Capítulo 21: Presentaciones
En cuestión de segundos ya estaba añadido a un grupo, con otras seis personas, que tenían como logotipo una gallina.
Sí, una gallina.
No sé si al creador le pareció divertido, pera más que gracioso era extraño. Mis dedos dudaron ante el teclado, «¿sería yo el primero en hablar?» El destino respondió por mí. Los primeros serán los últimos, sobre todo cuando de problemas se trata.
El_Extranjero
¿Una gallina? ¿Quién escogió esa imagen?
Tía Rosy
Yo la escogí, porque fui la primera que llegué.
¿Algún problema?
El_Extranjero
Sí. ¿No se supone que esto es un grupo?
Se debería someter a votación para revisar si todos están de acuerdo.
A mí, por ejemplo, no me gusta.
Tía Rosy
¿Y quién te dijo que esto es una democracia? 🤔
Alba
A mí no me disgusta. 🤷
Tía Rosy.
🐔Gallina 2 - Amargado 0.
Rayo_McQueen
Mucho mejor.
La foto del grupo ha sido cambiada.
Tía Rosy
Él sí sabe de lo que hablo. 👍
Alba
¿Cómo hiciste eso?
Rayo_McQueen
¿La camiseta a la gallina? La dibujé.
Alba
¿Eres diseñador gráfico?
Rayo_McQueen
No. Técnico. Lo de editar imágenes es resultado de pasar todo el día frente a la computadora sin hacer nada de provecho.
Alba
Que envidia.
Rayo_McQueen
¿Lo de editar o lo de pasar todo el día frente a la computadora?
Alba
Tener computadora.
Tía Rosy
Mucho bla, bla. Vamos a presentarnos. Somos siete y todos estamos conectados. Bastante raro.
Rayo_McQueen
No tiene mucho de extraño. Nos han agrupado a los siete porque fuimos los últimos en crearnos una cuenta.
Alba
¿Y las preguntas?
Rayo_McQueen
No sirven de nada. Simplemente funcionan para que la gente se enganche y crea que tienen algo en común con los otros integrantes. Suele pasar en muchos sitios. Es un engaño divertido, ¿verdad?
El_Extranjero
Perfecto. He perdido diez minutos de mi tiempo respondiendo.
Tía Rosy
Ay, la vida tan ocupada que a de tener el compa de arriba 😂.
Alba
¿Diez minutos? ¿Trascribiste la Biblia en cada una?
Venado
¿Y tú cómo sabes eso Rayo_McQueen?
Ese fue el primer mensaje que envié. No quería perder ese dato entre la discusión que los otros tres empezarían.
Rayo_McQueen
El creador de la aplicación es mi amigo. Él ha sido el que me obligó a crearme un perfil.
Venado
Que bien.
El de tener un amigo que creó su propia aplicación.
No lo de obligarte a tener un perfil en ella, claro.
No creas que estoy a favor de forzar a las amistades a crearse perfiles y esas cosas.
Ya no sabía ni cómo defenderme. Estaba a punto de agregar otra disculpa que solo agravaría más el enredo cuando él contestó.
Rayo_McQueen
Tranquilo, hermano. Entiendo lo que quieres decir 😂. Supongo que tengo media suerte, entonces.
«Al menos se lo había tomado bien».
Tía Rosy
No creo que alguien con media suerte termine aquí, pero ya lo veremos cuando nos cuentes tu historia. Vamos a presentarnos como en alcohólicos anónimos. A pura palabra y sin unas buenas cervezas de por medio 😞. Pero no se preocupen yo me tomaré una en honor de cada uno 🍻. Otra cosa importante: no salgan con que su problema es que se enamoraron de personas casadas porque les damos una friega 🥊.
El_Extranjero
Señora, usted no puede amenazar a nadie así. Este medio es libre.
Tía Rosy
Se me hace que tú eres el que tiene ese problema.
El_Extranjero
¿Qué? ¡No! Es solo que nadie le ha dado autoridad sobre los demás.
Tía Rosy
Yo me di autoridad. Sobre advertencia no hay engaño.
Otro punto importante: es un resumen. Sus sentimientos los dejan para otra plática que si no nunca acabamos.
Empiezo yo para poner el ejemplo.
Mi nombre es Rosa, pero me pueden llamar Tía Rosy de cariño 🙂.
Soy de Monterrey. Tengo 47 años. Trabajo de conserje en la escuela donde estudiaba mi hijo.
Él ahora tiene 23. Está estudiando la universidad, quiere ser doctor. Yo le dije que eligiera una carrera más corta, pero él es terco y quiso eso. Actualmente hace prácticas en un hospital de la ciudad.
El_Extranjero
Señora, con todo el respeto que usted se merece, ¿la presentación es sobre usted o sobre su hijo?
Tía Rosy
😒
Alba
Alba. Veinticinco años recién cumplidos. Madre soltera y empleada mal pagada de una tienda. Solo me he unido para recordarles constantemente que no importa cuanto se esfuercen, los van a dejar. Sin expectativas amorosas más que divertirme con los líos ajenos.
Tía Rosy
Esa es una mejor actitud. No como yo peleando por mi vecino que es un amargado que no me hace caso. Seríamos una buena pareja sino fuera porque es demasiado serio. Hago bromas y no le gustan. No sé por qué si mi sentido del humor es mi única cualidad. ¿Alguien tiene un problema similar?
Venado
No.
Tía Rosy
Oye, tú, ¿lo del venado tiene algún significado en especial o simplemente te crees Bambi?
Venado
Lamentablemente tiene un significado, pero no me gustaría hablar de eso en este momento.
Tía Rosy
Que lo suelte. Que lo suelte. Que lo suelte. Que lo suelte. ¡Todos juntos!
El_Extranjero
No deberíamos obligarlo a hablar.
Tía Rosy
Ni dibiriamis ibligirli i hiblir.
Usted no se meta. Si usted no se quiere divertir, deje que los otros sean felices. Doy por hecho que te pusieron los cuernos, no te preocupes, les pasa a todos.
Venado
Sí. Bueno... Mi novia, con la iba a casarme después de varios años de noviazgo, me engañó con un compañero de su trabajo. Me lo confesó un poco antes de la boda cuando se enteró estaba embarazada. Y ahora me gusta una chica que está enamorada de otro.
A sabiendas que ninguno me conocía me arrepentí casi al instante de enviarlo porque no pude silenciar la sensación desagradable. Pero al mismo tiempo necesitaba hablarlo con alguien que pudiera entenderme.
Alba
...
Rayo_McQueen
...
El_Extranjero
...
Tía Rosy
Olvida lo que dije. Sí preocúpate. ¿Cómo le haces para sonreír después de esa humillación? Tú estás para dar consejos, no para andar pidiendo. A ver si alguien supera el drama de este compa. Si alguien puede le invito al bufet.
Nadie respondió. Para ser un halago no se sintió como uno.
—¿Jiménez, todo bien?
Casi aventé el celular cuando Miriam se asomó a mi escritorio. Ella se echó a reír al verme intentar ordenar mi desastre. Se cubrió la boca para ahogar sus carcajadas y tomó un enorme suspiro regularizando su respiración.
—Por primera vez fui yo la que lo asustó —presumió, orgullosa—. ¿Listo para la salida?
Busqué la hora. «Que rápido pasó el tiempo», pensé al comprobarlo.
—Sí. Sí. Sí —respondí deprisa apagando el equipo con torpeza—. Nos veremos el...
—Lunes —contestó por mí al verme intentar rememorar en qué día vivíamos. Asentí mientras guardaba mis cosas. Lo único que no debía olvidar era mi celular.
Ella se recargó en el marco de la puerta y me observó curiosa, como si pudiera leer mi mente. Empezó a ponerme nervioso la idea de que supiera qué estaba ocultando.
—¿Es mi imaginación o estás distraído? Más distraído que siempre —especificó lo último con una sonrisa. Yo me hice el tonto mientras la alcanzaba en la puerta para acompañarla como de costumbre al estacionamiento.
—Cosas tuyas, Miriam —mentí.
La mayoría de nuestros compañeros estaban abandonando el edificio. El viernes por la tarde todo se volvía un caos. Sonido de teléfonos siendo ignorados, despedidas en los departamentos y automóviles puestos en marcha.
—Sí eso creí —susurró para ella—. Por cierto... Por cierto, quería decirte algo —habló también en voz baja. Tuve la impresión de que esperaba no la escuchara, pero lo hice y no disimulé que había robado mi atención—. Es una tontería.
—No importa. Yo digo tonterías todo el tiempo y las escuchas igual. ¿Pasa algo?
—No, no. Es sobre lo que dijo Dulce en la tarde... —guardó silencio y ocupó unos segundos en sacar sus llaves de la bolsa. Elevó su mirada para comprobar que seguía pendiente de lo que decía. Lució desilusionada al constatar que sí—. ¿Crees que podrías olvidarlo?
No entendía a qué se refería con olvidarlo, pero sí podía ver la sinceridad de su petición.
—Sí, llegando a casa eliminaré los recuerdo de mi mente. —Ella entrecerró sus ojos ante la broma—. No sé qué quieres que olvide, pero si me lo dices y te hace sentir mejor prometo no volver a hablar de ello.
—Lo de Sebastián —escupió incómoda sin verme a la cara, abriendo su vehículo. Fingí lo mejor que pude que no me afectaba, agradecí que no me observará porque era pésimo actor y seguro mis expresiones me habían delatado—. Que estoy enamorada de nuestro jefe y esas tonterías de que ha sido él quien escribió el correo...
—¿Y no es verdad?
Me sorprendió reconocer mi voz en esa cuestión. No había reflexionado antes de soltarlo, simplemente hablé cuando llegó a mi cabeza. Miriam se giró para verme directo a los ojos, había dado en su punto débil.
—Lo del admirador —aclaré para salvarnos.
Ella suspiró aliviada, recargándose en su vehículo con los brazos cruzados.
—Claro que lo es. Usted lo conoce, aunque no tan bien como yo, pero Sebastián nunca haría eso. No se trata más que de una broma estúpida de un idiota —soltó molesta.
—¿Por qué estás tan segura?
Miriam calló unos segundos, creí que era porque no tenía la respuesta. La verdad era que le avergonzaba admitirla.
—Porque todo lo que decía era mentira —respondió con una risa seca.
Quise contradecirla, pero no había manera de hacerlo sin revelar que yo era el autor de esas palabras. Dudé, pero al final la vi marcharse con una sensación amarga en el pecho. No mentí, pero ella no lo creía y yo era demasiado cobarde para hacérselo saber en ese momento.
Cuando llegué a casa tenía un centenar de notificaciones del novedoso grupo de la tarde. Un centenar. «Otro grupo que tendré que silenciar», me resigné porque ya conocía cómo terminaban, no dejarían de saturarme con pláticas sin sentido y nada provechosas.
Considerándolo mejor no encontraría alivio en un montón de extraños con los que ni siquiera me sentía en confianza. No sé cómo por un instante creí funcionaría.
Al menos eso me había propuesto hasta que di con el hilo de mensajes y en un deseo rápido de ver si había algo importante perdí la noción del tiempo. Es algo extraño que sucede muy frecuente, dices un minuto y terminas pasando horas frente alguna tontería que no representará un cambio en nuestras vida. O al menos eso pensaba yo.
Rayo_McQueen
Yo estoy enamorada de una clienta que viene a diario, pero ella no me corresponde.
Tía Rosy
Le dibujaste una camisa a una gallina en menos de tres minutos. ¿Qué más puede buscar?
Rayo_McQueen
Está saliendo con otro.
Tía Rosy
Por Dios, ¿hay alguien aquí que no esté enamorado de una persona que quiere a otra?
El_Extranjero
Mi exesposa me dejó y ahora está casada. No importó que la siguiera queriendo, ni cuánto se la pidiera, simplemente se fue sin muchas palabras de por medio.
Alba
¿La sigue queriendo?
El_Extranjero
No.
Es decir, menos que hace un tiempo. Era una gran mujer, no pude olvidarla tan fácil.
Tía Rosy
Patético.
Espero que la historia de las dos chicas que faltan y que no han dicho ni pío sea menos lamentable. Empecemos contigo, Pao.
Pao.
Pao.
No se haga la loca que aquí dice que está conectada y leyendo todo esto.
Pao
Mi nombre es Paula. 19. Trabajo en una cafetería, medio tiempo. Me gusta un compañero que labora conmigo, pero él parece no darse cuenta. Ese es el resumen. Faltó agregar que ya hice todo lo que dicen los libros, pero nada funciona.
Alba
¿Los libros?
Pao
Sí. Tropezar, belleza interior, ser graciosa, torpe, frases llegadoras, etc.
Tía Rosy
Los libros romantizan todo. Si yo fuera personaje de un libro sería una mujer dulce que los saludaría a todos "buenos días, queridos" y no con un "cómo andan, gallinas". 😂😂
El_Extranjero
Señora, no creo que exista un escritor capaz de hacer semejante milagro.
Tía Rosy
Y si tú fueras uno serías el que todos pedirían muriera en el segundo episodio.
Pao
Capítulo*
Tía Rosy
Como se diga. Me entendieron que es lo que importa.
A ver, solo falta Mimi. Cuente su historia.
Qué curioso nombre, como la esposa del pato de Disney.
Alba
Minnie es la novia de Mickey, el ratón.
Tía Rosy
La cosa es corregirme.
Mimi
Mi historia no es tan interesante, lo mejor sería dejarla para otro día.
«¿Mimi?». Había sido una curiosa coincidencia que me topara un par de veces con ese nombre ese día. Una coincidencia bastante afortunada para un hombre con una suerte como la mía. «No puede ser Miriam», me repetí evitando caer en pánico.
Tía Rosy
Nada de otro día, cuéntalo ahora.
Mimi
Bien. Estoy enamorada de mi jefe desde hace cinco años. Él no me hace caso, nunca lo hará. Mi problema no es nada comparado con el de la mayoría.
«O tal vez sí».
Solo había una manera de comprobarlo. Tardé unos segundos en decidirme a seleccionar su imagen de perfil, un clavel rosa, para indagar en su información personal. La única clave que podía darme con plena seguridad su identidad era su correo y existía la posibilidad de que no lo hiciera público.
Existía, pero no fue así. Como si la vida misma quisiera advertirme mi karma di con él. Repasé las letras una por una. No había dudas, era el mismo al que había enviado ayer por la noche mi fracaso de declaración.
Mimi era Miriam. Habíamos acabado en el mismo grupo.
Que pequeño es el mundo para el que viene huyendo de algo.
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