Capitulo I: Una Vez Más (Con Remordimiento)

"No más dramas".

Ese parecía ser el grito de guerra que Allyson se decía una y otra vez se repetía esperando que sus expectativas se volvieran realidad.

—No más llanto, no más angustia...un año más —Se decía conforme avanzaba paso tras paso al colegio Hopewell High.

Y quizá no siempre angustia, pero sí algún tipo de obstáculo, reto o simple giro inesperado aparecía en su vida, cada semana, al grado de que ella a menudo empezaba a considerar ciertas las teorías locas de Sarah acerca de que su vida bien podría ser un trabajo de ficción.

Recordaba entonces las palabras que escribió en su diario...quiero decir, "cuaderno de notas" (La pelirroja consideraba que "diario" era demasiado "cursi y femenino" así que se rehusaba a llamarle de tal modo).

"Ha cambiado tanto: estoy en mi último año, mi madre está saliendo con un hombre de nuevo y parece que va horriblemente en serio...mi hermana Jessica ha decidido tomar la rienda de su propio destino y el mañana parece traer una nueva sorpresa en cada nuevo amanecer."

Entonces, se posó ahí, frente a las puertas: la escuela ahora lucía más pequeña por alguna razón. Si, ella había crecido unos cuatro centímetros desde su primer año, pero eso no era suficiente en escala alguna para haber sacado todo de proporción. No: ahora era más sabía, mas inteligente, más centrada: ya no era la lela de primer grado como todas esas chicas que veía a sus alrededores: ahora era una jovencita de 17 años, a menos de doce meses de ser legal en todo sentido.

Estaba a punto de ser adulta.

—Estoy a punto de ser adulta —pensó las palabras que precisamente indiqué, con un gran animo y ansías.

Pero tras un breve pensamiento y ordenación de ideas, ahora se encontró mucho menos sabía, inteligente y centrada, porque después de todo...

—¿Estoy a punto de ser adulta? —se interrogó, ahora con inseguridad y temor.

—¡Allye! —gritó Sarah de improviso con gran emoción, saltando sobre la espalda de su compañera

—¡Quitate de mi espalda! —Allye reclamó

—Lo siento: es que te extrañé.

—Oh si, tus vacaciones. ¿Qué tal te fue?

—El Congo no es tan peligroso como todos dicen...¡Es peor! ¡Y fue genial! ¡Deberíamos ir algún día!

—Gracias, pero la hambruna generalizada, las guerras civiles, la limpieza étnica y el clima subtrópical no son las cosas que vienen a mi mente cuando pienso en "genial". Pero me da gusto que tú te hayas divertido.

—¡Me pusieron una maldición!

—De acuerdo "Tintina"...trataremos esos problemas un paso a la vez.

—Hola niñas, ¿qué tal les fue?—ambas jóvenes escucharon a su diestra a Jake anunciando su llegada

—Hola niño: estamos bien—Allye contestó, tratando de emular el tono con el que Jake habló—¿Y que nos cuentas tú?

—Nada en especial: mi padre no ha aparecido en tres días, pero las notas de rescate dicen que está bien, así que hasta que no envien un dedo, no muevo un dedo.

—Me parece bien. ¿Entramos?

Jake y Sarah aceptaron y el trió ingresó por la puerta grande, al igual que todos sus días en el colegio, mas con la diferencia que ahora eran los chicos grandes del lugar.

—¿No adoran las caras de asustados de estos niños?—Sarah preguntó sonriente—¡Se ven tan adorables! ¿Puedo...?

—No Sarah, no puedes llevarte uno—respondió Allye—. El último se murió de hambre y sed. Además, no creo que el que nos teman sea algo bueno. Si, somos grandes, pero eso no nos da derecho de molestar a otros, de hecho, implica una enorme responsabilidad de nuestra parte no abusar de nuestra posición para ¡Jake, deja a ese chico en paz!

—¡Solo estaba diciendo "hola"!—Jake declaró, parando sus golpes a un pobre caminante que se cruzó en su rumbo

—Puedes decir "hola" sin usar los puños.

—Como digas, pero no es tan divertido.

Dejando de lado por un instante el abuso y el acoso escolar, los tres siguieron una rutina normal, pero a pesar de parecer familiar, al mismo tiempo se les hizo imposible de ignorar ciertos cambios: desde Lacey Zeeland, la nueva capitana de la cuadrilla de animación, hasta el hecho que por primera vez en la historia de Hopewell High, el club de ciencias estaba compuesto por jóvenes no-blancos en su totalidad.

—Creo que ahora seremos nosotros los que necesitaremos de "acción afirmativa" —Allyson comentó.

—¡Oh, no lo creo! —Sarah replicó—. Digo, quizá tu piel está un poco avejentada para tu edad, ¡pero no necesitas del bisturí para retocarte nada!

—¡NO ME REFIERO A ESO!

—Bien, Sarah troleó a Allyson por primera vez —Jake notó—. Es oficial: el año escolar ya ha comenzado.

Como es tradición, los estudiantes fueron guiados a la asamblea de bienvenida por parte de un director mentalmente inestable, presentaciones sin sentido en las aulas y simples amenazas por parte de los maestros que se podrían bien definir en estas simples palabras:

"No me importa que sean chicos de último grado: si no se esfuerzan en mi clase, aún pueden reprobar"

Jake y Sarah lo tomaron tan bien como...Jake y Sarah toman todo (desde amenazas de muerte hasta intentos reales de muerte). Pero Allyson, que bien podría poseer el estrés y nervios que no le tocaron a sus dos compañeros, se encontraba intimidada por esas palabras.

—Solo les recuerdo, jóvenes—el Profesor Kovacs, maestro de Inglés y Literatura daba su versión de esa amenaza a sus alumnos, en la última clase del día—, que es su último año: pueden estudiar mucho, graduarse y olvidar este maldito lugar para siempre, o pueden reprobar y vernos aquí el verano. A mi me da igual, me pagan lo mismo—. El teléfono celular del maestro sonó en ese instante—¿Si?—contestó— soy yo...ajá...ajá...¿Qué? ¿Hablas en serio? ¡No puede ser! ¡Es lo peor que me pudieron decir!...OK, nos vemos—colgó la llamada—. Olviden lo que dije: por recortes de presupuesto, de hecho me pagaran menos si reprueban ¡Saquen los malditos libros que apenas voy en el primer pago de mi auto!

Como si Allyson necesitara más motivos para preocuparse, ahora debía acatar las ordenes de un profesor con un serio dolor en la cartera.

—Fue un buen día, ¿no lo creen?—Sarah comentó mientras caminaba hombro con hombro de sus amigos a la salida del liceo

—¿Bromeas? Esto es...insufrible, ¡y apenas es el primer día!

—Allyson está preocupada...vaya "novedad" —Jake dijo.

—¿Tú no? —Allye cuestionó a Jake.

—¿De qué? ¿De esta maldita escuela? ¿Tras dos años? Pasaré este con los ojos cerrados...quizás literalmente con los ojos cerrados si tengo mucho sueño

—No sólo eso...es...todo.

—Necesito algo más especifico que "todo".

—¿Es que no se dan cuenta? ¡Es el último año que estaremos aquí!

Sarah y Jake miraron con extrañeza a Allyson, posteriormente se miraron el uno al otro, y finalmente soltaron su respuesta:

—¡Viva!—en coro exclamaron

—OK, si, "viva" también de mi parte—Allye respondió, notando solo en ese momento que no podía esperar otra respuesta—. Sé que eso salió mal, pero me refiero a que estamos en la orilla de la adolescencia, ya a punto de ser adultos, y luego del año escolar...nada será igual.

—¿Qué? ¿Acaso al terminar la escuela de pronto dejaré de robar estéreos y hallaran la cura para lo que sea que Sarah tenga?

—¡Si! —Sarah añadió a la pregunta de Jake

—No es...olvidenlo...creo que no lo comprenden.

—O tal vez es solo que lo estás sobre-pensando.

—Sí...lo sé...

Ambos tenían sus puntos: Allyson posee una muy ganada fama de neurosis y paranoia, pero por otro lado ni Jake ni Sarah parecían hacer un esfuerzo por entender a lo que Allyson se refería.

¿Qué pasará después de Hopewell High?

—...y en resumen, eso es lo que sucede—Allyson escribió esta misma noche, en su ordenador, conversando con la única persona que ahora podía comprenderla—. ¿Qué piensas Jess?

—¿Puedo sugerir que lo estás sobre-pensando?

— "Casi" no escucho eso últimamente.

—Ojo con el sarcasmo hermanita, que por escrito se entiende menos.

—Lo siento...continua.

—Bien, entonces lo que me dices es, recapitulando...tienes miedo, ¿verdad?

—Como cordero en matadero, o una virgen en la casa de Gene Simmons.

—¡Oh si! Eso fueron buenos tiempos...

—De seguro será una linda historia para tus nietos Jess, pero necesito algo más que tus viejos cuentos de revolcadas.

—¡Tranquila Allye! Somos hermanas, ¿no deberíamos compartir cosas?

—Algo...creo...supongo...

—Pero además, y con toda sinceridad, si creo que a veces sobre-piensas las cosas.

—¿Lo dices honestamente?

En otros tiempos Allyson hubiera tomado esa directa tan frontal como un insulto bajo el radar, pero las cosas habían cambiado: si proclamaba honestidad, ahora Allye creía que era honestidad.

—Si Allye, te hablo con la verdad. Recuerdo que cuándo tenías cuatro años...

—OK, realmente no necesito oír eso otra vez.

—...y tenías que presentarte en una obra escolar...

—En verdad Jess, no quiero escucharlo.

—...repasaste tus lineas tantas y tantas veces y estabas tan concentrada que se te olvidó ir al baño...

—...en serio Jessica, BASTA.

—...y al final frente a toda la audiencia te hici...

—¡Me tengo que desconectar adiós!—Allyson tecleó a toda velocidad no queriendo recordar un incidente poco agradable involucrando fluidos corporales.

Dicen que si estás jugando a las cartas, tienes que encontrar al tonto, y si es que no puedes encontrarlo, es porque quizás el tonto seas tú. Allyson pensó entonces que si nadie parece compartir su angustia, ella debía ser la del problema.

—Tienen razón—pensó—. Tiendo a sobre-magnificar las cosas...tal vez es solo una cuestión de...

En medio de su revelación, Allye escuchó un ruido en su ventana; parecía ser que alguien estaba arrojando piedras.

—¿Jessica?—Allye preguntó con sorpresa tras abrir la ventana, pero con más sorpresa al recibir una pedrada en la frente

—¡Ups! ¡Lo siento Allye!—Jessica exclamó.

—¿Pero...qué haces aquí? —preguntó la hermana menor mientras se revisaba con su mano la frente—¿Es esto sangre?

—Lo siento, creo que debí decirte que de hecho estaba por el vecindario...así que...¿quieres por favor decir "Romeo, Romeo ¿dónde estás que no te veo"?

—¿Te has tomado en serio lo de la actuación eh?

—Algo.

—¡Pero no evadas el tema! —Allyson reclamó.

—Lo lamento, bueno, no tenía planeada esta parada, pero creo que le haré a tus amigos un favor al sacarte de tu estado emo y depresivo. ¡Preparate para un día de...!

—Antes de seguir, te diré que Sarah ya hizo esto mismo el año pasado —Allye hizo notar.

—¿En serio? ¿El año pasado? Caray, no me esperaba eso. ¿Funcionó?

—Más o menos.

—Realmente eso me arruinó el plan...en fin, solo vamos a emborracharnos.

—¿Sabes qué soy menor de edad, no es así?

—¡Por favor! Tú amigo es un narcoterrorista en potencia y tu amiga ha tomado medicamentos desde el útero, ¿y te asusta una cerveza?

—Pues...OK, ahí si me tienes de los pezones...vamos.

Jessica llevó a Allyson a un club que frecuentaban hipsters, punks y exiliados en general de los clubes de primera clase: el club se llamaba de modo muy apropiado el "Anti-Club", y cuando digo "apropiado", quiero en realidad decir "sin un cabron sentido".

—¿Crees que pueda pasar por alguien mayor de edad?—Allye preguntó mientras hacía fila para poder entrar

—No, pero es solo cuestión de...

—¡No le enseñaré mis senos al guardia! —La menor señaló.

—Bueno, plan B entonces.

Jessica le entregó una identificación falsa; Allyson aprovecho la luz de un poste cercano para revisar la información.

—¡Tremendo chiste gastado! ¡Estás cosas nunca están en lo correcto!—Allye reclamó

—Mira bien otra vez.

—Si, bueno, es que no puedo ver en que sentido...OK...Allyson Sigrid Martin...18...Toronto, Ontario...cabello rojo...tipo de sangre...oye...toda esta información es de hecho certera...MUY certera...¡Hasta tienen mi foto! —exclamó tras leer con incertidumbre y temor—. ¿De dónde rayos sacaste esta cosa?

—Un sitio de Internet: solo envías tú foto, ellos hacen el resto.

—¿Enviaste mi foto?

—La tenía guardada desde hace algún tiempo. Pensé que tal vez en un futuro podría ir de fiesta con mi hermanita.

—Allyson, ni un recíen nacido con trisomía 21 se creería eso.

—¡Bien! Te usé como aval para unas compras hace algunos meses, ¿feliz?

—¡¿Cómo voy a estar feliz si aún no tengo ni empleo y ya me andas jodiendo el historial crediticio? Cielos, diciendo eso en voz alta me doy cuenta que soy aburrida hasta para enojarme.

—Tú tomalo con tranquilidad, pon tu mejor cara, y trata de no hablar mucho.

—Pero.

—Toma, un bagel—Jessica mencionó para luego poner un pan en la boca de su hermana.

—¿De dónde apareció el bagel?—Allyson se preguntó

—¿Identificación por favor?—ordenó el monigote de dos metros y posible inmigrante somalí en la puerta del club, al ser ya el turno de las hermanas Martin

—¡Por supuesto! ¡Es tremendo halago para nosotras, caballero!—Jess mencionó usando su mejor labia—Aquí tiene.

—Veamos...¿Jessica y Allyson eh?—el guardía intercalaba su mirar entre las fotos de ambas jovenes y sus rostros—. De acuerdo, pasen.

—¡Gracias!—Jessica dijo

—Solo una cosa...¿dónde venden bagels? Tengo mi descanso en diez minutos y me muero de hambre por uno.

—¡En la tienda de la esquina!—Jessica alcanzó a gritar, apurada caminando del brazo de su hermana

El lugar era oscuro debido a la mala iluminación, apenas se podía caminar, apestaba a orines de gato y a vomito con vodka...

—¿No es increíble?—Jessica preguntó

—¿Así que esto es lo que está de moda? Jamás me sentí más orgullosa de mi falta de estilo en general.

—Por cierto, ahora para decir "está de moda" se dice "deck"

—Ah pues...vuelvo a repetir mi orgullo...

Allyson, via sus amigos, había probado toda clase de drogas: cannabis, crack, cocaína, éxtasis, PCP, LSD, speed, snowball, hachís turco, hachís marroquí, pasta base, resistol 5000 y los brownies que la madre de Sarah hacía de vez en vez, pero curiosamente, era la primera vez en mucho tiempo que de hecho probaba una...cerveza, y de todas las personas con quien podía compartir el momento, se encontraba con su hermana, en la barra de un que olía peor que el baño de los Zabrocki.

—¿Qué tal está Allye?—Jessica se preguntó

—Esto sabe...ne, no está mal, pero creo que mi cuerpo generó resistencia.

—¿Cómo a los antibióticos?

—¿Sabes pronunciar antibióticos?

—Puede sorprenderte, pero no aprendí cosas en la escuela.

—Bueno, asistiendo a Hopewell High, eso es un autentico milagro.

—¿Ves? Odias a ese lugar tanto como todos los que hemos estado ahí. ¿Por qué te preocupas de que saldrás de ese agujero?

—No lo sé, ¿miedo de saber que rayos haré con el resto de mi vida?

Allyson tenía sus argumentos, puntos que Jessica en realidad entendía, porque en realidad, si se analiza con detalle, se puede considerar injusto que a la edad en la que uno es más irracional e inestable es también la edad en la que se te obliga a elegir que es lo que harás para vivir.

—¿Cómo supiste lo qué querías ser?—Allyson pregumtó

—¿Estás bromeando verdad?—tras un sorbo mas a su bebida Jessica cuestionó

—¿Qué? ¿Acaso me dices que te aventasté sin saber a tu sueño de aparecer en comerciales para comida para perro...vestida en botarga de perro?

—¡Ah! ¿Viste el comercial en la televisión no?

—Yo si, pero agradece al karma que mamá no. Deja esto de lado—Jessica comentó, levantandose de su asiento, con una mano sujetando su bebida y la otra tomando la muñeca de su hermana—. Vamos a ver a la banda.

El piso del escenario de sentía pegajoso; hubo un par de veces en las que Allyson sentía que perdía el paso, pero logró mantenerse en pie, pero más que el mal estado de lo que sentía bajo sus pies era lo que se vería en los reflectores, frente a la audiencia.

—Muchas gracias a todos por venir...doce personas, es nuestro público más grande hasta ahora—decía el vocalista y guitarrista principal de la banda—. Soy malo para las presentaciones, así que...¡Vamos a darle!

—¡¿Ryan?!—Allyson quedó helada al ver que quién se presentaba esa noche era Ryan Logan: ese antiguo enamoramiento escolar que terminó llevandola a un estado de vestir solo negro y escuchar "My Immortal" 17 veces seguidas.

—¿Conoces al chico?—Jessica preguntó al notar la reacción en Allye

¿Conocerlo? Algo así. ¿Contaría decir que llegó a escribir fanfics románticos sobre ellos dos o se escucharía muy perturbador?

—Él...solía ir a Hopewell High conmigo...estaba en último año cuando yo era novata.

—¿Y...te gustaba no?

—¿Qué dices?

—Allye, siempre fuiste más obvia que un tomate: te ponías así de colorada como estás ahora cuando te gustaba alguien. Cuando tenías cinco años te pusiste así ante ese sexy joven vendedor de helados.

—Si...aún tengo sueños con fantasías que involucran hombres en batas blancas y campanas sonando.

—Pudiste guardar eso para ti Allye...yo solo digo.

Allyson seguía sin creer que él se encontraba ahí: en un mundo perfecto, toda persona que te ha herido, ya sea queriendo, no queriendo, o sin querer queriendo, desaparecerían de tu vida y de tu memoria. Lamentablemente esto no era un mundo perfecto, así que los recuerdos se quedan con uno, e increiblemente esas personas no mueren al salir de tu vida: ellos siguen con la suya. Otra razón que convencía a Allye que la ficción siempre será mejor que la realidad.

—Aunque es lindo, si bien algo chico para mi—Jessica añadió.

—Es solo dos años menor que tú.

—Na, ahora no me interesan los niños. Mis años de cougar están por venir todavía.

—Solo recuerda pedir identificación antes de hacer nada...y checa si no la falsificaron en ese sitio Web.

—Pero dime Allye, ¿tú y ese chico tuvieron...algo?

—¿Algo? Solo de mi parte: era uno de esos amores desesperadores que no son correspondidos.

—Oh, lo siento mucho Allye...¡Entonces, ni se me hace tan bueno!

Ese comentario no tenía valor alguno palpable para consolar a nadie, y sin embargo, Allyson rió con soltura tras escuchar a Jessica.

—Si...digo, ¿estamos en 1991? ¡Ya cortate la greña!

—¡Gritalo hermana!—Jessica complementó, curiosamente mencionando "hermana" no en calidad de alguien que comparte un lazo familiar, sino como una amiga más que comprende sus sentimientos y reacciones

—¡Las dos pelirrojas de atrás! ¡Ya cállense!—ambas jovenes escucharon de un grito proveniente de uno de los asistentes

Las hermanas acataron con algo de verguenza la orden, marchando de nuevo a la barra y en esta ocasión conversando en susurros.

—¿Crees que nos escuchó?—preguntó Allye

—¿Entre toda esa multitud? ¡No!—Jessica respondió

Dejando de lado los malos recuerdos, en realidad Allyson se percató que aquella infatuación que había tenido se esfumó: insultos aparte, de verdad no parecía sentir angustia, pena, tristeza o nostalgía alguna. Si, por fin Allyson se parecía haber vuelto fuerte, estable.

—Las cosas...no parecen tan mal como parecen—pensó mientras veía la banda de Ryan tocar—¿Estudios? Ya pensaré en eso. ¿Trabajo? Al menos podría tener dinero que no tenga que lavar. ¿Amigos? Con el Internet ya nunca pierde contacto con nadie...si...este puede ser un buen año.

El show había acabado y la banda se bajó del escenario, ya mucho más tarde esa noche, quizás incluso la madrugada (la visión de Allye era tan mala en ese momento que no podía ni distinguir la hora en un reloj).

—¿Me disculpas, Allye?—preguntó Jessica—Si quieres ya casi nos vamos, solo dejame ir al tocar primero.

—Bien.

Tras unos minutos, Allye pensó que ir al tocador antes de partir no era mala idea (en especial después de diez cervezas). Así que entró a los baños de mujeres.

—¿Qué es eso?—Allye se preguntó al notar un ruido: gemidos, respiración agitada, contacto de lenguas...parecían provenir de los cuartos de los excusados.

Allyson abrió uno...

—¡Hey! ¡Dejanos en paz!—dijo el baterista de la banda, teniendo encima a una rubia exuberante vestida en...bueno, apenas vestida en realidad

—¡Lo siento, lo siento!

Allyson notó que de la segunda puerta también parecían venir sonidos similares. La curiosidad mató al gato, pero no sus ganas de espiar

—¡Cierra esa puerta!—dijo un sujeto barbudo hipster besandose con otro...hipster

—¡OK, eso no tiene sentido! ¡Este es el baño de mujeres!

Allyson cerró la puerta...pero siguió notando el ruido, ahora de la tercera y última puerta, y la voz, las voces mas bien, ambas le resultaban familiares.

—No...no puede ser...es...improbable, supongo...

Allye abrió la puerta número tres, y ganó...¡UN AUTO!

No, solo bromeo: ganó ver a Jessica besuqueándose con Ryan.

—Sí...bueno...debí verlo venir...—fue todo lo que Allyson pudo pensar.

N/A: ¡FELIZ NAVIDAD, HANUKKAH, KWANZAA Y AÑO NUEVO! (Con eso no dejo fuera a nadie...creo).

Espero que disfruten del debut de Hopewell; originalmente me había atrasado un poco por un pequeño percanse que tuve, pero le di una recía y...¡AQUÍ ESTÁN!

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