Capitulo XXV: Todos Los Necios Del Presidente

Jake conversaba en teléfono a una línea especial para problemas como los suyos: generalmente él no era una de esas personas que disfrutaban el acto de compartir angustias, pero todos tienen un limite, y había ciertas cosas, preguntas y dudas que le causaban inseguridades y que no podía luchar contra tales sentimientos en solitario.

—..y el detalle es que sé bien que Allyson, la amiga de la que le he hablado es una chica inteligente —Jake mencionó—. No me malinterprete, eso me agrada. Pero también temo que llegará el día en que lo que tenemos no sea suficiente...porque para empezar, ni siquiera sé que tenemos en realidad. Aunque...creo que las definiciones sobran, ¿por qué tenemos que complicarlo tanto? ¿Por qué los humanos debemos actuar de esa manera siempre?

—Joven, me parece bien que haya decidido hablar con alguien respecto a sus problemas y aquello que le preocupa —el telefonista dijo—, mas debo recordarle que usted está llamando a un restaurante libanés.

—Si...es que se me olvido el teléfono de "emo-tel" y...bueno, anóteme con dos kebab de cordero...

—De acuerdo...

—¡Y no se pongan tacaños con la arugula!

Tras colgar, Jake se encontró con una epifanía vagando que de algún modo llegó a su casa, a su cuarto, a su cabeza. Sí: la realización académica de Allyson (y de pilón, de Sarah) produjo un pensamiento.

—¿Soy tan...idiota?

"Idiota" es un término relativo, ya que después de todo, para traficar, engañar, estafar, robar y defraudar es necesario un nivel de inteligencia decente, mas no estaba seguro si era el tipo de inteligencia requerida para impresionar a Allye (aparte de, impresionarla por la cantidad de cargos pendientes en su contra).

—Sé que no tengo las mejores notas —se repetía—. Pero también sé que no debo ser tonto, digo: tengo un libro favorito, "El Club de la Pelea", sé hablar un poco de ruso, adiviné que Paramore sería un"one album wonder", ¿eso debería contar, verdad?

Eran argumentos que sobraban, ya que no apaciguaban mucho sus preguntas. Lo que sí lo hacía era de origen vegetal.

—Bendita hierba —exclamó tras encender un porro de cannabis.

—¿Crees que nos iría bien en la Universidad de Ottawa? —Sarah preguntó a Allyson al día siguiente, mientras ellas y Jake caminaban por los pasillos hacía el patio en la hora del receso.

—Sarah, tu abuela puede pagar cualquier escuela en el mundo —Allye contestó—. ¿No deberías primero considerar tus opciones?

—Pero tú irás a la Universidad de Ottawa, ¿no es así?

—Mi madre es una asalariada y mi padre vive de lo lindo con su novia de 21 años en Nueva York...mis opciones son de un rango más limitado que el tuyo—Allyson explicó—. ¿Qué tal estudiar en el extranjero?

—Pero...ya no iríamos a la misma escuela—Sarah mencionó, con sus ojos volviéndose acuosos y con los labios en posición de puchero —. ¿¡No quieres estar conmigo verdad!

—¿Qué? No, yo no quise decir eso...

—¡Admítelo! ¿Tienes otra mejor amiga no? ¿Es la rubia de segundo grado? ¿¡Verdad!?

—¡No! En verdad, ¡claro que quiero estar contigo!

Sarah comenzó a llorar, armando un escándalo que hizo voltear las miradas a más de un estudiante.

—¡Basta ya! —Allyson pedía— . ¡Te juro que quiero estar contigo! ¡Iremos a Ottawa juntas! ¿Sí?

—¿Lo dices en serio? —Sarah preguntó silenciando su llanto pero aún con lágrimas recorriendo sus mejillas

—Sí, es en serio—Allye tomó de las manos a su amiga, tratando de calmarla—. Iremos a Ottawa, nos graduaremos y todo estará bien...siempre estaremos juntas.

—¡Gracias! —Sarah respondió con un abrazo que casi lleva al punto de la asfixia a su amiga

—Hay algo que falta aquí —Allyson murmuró—. Espera, ¡ya lo sé! ¿Jake?

—¿Si?

—Normalmente sacarías en tu mente de contexto esta situación y en cinco minutos estarías subiendo un video a Youtube bajo la categoría de "jóvenes confundidas y cariñosas".

—No estoy de humor para fetiches...

—¡Siempre se puede estar de humor para fetiches! —Sarah exclamó, por fin soltando a Allyson—. ¡Observa! ¡Oigan, ustedes dos! —gritó a dos chicos del equipo de lucha caminando en el pasillo en su dirección opuesta.

—¿Qué quieres, chica loca? —uno de los muchachos preguntó

—¡Tu amigo se revuelca a tu hermana!

—¿¡Qué?! —ambos gritaron—. ¡Prometiste no volver a hacerlo! —uno gritó

Los dos comenzaron a propinarse los movimientos aprendidos en su respectivo club hasta llegar al punto de caer el uno sobre el otro.

—¿Qué tiene que ver esto con fetiches? —Jake preguntó

—¿Bromeas, verdad? —Sarah dijo, sin despegar ni un instante su mirada de esos dos hombres fornidos y varoniles moviéndose con fuerza entre sí.

—Oh claro, olvidé con quién hablaba—Jake comentó—. ¿No es así Allye? —añadió, pero notó que la pelirroja no parecía poner mucha atención tampoco a lo que él tenía que decir—. ¿Allye? ¡Allye!

—¡Ah! ¡Sí, sí! Es...repugnante—la joven de cabellos colorados respondió tras regresar de un lapsus mental tras ver a esos dos atletas bien formados en esa exhibición de testosterona.

—Me da mucho gusto ver que en cuanto a excitación, los hombres y las mujeres ya somos iguales.

—Ya en serio Jake—Allye retomó el tema de su duda—, ¿hay algo que te preocupa?

—Muchas cosas: para empezar, la recompensa sobre mi cabeza sigue en pie, de buenas y todavía no saben mi nombre —respondió—. Por otro lado, hay ciertas dudas existenciales que me han mantenido con la neurona ocupada.

—¿Es en verdad existencial?

—¿Qué quieres decir con eso?

—No, nada en especial —la pelirroja contestó—; pero me molesta como la gente usa la palabra "existencial" para referirse a cosas no existenciales. Sé que es solo semántica, pero la gente debería leer un diccionario de vez en vez.

—¡Sí, sé a qué te refieres! —intervino Sarah— ¿Saben que me molesta semánticamente hablando? Esas ocasiones en las que la gente usa "literalmente" cuando lo que quieren decir es "figurativamente", como por ejemplo: "literalmente" el Barça le dio una paliza al Levante. ¡Sí, le ganó ocho a nada! ¡Pero "literalmente" paliza hubiera sido ver al equipo matando a golpes al rival! ¡No solo ganarle por mucho!

El hecho que ambas chicas manejaran muy bien temas de semántica y definiciones solo hacía sentir más inseguro a Jake: ¿Cuándo rayos aprendieron eso?, ¿Cómo se deletrea semántica?, "¿Acaso poner atención en clases en vez de fingir usar lentes oscuros de prescripción para disimular siestas en medio de la lección de Gramática rendía sus frutos?.

Sea lo que fuere, Jake se sentía rebasado.

—¡Director! —exclamó una joven entrando a la oficina del educador en cargo de Hopewell High— ¡Tenemos que hablar!

—¡No! — respondió el Director LaFontaine—. ¡Nadie me quitará mi boleto dorado! ¡Quiero ver esa fábrica de chocolates!

—¿Qué? No, no hablo de...su fábrica de chocolates; me refiero a las elecciones del consejo estudiantil.

—¡Oh gracias a Dios! ¡Creí que era un tema importante!

—¡Esto es importante Director!

—Oh Gabrielle...algún día crecerás.

Gabrielle Dimitriadis era una estudiante del tercer año, y si cierran sus ojos e imaginan todo estereotipo posible cuando digo las palabras "indignados", "chica de las flores", "hippie" o "la joven que intentó substituir la carne del menú de la cafetería con tofu" tendrán una idea más o menos clara de quien es.

—¡Hablo en serio Director! —exclamó acercándose al escritorio—. No sé si usted ha visto los números de las encuestas que le he enviado...

—¡Claro! Por ahí debo tenerlas —el Director abrió uno de sus cajones y buscó en medio de un mar de envolturas de chocolate—. El informe...aquí esta y...

—¿No lo leyó, verdad?

—¡Eran cuatro páginas! ¡Por ambos lados! ¿Quién soy? ¿Un educador?

—Sí.

—Oh...cierto es.

—Le daré un resumen: el interés por las próximas elecciones es casi cero— Gabrielle se acercó arrebatando el informe de manos de LaFontaine—; en un listado de los temas de mayor relevancia para los estudiantes, la elección aparece en último lugar.

—¿Último lugar? ¿De verdad? —el Director preguntó dando un vistazo a una gráfica del informe—. ¡Sorprendente! ¿En verdad mi plataforma de registro de control de mutantes tiene por fin apoyo?

—¡Sí! ¡Hasta ese tema tiene más popularidad! En orden descendiente están: "Los exámenes", "Los casos de abuso de poder de los maestros", "Los casos de abuso sexual de los maestros", "El apoyo al Registro Escolar de Mutantes", "El exceso de basura de envolturas de chocolates por varios pasillos", "Golpear a la perra hippie lesbiana que quiso substituir la carne con tofú" y al final aparece "Elecciones Escolares".

—Sorprendente... ¿Es usted?

—¡NO!

—Solo preguntaba. Pero supongo que es malo para el espíritu escolar —el Director declaró mientras se levantaba de su asiento a dar un vistazo a las afueras del colegio desde su ventana—. Tampoco ayuda que pronto pondrán ese nuevo liceo a seis calles...si no hay interés por los alumnos que ya están aquí, podríamos perder nuestro porcentaje de matriculaciones y tener menos recursos.

—Director, no me interesan los temas mercantilistas, pero sé que usted desea generar mayor expectativa, ¿no es así?

—Nunca estorba, Señorita Dimitriadis.

—¿Entonces ve la importancia de generar mayor atención? Quizás si la administración pudiera otorgarnos más fondos...

—¿Fondos? ¿Bromea? —con una risa preguntó el Director—. Lamento informarle que usted no es la única que me ha pedido eso. Tenemos que concentrar nuestros recursos en asuntos más importantes—el teléfono celular del Director sonó—. Disculpe, tengo que atender está llamada —pidió a su alumna—. ¿Aló? Sí, fui yo quién ordenó la novia taiwanesa... ¡no importa el precio! ¡Pasé la factura a "Colegio Hopewell High"!

—¡Director!

—¡Vale, al menos le daré un consejo! —el Director exclamó tras colgar el celular—. ¿Quiere más interés en el proceso? ¿Qué tal si busca un candidato interesante para empezar? Casi todos los que están en el Consejo Estudiantil son chicos ricos que solo usan el club para salir de clase temprano y esos raros del club de Latín que si no fuera director hasta yo les quitaría el dinero del almuerzo.

—¿Pero dónde...? ¿Qué quiere decir con "candidato interesante"?

—¡Alguien que llamé la atención! Necesita un Obama, un Putin, un Da Silva, un Berlusconi...

—¿Sabe que ese último abusó de mujeres menores de edad?

—¡Bien! ¡Ya tiene algo que buscar! ¡Si algo sobra en esta escuela son alumnos que abusan de mujeres menores de edad!

Gabrielle salió de la oficina: esa reunión no dio los frutos deseados, pero ella tenía que admitir que el Director dio un punto muy bueno, y es que ninguno de los actuales miembros (incluida ella) llamaban la atención de las masas. Es probable que fuera el tiempo de buscar un candidato que estuviera fuera de la maquinaría política de Hopewell High...

—¿Ya tiene solución, jefe? —preguntó la secretaria del Consejo Estudiantil, al ver a Gabrielle entrar en el salón de reuniones

—No, todavía no Kari—contestó Gabrielle—. ¡Y deja de llamarme "jefe"! ¡Por eso la gente piensa que soy lo que no soy!

—Bueno, pero, ¿qué le dijo el Director?

—Cosas que me hacen poner en prioridad alta hacerse exámenes para detectar la demencia senil prematura—respondió—. Aún así, debo admitir que dijo algo interesante.

—¿Qué cosa, je...fa?

—¿Puedes revisar en la base de datos de la escuela una lista de todos los clubes del colegio? Incluyendo nombre de los miembros.

—¡Por supuesto! —Kari exclamó, encendiendo de inmediato su laptop—. Pero, ¿tiene usted algún motivo en especial no es así?

—Amiga: en la política estudiantil y en el amor todo se vale—Gabrielle contestó—. ¡Ahora muévete!

Kari a todo trote digital ingresó en la lista de clubes.

—Perfecto, perfecto—Gabrielle comentó viendo desde la espalda de Kari el listado—. Descartemos de una vez los clubes académicos, ya sabes: matemáticas, física, biología...

—Como guste.

—¡Y también los clubes geek! El de anime, el de cómics, el de Doctor Who y el de admiradores de Eurovisión.

—Claro, pero...eso no deja muchos clubes: solo los atléticos, los de los chicos ricos, y... ¿el "Club de Hopewell"?

—¿"Club de Hopewell"? —preguntó Gabrielle—. Eso suena raro, ¿de qué es el club? ¿Quiénes están ahí?

—Solo tiene tres miembros: Allyson Sigrid Martin, Sarah Eloise Greenberg y Jake Zabrocki.

—¿Jake Zabrocki? —volvió a plantear una pregunta la joven Dimitriadis —. El nombre me es familiar. ¿Qué hace el club?

—Son un club de...y cito textualmente: "degustación de hierbas y tés".

—Mmm...así que hierbas y tés...eso sí me es muy familiar: casi siempre uso la palabra "té" como eufemismo cuando quiero decir... ¡Eso es! ¡Jake Zabrocki! ¡Él es el tipo que reparte la marihuana a medio colegio!

—¿Incluyéndola?

—El trabajo político estresa mucho, Kari.

—Bien: tenemos la lista, tenemos varios nombres incluyendo el de su dealer de cabecera. ¿Qué sigue?

—Una de las razones por las que a nadie le importa la política estudiantil es porque los candidatos y miembros son percibidos como ñoños o ricachones —Gabrielle explicó mientras recorría una caminata hacía la ventana del salón—. Lo que podríamos hacer es algo diferente: Hopewell está harta de candidatos que no representan la realidad del colegio.

—¿Qué es un colegio de criminales, drogadictos y casos perdidos?

—Oye Kari: los drogadictos también votan y no estaría de más que tuvieran representante.

—¿En pocas palabras lo quiere como candidato a la plaza libre?

—Bueno, él tendría que aceptar en primer lugar...pero sería un candidato interesante, y mucho mejor que los idiotas del "Club de Wall Street"...pero sobre todo...sería mi candidato, un candidato con pleno voto que podría manipular a favor de mis causas.

—Insisto que nadie, ni siquiera Noam Chomsky hubiera votado por substituir la carne con tofu.

—¡Sí, ya me di cuenta! —con enojo Gabrielle gritó—. Pero se puede aprender de los errores...

—Solo digo que mis padres son japoneses y hasta ellos odian el tofú...

—¡¿Algún día lo van a olvidar?!

Jake Zabrocki: criminal juvenil, repartidor de cannabis... ¿candidato al Consejo? Cosas más raras han pasado, más en la política que en otros temas, y es que para meterse en esos asuntos estar drogado ayuda un poco.

N/A: No quise desaprovechar tiempo de subir algo más, en especial porque mi calendario se ha vuelto un tanto poco frecuente y deseaba compensar.

Vamos a ver que piensan de esta nueva saga...gulp.

Shalom camaradas.

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