Confusión
Shaka iba a la mitad de las escaleras que conectaban la casa de virgo con la de leo cuando cayó de espaldas al suelo, había topado con el muro de cristal de Mu.
"¡¿Por qué hiciste eso Mu?!" le preguntó contrariado, intentando incorporarse.
"Yo soy el que debería hacerte esa pregunta ¡¿A dónde crees que vas?!" Mu lo miró molesto, manteniéndose a una distancia prudente de él.
"¿No es obvio? Voy a géminis a hablar con Saga para que te deje tranquilo..."
Mu arqueó una tika y le dijo serenamente "Bueno Shaka, dos cosas, la primera: soy perfectamente capaz de solucionar mis problemas por mi cuenta y la segunda ¿Quién te dice que quiero que Saga me deje tranquilo?"
Shaka entonces abrió los ojos como platos, sintió como se quedaba boquiabierto por las palabras del lemuriano y tan solo pudo balbucear "Pe...pero, pero yo creí..."
El tibetano cerró los ojos y soltó un suspiro, apenado y molesto por la actitud de su amigo. El verdaderamente desconocía que la razón del actuar tan impulsivo del virgo era porque moría de celos... ¿Pero cómo iba a saberlo si ni el mismo Shaka lo entendía? Precisamente, como Shaka no estaba al tanto de su interés por Mu, este último había perdido casi toda esperanza de ser notado por el semidiós alguna vez y asumió que el indio, siendo un ser que buscaba la iluminación, era incapaz de sentir algo tan mundano como el amor. Estas ideas le impedían notar los sutiles tintes de interés de Shaka para con él, tomándolos más bien como arranques de un amigo sobreprotector.
Entonces Mu, sin darle oportunidad de explicarse le dijo "La razón por la que te lo dije no fue para que salieras corriendo a su templo a decirle no se qué cosas, sino porque necesitaba tu consejo...Saga me invitó a salir"
"¿Mi...consejo....?" Dijo apenas Shaka, sintiendo una terrible opresión en el pecho mientras veía a Mu incrédulo.
Mu miró al horizonte y esbozó una leve sonrisa "Cuando yo era niño y Saga me cuidaba, recuerdo que me llamaba mucho la atención, obviamente yo era muy pequeño y en ese entonces nuestras diferencias en edad se veían abismales, yo teniendo 5 años y el 13, era demasiado... "
Shaka comenzó a esforzarse más por prestarle atención a su amigo, pues el ruido de su corazón palpitando a mil por hora no lo dejaba escuchar con claridad. Él no entendía que le estaba pasando, pero cada palabra que el lemuriano decía le sabía como beber vinagre.
"Pero ahora que yo tengo 20 años y el 28, el salir con él no suena tan descabellado ¿No lo crees?" Mu volteó a verlo esbozando una leve sonrisa, Shaka se le quedó viendo a las bellas esmeraldas que tenia frente a él y de pronto fue invadido por una profunda melancolía.
"Entonces... ¿tú también estas enamorado de él?" pregunto de la manera más calmada posible el guardián de la sexta casa.
Mu negó con la cabeza "Mi corazón le pertenece a alguien más, sin embargo, dudo que esa persona alguna vez se fije en mi" el joven lemuriano sonrió levemente mientras bajaba la mirada, sus ojos brillaban por el dolor que le ocasionaba decirle eso precisamente al responsable de su pena "Es por ello que estoy considerando aceptar la invitación de Saga, quizá es momento de me resigne y siga adelante... ¿Tu qué me aconsejas, Shaka?"
El lemuriano estaba jugándose el todo por el todo, si con esto Shaka no reaccionaba, para él todo estaba perdido.
El indio abrió grandes los ojos, sintió tanto coraje al saber que Mu estaba dispuesto a salir con Saga que ni siquiera se cuestionó quien era la persona que lo había rechazado en un principio. Sus zafiros chocaron peligrosamente con las esmeraldas del lemuriano y le dijo cortantemente "No lo sé, tú sabrás lo que haces Mu, ya eres un adulto y yo no puedo hacer más por ti que desearte felicidad" con eso se dio la media vuelta y se regresó a su templo sin saber que había dejado atrás un corazón roto.
.....O....
De ese día pasaron tres, los cuales se le habían hecho eternos a Shaka, no tenía noticia alguna del lemuriano y de pronto se preguntó si había sido muy duro con él, estaba en eso cuando Aioria llegó a virgo para seguir con la lectura. Desganado, el semidiós recibió a su compañero, quien inmediatamente notó que algo no andaba bien con Shaka, pues estaba tratándolo más humanamente de lo normal, no estaba de mal humor y ni siquiera le había pedido que se quitara los zapatos para pisar la alfombra. Shaka se acercó al librero y tomó el libro entregándoselo después a Aioria "Ten, empieza tu" le dijo a lo que Aioria arqueó una ceja, a pesar de que sus palabras habían sido muy hoscas el tono de su voz no concordaba con las mismas, ¿Acaso se escuchaba...triste? El guardián de la quinta casa decidió no preguntarle nada y obedeció.
Mientras Aioria leía los rasgos que hicieron que Gerry cayera enamorado casi inmediato de Holly, Mu se le cruzaba por la mente a Shaka, quien recordó cuando el tibetano volvió al santuario, era como una visión a la entrada del templo de virgo, vistiendo sus tradicionales ropas tibetanas, con sus largos cabellos lilas atados en una coleta baja los cuales el viento se encargaba de mecer delicadamente y en tope de todo eso la cálida sonrisa, esa que había extrañado por 13 años...
Ambos eran los mejores amigos desde niños y la partida del lemuriano había lastimado mucho a Shaka, pues se había ido sin siquiera despedirse ni darle una explicación. Pero en ese momento estaba nuevamente ahí frente a él, Mu se acercó al indio y lo abrazó fuerte diciéndole lo mucho que lo había echado de menos, a lo que Shaka solo permaneció ahí atónito, sin poder digerir del todo el hecho.
El lujo de detalle con el cual Shaka recordaba esto comenzó a preocuparlo, se detuvo dentro de su memoria a observar a Mu, los enormes y serenos ojos verdes que le parecían tan bellos y expresivos, la figura estilizada pero fuerte por su condición de artesano, el cabello largo y lacio que enmarcaba sus finas facciones, las curiosas tikas en su frente que denotaban su interesante pasado...Shaka describía a Mu con el mismo lujo de detalles que Gerry a Holly...y no solo eso, sino con el mismo sentimiento nostálgico que el libro describía. De pronto, algo hizo "click" en su cabeza.
"Maldición..." murmuró el guardián de la sexta casa, tenía los ojos abiertos de par en par, como quien acaba de ver un fantasma. Aioria alcanzó a escucharlo y lo miró con extrañeza "Shaka ¿Pasa al...?"
"¡Maldición, Maldición!" grito Shaka esta vez, interrumpiendo a su compañero, se levantó de un brinco ante la mirada asombrada de Aioria, que no sabía que se le había metido al rubio, cuando menos pensó el caballero de leo, Shaka salió corriendo escaleras abajo del templo de virgo.
"¡Shaka! ¿qué pasa? ¡Vuelve!" Aioria se quedó parado en la entrada con el libro en la mano y una cara de desconcierto.
.....O...
El semidiós iba corriendo a toda prisa, debía recorrer 5 casas antes de llegar con el lemuriano, todo el camino fue murmurando maldiciones y reprochándose en su mente por lo estúpido y ciego que había sido al no darse cuenta de que estaba enamorado de Mu ¡No pensaba perder más tiempo! iba tan distraído y con tanta prisa que no notó que había otro caballero delante de él y chocaron de frente.
"¡Demonios Shaka! ¿Qué no se supone que ya mantienes los ojos abiertos? ¡Fíjate por dónde vas!" esos gritos y maldiciones no podían ser de nadie más que de Milo, quien había ido con Mu e iba de regreso.
"No tengo tiempo para pelear contigo ahora Milo tengo prisa" Con eso se incorporó como pudo y estaba a punto de echar a correr de nuevo pero el escorpio lo tomó del hombro.
"¿Qué acaso no me escuchaste? ¡Debo irme suéltame!"
El griego negó con la cabeza y después vio a Shaka a los ojos "Si tienes prisa para llegar a la casa de Aries pierde cuidado ya que Mu no está ahí"
El virgo alzó una ceja por lo que el peli azul se apresuró a explicarle "Vengo de su casa, cuando yo me fui llegó Saga, al parecer iban a salir"
Shaka sintió que lo atravesó algo, sus ojos estaban posados en Milo pero su mirada estaba perdida. El griego notó esto y comprendió de inmediato lo que estaba pasando "Shaka..." murmuró con tristeza.
El caballero de la sexta casa se dejó caer al suelo, sentándose en las escaleras y recargando su frente en ambas manos, tapándose la cara en un intento por tranquilizarse. Milo se mantuvo parado a un lado de él tan solo viéndolo, sin saber qué hacer. Después de un par de minutos de permanecer así Shaka se decidió a hablar.
"Me lo merezco, no sé que esperaba que ocurriera, si todas mis acciones no podían tener otro resultado más que este, jamás le hice ver lo importante que es para mí..."
Milo se sentó al lado de Shaka y rodeó sus rodillas con sus brazos, volteando a ver hacia enfrente. Hubo un breve silencio entre ambos el cual fue roto por el escorpio "Has perdido una batalla, pero no la guerra" le sonrió "No existe en este santuario mejor persona para Mu que tu, el único que parece no querer darse cuenta, eres precisamente tu" le sonrió pícaramente a lo que Shaka lo miró incrédulo "¡¿El único?!" casi gritó el virgo.
"Bueno..." Milo puso sus brazos por detrás de su cabeza mientras contemplaba el cielo "Digamos que todos llevamos esperando que descubras tus sentimientos un buen tiempo, incluso Mu"
Fue cuando Shaka sintió un balde de agua fría caerle encima, la persona a la que Mu se refería, la que creía que jamás correspondería sus sentimientos, era él.
....O....
"No sabes lo feliz que me hace hayas aceptado mi invitación Mu" le sonrió el caballero de géminis mientras caminaba junto con el lemuriano rumbo a un improvisado cine que hacían los fines de semana en Rodorio. Ahí exhibían películas clásicas al aire libre y Saga adivinó que a Mu le interesaría.
El aries alzó la vista para encontrarse con los ojos de Saga y le devolvió la sonrisa.
"Hemos llegado" le dijo el griego en lo que tomaba la mano de Mu para que lo siguiera, el lemuriano se sobresaltó inmediatamente pero no lo soltó, había decidido mantener su mente abierta a las posibilidades.
La función era en un parque, una vez ahí el géminis se sentó en el césped y le indicó a Mu que se sentara al lado de él, tres filas de personas los adelantaban para ver la pantalla por lo que habían alcanzado buenos lugares.
"¿Qué película veremos?" preguntó el tibetano, cuya mano aun era sostenida por Saga.
"En verdad no lo sé" le respondió el peli azul encogiéndose de hombros "Supongo que será una sorpresa" le sonrió. En eso acercó la cesta que había traído y sacó una botella de té frio y dos gyros, extendiéndole uno a Mu, quien le sonrió complacido "Saga, te acordaste..."
"¿Cómo olvidarlo? Si era lo que siempre me pedias que te hiciera, espero que siga siendo de tu agrado"
Mu se sonrojó por enésima vez ese día y le dio una mordida al gyro, era de falafell, pues Mu no comía carne "¡Esta delicioso!" le dijo con una enorme sonrisa, lo que hizo que Saga riera afablemente "Me encanta cuando sonríes así..."
Mu desvió la mirada y agachó la cabeza por la pena pero la levantó rápidamente pues la película dio inicio.
La noche transcurrió de manera tranquila para ambos caballeros, era una película de suspenso clásica y Saga se había encargado de abrazar a Mu un par de veces, taparle los ojos cuando una escena terrorífica o indecorosa pasaba solo para molestarlo un poco y de pronto besar su mano o frente, cosas a las que Mu no había puesto objeción alguna.
Finalmente Saga lo acompaño a Aries, le dio un último beso en la mejilla y se dirigió a su templo, no sin antes decirle que se la había pasado muy bien a su lado, a lo que el lemuriano le sonrió y le dijo que lo veía mañana para continuar con la lectura.
Mu no entendía por qué, pero se sentía culpable, tremendamente culpable, a pesar de que se había divertido mucho con Saga no podía dejar de pensar en Shaka, que era a quien realmente amaba. Sentía como si lo hubiera traicionado a pesar de que no se pertenecían, y aun que él no correspondió ninguna de las atenciones del guardián de la tercera casa, no podía negar que le había permitido ser tan dulce como el géminis había querido. Derrotado por su moral se sentó a llorar en las escaleras; apenas un par de lágrimas resbalaban por sus mejillas cuando sintió un cosmos familiar detrás de él.
"¿Cómo te fue con Saga?" le preguntó Camus, en su usual tono serio.
"Em...bien" le respondió Mu "¿Qué haces aquí, Camus?"
"Vine a ver cómo te habías sentido..." Camus se acercó al lemuriano y se sentó junto con él en las escaleras "¿Estabas llorando?"
Mu se secó las lagrimas con el dorso de su mano y le dijo tenuemente "Me siento terriblemente mal Camus, Saga es tan dulce y bueno conmigo, pero aun así, no consigo sacarme a Shaka de la cabeza.... ¡Por los Budas estoy tan confundido!" el lemuriano hundió el rostro en sus rodillas y permaneció así un largo tiempo, mientras Camus lo único que atinó a hacer fue ponerle una mano en la cabeza.
....O....
Entrada la noche Milo se encontraba en acuario con Camus, como se le había hecho costumbre desde aquel beso que se dieron en la cocina, aun que no habían formalizado ante sus compañeros dorados su relación, era el secreto a voces del santuario, no se habían molestado en romper el silencio porque no lo consideraban necesario.
Ambos estaban en el sillón viendo una película, Camus estaba sentado y Milo tenía la cabeza en sus piernas, este último había estado un tanto callado y pensativo, el francés lo notó y mientras pasaba sus dedos por los enredados y rebeldes cabellos de su novio le preguntó "Milo ¿algo te está molestando? Normalmente tú hablas durante toda la película y hoy ni siquiera le has gritado a los protagonistas ¿todo bien?"
Milo entre sonrió, tomó la mano que el galo estaba utilizando para peinar sus cabellos y la besó con devoción "Estoy preocupado por Shaka, me lo encontré...bueno, mas bien, chocamos literalmente de camino acá y se veía muy mal, resulta ser que el muy tonto acaba de caer por fin en cuenta de que está enamorado de Mu..."
Camus volteó un tanto rápido a ver a Milo y lo interrumpió "¿Estás jugando verdad? Acabo de ir a ver a Mu, tuvo una cita con Saga y ahora esta terriblemente confundido...
Milo cerró los ojos y dejo salir un suspiro de enfado "¡Que desafortunado momento eligió Shaka para darse cuenta! Yo que pensé que Mu correría a sus brazos en cuanto lo supiera, y ahora resulta que se está debatiendo entre él y Saga, ¡Por los Dioses!"
"No hay manera de que esto resulte bien" aseveró Camus "Solo espero que no termine en batalla de los mil días..."
"Por lo menos así sabríamos finalmente quien es más fuerte, si Saga o Shaka" dijo Milo con una sonrisa burlona.
"No bromees con eso....aun que sería bastante interesante de ver" admitió el francés.
"Debe haber algo que podamos hacer..."
"Preferiría que no nos involucráramos Milo"
"Bueno Camus, si Mu hubiera pensado como tu créeme que yo no estaría hoy en tus piernas, tal vez sea hora de regresarle el favor..."
Camus se quedó pensativo un momento "La verdad no soy partidario de meterme donde no me llaman, pero puede que haya una manera en la que podemos ayudarlos sin involucrarnos demasiado..."
"Te escucho..."
Continuara...
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