Resentimiento
AVISO: No están ustedes para saberlo ni yo para contarlo pero debo confesar que odio este fic??? XD así que pronto estará en "Revisión" para mejorar la calidad ;u;
Dicho esto, advierto que algunas cosas podrían llegar a sufrir modificaciones, ya que me produce un cringe tremendo cada que alguien lo comenta, porque hay partes que escribí cuando era mas joven, ignorante y claramente estúpida y me dan ganas de pegarme un balazo uvu en realidad jamás lo volví a leer :v pero no puedo continuar así la vida espero puedan perdonarme ;u;
Dicho esto léanlo bajo su propio riesgo y con la mente MUY ABIERTA porque están por conocer el fic mas bizarro, OOC y mal escrito de Saint Seiya uvu
...O...
"No se puede descender dos veces por el mismo río, pues cuando desciendo el río por segunda vez, ni yo ni el río somos los mismos"-Heráclito.
....
"¡CAMUS!"
Se levantó de golpe y sudando frío el guardián de la octava casa, había tenido ese sueño nuevamente, aquel en el que todos morían en el muro de los lamentos. Hacía apenas un mes que por obra y gracia de la Diosa Athena los santos de oro habían revivido. Incluso en agradecimiento por ser la cabeza y autor del plan para que la Diosa obtuviera su armadura, también se le concedió el derecho al antiguo patriarca, quien retomó su cargo en el santuario.
Milo suspiró al percatarse de que ese sueño seguía siendo una memoria que lo asechaba, pues quizá él por tener un alto sentido de la amistad había sido el más afectado al ver morir a todos sus compañeros de armas a la vez. Se acomodó nuevamente en su cama, se cubrió con las cobijas e intentó conciliar el sueño, pero este parecía no querer volver a él, frustrado las aventó al piso y salió de su templo tallándose ambos ojos. La luz de la luna era intensa esa noche, por lo que iluminaba majestuosamente el santuario; el escorpio se sintió agradecido por poder darse el lujo de contemplar esos detalles, ahora que su vista no era exclusiva para detectar posibles amenazas y de pronto cruzó por su mente aquel nombre que gritó entre sueños.
"Camus"
Se sentó pesadamente en las escaleras y recargó su rostro en ambas manos "Ese maldito francés" murmuró "Jamás podré perdonarlo por su traición, no solo hacia Athena sino también a mi" el griego apretó los puños al recordar lo vivido en Asgard, él que había visto con tanto gusto a Camus, sintiéndose afortunado porque fuese el primer caballero que encontraba, más rápidamente sintió su felicidad disiparse cuando supo que-nuevamente-los había traicionado ¡Y por qué motivo!
El peli azul bufó de cólera al recordar a ese amigo que parecía se había sacado de la manga y por el cual, a sus ojos, lo había cambiado. No solo a él ¡a todos! pero no podía negar que le extrañó que también lo cambiara a él, después de todo, eran mejores amigos ¿No es así?
Por lo tanto, el escorpio y el acuario se habían distanciado, en ese mes solo habían coincidido un par de veces, y aunque en Asgard se podría decir que Camus se disculpó por sus faltas, Milo sintió que esa fue la gota que derramó el vaso. El griego estaba orgulloso de su rango y de lo que un caballero de oro representaba, por lo que el hecho de que Camus pisoteara tantas veces aquel título le parecía equivalente a blasfemar contra Athena, el no podía ser amigo de alguien así, ya no.
¿Qué si le dolía? ¡Por supuesto! Y horrores, un mejor amigo no es algo que se olvide con facilidad, mucho menos cuando lo perdiste a los brazos de la muerte tantas veces y ahora que estaba aquí, a tu alcance, las cosas habían llegado a un punto que parecía no tener retorno. Milo sabía que si él no arreglaba las cosas, Camus jamás lo haría, para el francés lo dicho antes de luchar contra el falso Dios Loki era más que suficiente. Si bien era cierto que Milo le había interrumpido cuando el galo le ofrecía sus disculpas, era precisamente porque no se tragaba las mismas, estaba HARTO de ser el pilar de esa amistad.
Cuando menos creyó los rayos del sol rozaron su rostro, por lo que alzó la cansada vista al horizonte "¿A quién quiero engañar?" pensó "Si amo a ese maldito más de lo que amo esta armadura" el griego suspiró nuevamente, se levantó y dirigió sus pasos para con alguien que pensaba podía animarlo un poco (y sobre todo estaría despierto a esa hora).
El penetrante olor a incienso inundo las fosas nasales del peli azul, a pesar de ser tan intenso no le molestaba en lo absoluto, el griego amaba la tranquilidad y armonía que sentía en cuanto ponía un pie en la casa de virgo, como era de esperarse, su guardián ya se encontraba despierto y posicionado para meditar.
"Shaka, buenos días"
El mencionado permaneció inmóvil en su loto y después esbozó una leve sonrisa "Milo de escorpio, hay muchas cosas que espero ver a estas horas, pero ciertamente dentro de ellas no estás tú"
Milo hizo una mueca como respuesta al sarcasmo del semidiós. Desde Asgard, cuando Shaka había salvado a Milo de morir ahogado y lo había cuidado en aquella cueva, la confianza entre ambos había subido como la espuma, llegando a formar un lazo un tanto más cercano que el promedio de los dorados, pero aun no llegaba a una amistad. Esto más por parte de Shaka que de Milo ya que el último si lo consideraba su amigo.
"Ya enserio, ¿Qué te trae a la casa de Virgo?" Preguntó, quizá un tanto más impaciente que genuinamente interesado.
"Nada en especial" respondió el griego "Tenía ganas de conversar con alguien y supuse que tu ya estarías despierto así que..."
Shaka alzó una ceja "Milo..." suspiró para así controlar su impulso de gritarle que si quién diablos pensaba que era para llegar a su templo a quitarle su tiempo con trivialidades y mandarlo a alguno de los seis Samsara después. "Estoy ocupado para hablar" finalmente dijo, se había propuesto como meta personal desde que se les revivió ser mas paciente para con sus semejantes.
Milo se le quedó viendo fijo, era obvio que el guardián de la sexta casa no estaba haciendo nada "¿Qué no ustedes los budistas deben portarse bien para no reencarnar en cucarachas o algo así?"
Shaka sintió que le temblaba el párpado con tan irrespetuosa, racista, imprudente, fuera de lugar...declaración, e hizo tal gesto que el guardián de escorpio no se la pensó dos veces para salir corriendo de ahí, no sin antes gritarle "¡Un gusto como siempre hablar contigo Shaka!" a lo cual el semidiós solo soltó un bufido de enfado que desacomodó un poco su flequillo y se dispuso después a continuar con sus rituales matutinos.
Salió de Virgo, para su mala suerte, por la entrada que daba al templo de Leo y maldijo su imprudencia pues no pensaba volver a entrar a la sexta casa hasta que a Shaka se le pasara el enojo, para su buena suerte había otro caballero en el santuario que solía madrugar y se dirigía en ese momento a virgo.
"¡Mu!" dijo entusiasta a lo que el mencionado caballero le regresó una sonrisa, en eso Milo se le acercó y le puso su mano en un hombro indicándole que se detuviera, para después acercarse a su oído y decirle "Si aprecias tu vida, no entres a la sexta casa ya que Shaka se levantó con el pie izquierdo el día de hoy"
Mu parpadeó un par de veces sin retirar la vista de Milo y después le sonrió amablemente "Estoy seguro que si eso sucediera no notaríamos la diferencia" el lemuriano hizo una mueca como si quisiera reírse pero se contuvo "El caballero de Virgo no se caracteriza precisamente por ser el más amigable, sin embargo, te garantizo que es inofensivo"
Milo entrecerró los ojos, existían muchos adjetivos calificativos con los cuales él podía describir a Shaka, pero entre ellos definitivamente no estaba "inofensivo". Claro que si alguien podía darse el lujo de decir eso era Mu de Aries, el callado pero bien sabido amor de Shaka, cabe decir que bien sabido por los demás porque los mencionados caballeros no caían en cuenta.
"Bueno, si te vas a aventurar a la casa de Virgo ¿Podrías hacerme el favor de interceder por mí para regresar a mi templo?
Mu levantó un puntito a falta de ceja y estuvo a punto de decirle al escorpio que él debía ser perfectamente capaz de solicitarle a Shaka el paso cuando recordó el por qué estaba ahí.
"Milo, ¿no te interesaría mejor acompañarnos a mi templo el día de hoy?" El griego lo miró extrañado por un momento, así que Mu se apresuró a decir "Debido a que últimamente tenemos demasiado tiempo libre pensé en fundar un club de lectura, estoy aquí para invitar a Shaka y me encantaría que también nos acompañaras si te interesa" le sonrió.
Milo no pudo evitar pensar que era la cosa más aburrida a la que alguien lo había invitado jamás, se imagino a su compañeros dorados sentados mientras bebían té pretenciosamente y discutían con palabras rimbombantes aquellos libros que seguramente serian obras literarias súper complejas, de esas que nadie entiende un carajo pero todos dicen amar. Estaba a punto de negarse rotunda-pero cortésmente-al ofrecimiento de su amigo cuando este le dijo "Quizá sea una buena oportunidad para que tú y Camus hagan las paces" Milo abrió los ojos como platos pero no dijo nada, por lo que el tibetano continuó "La idea surgió de los dos en una plática que tuvimos hace un par de días, originalmente Camus quería que solo fuéramos él y yo, pero lo convencí de abrir la convocatoria para todos"
Milo desvió la mirada al principio, estaba molesto con el ariano por ser tan perceptivo y quizá hasta maquiavélico al intentar convencerlo con esa carnada, pero luego nuevamente recordó que estaba hablando con Mu de Aries, quien procuraba ayudar siempre que podía y lo miró a los ojos con picardía "Qué costumbre la tuya de meterte en asuntos que no te importan Mu"
"¿Eso es un sí?" ignoró olímpicamente la manera tan tajante en la que el escorpio le respondió.
Milo suspiró por enésima vez ese día y le dijo "Supongamos que en un universo paralelo, el pertenecer a un club de lectura no me pareciera la cosa más aburrida en la que podría invertir mi tiempo y realmente quisiera participar en él, aun así, si Camus estuviera ahí preferiría no hacerlo"
"¿Acabas de decir de la manera más revoltosa posible que no quieres ir al club de lectura precisamente porque ira Camus?"
".....Si"
El ariano suspiró al recordar que tratar con Milo era casi igual que hacer entrar en razón a una pared, él apreciaba mucho al escorpión pero también era consciente de lo terco que podía llegar a ser "Se que estas molesto con Camus por todo lo que ha pasado, si me lo permites, me gustaría charlar contigo mas tarde de eso, a ver si puedo cambiar un poco tu percepción de las cosas"
Milo lo miró desenfadadamente, si algo le molestaba más que los clubs de lectura eran los sermones y no estaba precisamente ansioso de escuchar OTRO sermón más del Aries. Tuvo suficientes en las batallas pasadas.
"Déjame le comento a Shaka lo del club de lectura rápidamente y después ¿qué te parece si te invito a desayunar?" ahí estaba, otra amable sonrisa del lemuriano ¿Cómo decirle que no a ese hombre?
El escorpio titubeó un momento, pero finalmente cayó en cuenta que no tenía otra cosa mejor que hacer y seguramente hablar con Mu sería mucho más agradable que la conversación que pensaba tener con Shaka esa mañana, así que terminó cediendo.
"Te espero aquí afuera, por favor no tardes empieza a hacer calor"
Mu asintió con la cabeza y se aventuró al templo de Virgo.
"Que todos los budas te acompañen" le dijo burlonamente Milo a lo que Mu solo lo vio por el rabillo del ojo y soltó una pequeña risilla.
El lemuriano, al igual que Milo, fue invadido inmediatamente por el agradable aroma y la atmósfera cálida y tranquila del templo del rubio, quien se encontraba en posición de loto como siempre.
"Buen día Shaka, espero no interrumpir" dijo suavemente el peli lavanda a lo que el mencionado se apresuró a negar con la cabeza.
"Nada de eso Mu ¿Qué te trae a Virgo hoy?" el rubio de pronto abrió los ojos como platos, pensando que quizá su tono de voz había sido demasiado severo "Es decir, no es que no quiera que vengas aquí, en realidad me da gusto verte, digo, como me daría gusto que viniera cualquiera de nuestros compañeros a mi templo..."
Mu arqueó una tika y miró a Shaka con incredulidad, estaba hablando demasiado y de pronto había perdido su tan afamada habilidad con las palabras. El rubio era capaz de derrotarte con el habla pero hoy el habla lo había derrotado a él.
"Em...Shaka" sonrió apenado el lemuriano para después ponerse serio "Milo me está esperando afuera de tu casa" de pronto pasó por su mente decirle al semidiós que si sus palabras eran ciertas por qué Milo estaba fuera y no dentro de su templo, pero se contuvo pues tenía prisa "Por lo tanto mi visita será breve".
Shaka, quien aun mantenía los ojos abiertos y tenía falta de experiencia en sus expresiones no pudo ocultar su desilusión por las palabras de Mu.
"Tan solo vine a invitarte a un club de lectura que formaremos Camus y yo, todos están convocados, el día de hoy nos reuniremos en mi templo para ponernos de acuerdo en los detalles, si te interesa, te estaremos esperando ahí...Oh ¡Casi lo olvido!" En eso el caballero de Aries le extendió al virgo una cajita adornada de una manera sencilla pero muy bella.
"Ten, es para ti" le sonrió "Aproveche que vendría a verte para darte esto"
Shaka lo volteó a ver intrigado y comenzó a abrir con cuidado la curiosa caja, miró el contenido, después miró a Mu asombrado y finalmente volvió a posar sus ojos en aquel objeto "Esto es..."
Mu le sonrió "Supe que fue una de las tantas cosas que se perdió con la destrucción de tu templo en la guerra santa, aunque siento que me he saboteado yo mismo pues ya no tendré el gusto de recibirte en Aries para tomar el té..." el lemuriano de pronto formó una sonrisa maliciosa "Claro, que si te unes al club de lectura, no tendría por qué extrañarte"
En eso se escuchó un estridente gritó proveniente de las afueras de la casa de Virgo.
"¡MU! ¡ME ESTOY CALCINANDO AQUÍ AFUERA APRESURATEEEEEE!"
El caballero de Aries abrió sus bellos ojos verdes de par en par y ni siquiera esperó por la respuesta del semidiós "¡Lo siento Shaka debo irme nos vemos después!"
El virgo parpadeó un par de veces y se encogió de hombros, para después contemplar con cuidado aquel objeto que se le acababa de entregar y sonreír.
....
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