❝Capítulo: 3❞

Iba quince minutos antes de la hora acordada. Justo cuando le faltaban dos cuadras para llegar a la cafetería en donde había quedado con Felix, se detuvo y caminó al lado contrario. Decidió que llegar tan temprano no era lo correcto, así que fue por ahí caminando sin rumbo, dejando que esos quince minutos se consumieran.

¿Debía llevar un obsequio? No, probablemente se vería como si quisiera algo más que un encuentro amistoso. Aunque por otro lado sería de mala educación llegar a la reunión con las manos vacías ¿no?

Su cabeza era una maraña de pensamientos. Podría llevarle algún dulce, pero estarían en una cafetería así que no veía el punto. Quizás una rosa pero sería demasiado romántico y no quería que pareciera que trataba de conquistarlo. Tal vez un peluche, a Felix le gustaban, pero parecería muy extravagante para ellos. Y mientras lo pensaba, se dio cuenta de que ya iba tarde por diez minutos.

Se apresuró a regresar directo a la cafetería. Repasó su vestimenta. Había pasado toda la noche decidiendo que ponerse. No quería verse muy formal o Felix podría creer que intentaba impresionarlo. Pero tampoco quería ir tan casual porque parecería un vago. Al final sólo se puso un pantalón, una playera blanca sin estampado y una chaqueta encima.

Llegó al lugar en menos de lo esperado y tomó aire antes de abrir la puerta. El olor a café, pastelillos y merengues le dio directo. Casi todas las mesas estaban ocupadas. Había desde adolescentes hasta adultos mayores simplemente pasando el tiempo y disfrutando del WiFi gratis mientras bebían malteadas, cafés y chocolates.

Esa cafetería era la favorita de Felix. Cuando eran novios, Minho lo llevaba muy seguido ahí pero luego de terminar la relación, estuvo evitando ese lugar lo más que pudo.

Minho caminó lo más tranquilo posible, sus ojos buscaban entre las mesas esperando ver a Felix sentado de forma educada y derechita con las mejillas llenas de migajas de galleta y una malteada de vainilla con extra crema como en los viejos tiempos. En cambio se encontró con otra cosa.

—¡¿Qué puta broma es esta?!– gritó una voz escandalosa —¡¿Lee Minho en verdad eres tú?!.

El nombrado giró sorprendido, abriendo los ojos con asombro cuando identificó a Hwang Hyunjin sentado en una de las mesas cerca de la ventana. A su lado se encontraba un rostro muy, muy familiar que Minho solía recordar de vez en cuando en esas ocasiones en las que se emborrachaba.

Han Jisung lo veía con gesto sorprendido y ligeramente molesto. Su cabello era igual de castaño que antes, sus cejas se unían en un ceño fruncido y sus labios esbozaban una mueca mientras sus ojos recorrían a Minho de pies a cabeza.

—¡¿Te operaste algo?!– Hyunjin seguía hablando, su voz atraía las miradas de las personas que los rodeaban.

Minho se sintió avergonzado. Dio un paso más cerca de ellos y sonrió apenas un poco, su mente quedando en blanco. Ambos, tanto Hyunjin como Jisung habían cambiado mucho. Su rostros ya no eran los de aquellos chicos jóvenes y tiernos que recordaba. Sus facciones eran mucho más maduras.

—Hola...– saludó.

Hyunjin se llevó una mano al pecho.

—Incluso tu voz cambió.

Minho intentó esbozar una sonrisa pero estaba demasiado tenso.

—¿Felix te llamó?– la voz de Jisung lo hizo saltar ligeramente.

Minho asintió y se preguntó si Felix y Jisung seguirían juntos después de tantos años.

—A nosotros igual, siéntate, el tonto aún no llega– Hyunjin tomó el brazo de Minho y tiró de él hasta obligarlo a tomar asiento. —¡Ahora tienes músculos!– exclamó Hyunjin, tocando los bíceps y recorriendo todo lo que podía por encima de la tela.

Jisung tensó los labios, sus ojos parecían consumir todo lo que veía.

—Te pusiste muy bueno ¡quien lo diría! Ahora hasta estás mejor que Han.

Minho tragó saliva nerviosamente y lanzó una mirada al castaño quien parecía molesto, sus ojos estaban fijos en él, su mandíbula muy apretada y el ceño todavía más marcado.

—Iré por algo de tomar– anunció nerviosamente, sólo quería escapar de la mirada intensa de Jisung quien al parecer aún no le perdonaba el hecho de haberle vomitado encima. —¿Quieren algo?.

—Aw, gracias– Hyunjin sonrió y meneó las pestañas ¿acaso estaba coqueteando? Nop, imposible. En el pasado Hyunjin lo odiaba ¿o no? —una rebanada de pastel de chocolate y una malteada de menta sería perfecta–, de nuevo las pestañas.

—Claro– correspondió la sonrisa y volvió la vista hacia Jisung quien mantenía su mirada muy concentrada en el cuerpo de Minho. —¿Tú quieres...?

—Quiero la malteada unicornio especial con una rebanada de pastel de coco y dos muffins de mora– interrumpió el castaño, desviando la mirada hacia la ventana.

Minho asintió y se alejó. Hyunjin le sonreía y recorría las piernas que se marcaban con facilidad a través del apretado pantalón. Apenas se alejó lo suficiente, giró hacia Jisung.

—Yo lo vi primero– dijo.

—¿En serio le coqueteas el ex novio de tu ex novio?– Jisung parecía más molesto que antes —¡no tienes vergüenza!

—¡Tú lo devoraste con la mirada! No creas que no te vi buscándole el pene con los ojos.

—¡¿Por qué se volvió tan atractivo?!– se quejó Jisung, azotando la mano sobre la mesa —¡¿y por qué Felix lo mandó llamar a él también?!

Hyunjin observó con atención a Jisung quien lucía muy tieso y malhumorado con los brazos cruzados sobre su pecho.

—¿Qué te pasa? ¿Te provocó una erección o qué?– preguntó Hyunjin con burla.

El castaño rodó los ojos y resopló.

—No es mi tipo– respondió.

—Pues ahora es el mío así que deja de verlo.

—¡Que cínico eres!– Jisung se incorporó en el asiento —¡no te atrevas a intentar nada con ese idiota! ¿Qué no tienes respeto por Felix?

Hyunjin se encogió de hombros ignorando a Jisung y su pésimo humor. Era extraño, el castaño había estado actuando completamente normal antes de que Minho llegara.

—Le pediré su número– asintió Hyunjin y casi pudo escuchar la manera en la que Jisung rechinaba los dientes por tanto apretarlos.

—¡Eres un...!

—Aquí está todo– Minho apareció con una enorme charola redonda en las manos.

El pelinegro tomó cada una de las cosas y las colocó con cuidado en la mesa. Había llevado una malteada de vainilla y galletas a parte de lo que llevaba para Hyunjin y Jisung. Aquello era lo que Felix solía tomar así que era evidente para quien era. Jisung sintió una punzada más de ira y alzó la mirada para destrozar a Minho con ella pero él ya estaba viendo a otra parte.

Jisung observó la manera en la que los músculos de Minho se relajaban y una sonrisa aparecía en sus labios. Sus ojos brillaron con algo parecido a la ternura cuando Felix apareció en la cafetería luciendo tan adorable y bonito como siempre.

—¡Hola! Perdón por tardar– Felix sonreía y agitaba la mano, su carita se volvió una de sorpresa cuando reconoció a Minho y corrió al frente para abrazarlo cariñosamente.

Jisung desvió la mirada y se encontró con Hyunjin viéndolo de forma extraña. Ninguno de los dos giró a ver el intercambio de abrazos.

—¡Te extrañe!– gritó Felix una vez que se alejó de Minho —¡jamás pude volver a localizarte! Cambiaste de número e incluso de casa, tenía tantas ganas de verte.

Jisung ignoró la alegría desbordante de Felix y empezó a beber de su malteada de unicornio llena de bolas de helado.

—Estuve ocupado luego de graduarme– se disculpó Minho.

Felix tomó lugar junto a Jisung y sonrió cuando notó las galletas y la malteada.

—¿Para qué nos querías?– Han habló de manera brusca e irritada.

—También me alegra verte, Sunggie e igual te extrañé– sonrió Felix.

—Nos acabamos de ver hace dos días– murmuró Jisung.

Minho sintió que se tensaba de nuevo. ¿Es decir que ellos seguían siendo pareja?

—Hiciste que faltara al trabajo así que espero que sea bueno, jovencito– intervino Hyunjin, devorando su rebanada de pastel.

—¡Lo es!– Felix chilló emocionado y alzó la mano para enseñar un anillo en su dedo anular de la mano izquierda —¡me voy a casar!

Nadie respondió.

Jisung observó el anillo por un instante sintiéndose perdido antes de desviar la mirada a Hyunjin quien tenía cara de haber visto un fantasma aunque rápidamente la cambió por una sonrisa. Luego giró hacia Minho quien parecía más confundido que dolido.

—¡¿Al fin te lo propuso?! Ya era hora– Hyunjin fue el primero en hablar, sonando ligero y alegre pero su puño apretaba con fuerza el tenedor que llevaba en la mano.

Jisung se sentía... Enojado.

—¿Cómo que te casas?– soltó de pronto —¿con ese tipo?

Felix borró la sonrisa.

—Sé que no te agrada pero...

—Lixie, estás siendo ingenuo– lo interrumpió —Seo ya te falló una vez ¿Qué te hace creer que no lo hará de nuevo? ¿Cómo puedes siquiera considerar casarte con él? ¡Un hetero siempre será hetero! Quizás ahora te quiera pero con el tiempo los "heterosexuales" siempre quieren volver al "buen" camino y hacer su vida con mujeres.

—¡Jisung!– Hyunjin alzó la voz, su mirada era severa.

El nombrado sentía el cuerpo tembloroso por el coraje.

Minho no sabía a donde mirar... Aquello no iba como esperaba.

( ☁️ ) ; ----------------------------------------- •

➜᎒minsungpapas.

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