Capitulo XVI: Mea (Delectatio) Culpa


El dicho nos menciona que dos cabezas son mejores que una. De ser así el caso, tres deberían ser mejor que dos, pero así como en ocasiones un todo es más que la suma de sus partes, a veces es menos...mucho menos.

—No tengo ideas—Allyson declaró, de cara a su ordenador, sin poder imaginar que plasmar en el blanco—. ¿Ideas, sugerencias...?

—¿Qué tal...?

—¡No digas "gente cangrejo" de nuevo Sarah!—Jake gritó, ambos boca arriba en la cama de Allyson—. Al menos ten la molestia de inventar tus locuras, como solías hacerlo.

—Lo siento chicos, creo que también estoy poco inspirada.

La tarea probaba ser demasiado dura y compleja para esas tres mentes, porque a veces no hay reto como el encontrado en la simpleza de un trabajo de una sola pregunta.

"¿Cómo te ves en cinco años?"

—¡En serio niños! ¿No tienen nada? —Allyson insistió—. ¡No existen las respuestas estúpidas!

—¿Quieres apostar? —Sarah cuestionó, tomando la exclamación de su amiga casi como un desafío—. ¡Reto aceptado!

En otros tiempos, cada uno daría su "versión de los hechos", y la noche terminaría en un divertido giro que solo tiene lo divertido si lo ves desde afuera, pero ahora había demasiada inseguridad entre los tres

—¿Alguien quiere fumar? —Jake preguntó

—No estoy de humor Jake...

—Quizás la hierba nos ponga en el humor correcto.

—Créeme: quisiera aceptarte un poco, pero yo siento que en esta ocasión no ayudaría mucho. Además...

—¿Si...?—Jake preguntó por el resto del comentario en una de las características pausas de Allye que indicaba el todo que quería decir pero la nada de voluntad de hacerlo

—¿Cuántos años tienes, Jake?

—No es amable preguntar la edad a un caballero, pero si te interesa: 17, tú lo sabes.

—¿Quieres hacer eso por toda tu vida?

—¡No empiecen con eso! ¿No me digas que te uniste a los malditos mormones que andan invadiendo mi calle? ¡Estoy harto de sus tonterías! "Puede existir otro modo", "entrégate al Creador", "Agradecemos que nos hayas entregado el correo en la dirección correcta pero la próxima vez si no es mucha molestia ¿podrías ponerte ropa?"

—Jejeje...esa apuesta fue mi mejor victoria—Sarah sonrió comentando con orgullo al recordar ese día.

—El punto es—Allye retomó el origen de la conversación—, que con 17 años estás...estamos a menos de uno de ser considerados adultos, ¿no creen que habría que madurar un poco?

—¿Qué es madurar de todas formas?

—¿Te vas a poner filosófico ahora conmigo, Jake?

—Es el hambre...¿cuándo llega la maldita pizza?

—Se supone que debería estar ya aquí—Allye respondió consultando el reloj en el muro de su habitación—. ¿Todavía hacen eso de "30 minutos o su pizza gratis"?

—Lo quitaron desde el incidente de la Calle Degrassi...

—¡Oh claro! —Sarah intervino—. ¡Pobre repartidor! ¿Alguien alguna vez encontró su cabeza?

—No lo creo, pero en lo que llega la comida, ¿podríamos trabajar en esto? —Allye preguntó

Pero el pedido de concentración terminó en el mismo lugar: el estancamiento de no poder pensar ni una sola palabra de inicio.

—¿Podemos ver algo Allye? —Sarah preguntó—. ¿Una película quizás? ¿Algo con tripas al aire de preferencia?

—Sí, ¿por qué no? Quizás al ver vírgenes descuartizados por un loco con máscara y Complejo de Edipo me de inspiración de al menos donde no quiero estar en cinco años.

Sarah buscó en una repisa en la colección de películas de Allyson un filme indicado para la noche.

—¿Qué es esto? —Sarah preguntó, sonriente de nueva cuenta, con un DVD en sus manos

—¡Cierto! ¡Dame eso! —Allyson gritó saltando de su silla tratando de arrebatar el objeto del poder de Sarah

—Es solo que no es tu tipo...bueno, en un segundo análisis—Sarah dijo tras dar un paso a su izquierda y evadir la arremetida de Allyson, y intercalando su mirada entre Jake y el DVD—. Si, en una revisión más detallada creo que tiene sentido...

—¿Qué cosa? ¿Es tan humillante? —Jake cuestionó

—¡Dímelo tú!

Sarah arrojó el DVD justo antes de ser tacleada por Allyson; Jake, en el instante de ver de qué se trataba, comprendió la reacción de vergüenza de su amiga pelirroja.

—¿"La Bella y la Bestia" de Disney?—Jake leyó incrédulo la caratula del disco—. ¡Ah, que tierna resultaste ser, Allye!

—¡Cállate! —Allye ordenó con el rostro colorado

—¿Vas a hacerme perder el tiempo? —Sarah preguntó con la pelirroja sobre su cuerpo— ¡Porque generalmente me gusta que me inviten un trago antes de tener a alguien sobre mí!

—¿Tienes que convertir todo en un inuendosexual? —Allye preguntó mientras se levantaba

—Jejeje...dijiste "sexual".

—Va, tal vez Allye tenga razón en el hecho que algunos de nosotros debemos madurar—Jake comentó—. De todos modos, ¿de dónde sacaste esta película?

—Ah, pues ya saben...es de mi hermana, me la dejó cuándo se fue de la casa: ya saben lo cursi que puede ser Jessica.

—¡Y esa es tu respuesta a "patéticos intentos de mentira"! ¡La siguiente categoría es: la verdad y nada más que la verdad! ¿Deseas quedarte con tus premios, o le entras a la catafixia?

—¡Vale! ¡Sí, es mía! ¿Contentos? Muchas chicas tienen películas así.

—Admito que sigue siendo mejor que ser fan de Two Broke Girls, pero es que cuando uno ve tus camisas de franela, tus tenis baratos...

—Sí, entiendo lo que dices...

—...tus nudillos peludos, el que siempre tengas el puño cerrado todo el tiempo...

—¡Sí! ¡Ya sé! ¡No ganaré nunca un premio a la femineidad!

—...tu pelo grasoso—Sarah añadió a la lista.

—¿Ustedes también? —Allyson corrió a un pequeño espejo en la puerta de su closet—. ¡Se acabo! ¡No compraré productos para el cabello en una tienda a lado de una distribuidora de pesticidas!

—Lo que quiero decir es que es extraño verte ese lado —Jake concluyó su argumento.

—Bueno Jake, sabes que...puedo ser algo soñadora de vez en vez, ¿no?

—Claro, pero no cuadra ese estilo Disneyesco contigo.

—Es un gusto culpable, lo sé ¡Gran cosa!—defendió Allyson—. Todos tenemos los nuestros...

—¡Además, pienso que tiene más sentido de lo que creen! —Sarah exclamó mientras por fin se levantaba del piso

—Explícate—pidió Jake.

—¿No lo ven? ¡Tiene lógica! Una chica se enamora de una bestia salvaje y grosera, ¿no le suena niños?

—¡Por supuesto que no! —Allye y Jake en coro gritaron, sólo para entregarse una mirada el uno al otro tras su contestación

—¿Ven? ¿Así o más lista?

—¡Espera! —Jake volvió a gritar—. ¿Me estás llamando "bestia"?

—Podrías rasurarte de vez en cuando, Jackie.

—¡No puede ser! —Jake fue entonces aquel quien buscó el espejo para revisar su apariencia—. ¡Soy hombre! ¡No debemos cuidar nuestra apariencia! ¿Ahora nos juzgan también?

—Bienvenido al mundo que las chicas hemos conocido desde siempre—Allyson comentó—. Inseguridades, estándares injustos y problemas de autoestima a la puerta derecha; helado de chocolate y canciones de Adele a la izquierda

—¡Nos estábamos burlando de Allyson! —Jake interrumpió—. ¿Recuerdan?

—¡Ah, deja que la niña tenga sus películas cursis! —exclamó Sarah—. Ella mismo lo dijo: todos tenemos un gusto culpable.

—Bueno...sí, lo sé muy bien...em...¿me devuelven mi película?

Jake entregó el DVD a Allyson, tratando de mostrarse serio y calmado tras la burla inicial.

—Gracias...—la pelirroja dijo casi como susurro de muda.

—¿Aunque se puede saber por qué te gusta?

—¿Honestamente? —Allye contestó abrazando su filme—. No voy a decir acerca de cómo me da ilusión que los cuentos de hadas se vuelven realidad y que me hacen soñar y me recuerdan cuando era una niña pequeña, porque estaría mintiendo y ustedes lo sabrían, ¿verdad?

—Sin dudas: nuestras infancias apestaron. Prosigue.

—Sólo...me gustan: no lo sé, me llama la atención, y por un momento me hace recordar que no todo es tripas, sangre y filmes extranjeros incomprensibles.

—Gus Van Sant...nunca entendí a ese sujeto...—Jake declaró.

—¡Bien, ya me humillé! —Allyson declaró dejándose caer de espalda en su cama—. ¡Siguen ustedes!

—¿Noso...? ¿De qué hablas?

—¡Ya conoces la rutina Jake! —Sarah comentó —. En estos episodios, Allye comienza, luego sigues tú, y yo quedo al final.

—Oh claro, claro...¿mi gusto culpable? ¿Tengo que decirlo?

—¡Vamos, es por nuestra amiga Allye! ¡Descubrimos lo cursi e inocente que en realidad es y de paso nos burlamos de su pelo grasoso! ¡SÉ HOMBRE!

—¡Eso es muy sexista! ¡Eso es...! Dios, Allye me ha pegado también muchas cosas...pero en fin: creo que tendría que pensarlo un poco...

—¡Vamos! ¡Sólo dilo!

—No Sarah, creo que en esto tiene razón: un gusto culpable es algo que por definición te da culpa admitir, y estamos hablando con un sujeto que introdujo las metanfetaminas en el lucrativo mercado de los jardines de niños de Toronto: no sé qué rayos lo haga sentir culpable.

—Vale niñas, creo que lo tengo. Pero prometan que no se burlarán.

—Jake, ¡claro que nos vamos a burlar! —Sarah aclaró de una buena vez—. ¡Esto no es terapia grupal! ¡Nos burlamos hasta de la chica con cáncer! ¡Ya sabes! ¡La que murió la semana pasada!

—Solo tú te burlaste de eso, Sarah...

—¿Qué? ¿No recuerdan las risotadas que dimos?

—Recuerdo las risotadas que tú diste mientras los demás firmábamos el collage para su servicio fúnebre—dijo Allyson.

—Caramba...es la primera vez que siento que en verdad tengo problemas mentales graves.

—¿Problemas mentales tú? En otras noticias: las cosas obvias son obvias.

—Deja el meta-humor Jake, no va contigo. Sólo dinos tu gusto culpable.

—OK, creo que ya tengo uno—Jake se recostó también en la cama, paralelo a Allyson—. ¿Qué bandas me gustan, niñas?

—¿Musicales? Bueno...te gusta The Ramones...The Clash...The Libertines...The Sex Pistols...The The...y cualquier otro grupo que comience con "The"

—¡Ah! ¿Tú si puedes usar meta-humor, Allye?

—¡Dinos ya! —Allye y Sarah ordenaron

—¡Me gusta Josh Groban!

—¿Te refieres a su música, verdad? —Sarah pidió una aclaración

—¡Qué madura!—Jake replicó—. Pero ustedes lo conocen: él es Celine Dion sin la testosterona.

—¿Te gusta en verdad Josh Groban?¿El baladista? ¡Hablando de cosas que no van con uno!

—¡Exacto Allye! —Sarah agregó—. ¿Cuál es tu excusa?

—Creo que...todo comienza con mi madre...

—¿Es el Complejo de Edipo el tema del episodio?—Allyson cuestionó—. Bueno...continúa.

—Cuando era niño y mi madre todavía seguía con nosotros antes del "incidente", cantaba "The Prayer"; esa canción la volvió loca, y ponía el CD todo el tiempo...me llego a hartar, al igual que Harold, ahora que lo recuerdo, pero todo cambió un día en la Corte...les diré...

—Nadia Noelle Zabrocki, póngase de pie—el Juez ordenó—. Por los cargos que incluyen homicidio imprudencial, fraude, resistirse al arresto, y fabricar chaquetas Gucci piratas sin pagar impuestos, la sentencio a veinte años en la Prisión Provincial para Mujeres de Ontario.

Los guardias escoltaron a mi madre hacía afuera del recinto, pero antes de hacerlo, le permitieron despedirse.

—Jackie, hijo, tranquilo. Estaré bien—me dijo tratando de hacer que dejara de llorar.

No recuerdo haber respondido nada en realidad, solo busqué sus piernas y la abracé.

—¿Recuerdas la canción Jackie? Siempre la canto cuando estoy feliz: "I'll pray you'll be our eyes / and watch us where we go...".

— "...and help us to be wise / in times we don't know" —respondió, solo dándome cuenta ahí que para ese punto yo ya me sabía la letra también.

—Se llevaron a mi madre, y desde entonces guardé muchas de sus pertenencias...algunas las empeñé para pagar cuentas o...bueno, cerveza, pero una cosa que nunca vendí, y que de vez en cuando lo sigo escuchando...niñas... ¿niñas? ¿Están bien? —Jake preguntó al ver a ambas chicas con lágrimas brotando en sus ojos

—¡Eso fue muy...triste!—Sarah comentó—. Excepto por la parte de comprar cerveza

—¿Lloran por tristeza real o lloran por ironía?

—Yo...por...fue algo que no esperaba, creo que eso cuenta como tristeza—explicó Allye—. Sarah por otro lado...

—¡Esto me pasa por abrirme con ustedes!—reclamó el joven—. ¿¡Cuándo llega la maldita pizza!?

—¡Tranquilo, calmado! —Sarah exclamó—, es solo que uno no se imagina a ti en una situación tan emotiva, pero si te sirve de consuelo, al menos tú tienes una excusa freudiana para tu gusto culpable...Allye es solo cursi.

—¡Es una buena película! —Allye defendió su gusto—. ¡Además, eso no explica porque dijiste "Josh Groban" y no solo esa canción!

—Oh...eso—Jake murmuró—. Es que...no canta mal—finalizo de comentar, algo apenado.

—No lo veas mal: todo el mundo tiene su lado sensible, su lado cursi.

—Sí, mira a Allye.

—¿Sarah, me dejas acabar? El punto es que es algo natural que nos pasa a todos...como la pubertad o la muerte.

—¿Muerte? ¡Eso lo veremos en el 2079! —Sarah declaró

—Eso nos lleva al tercer volumen en nuestra serie "cosas que nunca deben salir de aquí" —comentó Jake—. ¿Cuál es tu gusto culpable, amiga?

—¿El mío? ¡Yo no siento culpa! ¡Eso es para los débiles! ¿Por qué me tendría que sentir avergonzada de algo que me gusta? ¡No puedo!

—Hasta cierto punto comprendo lo que dices—Allyson comentó—. La presión social no debería ser un motivo de sentir pena si es que disfrutamos algo, y eso me recuerda a la frase de la gran pensadora irlandesa...

—¡No! ¡Me refiero a literalmente no puedo sentir pena! Por algo dicen que las madres no deben fumar en el embarazo...ni tomar...ni drogarse...ni comer cincuenta tacos en diez minutos como parte de un concurso donde el premio son otros cincuenta tacos.

—Yo podría comerlos en ocho—Jake comentó—¡Y de hecho estaría dispuesto! ¡Llega ya maldito repartidor!

—El hambre nos hace decir y hacer cosas raras.

—Sarah, en vista que estamos perdiendo a Jake, ¿puedes decirme tu gusto culpable?

—Como quieras, de todas maneras no creo que sea apto para sus oídos... ¿has oído de la palabrita japonesa yaoi?

—He oído de "sushi", "tempura", "karate" y "nintendo", pero esa no me suena.

—¡A ver, esperen! ¡Que esto lo quiero ver también! —Jake declaró

Sarah se posó en el ordenador de Allyson, puso la palabra en el motor de búsqueda y les mostró algunas imágenes.

—¡¿Qué rayos es eso?! —exclamó Jake

—Eso mis amigos, es yaoi.

—¿Así que es japonés para "dibujos porno homosexuales"? ¡Es asqueroso!

—¡No lo es! ¡Es...hermoso! —Sarah exclamó con sus ojos iluminados y dilatados

—¿Cómo puedes decir eso? ¡Di algo Allye!

—Aunque comprendo el "shock"...¿qué tan distinto es de los hombres babeando por ver a dos mujeres besándose?

—¡Eso es distinto! ¡Es...somos hombres! ¡Estamos programados para eso! ¡Somos cerdos!

—¡Tú quizás! ¡Pero no estos Dioses! —Sarah contestó

—¡Bueno ya! —Ordenó Allyson—. ¡Quítate Sarah! Esos sitios no me dan mucha confianza...pero...solo por curiosidad... ¿cómo dices que se deletrea: y-a-o-i? ¿Verdad? —preguntó con inusitado interés

—¡Ustedes las mujeres sólo piensan en sexo!

El timbre sonó: antes que Allyson pudiera advertir de tal suceso, Jake salió en carrera de velocidad hacia la puerta.

—¡Por fin! ¡Me muero de hambre!

Pero no se trataba del alimento tan deseado, sino de Jessica la que aparecía en la puerta.

—¿Eres...Jake? ¿No es así?

—¿¡Y mi pizza!?

—¿Perdón?

—¡Jess! —Allyson exclamó desde las escaleras—. Luego te explico, tenemos una crisis alimentaria, pero, ¿qué pasa?

—Quería decir algo, pero creo que mejor espero hasta que acabes...sabía que debí haberte llamado.

—Jessica, no tienes que sentirte de esa manera: puedes entrar.

—No, está bien, además, tu amigo con hambre se ve más peligroso que de costumbre.

—¿Estás segura?

—Luego hablamos amiga...

Allyson notó esa palabra: extraña, pero ¿fuera de lugar? No demasiado en vista de todos los cambios que no terminan de llegar. Había escuchado ser llamada por Jessica con otros nombres, tales como "hermana" o "rechonchita" (un vestido que no cerró a los 12 años para la boda de un pariente y se ganó el ser criticada por su peso el resto de su vida) pero "amiga"...no lo esperaba, y la propia Jessica esquivaba su mirada al sentir pena al percatarse de sus mismas palabras.

Después de la visita de improvisto de Jessica, Allyson no se pudo concentrar en el trabajo, no se pudo concentrar en las burlas tras confesar gustos que probablemente no debieron haberse confesado, no pudo concentrarse siquiera en los intentos de Jake de comerse unas viejas botas de cuero que guardaba en su armario.

—No hicimos nada realmente—Sarah comentó de salida junto con Jake en la puerta del hogar de las Martin.

—¿Eso es un problema? ¡Haremos lo que siempre hacemos! —el muchacho exclamó

—De acuerdo, pero hay que llegar temprano: los nerds han aprendido a esconderse.

—Cuídense niños—Allyson los despidió.

Al cerrar la puerta, de inmediato la joven pelirroja corrió a buscar el teléfono y marcó a su hermana.

—¿Jess? ¿Estás ahí?

—¡Ah! Allye...pensé que a estas horas ya estarías dormida.

—Me tomé litro y medio de soda: no podría estar dormida ni aunque estuviera en clase de Física Avanzada con el profesor que tartamudea.

—¿El maestro Wellington sigue enseñando? Dios: imagina al pobre tratando de pronunciar "principio de incertidumbre de Schrodinger"

—Dejando eso de lado...¿Jess, pasa algo?

—Quería decir algo, traté de tomar unas cervezas para tener el valor para decírtelo, pero creo que me ha inhibido más.

—¿Es tan serio? ¡Dios mío Jess! ¡Solo dime!

—¿Recuerdas a Ryan?

—Vagamente...

—Pensé que tenías razón, y que debía hacer lo digno, y finalmente darle una respuesta.

—¡Tranquila Jess! ¿Estás...estás llorando?

—Algo...no es nada, también tengo un resfriado.

—Bueno, me decías que por fin le diste una respuesta a Ryan...¿por qué estás de ese modo conmigo? —Allye preguntó sintiendo el corazón en la garganta—¿N-no me digas que le dijiste "sí"?

—Pues...Allye, ¿quieres que sea sincera?

—Una parte de mi desea que me mientas como no has mentido desde tu solicitud de entrada a la Universidad...pero siento que no sería lo indicado. Vamos Jess, puedes dar el balazo.

—De acuerdo: le dije que "no".

—¿"No"? ¿Es...en serio?

Allyson esperaba un tiro de muerte pero no llegó ni a pastelazo de rutina cómica.

—¿Sigues ahí, Allye?

—Sí, aquí estoy. Es solo que realmente no veo el motivo por el que te pones como te pones.

—La verdad no debería, ¿cierto?

—Vamos Jess, ¿de qué se trata esto en realidad?

—Antes de continuar, ¿me dices algo? Y también espero la verdad de tu parte.

—Claro Jess, ¿qué duda tienes?

—¿Tú fuiste la que le dio mi teléfono y mi dirección a Ryan?

—Únicamente lo primero, pero en un mundo Google, supongo que con una no es muy difícil sacar la otra.

—Eso pensé. Pues resulta que justo cuando ya me había hecho a la idea de que a su siguiente llamada tomar la bocina y responder fuerte y claro, en su lugar, él encontró mi edificio, y no solo eso: él me...hizo una canción.

—¿Te hizo un "In Your Eyes"?

—Algo así: con canción propia en lugar de uno de esos estéreos gigantes de los 80, claro está.

—Eso es...¿y le dijiste "no"?

—¡Fue solo un beso! ¡No es para tanto! ¿Y es mi culpa lo de la serenata post-grunge? ¿No pudo solo enviármelo en mp3 o algo así? ¿Por qué crees que me siento tan mal?

Allyson aún era una romántica empedernida (y un poco lela) y ella se hubiera derretido con un detalle así, por lo que no podía evitar sentir algo de empatía con Ryan ante tal rechazo.

—Si no sentías nada por él, supongo que hiciste bien...

—¿Verdad? Pero fue...no creas que me gustó eso, es decir, el decir "no gracias". A nadie le gusta ser la mala del cuento.

—Te diré: en la obra escolar cuando estaba en octavo grado Sarah pateó y mordió por el papel de la Bruja Malvada en "El Mago de Oz".

—El caso es que no me gustó lo que hice: su cara fue...Dios, quizás debí darle oportunidad.

El circulo se había completado: el rechazo que él dio ahora lo recibía, y justo como Allyson pensó: la satisfacción no era tal; solo había lastima.

Pero ahora con más (relativa) madurez de los años, Allyson podía comprender los motivos de la otra mitad, y aunque duela, ya no puede decir que le son ajenos y alienígenas.

—¿Puedo preguntar una cosa, Jess?

—Es lo justo...

—¿Te diste cuenta que hoy me llamaste "amiga"?

—Tenía la esperanza que no lo hubieras notado...

—Lo noté, ¿y sabes? No tienes que sentirte mal: duele que te rechacen, pero si te sientes tan culpable al grado de que esos pensamientos te roben unas lagrimas, entonces quiere decir que eres mejor persona de lo que crees.

—¿Sabes algo Allye? Creo que te lo he dicho antes, pero en momentos así, quisiera tener amigos como los tuyos para hacerme olvidar estas cosas: estaría demasiado ocupada pensando en prevenir incendios y darle la vuelta a las leyes de posesión de narcóticos.

—Bueno...como dice la canción: "tienes una amiga en mí"

—Siempre fuiste muy cursi, Allye.

—A veces se necesita...

—¿Así que se acabó? —Sarah comentó a Allyson, el día siguiente, las dos a las afueras del club de ciencias

—Al parecer.

—Me da lástima Ryan, eso sí.

—A mi también, pero lo que no nos mata, nos hace más fuertes.

—No estoy segura: a mi prima Darlene le pegó duro la diabetes, y aún sigue viva pero no puede dar ni dos pasos sin respirador artificial.

—Bueno, no toda verdad es absoluta. Pero lo extraño es que esto terminó de modo...algo anti-climático: sin grandes dramas, sin un final de película, solo una respuesta y una conversación.

—Quizás no lo viste así, pero creo que es porque esta historia en particular no era tuya: solo queda tomar lo que puedas aprender, y pensar que hacer con ello en la historia que si te pertenece.

—¿Y qué me pertenece?

—Culpas: cargar por culpas que no son tuyas y vergüenzas que no tienes razón de ser.

—Puede ser Sarah...o solo puede ser que la vida son solo sucesos que pasan, sin final, sin tres actos, solo siguen y siguen.

—También es posible...

—¡Niñas, ya llegó! ¡Ya está aquí! ¡El día del juicio y del reconocimiento ha comenzado! —vociferó Jake al salir del club de ciencias—. ¡Miren lo que tengo!

Eran los ensayos: una vez más, el abuso de poder y el acoso escolar probaban funcionar mejor que de hecho trabajar y usar sus cerebros.

—Algún día el karma nos encontrará—Allyson pensó, y tiene motivos para hacerlo: así como la herida amorosa pasó de la víctima al perpetrador, el mañana puede traer a esos individuos que sean los que abusen de su poder contra los tres.

Mañana.

N/A: Quizá voy a tomarme un tiempo para hacer los siguientes episodios; situaciones fuera de mi poder, de ser por mi, sólo escribiría (Y si alguien me pagara, mejor XD)

Shalom camaradas.


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