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No estaba borracha.

Por supuesto que no.

Bueno... si estaba. Y mucho.

— Joder, desgraciado. — murmuré entre dientes frotando mis brazos mientras caminaba por la vereda, había dejado de llover pero yo estaba toda mojada, había perdido mis pantuflas en medio de la tormenta.

Solté un suspiro de alivio al ver mi casita, no había sentido esa sensacion de querer estar en casa desde hacía mucho tiempo, siempre estaba tratando de salir y escapar de esas cuatro paredes y de las locuras de mi madre. Abrí la puerta y el perro loco que tenía como mascota bajó las escaleras ladrando.

—Shhh, haz silencio, pato. — le dije mientras buscaba las llaves entre los bolsillos de mi pantalón del pijama y en el colgador. Había dejado la puerta abierta apenas salí de la casa — cosa que no debí de haber hecho ya que era de noche y nos podrían haber entrado a robar — y no la encontraba por ningún lado. Apoyé mi frente en la puerta soltando un suspiro cansador, me ardían mis ojos y mis pies me pedían descansar a gritos. Estaba toda mojada y también con mucho frío y sueño.

Estaba arruinada, joder. Había perdido mi dignidad en una maldita noche y en menos de una hora. Era tonta, lo sabía, pero esta noche confirmé en cual nivel de idiotez me encontraba y sí, en el más alto estaba yo, en primera fila y en primer nivel, daba lo mismo, había sido la burla del colegio.

—Soy una idiota. — murmuré por lo bajo sobre la mirada de mi perro que estaba sentado a un lado de mi. — no debí de haber ido, patito, debí confiar en mi instinto y quedarme contigo en la cama viendo esa novela mexicana que tiene más drama que mi propia vida. — algunas lágrimas cayeron sobre mi rostro, pero yo seguí ahí, recostada en la puerta sobre mi cabeza. — Y soy más estúpida por haber creído que él me quería. — solté un sollozo y me puse derecha caminando hacia mi habitación.

Por supuesto, mi perro no me contestó pero me acompañó hasta mi cama y se recostó conmigo cuando ya me había arreglado —otra vez — para dormir. Apoyé mi cabeza en mi almohada y reviví todo lo que había pasado.

*Flashback*

Mi teléfono empezó a vibrar, pero no le di importancia porque estaba concentrada en esa novela que me recomendó mamá porque ella la estaba viendo con mi abuela.

Estaba demasiada buena, era mexicana y se trataba de que un chico iba al pueblo de la ciudad para escalar una montaña con su hermano pero se encuentra con una campesina. El hermano se enamora de la campesina pero ese día, cuando estaban escalando la montaña, se cayó y se golpeó la columna, quedándose en silla de rueda. Por el destino de la vida — o por el guión — la campesina va a trabajar a la casa de esos dos chicos, se enamora del otro hermano, que tenía novia, pero termina con ella para casarse con la chica, luego se separa y se casa con la otra, y luego termina con la que fue la primera novia y se casa con la campesina, que no era tan campesina porque, resulta, que es hija de un millonario.

En fin... dramas mexicanos.

En medio de una disputa familiar novelera, mi teléfono empieza a sonar haciendo que pause el video y mi atención se concentré en mi teléfono.

Emma, L. 23:40 pm

"Zack está con Britt en la fiesta de Nathan, ven urgente."

Mi mano que estaba sosteniendo unos pochoclos quedó en el aire y yo, quedé con mi boca abierta a medio comer. ¿Que carajos?

Teclee rápido mientras arrugaba mis cejas. No era posible, Zack jamás haría algo así, estábamos de novios casi seis años. Si el quisiera terminar la relación, lo hubiéramos hablado y solucionado entre los dos, como dos personas normales.

Reitero, Zack no es normal.

Val. 23:45 pm

"Imposible, me dijo que esta noche no saldría porque mañana tiene que entrenar temprano con el equipo de fútbol."

Ese fue primer error, en confiar en alguien que amaba, porque estaba tan cegada con la relación que teníamos, que no me di cuenta de lo perdida que me encontraba.

Hasta que me encontré y ahí supe cuán perdida y cegada que estaba.  Solté los pochoclos y me limpié mi mano en mi pantalón para sujetar mi teléfono. Observé que Emma estaba en línea, que había visto mi mensaje y que estaba escribiendo. Mordí mi labio nerviosa por la espera y mis cejas se levantaron de la sorpresa por lo que estaba viendo en la pantalla de mi celular.

Tragué saliva y tapé mi boca para ahogar un sollozo o un grito de sorpresa, pero no importaba.

Emma, L. 00:10 pm.

"Sé que no debería de hacer esto, porque eres mi mejor amiga y te quiero. Pero necesitas ver esto para que lo creas, porque sé que si te lo digo, no lo creerás hasta que lo veas. Me mandaron esta foto del idiota de tu novio. Créelo tu misma. "

Dejé mi teléfono sobre el sillón a un lado de Pato, mi perro que estaba medio loco. Solté un suspiro armándome de valor, bajé las escaleras a un nivel que ni Flash me ganaría, tomé las llaves de la casa mientras abría la puerta. Salí rápido y me dirigí hacia la casa de Britt, en donde, supuestamente, estaba la fiesta en donde Zack se encontraba. 

Fui a pie, no quedaba muy lejos, pero me detuve en medio de la acera cuando recordé que estaba en pijama. ¡Joder, Valerie! ¡Estoy en pijama! Mordí mi labio dudando en regresar a mi casa, cambiarme con ropa decente, dejar las pantuflas de abuelita a un lado y luego regresar hacia la casa de Britt. 

Lo pensé una vez, pero realmente era mucho lío y tenía miedo de que Zack se fuera y yo no lo podría encontrar en el acto delictivo. Negué con mi cabeza y seguí caminando. Estaba orgullosa de llevar este pijama. 

Mutante y orgullosa. 

Tragué saliva deteniendo mi andar cuando llegué a la casa de Brittany, había MUCHA gente, la música estaba muy alta y el patio de esta pobre - aunque pobre no tenía nada- chica. Solté un suspiro y caminé hacia donde estaba Zack, ya que, Emma me lo había dicho cuando le dije que estaba yendo. 

Divise a mi amiga en la entrada de la casa con su celular en sus manos mientras movía su pierna de arriba a abajo, reí recordando que ese es su "toca nervioso" . Respiré hondo y subí los escalones hasta llegar hacia donde estaba Emma.

—¿Dónde está? — me limité a decir. Ella sabía como me encontraba, ya que su novio la había engañado hacía dos meses atrás.

Las chicas que las engañaron, otros dirían las chicas que les metieron los cuernos. Y sí, tenían razón. Pero no iba a dejar que él me viera destruida, ya lloraria en mi habitación con un pote de helado mientras veía películas románticas. No iba a demostrarle que estaba dolida al frente de toda la universidad.

Emma soltó un suspiro y me indicó con su cabeza para que la siguiera. Ella tampoco habló.

—Lo lamento. — murmuró a mi lado, apreté mis labios para aguantar el dolor que sentía. — No sabía que hacer y lo más cuerdo que se me ocurrió fue avisarte. Solo...— se giró hacia mi deteniendo su andar. — estate tranquila, por favor. — asentí con una mueca en mis labios y empezamos a caminar hasta que nos detuvimos en una ronda de personas que estaban gritando, bebiendo y riéndose.

Tomé aire para calmar mis nervios y me abrí paso hacia el centro de la ronda, quise desaparecer en ese instante. Había varios sillones, una mesa con muchas botellas de vodka, cerveza y otras bebidas que no podía distinguir. En los sillones estaban sentadas algunas personas que pude reconocer que iban a la universidad y en otro, pude distinguir a Zack sentado a un costado de Britt con una mano en su cintura y la otra con una pequeña botella de cerveza.

Ellos no habían notado que yo estaba aquí, en esta horrorosa fiesta. Sentí una presencia a mi lado, haciendo que gire mi cabeza y vi a Emma que apoyó su mano en mi hombro.

—Tenías que saberlo. — dijo con una mirada apagada. Asentí lentamente y giré mi vista hacia el idiota de mi novio, este empezó a reír a carcajadas por un comentario, se giró hacia Britt y le estampó un beso que terminó haciendo que quitara mi vista de ellos por lo asquerosos que se veían.

Cuando se separaron, volví a mirarlos y me topé con la mirada de Britt, haciendo que esta abriera sus ojos y se separe de Zack.

Demasiado tarde, perra.

—¡Valerie! — gritó ella levantándose, se acomodó su vestido y me sonrió divertida. Zack se giró hacia donde estaba mirando Britt y me dedicó una mirada sorprendida que, en algún momento, me habría reído por su estado, pero ahora me daban ganas de golpearlo. — ¿Qué estás haciendo aquí, linda? Pensé que te quedarías en casa, esta mañana me dijiste y no contaba con tu presencia.

Así que por eso se acercó esta mañana.

Maldita perra.

— A veces las personas pueden cambiar de opción a último momento. — dije relamiendo mis labios, esto lo hacía cuando estaba nerviosa y enojada. Zack se mantenía intacto en el sillón, mirándome con su jodida botella de cerveza en su mano. Le dediqué una mirada furiosa. — Como así también las personas pueden engañarte. Tienes que tener cuidado, Britt. No confíes en las personas, son engañosas.

Su sonrisa decayó, se quedó en su lugar sin decir nada y luego se giró hacia Zack.

— Tu novia está aquí. — dijo con su voz chillona que me daban ganas de golpear su rostro tan maquillado. — ¿No vas a saludarla?

Zack parpadeó rápidamente y asintió con su cabeza levantándose del sillón. La gente a nuestro alrededor estaba en silencio, atenta a todo lo que estábamos hablando, desbloqueando sus celulares por si hubiera una pelea y murmurando sobre los ridículos que éramos los tres. Emma aún mantenía su mano en mi hombro, sosteniendo mi brazo con su otro mano, dándome fuerzas y controlando que no me agarrara un ataque de nervios y golpeara a la rubia Barbie.

— No digas nada. — anuncié sin levantar mi voz, solo me dediqué a mirarlo mientras mi corazón se rompía en mi pedazos. — No quiero que menciones ni una jodida palabra, porque no estoy de humor para soportarte. — alcé mi barbilla, volviendo a relamer mis labios. — Ahora iré a tomar todo el alcohol de esta fiesta. Ya que la organizadora invita, no voy perder esta jodida oportunidad. — sonreí irónicamente. — Y pueden irse al jodido infierno los dos, de igual forma son tal para cual, dos traidores.

Giré hacia la barra de bebidas, saludé al DJ que compartía una clase de historia contemporáneo conmigo y pedí la bebida más fuerte que tenían.

—Ve con calma.— gritó Emma por encima de la música.

— Quiero emborracharme para luego arrepentirme de algo mañana. Prefiero sufrir por el alcohol y no por no haber golpeado a Zack por todo el daño que causó. — ella asintió comprendiendo mi punto y pidió la misma bebida que yo.

—Por los corazones rotos.— dijo alzando su botella al aire para luego darle un largo trago. Reí divertida y asentí.

—Por los corazones rotos. — repetí imitando la acción de mi mejor amiga.

Mañana sería otro día y ya tendría oportunidad de arrepentirme.

¡Hola, hola! ¿Cómo están por aquí? Yo con dos corazones rotos, un corazón  helado por la sorpresa de encontrar a su novia en la misma fiesta y otro que disfruta de hacer sufrir a los demás con tal de no salir lastimado. 

¡Que personaje, Dios mío!

¿Qué les pareció el capítulo? A mi me encantó escribirlo y aún más la reacción de Zack 🤣🤣🤣🤣

Perdón por haber desaparecido y no actualizar, estaba con un bloqueo escritor MUY FEO Y ENORME que se me pasó el tiempo y ya pasó bastante de aquella vez que publiqué el primer capítulo.

De corazón soy sincera y no tenía ganas ni tiempo para escribir, aunque ya a este capi lo tenía escrito, solo le faltaban algunos detalles para salir al aire.

¡Prometo no volver a desaparecer por un buen tiempo!

Gracias por todo el apoyo. No olviden de votar, de comentar y si gustan, de compartir esta historia. ¡Gracias!

Les mando un abrazo gigante a todos.

T.R.W.

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