Capitulo XIV: Viaje Bien Atrás

 —¿Sarah, sucede algo? —Allye preguntó al ver a su amiga distraída, sentada en el pupitre a pocos minutos que el receso finalizara, haciendo dibujos y formas en una hoja de papel con un lápiz mordisqueado

—¿Por? ¿qué sucede? —la gótica respondió con un tono desanimado, casi indiferente

—No lo sé. No me acostumbro a verte sin tu cara de lolita homicida en crack.

Mientras Allyson se acercaba para ver aquellas imágenes que Sarah dibujaba, esta discretamente con sus brazos trataba de ocultar lo que estaba en ese papel.

—¿No quieres mostrarme eso...verdad? —La pelirroja preguntó.

—No, es que...es algo que...

Había algo extraño en esa escena, y Allyson no tardó en detectar que era.

—No, espera: la niña soñadora emo medio tartamuda que raya su cuaderno de cursilerías soy yo.

—Lo sé —Sarah respondió.

—¿Cómo que "lo sé"? ¿tan sencillo fue darme la razón sobre ser una emo llorona soñadora?

—Lo estás siendo ahora mismo—Jake comentó al entrar al aula—. Ademas, lo haces del modo equivocado. Si quieres quitarle algo a alguien, debes hacerlo con completa sutileza y astucia.

Jake se acercó a Sarah, la vio directamente a los ojos, y entonces...

—¡Dámelo Sarah!—Él joven le arrebató de las manos el dibujo bruscamente-

—¡Devuélvemelo!

—¡Luego, luego! Todo lo que queremos es ver de que se trata.

Jake tomó el dibujo y se alejó de Sarah; Allyson dio un par de pasos al lado de su amigo para poder ver la ilustración también.

—Esto es...diferente a tu estilo normal —Allyson comentó.

—Si, tienes razón—concordó Jake—. No hay tripas, no hay mutilaciones, no hay zombies homosexuales besándose...gracias a Dios.

La imagen era simplemente una niña, sonriente de la mano y viendo a una mujer mas grande, también sonriente. El trazo era muy sencillo, lejos del grotesco detalle usual en el arte de Sarah, lejos de los temas de su interés.

—¡No podían dejarlo ir! ¿Verdad?—Sarah, con las mejillas coloradas, y la voz quebrada dijo

—¿Es algo importante...no?—Allye, apenada, preguntó

—En realidad...sí.

Sarah posó su cabeza a un costado, con los ojos cerrados, con la respiración agitada por unos segundos.

—¿Estás bien?—Jake preguntó

Finalmente, el rojo del rostro de Sarah se fue, y su respiración volvió a ritmo normal.

—¡Sí, sí lo estoy!—La muchacha contestó a gritó—. ¿Quién me pasa el trabajo de historia? Es que tengo algunas dudas y no recuerdo bien las lecciones. ¿La hoja en medio de la bandera es de maple o es de cannabis?

Sarah sonó una vez mas como la "Sarah" que conocían: una voz animada, casi chillona, a toda prisa y alegre, pero no era más que una fachada para el oído poco entrenado. Pero Allye y Jake podían detectar algo más: el tono sonaba calculado, fingido, planeado con antelación; nada que ver con la usual espontaneidad de su amiga. En todo caso, se oía como una burda imitación de ella misma, como si se hubiera reducido sola a una parodia de lo que todos esperan de ella.

—¿Tienen la tarea o no? —Sarah preguntó, rompiendo el silencio pensativo en el cual Allye y Jake se habían sumergido

—Claro...y-yo te la pasó—Allyson respondió, sólo ahora entendiendo sin entender el verdadero malestar que sufría su amiga.

Aquel acto de insensibilidad cambió la sensación del resto del día. Sí, Sarah actuaba como si nada hubiera ocurrido, con su sonrisa y ojos perturbadoramente usuales, pero era precisamente el punto: Sarah no hacía, "actuaba". Algo se había rotó en ella, y no podía funcionar de manera correcta, no al menos por ahora.

—Oye Sarah...em—Allyson tartamudeaba en el teléfono, aquella noche, tratando de arreglar las palabras que necesitaba para su disculpa—. Perdónanos, no sabíamos que estábamos tocando una fibra sensible.

—No hay problema, no te preocupes por eso. Quizás yo exageré un poco...

—Escuchar “exageré un poco” de la chica que causó una insurrección en el quinto grado cuando la cafetería dejó de servir burritos es impresionante.

—¡Nadie nos quita los burritos!

—¡Tranquila, tranquila! El tratado Greenberg-De Kamp tiene prohibido remover los burritos de todos los menús de escuelas públicas de la zona de Toronto.

—¿Nada mal para una niña de diez años verdad? —Sarah rió tras esa pregunta, esta vez de un modo mucho más espontaneo y sincero.

—En verdad no sabíamos lo mucho que representa para ti...eso.

—Olvídalo Allye, no quiero contarte la historia de mi vida...en parte por la enorme carga y tortura emocional que me inflige...y en parte porque no recuerdo mucho después que mi madre me dejara caer de cabeza...¿o era que chocamos contra un autobús?

—¿No lo recuerdas?

—¿Ves? Ni siquiera recuerdo la razón por la que no recuerdo ciertos recuerdos.

—René Magritte estaría orgulloso...pero en fin. Entonces, ¿nos vemos mañana?

—Na, estaré buscando comida de celacantos por otros lados. La ciudad es grande, debe haber en algún lado.

—Bien, pero antes de colgar, ¿tú y yo estamos...?

—Calma Allye, todos somos patanes con todos, es lo que nos hace amigos.

—Eso y que cada uno nos damos algo que no podemos obtener de otro lado...de Jake la droga, de ti la piratería y de mi las tareas...

Enternecedor a su modo, ambas chicas colgaron. Sarah se encontraba mucho más relajada, tranquila, pero no por completo calmada, no al menos su imaginación, y si bien es cierto que esta es muy vivida y pintoresca (si los bocetos de su escultura de Ian Curtis inyectándose heroína son un indicativo), mas no era por algún proyecto de arte en puerta o por soñar con una orgía interracial, sino por cierta persona de su pasado que ahora había vuelto a su corazón, o quizás, nunca se fue en primer lugar.

—Sabes, en ocasiones olvido que Sarah se hace llamar gótica y que el comportamiento depresivo y pensativo debería ser común en ella, pero tu ocupaste bastante bien esa plaza —Jake comentó a Allye, ahora siendo él la persona llamada

—¿ “Se hace llamar gótica”?— Allye cuestionó—. ¿Qué tratas de decir con eso? ¿Qué es una fachada?

—Sí, pero todos nos ocultamos detrás de una fachada: tú nos criticas por nuestra irresponsabilidad, pero al mismo tiempo te gusta sentirte como la inteligente y madura del grupo.

—Algo aventurada tal manera de describirme, ¿no?

—¿Puedes Allye, acaso decirme con toda honestidad y verdad que no disfrutas un poco ser “el cerebro”?

—¿Con toda honestidad? ¿Con toda verdad?

—Sí.

—Bueno...me hace sentirme útil —la pelirroja respondió, con pena pero sin poder ocultar los hechos tal como eran—. Pero entonces, aclara esto: ¿Tú también te ocultas?

—Intento ser sincero lo más que puedo...no obstante, no puedo evitar cierta vanidad siendo el “chico malo y fuerte”.

—¿Por eso en lugar de juntarte con otros pandilleros te juntas con una gótica y una neurótica?

—Qué bonito rimó eso...y quizás si. Quizás sí.

—Debatiremos asuntos sobre expectativas y roles sociales después. Volvamos a Sarah.

—¿Te asusta verla así de sensible?

—¿No nos pasamos, verdad Jake?

—Algo, pero hemos hecho cosas peores.

—A OTROS, no a ella.

—¿Deberíamos hacer algo?

Allyson tuvo una idea, la cual, ella misma entendía que era ridícula, absurda y con pocas posibilidades de triunfar, pero en un mundo de salchichas voladoras, al menos podía intentar.

—Debo estar loca—Allyson se dijo, tras colgar la llamada con Jake, y estar ella frente a su ordenador, a punto de teclear unas palabras...

...que no conocía.

—Cierto...no tengo puta idea de como se llama...se debe apellidar "Greenberg"...aunque es su abuela, así que el apellido que pasó a su madre fue el materno, no el paterno...por otro lado, uso el apellido de mi madre después que el idiota de mi padre se fue, así que quizás eso también pasó con la familia de Sarah y...Dios, estoy tan cansada, pensaré eso mañana.

Mientras Allyson mostraba tal compromiso y dedicación investigadora esa noche, del otro lado de la ciudad la solución estaba llegando sola (o más bien, acompañada por un semi-esclavo).

—¡Llegamos Dimitri!—exclamó Ruth, en el aeropuerto de Toronto, bajando del avión—. ¡Por fin estamos en la ciudad!

—¿Alguna idea de dónde empezar?—Dimitri preguntó, con maletas en mano.

—Supongo que podríamos empezar con la antigua dirección, digo, contestaron el número.

—Perfecto. Un taxi nos espera señora.

—Dimitri, no tienes porque ser tan formal...no después de todo lo que nos hemos visto...—Ruth comentó acompañado con un coqueto guiño.

—Señora...en público no, por favor —Dimitri respondió con un susurro, un poco avergonzado.—Esperemos hasta llegar al hotel.

A la mañana siguiente, mientras un par de recíen llegados pensaba en su proxímo movimiento, dos chicos locales se dirigían en rumbo al hogar de Sarah esa mañana.

—¿Me repites el plan de nuevo?—preguntó Jake

—Es sencillo: preguntamos el nombre de la abuela de Sarah.

—¿No la mencionó? ¿estás segura?

—O no la mencionó o somos peores amigos de lo que creíamos.

—Bien, "Nancy Drew", ¿cómo lo harás? ¿solo lo preguntarás o tienes un plan innecesariamente complicado que nos tomará mas tiempo del que debería?

—Ah pues...em...—Allyson procedió a tirar un par de hojas de papel con la Operación "Reunión Familiar" en medio de la calle—. ¡No! ¿C-cómo crees?

—Lo que aún me sorprende es como le afecta tanto esto a Sarah.

—¿Por qué? ¿te extraña verla así?

—En parte, pero es mas porque, ¿acaso importa? No he visto a mi madre en años, y jamás he oído de tu padre, y no nos afecta: somos dos chicos perfectamente normales.

—¿Sabes que cuándo alguien se refiere a algo como "perfectamente normal" casi siempre es que en realidad es completamente descabellado?

—Tengo en cuenta eso —Jake contestó—. Pero cuándo se trata con alguien que sólo habla en el idioma de la locura hay que hablarle en su propio idioma.

Finalmente llegaron y tocaron el timbre de la puerta, pero nadie contestó. Allyson repitió la acción un par de veces mas, pero entonces recordó un detalle.

—¡Cierto! Ella debe estar todavía buscando...comida de celacanto.

—¿No va a estar entonces?— Jake preguntó.

—Podemos llamarla...

Allyson tomó su teléfono y trató de llamarla, pero ella fue interrumpida por dos invitados no esperados.

—Disculpe—Ruth dijo—. ¿Es este el hogar de los...?

—¡Perdón!—Allye contestó—. ¿No ve que intento hacer una llamada? Estas cosas cuestan, ¿lo sabe?

—No quería importunarla, pero es que tengo una duda y...

—¡Contesta, contesta!—Allye decía, molesta por el tiempo en que Sarah no respondía al llamado y por tener ahí a una anciana y a su...¿hijo, nieto, amante?

—Sólo necesitamos que nos diga si esta dirección es correcta —prosiguió Ruth, tratando de mostrarles una hoja de papel con el nombre inscrito de la calle y el vecindario.

—Estamos un poco ocupados señora, y el vecindario se puede poner peligroso —Jake le dijo.

—Pero...

—Llamada perdida, ¡genial!—Allyson se quejó, furiosa y desesperada.

Ante tal expresión, Ruth no quiso provocarlos mas, y decidió retirarse.

—Malditos turistas—Jake comentó—. ¿Quién viene a turistear a Toronto? Uno SALE de Toronto, pasa por Toronto, puedes llenar gasolina en Toronto, pero no se queda por aquí.

—Y el estúpido acento, ¡no sabía que existían vaqueras judías!

—No suena común, digo, la única judía del oeste que conocemos es...

Entonces, Allye y Jake se miraron a los ojos...

—¡No! No es posible —ambos se dijeron al mismo tiempo, en tono de broma.

Pero dándose cuenta que sonaban como un giro poco satisfactorio en una sitcom...

—¡Espera! ¡¿Qué estamos diciendo?! —los chicos se gritaron el uno al otro y fueron corriendo tras esos dos

—¡Esperen, esperen! ¡Detenganse! —Allyson gritaba.

—¡Esos punks nos quieren asaltar! —Dimitri exclamó

—No os preocupeis—Ruth le dijo, de un modo quizás muy histriónico—I know krav maga.

Justo antes de que llegara a ella, Ruth se quitó del camino de Allye con un movimiento veloz y con otro la golpeó en la nuca haciéndola caer. Ahora, Ruth, quedando de espaldas a Jake, sintió la presencia de el joven y cuando este se encontraba a distancia razonable, alzo su pierna izquierda y lo pateó en el rostro, derribandoló también.

—¡Una cosa es que sean groseros pero otra que nos quieran asaltar!—Ruth gritó—. ¿Quieren más? ¡Hay mas de donde eso vino! —añadió al verlos levantándose adoloridos.

—Dios mio...esta señora está loca—Allye pensó mientras sobaba su brazo de un raspón que se dió contra el asfalto de la calle—. ¿Será posible?

—¿Lista para el siguiente round perra?

—Em...¿Señora Greenberg?— Allyson preguntó

—¡Sí! ¡Ése es mi apellido!— la señora exclamó mientras practicaba en el aire sus golpes—. ¡Espera un momento! ¿Cómo supiste?—Ruth bajó la guardia al ser nombrada de ese modo por esa chica pelirroja

—¿No tiene usted de casualidad una nieta? ¿Pelo negro ondulado, piel morena, ojos avellanas, sonrisa de muñeca de porcelana de la abuela que te regalan en un cumpleaños pero es demasiado realista que da miedo?

—Sarah...¿conoces a mi Sarah? —la señora preguntó con la emoción brotando de su garganta y de sus ojos.

Allyson no respondió verbalmente; en su lugar asintió con la cabeza, y al instante la mujer corrió a abrazarla tan fuerte que casi se le salen los ojos a la joven.

—Lo siento, me emocioné demasiado —Ruth se excusó tras solar a Allye.

—He tratado con su nieta, estoy acostumbrada—Allye explicó—. Pero caramba, tiene buenos brazos.

—¿Y dónde esta mi niña? ¿Está bien? ¿Sigue siendo tan linda como la recuerdo?

—Vaya que lo es...—Jake sonrió respondiendo a esa pregunta, provocando ternura e ilusión en la señora, pero una mirada agresiva y celosa de Allyson.

—¿Y dónde está? —Ruth preguntó.

—Buscando...comida de celacantos.

—¿Aún los tiene? ¡Increíble!

—Bueno, si desea puedo llamarla otra vez —la joven pelirroja sugirió con celular en mano listo para ser marcado.

—¡No, no! Que sea sorpresa...

Mas tarde, después del mediodía, Sarah regresaba a su hogar, cabisbaja, con una bolsa del encargo de la semana anterior.

—Apenas es la tarde...Dios, como quisiera que ya fuera hora de ir a dormir—la joven pensó.

Sarah se dispuso a abrir la puerta de su hogar, pero antes de poder girar la perilla, fue abordada por una anciana.

—Jovencita, no se si lo sepa...pero en casos de emergencia la comida de bagre puede servir para los celacantos...

—¿Celacantos? ¿Pero quién es...?

Sarah posó su mirada en esa mujer, y su pose cabisbaja y su mirada desanimada cambiaron radicalmente.

—¡Soy yo! ¿Acaso no me recuerdas?

—Eh...¿la nueva oficial de libertad condicional?

—¡No! ¡Tu abue!

A pesar de la confusión inicial, tras posar bien sus ojos en el rostro de aquella mujer, al instante se lanzó en un abrazo. Ruth podía sentir en el toque de su nieta una enorme, gigantesca tal vez necesidad. Un abrazo guardado, contenido por muchos años ya, y le respondió con la misma sensación de necesidad de tener ese contacto con ese ser querido tan amado ausente por un buen tiempo ya.

—Abuela...p-pero, ¿qué haces aquí?

—Quería ver a mi nieta favorita, deja que te vea un poco—Ruth tomó distancia y con las manos en los hombros de Sarah vió mas detalladamente la apariencia de esa joven—. Sarah, te has vuelto una señorita bastante hermosa.

—Gracias...bubba.—contestó sonrojada, con los ojos escurriendo en llanto, pero de felicidad.

—¿Dijo "boobie"?—Jake murmuró al oído de Allyson, viendo la escena desde varios metros, emergiendo de unos arbustos del jardín del hogar Greenberg

—Dijo "bubba": es Yiddish para "abuela"—Allye contestó.

—Estoy casi seguro que de verdad dijo “boobie”...

—¡No dijo eso Jake! ¡Sólo tú puedes escuchar eso! ¡Sí que sabes arruinar momentos!

El grito de Allyson llamó la atención de Ruth y Sarah, entregando miradas de extrañeza y confusión.

—Lo siento —Allye se disculpó.

—...Y tú también—Jake le susurró al oído.

Abuela y nieta fueron reunidas, pero ese era el paso sencillo. No es como si Sarah se hubiera perdido en San Petersburgo en la Rusia comunista, pero lo que Ruth tenía en mente...para lograr su acometido era necesario en verdad una mini-revolución.

N/A: Como es tradicional, muchas gracias por leer mi historia :D

No olviden aparecerse de vez en vez en el grupo de facebook y darle "like"...algún día eso me ayudará con dinero, ¡estoy seguro! ¡Lo leí por ahí en la Interweb!

Ahora, sobre los titulos...esta saga está muy VAGAMENTE basada en la historia de la Duquesa Anastasia (quizás conozcan la pelicula de dibujos animados hecha por Don Bluth en los 90), así que veanlo como una parodia bizarra a esa historia.

Saludos y suerte :D

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