Indecisión
Al día siguiente Shaka hizo sus oraciones diarias en tiempo record, se saltó el desayuno y se vistió rápidamente encaminando sus pasos a la casa de Aries, después de su plática de ayer con Milo había decidido que no permitirá que Saga le arrebatara a Mu, al fin de cuentas, el lemuriano le había dicho indirectamente que a quien realmente quería era a él. El rubio entonces sentía cierta confianza y optimismo, todo el camino fue pensando la manera en la que le confesaría al tibetano sus sentimientos, incluso se dio el lujo de imaginar su reacción y soñar despierto con el momento en que al fin estuvieran juntos.
De pronto se encontró a la entrada de la casa de géminis, iba tan enfrascado en sus pensamientos que no había contemplado que tenía que pasar por ahí, hizo una mueca de desagrado y se decidió a entrar, unos pasos adelante se encontraba Saga, quien vestía solamente la parte de abajo de su pijama.
"Buenos días Saga" dijo lo mas cordialmente que pudo "¿Me permitirías pasar por tu templo?"
El géminis volteó a verlo con indiferencia "Eres tú, Shaka" de repente le entre sonrió, lo que hizo que Shaka inmediatamente se pusiera a la defensiva "¿Te diriges a Aries cierto?" Saga le preguntó esto último en un tono burlesco, que hizo que a Shaka le hirviera la sangre.
"A donde yo me dirija no es asunto tuyo" le cortó. "Tan solo dime si me permitirás pasar por tu templo o tendré que abrirme camino yo solo"
Saga cerró los ojos y empezó a reír entre dientes "Por supuesto que te dejaré pasar, no hay razón para que no lo haga, Shaka..." con ello se movió a un lado, dejándole el camino libre al virgo, quien pasó de largo sin verlo a la cara, unos pasos antes de salir del templo de géminis Saga le dijo "Iba a pedirte que le dieras un beso a Mu de mi parte, pero más tarde lo haré personalmente"
Shaka se detuvo en seco aún viendo hacia el lado contrario de Saga y comenzó a apretar los puños, después respiró hondo y rió quedamente "Bueno Saga, no te puedo garantizar que para más tarde encuentres a Mu en Aries, quizá lo tengas que ir a buscar a Virgo, solo no se te olvide tocar" dicho esto caminó tranquilamente hacia la salida, dejando atrás a un muy molesto peli azul.
Salió entonces sonriendo con la cabeza en alto y finalmente llegó a Aries, el guardián de dicha casa se encontraba en la cocina preparando el desayuno, al escuchar pasos en su templo volteó en su dirección y se encontró con los ojos de Shaka "Shaka, buenos días, que agradable sorpresa" le sonrió.
El virgo se sintió complacido de ser recibido tan cordialmente, pues debía admitir que tenía algo de miedo de como reaccionaría el lemuriano después de su plática anterior.
"Estaba preparando el desayuno ¿Quieres acompañarme?"
El rubio negó con la cabeza "La verdad es que no tengo apetito...desde hace un par de días"
Mu lo miró extrañado "Shaka, iba a preguntarte el por qué de eso pero caigo en cuenta que ni siquiera te he preguntado a que has venido"
Shaka entonces de pronto sintió como toda su confianza lo abandonaba, ahí estaba, el momento crucial...abrió la boca para hablar pero no salió ni un sonido, la forma en la que Mu lo estaba viendo, como una mezcla entre incertidumbre y gracia no estaba ayudando mucho.
"¿Qué sucede Shaka? ¿Te comieron la lengua los ratones?" Bromeó Mu, poniendo al semidiós aun más nervioso, Shaka tuvo que sacudir un poco la cabeza para tranquilizarse, el lemuriano arqueó una tika, en los años que tenía de conocerlo no recordaba un comportamiento como ese.
"Mu, antes que nada, quiero disculparme por la forma en la que te trate el día anterior, fui muy insensible y estuvo mal..." el rubio bajó la mirada, Mu se quedó atónito... ¿Acaso dijo que fue insensible y estuvo mal? Shaka estaba ¿disculpándose? Mu no lo podía creer.
"Shaka, no te preocupes, ya está olvidado" le sonrió, acto seguido Shaka tomó las níveas y finas manos del tibetano y lo vio directo a los ojos, ocasionando un leve sonrojo en sus mejillas.
"Hay algo más que quiero decirte..."Shaka respiró hondo "Yo..." reunió toda su fuerza de voluntad, cerró los ojos un momento para calmar un poco sus nervios y habló tan a prisa y fuerte que parecía más un reclamo que una declaración de amor "¡Estoy enamorado de ti Mu!"
El lemuriano palideció, sus ojos se abrieron tanto que pensó que se saldrían de sus orbitas y de pronto sintió que toda la fuerza se evaporaba de su cuerpo ".... ¿Qué has dicho?"
Shaka apretó levemente las manos de Mu, pues sentía que si no lo hacía su cuerpo comenzaría a temblar sin control "He dicho que estoy enamorado de ti, te ruego no me hagas repetirlo, me doy cuenta que es increíblemente difícil..." Esta declaración para nada se parecía a la que tenía planeada en un principio, en ella se veía mil veces más seguro y Mu reaccionaba mil veces mejor.
Mu lo miró con ternura y le sonrió "Shaka...No sabes cuánto deseaba escuchar esto..."
El rubio sonrió ampliamente sin poderlo evitar, movido por sus instintos, comenzó a acercarse al rostro de Mu para darle un primer beso, pero el lemuriano le colocó dos dedos en los labios, frenándolo.
"...hace 4 días atrás"
El caballero de Virgo sintió como si una lanza le atravesara el corazón, se quedó inmóvil y sin expresión alguna en su rostro, el tibetano continuó hablando "Perdóname Shaka, pero es que ya no estoy muy seguro de lo que siento por ti"
Shaka soltó la mano que aún sostenía y se dio la media vuelta. Antes de salir de la casa de Aries se sostuvo un momento de uno de los pilares y preguntó lo más serenamente que su dolor le permitió "¿Es por Saga?"
Mu se sonrió con tristeza "No, es por mi"
Shaka a la vez también sonrió "Bueno, no todo está perdido entonces" y con ello se marchó.
Camino a su templo agradeció a todos los budas habidos y por haber que Saga no estuviera en géminis, pues odiaría tener que lidiar con sus burlas por su fracaso, aunque a estas alturas sentía que todo era poca cosa y se le resbalaría comparado con el sentimiento que llevaba a cuestas, sus pasos se sentían pesados, le costaba enfocar los escalones ¿Acaso Mu pasaría por todo esto también por su culpa? El solo pensarlo le dio escalofríos, que su querido Mu sufriera así por él, quien tan solo debería brindarle felicidad. De pronto detuvo sus pasos en seco, las cosas no se podían quedar así, no iba a desistir tan fácilmente, bastante trabajo le había costado entender sus sentimientos y tanto había pasado Mu a través de ello como para tirarlo todo por la borda, de pronto pensó que si el corazón de Mu fue suyo una vez, podía recuperarlo si se lo proponía.
...O...
El tibetano suspiró con pesadez, estaba guardando su desayuno en el refrigerador pues de pronto había perdido completamente el apetito ¿Por qué tenían que pasarle a él todas estas cosas? ¿Qué karma estaba pagando? Sin tantos ánimos se arregló para encontrarse con Saga, pues aun no terminaban de leer el libro, suspiró nuevamente, su día pintaba bastante difícil, pues le esperaba otra plática semejante en la casa de géminis.
En el tercer templo fue recibido por un sonriente Saga, quien lo tomó de los hombros y lo empujó levemente hacia la sala, se veía emocionado y Mu no entendía bien porque "Mira Mu, hay algo que quiero mostrarte..." el lemuriano resignado se dejó llevar por el griego quien finalmente lo sentó delicadamente en el sillón, le extendió entonces lo que parecía ser un gran libro revestido de cuero negro, tenia muestras de que alguien le había querido quitar el polvo rápidamente con la mano, el tibetano se le quedó viendo largamente al objeto y luego volteó a ver a Saga "¿Qué es esto?"
"Ábrelo y lo averiguarás"
Mu hizo como se le indicó y después una leve sonrisa se formó en su rostro "¿De dónde lo sacaste?"
Saga se rascó la cabeza "Em...de la sala del patriarca, hace un par de años..."
Mu lo miró primero serio, comprendiendo que se refería a cuando había tomado el santuario y después se sonrió "Bueno Saga, el robarle este libro a Shion verdaderamente es el menor de tus pecados" rió.
Saga se sonrojó y miró hacia el techo "Dale vuelta hasta la antepenúltima hoja"
Mu obedeció, lo que tenía en sus manos era el álbum de fotos de Shion, en donde había guardado todas sus fotos de la infancia, incluso se había dado a la tarea de acomodarlas por edad. Mu sabia de la existencia de ese libro pero jamás lo había visto, pues Shion no admitiría tener guardado algo tan sentimental. En la antepenúltima hoja estaban él y Saga, el mayor lo llevaba en sus hombros mientras un Mu de 7 años reía alegremente, el lemuriano se sonrió con nostalgia, sin duda Saga había sido una parte muy importante de su formación, entonces lo recordó...
"Saga, hay algo que debo hablar contigo"
El griego se sentó al lado de Mu y lo miró con ligera angustia "Dime"
"Ayer, en verdad me divertí mucho a tu lado, disfruto demasiado de tu compañía y tus atenciones, entiendo tus sentimientos por mi y es por ello que me parece importante ser totalmente sincero contigo, antes de que lleguemos más lejos..."
A Saga esto no le estaba pintando bien, a pesar de que las palabras de Mu parecían indicar que le correspondía, su mirada y su tono de voz le decían todo lo contrario.
"No dormí anoche tratando de comprender mis sentimientos hacia ti y después de mucho meditar me doy cuenta que la razón por la que disfruto tanto tu compañía y tus atenciones, es precisamente esta..."Mu señalo con el dedo índice la foto que tenía en su regazo "Sigo asociando tu cariño con el que me tenías cuando niño, pienso que dejar de verte de esta manera será muy difícil si no es que imposible..." El lemuriano de pronto comenzó a llorar, el no quería lastimar a nadie, pero los rostros de Saga y Shaka después de sus palabras le daban a entender que estaba haciendo totalmente lo opuesto.
"Mu, por favor no llores..." un par de lágrimas comenzaron a brotar de los ojos de Saga, quien limpió las del lemuriano con sus dedos "No voy a mentirte, me duelen mucho tus palabras, pero te agradezco que tuvieras el valor de decírmelo"
El ariano mantuvo sus ojos en la foto, la cual estaba un tanto mojada, Saga tomó la mano de Mu con delicadeza y le dijo "No me prives de verte, es lo único que pido, quizá con el tiempo pueda convencerte de que me mires diferente" le sonrió.
"Saga..." el nombre del griego escapó de sus labios como un murmulló, inmediatamente recordó a Shaka, quien también le había dado a entender que no se daría por vencido, cruzó por su mente entonces que se avecinaba un caos y las lágrimas volvieron a sus ojos.
...O...
Shaka se encontraba en Virgo caminando de un lado a otro, tenía tanto tiempo haciendo eso que por poco y abre un surco en el suelo, su mente estaba hecha un caos, si bien era cierto que Mu se había enamorado de él, no tenía ni idea del por qué ¿Cómo saber qué hacer para recuperarlo? De pronto algo, o más bien alguien, se le vino a la mente.
"Milo..." probablemente él podría ayudarlo, siendo pareja de Camus algo debía saber sobre los sentimientos de Mu, quizá lo más lógico hubiera sido preguntarle a Camus directamente, pero este era una tumba y Milo siempre había sido más boquiflojo, por lo que se fue a la opción más sencilla.
Subió tranquilamente hasta la casa de escorpio, donde encontró a Milo de puro milagro, pues estaba por irse a acuario. Shaka lo llamó desde la entrada y el griego lo invitó a pasar, le alegró que estuviera ahí pues se había quedado preocupado por él la noche anterior, Shaka le contó lo que había hecho y la reacción que Mu había tenido y Milo se quedó perplejo "Demonios Shaka, sí que la hiciste esta vez... ¿Y cómo piensas ganártelo de vuelta? Porque me imagino que no vas a dejar las cosas así ¿Verdad?"
"Esperaba y tú pudieras ayudarme con eso, ya que de algún modo lograste ganarte el corazón de Camus. No entiendo cómo sinceramente..."
"¡Hey! ¿Y así quieres que te ayude?" Milo se cruzó de brazos "No me hagas decirte la sarta de estupideces que tú has cometido, ser el más cercano a Dios no te hace necesariamente el más brillante"
"En realidad esperaba que tuvieras esa información, necesito saber qué hacer para que Mu..."La vergüenza se apodero de pronto de Shaka, exponer así su corazón no le era nada sencillo, al único que le decía las cosas tal como pasaban por su mente era al tibetano, lástima que no podía pedirle consejo a él "...para que Mu vuelva a aceptarme" dijo finalmente.
Milo suspiró "Shaka, jamás creí que mis ojos verían este día, pon atención pues te daré la clave de tu éxito para recuperar a Mu" el escorpio cerró los ojos y sonrió orgulloso, Shaka tan solo arqueó una ceja, pero se resignó a escucharlo pues no tenía un mejor plan.
....O....
En Acuario Milo se encontraba poniendo la mesa en lo que Camus preparaba la comida "Shaka vino a hablar conmigo hoy" le comentó de pronto.
"¿Sobre qué?"le preguntó el francés en su usual voz indiferente, fijando sus ojos en la olla donde cocinaba una sopa de cebolla.
"Sobre Mu, fue esta mañana a confesarle sus sentimientos y ¿Qué crees? El buen Mu lo mandó al diablo"
Camus se quedó pensativo un momento mientras revolvía la sopa "Era de esperarse, como te comenté, está confundido, va a necesitar más que eso para aclarar su mente"
Milo lo miró extrañado y después le sonrió "Bueno, no te preocupes, me he encargado de darle un par de consejos, ¡no puede fallar!"
Camus volteó a verlo "Por Athena Milo ¿qué le dijiste?"
El escorpio lo miró molesto "No sé por qué te preocupas tanto, algo debo de saber al respecto, de no ser así no estarías aquí conmigo ¿Cierto?" el griego se acercó al francés y lo abrazó por la espalda, a lo que recibió un cucharazo como respuesta.
(N/A: Dinámica de la historia: Milo ira hablando y acto seguido vendrá la escena donde le hace caso Shaka y que pasó a continuación)
"Debes ser detallista..."
Shaka llegó esa mañana a la casa de Aries, habían pasado un par de días desde la plática con Mu, por lo cual cuando se presentó ante él este arqueó una "ceja"
"Buen día Shaka, dime ¿Qué se te ofrece?"
El virgo volteó a ver al techo y le extendió a Mu un trapo, se podía ver la vergüenza en su cara a pesar de estar evitando el contacto visual con él. Mu miró el trapo extrañado y lo tomó, esperando una explicación.
"Yo...el otro día que vine a tu templo pude ver que tenías algo de polvo en los muebles, por lo que pensé en traerte esto" En la mente de Shaka, regalarle algo útil a Mu era un buen detalle.
Mu lo miró fijo "Gracias Shaka, también me será útil para limpiar el agua que derramé de las flores que Saga me trajo esta mañana..."
El rostro de Shaka se descompuso por completo ante esa declaración y se retiró derrotado sin decir nada más.
"...Debes hacerle cumplidos"
Después de mucha insistencia, Mu aceptó la invitación de Shaka a tomar el té a su templo como acostumbraban, una vez ahí el rubio le sirve a Mu su taza y después se sirve la suya, sentándose justo frente a él, un silencio incomodo se apoderó del templo de virgo, el cual fue rotó por su morador "¿Sabes Mu? tienes unos ojos muy lindos"
El tibetano se ruborizó de inmediato, pues Shaka jamás le había dicho una cosa así, sin embargo el gusto le duró poco, pues el semidiós no había terminado "Me parece más lindo el derecho, no sé si porque es más grande..."
Mu lo miró molesto y cerró los ojos, dándole un sorbo a su taza de té. Shaka se golpeó mentalmente al caer en cuenta de lo que había dicho.
"....Debes ser cariñoso con él, abrázalo, tómale la mano"
Este sin duda era el punto que ponía a Shaka mas nervioso, pues no sabía cómo reaccionaría Mu si intentaba acercarse a él. El lemuriano una vez que se terminaron el té comenzó a recoger los platos y tazas, para él era de buena educación ayudar cuando se le invitaba a comer o algo en casa ajena, Shaka lo vio y se apresuró a ayudarle "Ya los tengo" le dijo mientras le quitaba todas las cosas para llevarlas él a la cocina "Eres mi invitado, y aunque sé que es tu manía hacer eso, también recuerda que la mía es atenderte"
Mu por primera vez en un buen tiempo le sonrió "Gracias Shaka, aunque sea déjame ayudarte a lavar los trastes"
"Lo haremos juntos" le sonrió el rubio.
Ambos se dirigieron a la cocina, Mu comenzó a enjabonar los trastes mientras Shaka los enjuagaba, realmente no eran muchos, en lo que Mu le pasó un plato a Shaka, sus manos se tocaron por un momento, el indio alzó la vista y se encontró con las esmeraldas de Mu, quien lo veía con la misma expresión que él mismo, estaba seguro, tenía en su rostro. Shaka soltó el plato pues se había sumergido tanto en la mirada del peli lavanda que perdió atención en lo que hacía, el ruido del plato cayendo los hizo volver en sí. Mu se apresuró a tomarlo y lo enjuagó, manteniendo la vista fija enfrente para no volver a ver a los ojos a Shaka.
El ariano se mantuvo así el resto del tiempo, sin embargo, sentía que el corazón le estaba latiendo apresuradamente, no podía negarlo por más que quisiera, después de todo no era gripa, aun sentía algo por Shaka, pero continuaba tan molesto y orgulloso que no lo admitiría.
Se apresuró a retirarse, despidiéndose cordialmente del indio, quien se ofreció a acompañarlo a Aries pero el tibetano se negó "Nos vemos, Shaka" dijo a manera de despedida y desapareció en la oscuridad de la noche.
...O...
Al día siguiente en la casa de escorpio Milo estaba literalmente llorando de la risa en lo que Shaka le contaba, con una franca cara de vergüenza y un tanto de enojo, como le había ido con sus primeros dos consejos, el rubio comenzó a frotarse el puente de la nariz con los dedos en un intento por no mandar al griego a alguno de los Seis Samsara.
"¡Mi panza, mi pobre panza!" se quejaba el peli azul mientras intentaba agarrar aire "¡Dioses Shaka! ¿Es acaso que te abandonó el sentido común?"
Camus, quien también estaba ahí e indirectamente había escuchado todo se sentó junto con ellos y sutilmente le dio un pellizco a Milo, quien volteó a verlo molesto al sentir el dolor, pero no dijo nada.
"Shaka, Mu siempre te ha querido por quien realmente eres, no necesitas hacer nada más..."
Shaka se detuvo a analizar un momento las palabras de Camus, la única ocasión en la cual le había ido bien era cuando precisamente no forzó las cosas y fue él mismo, incluso consiguió que Mu volviera a sonreírle, y la manera en la que el tibetano lo vio en la cocina, eso debía significar algo.
"De cualquier modo no te preocupes, te ayudaremos" le sonrió Milo "Después de todo, nosotros somos Shakistas..."
Shaka abrió los ojos como platos al igual que Camus, el cual fulminó a Milo con la mirada.
"¿Qué? ¿Acaso no lo sabes?"Preguntó con tono de burla el griego, si las miradas mataran yacería sin vida en el suelo, cortesía de Camus.
"¿Qué cosa?"Preguntó Shaka, intrigado hasta la médula.
"Todo el santuario sabe que tu y Saga están peleándose por Mu, ha llegado al grado de que nos hemos separado en dos bandos "Los Sagistas" y los "Shakistas" nosotros como podrás imaginarte estamos de tu parte, pero hay otros que solo quieren ver arder al mundo y apoyan a Saga"
El semidiós por un momento sintió ganas de soltar su cosmos y desaparecer el santuario, pero después de tranquilizarse un poco pensó que era de esperarse "Pueblo chico, infierno grande".
El indio se levantó, agradeció a ambos caballeros por su ayuda y se retiró a Virgo.
Milo bufó, desacomodando un poco su flequillo "¡Dioses que infierno! Ojala Mu se decidiera por Shaka de una buena vez, ¡A ver si así podemos tener algo de privacidad!"
"Te dije que no nos metiéramos..."
"¡Bah, calla! si tú tienes un plan entre manos, por cierto ¿Qué paso con eso? ¿Cuándo piensas llevarlo a cabo? Mas importante aún ¿Cuándo piensas decirme de que se trata? El día que te pregunte te hiciste tonto y ya no me dijiste..."
"Todo a su debido tiempo, Milo..."Le interrumpió el Mago de los hielos "Tu no debiste darle esos consejos a Shaka en primer lugar, casi lo hechas todo a perder"
El griego puso cara de ofendido y elevó un tanto la voz "¡Son buenos consejos! ¡No es mi culpa que Shaka sea tan romántico como un palo!"
Camus entre rió con esa palabras, Milo lo volteó a ver pícaramente y paseo su mano por el muslo del francés, lo cual hizo que este ultimo diera un pequeño salto "Bueno Camus ¿Te parece si nos ocupamos ahora de nuestros propios asuntos?"
El galo le regaló una mirada de complicidad, que fue suficiente para que Milo lo aprisionara por debajo de él en el sillón, arrancando múltiples suspiros de todos los decibeles por parte del acuariano.
.......O........
Después de lo acontecido el día anterior, Shaka comprendió que debía seguir sus propios métodos, así que aprovechando su buena racha se aventuró a invitar a Mu a salir, le dijo que tan solo quería que lo acompañara al pueblo por unas cosas. Como eso era algo que hacían comúnmente Mu no le puso ningún pero y se fueron juntos a Rodorio.
Mientras caminaban en silencio Shaka veía de reojo a Mu, quien llevaba el cabello suelto y ropa casual, los ojos del tibetano se paseaban por los distintos puestos ambulantes con curiosidad y en eso Shaka se detuvo en uno "¿Quieres un helado Mu?" El lemuriano asintió con la cabeza "¿De qué lo quieres?"
"Chocolate" dijo inmediatamente a lo que Shaka se sonrió, pues el de antemano ya sabía la respuesta. Pidió dos helados y los pagó, extendiéndole el suyo a Mu.
Ambos caminaron un tanto mas mientras comían, en eso Mu cayó en cuenta de algo "¡Buda lo olvide! ¿Gustas helado Shaka?" el tibetano era sumamente cortés, pero cuando se refería a nieve le costaba un poco compartir.
Shaka lo miró pícaramente y le dijo "Mmm... no lo sé, seguramente ya está cubierto de tus gérmenes..."
Mu lo vio fijo pero después le devolvió la sonrisa traviesa y sin darle tiempo al virgo de nada le embarró la nieve en la boca. Shaka se quedó estático un par de segundos en lo que Mu reía ampliamente y reaccionó tomando algo de su helado con el dedo y embarrándoselo al ariano en la nariz. El afectado parpadeó un par de veces asombrado y miró retadoramente al virgo, quien inmediatamente volvió a poner su dedo en el helado, como una advertencia. Acto seguido ambos caballeros se enfrascaron en una dulce guerra terminando con los rostros cubiertos del helado del otro, Shaka vio complacido como Mu no podía parar de reír, mientras el mismo sonreía como solo el ariano lograba que lo hiciera.
"No puedo creer que desperdiciara mi helado en ti" le dijo Mu burlonamente "Devuélvemelo" a penas dijo esto y le dio a Shaka un beso en la mejilla, quedando entonces embarrado de ambos sabores.
El virgo no pudo evitar sonrojarse, ya que no se esperaba para nada esa reacción por parte de Mu, y su color se intensificó al ver al lemuriano con los labios cubiertos de helado por el beso que le dio; cruzó por su mente robarle uno él mismo, usando el pretexto tonto de Mu, pero temiendo lo rechazara de nuevo mejor decidió esperar "Será mejor que busquemos donde limpiarnos el rostro, no pienso volver así al santuario, tengo una reputación que mantener" le dijo Shaka sarcásticamente a lo que Mu asintió y partieron entonces.
...O....
Ese mismo día Milo despertó un poco más tarde de lo que usualmente hacía, había caído profundamente dormido, no recordaba la última vez que había dormido tan bien, eso se lo debía agradecer al acuariano que yacía a su lado en la cama, lo miró con amor y orgullo, ese hermoso joven de finas facciones y estilizada figura era solo para él. Se sintió tan afortunado de tenerlo que la euforia de esa sensación le hizo abrazarlo a su pecho fuertemente, ocasionando que Camus se despertara.
"Milo...me estas lastimando"murmuró entre sueños el peli aguamarina.
"No pienso moverme de esta cama ni soltarte en todo el día" le dijo sin aflojar el abrazo, a Camus por más tierna que le pareciera la actitud de su pareja, le molestaba de cualquier modo que lo inmovilizara, además le daba mucho calor.
"Milo...por favor, aun que sea intenta no estrangularme"
El escorpio hizo un puchero, estaba a punto de replicar cuando se escuchó una voz proveniente de la entrada de su casa.
"Camus ¿Estás aquí?" la voz sin lugar a dudas era de Afrodita, Milo arqueó una ceja ¿Qué diablos estaba haciendo el caballero de piscis en su templo a estas horas? Y más importante todavía ¿Para qué rayos estaba buscando a SU Camus?
El peli aguamarina sintió que lo salvó la campana y comenzó a moverse como gusano para zafarse del agarre de Milo "Milo, por favor, me están esperando"
El griego soltó un bufido de exasperación, frustrado por qué cada vez eran más personas las que los interrumpían, finalmente desistió y soltó al acuariano, quien se vistió tan rápido como pudo y salió a encontrarse con el sueco.
"Lo olvidaste ¿cierto?" lo miró molesto el caballero más hermoso de entre los 12 "Yo no puedo trabajar así Camus, si así van a ser las cosas mejor olvídalo"
El galo cerró los ojos para ocultar lo mucho que le irritaban las palabras del piscis "No lo olvidé Afrodita, tan solo me quedé dormido, lamento que hayas tenido que venir hasta acá a buscarme"
"Ooooh por supuesto que lo lamentarás, por lo menos el resto de este día no permitiré que lo olvides..."
Camus aguantó las ganas de suspirar profundamente por lo infantil que podía llegar a ser su compañero en ocasiones y de pronto dudó querer su ayuda, pero lo necesitaba, así que resistió.
"Bueno, esto es lo que haremos..."
...O...
Mu, quien convencido por Saga no desistió del club de lectura, se encontraba en su casa con el géminis leyendo, este último había notado a Mu un tanto distinto, ya no se veía tan melancólico ni se detenía a observar largamente los objetos con la mirada perdida, eso le daba mucho gusto pues queriendo a Mu como lo hacía, el verlo triste también lo entristecía a él, sin embargo no podía evitar preguntarse el por qué de su cambio de actitud. El tibetano interrumpió la lectura pues escuchó la tetera silbar desde la cocina, se levantó, apagó la estufa y la tomó con el trapo que Shaka le regaló para no quemarse, contempló el trapo un momento y una sonrisa se dibujó en sus labios, la cual lo siguió hasta la sala donde se encontraba su compañero de lectura.
"Vaya Mu, hace tiempo que no te veía sonreír" le dijo Saga viéndolo con los ojos entre cerrados y una sonrisa. El lemuriano no había caído en cuenta de que estaba sonriendo y cuando Saga se lo dijo dio un pequeño saltó y se ruborizó de inmediato "¿Lo estoy? no lo noté" el tibetano comenzó a servir el té, pero estaba tan distraído que lo sirvió por fuera de la taza, sin notarlo.
"¡Mu! ¡Estas tirando el té!"
El mencionado joven salió de su ensoñación y dejó la tetera en la mesa, tomando el trapo y limpiando apresuradamente el líquido derramado "Este trapo que Shaka me dio ha sido realmente útil" pensó en voz alta, Saga no necesitó más para entender que estaba pasando, sonrió débilmente con los ojos cerrados y dijo "Veo que por fin lo has decidido..."
Mu volteó a verlo aún inclinado y con trapo en mano, su cara era de franca confusión, el griego continuó "Solo espero que ese idiota te trate como te mereces" dicho esto se levantó del sillón, tomó el rostro de Mu con ambas manos y le dio un rápido beso en los labios, este último se quedo mudo e inmóvil, sin saber qué hacer "Lo siento, no podía quedarme con las ganas, adiós Mu" dicho esto Saga caminó tranquilamente hacia la salida de Aries, en cuanto puso un pie fuera Mu se dejó caer en el sillón y se quedo ahí varios minutos viendo a un punto muerto.
...O...
Más tarde en la casa de Escorpio
"¿Cómo vamos a convencer a los Sagistas de volverse Shakistas?" Preguntó Afrodita a Camus.
Camus cerró los ojos y le dio un sorbo a su café "Bueno, ¿qué caso tiene ser Sagista, si el mismo Saga estará ahí para ayudar...?"
"¡¿Cómo dices?!" Afrodita sintió que se le saldrían los ojos por la impresión, Camus tan solo le dio otro sorbo a su café.
Continuara...
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