descubrir la verdadera razón de su ruptura" señala Lovelace Fredéric "Pero era imposible. Era una confusión absoluta, ella me decía que él tenía la culpa y viceversa. ¡Estaba harta de ambos!"

Pero aunque Alain dijera que Marlenne era desde ahora un cero a la izquierda, sus acciones demostraban lo contrario.

¿Han escuchado las segundas oportunidades? Alain abandonó su escuela de baja categoría para finalmente jugarle todo en el examen de admisión. Fue su sorpresa que ahora sí sacó alto puntaje en todas sus pruebas. Y se quedó en su añorada escuela, misma donde asistía Lovelace.

¿Tenía algo de malo? Sí, era un "retardado" escolarmente. Mientras que Lovelace ya estaba en su último año escolar, Alain (de su misma edad) apenas empezaba pero... ¿Cuál era el problema? Mejor tarde que nunca, nadie criticó a Alain por eso.

Pero su situación familiar no era la mejor, Alain creía que su familia lo veía como un completo estorbo. Nadie lo felicitó por haberse quedado en una de las mejores escuelas del país, porque recompensaban a sus primos mediocres y drogadictos que había. Su madre le confesó:

—Eres el único de la familia Leon que ha llegado tan lejos.

Y no solo eso, Alain amaba a su madre de todas las maneras posibles, a la bella Julia Trousands, ella era una mujer bastante tranquila, amigable, relajada y cariñosa con su hijo. ¡Ninguna falla! Pero no podía decir lo mismo, su padre James Leon. Sus padres ya no estaban juntos desde hace mucho, pero tenía hermanastros, madrastra y padrastro. ¿Perturbador? No, a él le valía una mierda lo que sus padres hicieran.

Pero aunque tuviera 17, Alain tenía una mente cerrada (irónico, porque era gay, bisexual según sus palabras), infantil y moralmente retrograda. Estaba muy emocionado por entrar a la prestigiosa escuela 'House of Lords', llamada así, porque en la época colonial, los grandes señores millonarios de la zona se asentaban en ese lugar y abarcaban grandes habitaciones. Hoy, lo que abarca la gran escuela, fue recinto para burgueses del siglo XIX.

Alain estaba envenenado por las películas baratas de adolescentes desastrosos y estereotipados. Creería que lo esencial era "ser popular" y "tener un montón de amigos". Le daba pena Marlenne, no quería verla por nada del mundo, porque de pronto y de la nada, la mujer que tanto dijo haber amado, hoy no era más que "una plebeya en mi historia". No le daba pena Lovelace, por su apariencia de diosa (por ser albina), pero sí que preferiría conocer gente "de su nivel" o fácil de manipular.

Cuando Alain le contaba sus planes a Lovelace, ella simplemente se reía:

—El día que entrés vas a cambiar tu mentalidad, no te doy más de una semana.

Pasaron dos meses, Alain seguía pensando de esa manera.

Pero ahora era algo certero y verdadero. Desde el primer día, Alain demostró que sus capacidades sociales no habían decaído, a pesar de tener un "año perdido" (como lo denominaría él, más tarde). Entablo relaciones rápidamente y se hizo de un "combo". En ese tiempo, la palabra era designada para referirse a sus "amigos" más cercanos y conocidos a quienes podía hablar.

Pero su pasado con Marlenne era algo que todavía lo seguía.

"Yo los convencía" declaró Lovelace "Quería que ambos arreglaran sus problemas, era porque estaba harta de escuchar cómo le echaban tierra al otro. Además, porque su tragedia podía servirme para escribir una obra de teatro".

Un día, Lovelace sencillamente no reconoció a aquel amigo que conocía desde años antes. La escuela House of Lords era muy fácil y práctica, pero contaba con debilidades demasiado malas para todos y los más incomprendidos, debido a la libertad que le otorgaban a cada uno de sus estudiantes. Lovelace temía que Alain se descontrolara, pero tampoco podía creer que tuviera pensamientos tan feos.

Ella asevera que la conversación fue más o menos así:

—Si vas a ir a mi clase en la tarde, por favor, no lleves a Marlenne.

—No irá conmigo—dijo.

—Bien, porque me daría pena presentarla.

Eso fue el golpe bajo, sin duda ¿Qué clase de personas eran únicas y capaces como para que el gran y jodido señor popular que era Alain Dale Leon pudiera hablarles y no darle "pena"? Lovelace sin duda se enojó y no tardó en demostrarlo.

—Ni Marlenne o yo somos personas para dar pena.

—Tú no, Marlenne sí. Además, tengo una reputación que cuidar—Alain dijo con egocentrismo.

—Yo solo quiero que arreglen las cosas, es un consejo nada más. ¿Reputación con quién? ¿Tus amigos?

—Sí mis amigos, ya soy popular, es algo que tengo que cuidar.

— ¿Amigos? Ellos son un montón de ratas, tú eres como un master a su lado.

—Tú no sabes nada, nunca has sido popular.

Eso fue lo que más le dolió, pero Lovelace siempre intentó mantener la calma, diciendo la mecha que prendería el fuego:

— ¿Qué te ha pasado? ¿Dónde quedó el amigo que tanto quería de la secundaria?

Pero el ego conmensurable y enorme de Alain fue suficiente para decirle esto:

— ¿Por qué siempre te la pasas criticándome? Eres una de las pocas personas a las que trato bien, a las demás personas las trato de la mierda, deberías agradecer eso. Y mejor ya no me hables, que tengo muchos más amigos y cosas que hacer, tú nunca has sido popular ni tenido muchos amigos, no eres nada Lovelace. Sin embargo, yo seré muy popular e importante. ¿Sabes qué? No me puedo ir contigo a la escuela mañana, de seguro ya me habrán surgido muchas cosas más importantes que hacer.

A Lovelace le costó mucho decir esto. Todavía menciona con rabia entre sus labios lo que le dijo Alain, pero concluye con lo siguiente.

"No lo entendía, me puse a llorar en ese momento, ¡No era necesario tanta crueldad de su parte! Y se lo dije, sin pena ni augurio"

—Perdón señor popular, nunca debí molestarlo con mi presencia. Estoy llorando, ahora comprendo a Marlenne, nosotros no somos "populares" no porque no queramos, sino porque no podemos, pero es algo que tú nunca podrás comprender.

—Llorona—dijo el muy sinvergüenza.

— ¡Sí!—gritó con rabia— ¡Estoy llorando! Pero porque soy un maldito ser humano con derecho a expresar sus sentimientos, que tú seas un ser insensible y nefasto no es mi problema. Esta tipa equis solamente quería aconsejarlo, y esta desconocida quiere decirle que si le costó mucho trabajo conseguir esto, lo mejor sería que no lo echara a perder, una mala decisión podría arruinar todo.

—Ay, claro, equis con eso.

"Era tan estúpido, pero bueno, el karma instantáneo lo iba a joder. Me deprimí ese día por completo, pero llegué a la conclusión de que realmente lloraba por él, no por mí. Si su propósito para ir a la escuela era "ser popular" y "tener muchos amigos", ¡En serio que me daba mucha lástima! Y me di cuenta de que su vida era muy patética. Tardé horas en comprenderlo" dijo Lovelace con valentía.

Total, los días pasaron. Alain creía que los maestros eran normales y manipulables, sobornables entre otras cosas. Pero fue su desgracia ver que no estaban a su disposición y las materias no eran tan fáciles como se veían. 'House of Lords' era un mundo totalmente diferente al que él estaba acostumbrado, no podía adaptarse, y así surgiría su mayor error.

Alain no era de leer libros, por eso mismo era muy ignorante y mente cerrada. Pero tuvo que ir a la biblioteca a pedir un libro para su clase de Biología, el préstamo era de una semana.

Pasó la semana, nada, no lo devolvió. Se lo "auto presto" así mismo, leyéndolo tan solo un poco.

Dos semanas, todo bien.

Hasta que... pasó un mes, ni siquiera sabía que le ponían un sello con la fecha para devolver.

— ¡Diablos!—dijo con miedo— ¡Tenía que devolver este libro hace un mes!

Pero no era muy cuidadoso, olvidó el libro y lo perdió, no podía reponerlo, no tenía manera.

La escuela tenía castigos muy severos, y más si se trataba de algo valioso como los libros.

Alain dejó pasar más tiempo: "Con el tiempo, ellos se olvidarán de que pedí el libro". Pensó victorioso.

Dos meses pasaron, ahora fue, muy seguro de sí mismo, a pedir otro libro para Química Industrial, dejó su credencial libremente, como si se tratará de una simple tarjeta de crédito.

—. ¿Alain Dale Leon?—preguntó la secretaria con el ceño fruncido.

—Sí—dijo orgulloso de su nombre.

—No te puedo prestar este libro, hace dos meses, sacaste un libro que no has devuelto. Y por el tiempo... mmm... ya debes como 200 dólares.

—. ¿¿200 dólares??—Preguntó horrorizado — ¿Por qué?

—Verás—explicó la señorita—, cuándo pides un libro, tienes que entregarlo o resellarlo en el tiempo que te dice, se te da una sanción, o no puedes sacar libros durante determinado tiempo. Si te pasas de las tres semanas, se te van haciendo cargos adicionales en efectivo hasta que lo repongas. No lo has devuelto y ya han pasado 2 meses, debes 200 dólares a la dirección escolar. Y no podrás seguir estudiando hasta que los pagues.

¡Ah! Miren quién lo diría, el joven que conoce los chismes más "jugosos" de los de su salón, de los de otros turnos y grados, que conoce los "grupitos" de la cafetería y los eventos más prodigiosos que han pasado, ¡No sabía que se le cobraran intereses por llevarse el libro!

—Devuelve el libro y salimos de problemas—dijo la mujer.

—N-no...no lo tengo—dijo apenado.

—200 dólares más los cargos adicionales... eh... debes 700 dólares.

"¿De dónde diablos voy a conseguir ese dinero?" pensó Alain con pánico. Su madre no podía saberlo, era demasiado orgulloso como para pedirle dinero a su padre y él gastaba todo su dinero en porquerías. Sin duda, no tenía ningún quinto.

—N-no... no puedo—dijo vencido y derrotado. El gran "Dally" (apodo que le pusieron) estaba finalmente en jaqué.

—Seguridad...

La majestuosa 'House of Lords' contaba con una gran gama de policías que resguardaba la escuela. Una docena apareció detrás de la secretaria y observaron a Alain con maldad.

—Saben que hacer...

Alain huyó de la biblioteca, corrió tan fuerte como sus piernas se lo permitieron, las puertas de la escuela ya iban a cerrar, entonces, sus pies aceleraron a un súper turbo que lo dejaron salir inmediatamente y esquivarse en la espesura de la selva. Necesitaba conocer su condición, así que olvidó su orgullo y volvió a hablar con Lovelace al día siguiente:

— ¡Luna!—dijo al teléfono —Dime ¿Qué ha pasado? ¿Ya han olvidado mi situación?

—Eres un imbécil—dijo sin pelos en la lengua.

—Lo sé, pero ¡Dime!

—Ahora sí, ¿Verdad? Dime una cosa Alain—mencionó con rencor— ¿Por qué no le pides a tus grandes 'amigos' que te digan lo que pasa en la escuela ahora? Yo no soy popular, no puedes rebajarte a hablar con una "plebeya" como yo—esto lo dijo, con un claro sarcasmo.

—Ay, ya vamos...

—No, vete a la mierda—diciendo esto, Lovelace colgó el teléfono rápidamente.

Alain estalló, pero no perdió esperanzas. Le marcó a sus amigos, nadie contestó, le marcó a sus conocidos, todos lo enviaron al buzón. Envió cientos de mensajes, nadie lo abrió, hizo el ciclo anterior con sus "amigos de segundo año", nadie respondió, unos más le comentaron: "¿Quién eres?"

Así que no le quedaba otra opción, más que hablar con Marlenne.

—Hola Alain—fue la única que contestó de buena manera.

—Marlenne, gracias que contestas—dijo maravillado— Dime, ¿Hay algo grande en la escuela? ¿Crees que me buscan?

—No lo creo, te están buscando. Están poniendo imágenes de ti en toda la escuela, eres un prófugo de la escuela y no tardarán en hacerte algo mucho más legal, debes pagar.

— ¡No tengo el libro!

—Por lo menos te hubieras quedado, al huir, te condenaste más.

—Ayúdame—pidió, olvidando toda su dignidad.

—Lo siento, pero no puedo ayudarlo, ¿Acaso no te doy pena?

Y la llamada se cortó.

Ahora sin duda, Alain debía recurrir a sus padres para eso, primero fue con su madre, ya que era la que más quería y confianza tenía. Le dijo todo lo sucedido y todas las consecuencias dadas:

—Pues...—dijo Julia, sostenía su cigarro con precisión y miraba al azar— Ciertamente, tú ya tienes 17 años, creo que eres lo suficientemente hombre como para enfrentar tus propias consecuencias.

—P-pero... ¡Mamá!

— ¡No tengo 700 dólares, Dale!—gritó enojada— No tengo nada, lo siento, tu padre no querrá prestarte. Perdón.

Alain era muy paciente, elegante y sofisticado, pero su presión era algo tan grande que lo llevó a tomar una decisión muy precipitada.

Rompió el florero en cara de su madre, ella cayó al piso y su cigarro fue apagado. Como Julia era experta en jardinería, ahí había unas tijeras verdes con un filo bastante puntiagudo, se lo clavó en el estómago, y ella no dejó de gritar con terror.

—Basta, ¿¿Qué haces?? ¡AYUDA!

—No, cállate. Quiero ver cuánto me dan por tu riñón.

Revolvió las tijeras en la parte carnosa del cuerpo de su madre, ahí hizo un batidillo con su sangre y viseras, metió su mano e intentó buscar el hígado o riñón, pero no halló nada. Su madre se puso pálida y ya no pudo respirar, su muerte fue instantánea y dolorosa.

—Joder—dijo Alain, buscaba en las entrañas de su progenitora algo que pudiera servir—. No hay nada. Tal parece que, soy lo único de valor que pudiste tener en tu vientre. —concluyó con esto y con una risa macabra.

Prófugo por un libro y por asesino, nadie quería verlo en pintura. Las únicas personas que estaban dispuestos a ayudarle ya no estaban, alejó a Lovelace, alejó a Marlenne, a todos, estaba solo, condenado a la miseria. ¿Qué haría 'Mr Popular' ahora?

Huyó, claramente, se disfrazó y se escabulló hasta las afueras de la ciudad. En la espesura de una cabaña en las montañas, encontró nuevos sirvientes para explotar, claro que sabía que ellos eran unos asesinos mucho peores que él, así que tuvo que fingir amistad y benevolencia.

—Los quiero—dijo sensatamente—. Gracias por comprenderme.

Recibió elogios y una buena recepción ante sus buenos amigos, pero su cara de buena persona se fue deshaciéndose hasta sacar al verdadero monstruo que tenía adentro.

No pasaron ni dos semanas antes de que los otros asesinos se empezaran a hartar de su actitud, era mandón, criticón, chismoso e hipócrita. Decía rumores sobre los demás y llegó a romper la atmosfera de paz que tenían antes de su llegada, no colaboraba con nada, solamente se sentaba a esperar la comida, el agua, las diversiones o postres. Quería que fueran a pasear y sus ideas eran bastante locas, y si no lo obedecían, él decía:

—Ustedes nunca han sido populares como yo.

Obviamente, ellos se echaban a reír, y le respondieron como merecían:

—Soy hija de Lenna Vail Epstein—dijo Linda.

—Mi madre era la heredera de la gran fortuna Smith—señaló Sherlock.

—Mis padres eran los más influyentes en la creación de narcóticos—dijo Jeremy, su inevitable verdad que había escondido.

—Mi padre era Ryan Dreisser, dueño de las industrias Dreisser, la mayor empresa generadora de empleos—agregó Colton.

—Yo soy hija de Maxwell y Selene Slumbers, si no conoces quienes son, no sabes nada de la bolsa de valores—Lysange dijo, con risa bravucona.

—Mis padres timaron a los padres de Linda—dijo Mía con burla, esto lo tomaban muy bien y no había razones para enojarse.

—No digo nada—dijo Leonard apenado.

—Los Turner eran la gran familia de México, los más influyentes y poderosos de la zona centro—Arianne miró sus uñas con presunción.

—Mi vida no gira en torno a ser popular, pedazo de mierda—dijo Eric, sin presumir que era un Tenesse.

Pero Alain todavía no entendía que ya no estaba con sus "amigos" o con las personas que le toleraban todo, creyó que ellos sucumbirían ante sus malos tratos. Peor error.

—Tontos, eso quiere decir que sus familias son populares, no ustedes.

—A mí me persiguen por más crímenes—presumió Leonard—. No solo por haber sido un tarado que no devolvió un libro.

Todos rieron, en serio, estaban hartos de Alain.

—Suficiente—dijo Jeremy, en su típica pose de rey supremo—. Alain estás condenado a morir en la horca, por desafiar al rey y sus leales súbditos.

—Niño down—Alain bufó—. No eres un rey.

—Pero nosotros si somos sus súbditos—Linda habló con superioridad e hizo la señal.

Los hijos asesinos rodearon a Alain. Max y Cinthya preparaban la horca. El pobre Alain intentó huir, apartarlos, quitarlos, ordenar que se fueran, manipularlos, pero finalmente lo cargaron entre todos. La horca estaba lista, pusieron su cuello en la soga y murió automáticamente.

Unas horas después, su cuerpo cayó al lodo, pero no había nada que temer, nadie se preocupó por él, nadie se percató de que había desaparecido.

—Mejor para nosotros—brindó Lysange y el club siguió en su armonía de siempre.

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