Capítulo XXXVIII: Love Will Fuck Us Apart (Again)
No es posible describir aquello que Allyson sentía; todo aquel que haya sido de un modo u otro rechazado conoce esa sensación: una única combinación de vergüenza, algo de ira, tristeza, melancolía, y sensación de vomito ocasional.
"¿Por qué no desaparece de esta Tierra?". Esa era una pregunta constante para ella: había sido expuesta, vulnerable y frágil, ¿al final para qué? Todo fue para nada, y aunque ese enamoramiento había terminado, no era posible evitar ese sentimiento de derrota que la atormentaba.
Aquel lunes, Allyson no acudió a clases.
—¿Crees que deberíamos hacer esto? —preguntó Sarah después que Jake tocó el timbre de la puerta de la familia Martin.
—¿Te sentirías a gusto no haciéndolo?—Jake respondió.
—Bueno... sólo digo que el nuevo gadget de Apple está por salir, y podríamos asaltar a un par de idiotas al salir de la tienda.
—Ahora no, por favor.
—Oh...claro...
Sarah sabía muy bien que Jake tenía razón, y que no podían dejar de ver por su amiga en estos momentos duros para ella; como las reuniones familiares tendría que ser: nada bonito, pero algo que tiene que pasar para seguir adelante (con o sin ayuda de galones de licor, vodka y mezcal).
—Hola —Allyson les dijo grismente al abrirles la puerta, aún en ropas de dormir, un suéter largo y unos pants holgados, con los cabellos despeinados, como si no se hubiera levantado en todo el día.
—Allye, ¿cómo estas?— Jake saludó.
—Pues...saben muy bien como estoy...
—¿Estás enferma niña? —preguntó Sarah con preocupación.
—Algo...
No era solo una excusa; su rostro reflejaba enfermedad: mejillas rojas, ojos entrecerradas y algo hinchados, y una voz apenas audible; Allyson bajaba y desviaba la mirada tratando de disimular su aspecto desarreglado, pero no engañarían a nadie, menos aun a esos dos que tan bien la conocen y que tanto saben como la afectó esa experiencia amarga.
—¡Caramba, estas muy mal! —Sarah comentó tras posar su mano sobre la frente de Allyson, y sintiendo esa nada saludable temperatura.
—¿Y estás sola? ¿Por qué?—Jake agregó
—Ya conoces a mamá: trabajo, trabajo, trabajo...
La situación era más seria de lo que pensaron al principio, y Jake, al ver que su amiga apenas podía mantener su paso, la llevo en su espalda mientras que Sarah buscaba algún medicamento en el botiquín de la casa que pudiera ayudar.
—Acuéstate lentamente niña —Jake comentó mientras la bajaba de poco a poco en su cama—.Ni siquiera entiendo porque te dejaron sola...
—Yo tampoco Jake...
—No encontré mucho—comentó Sarah al entrar al cuarto de Allyson—. Todo lo que habían eran anti-gripales y vitaminas de Los Picapiedra, y sé por experiencia propia que no son una buena combinación.
Era doloroso para ambos chicos ver a su amiga en ese estado; sí, es cierto, Allsyon no era conocida por un carácter alegre y por ligereza de espíritu, pero esta no era una neurosis con la cual sabían lidiar, sino algo más grave, y nada que hicieran podía ayudar, pero por lo menos, algo podían intentar.
—Allye, nos quedaremos aquí —Jake dijo.
—¿En serio?—preguntó Allyson.
—No podemos dejarte así—añadió Sarah—.Hemos hecho muchas cosas malas: soltado una plaga de pulgas en la escuela, destruir el piso del salón de maestros, drogarnos, emborracharnos, reírnos con una comedia de Disney Channel...pero no somos tan desalmados como para dejarte por tu cuenta en estos momentos.
—Seamos honestos Sarah—interrumpió Jake—.Estábamos drogados y borrachos cuando pasó eso del Disney Channel.
Y ahí estaban: esos dos chicos, esos dos amigos que a pesar de todo lo que pudieran ser o hacer, estaban mostrando sus verdaderos colores; nadie más, ni su madre, ni su hermana eran tan cercanos: no, esta era la verdadera familia de Allyson.
—Gracias—susurró Allye antes de quedar dormida, mientras extendió sus manos a las de sus compañeros, acariciándolas suavemente; aun se podía sentir el calor de su cuerpo, pero al menos ahora tendría alguien que cuidara de ella por el resto del día, y por el resto del tiempo que fuera necesario...
Allyson despertó, con un paño de agua en la cabeza y con sudor en su cuerpo, y a sus lados, Jake y Sarah dormidos: él en una silla que acercó, y ella recostando su torso bajo su cama mientras sus piernas tocaban el piso.
—¿Qué hora es? —se preguntó Allyson mientras tomaba su teléfono móvil—. ¿Ya es de mañana? No puede ser posible...
Eso significaba una cosa...
Allyson se levantó lentamente tratando de no despertar a sus amigos, y al salir, se topó con su madre en el camino.
—Mamá...
—Hija...ya te ves mejor. ¿Cómo te sientes?
—Pues...si, ya me siento mejor, pero...
—¿Lo de los chicos, no es así?
—Es...bueno, si...
Y Colleen comenzó a explicar lo que había sucedido.
—Allye, cuando llegué en la noche, vi a tus amigos...se veían cansados, pero estaban muy preocupados por ti, y me dijeron...
—¿Qué te dijeron? —con algo de pena en su mirada, Allyson preguntó—. ¡Vamos, dime!
—...que habías estado muy mal, y que se encontraban muy preocupados por ti, y si podían quedarse en la noche...
—¿En serio?
—Bueno- ¿Están ahí, no?
—Sí. Sí lo están.
—Hija, espera un momento —comentó la madre antes que su hija regresara a su habitación.
—¿Qué pasa mamá?
—Perdón por no estar ahí para ti cuando lo necesitabas...
—Está bien, esta bien, créeme...ademas, estas aquí ahora, ¿no?
Madre e hija compartieron un abrazo afectuoso, probablemente el más honesto y autentico desde...bueno, si ellas no pueden recordarlo, su narrador con menos razón.
Allyson no podía creer lo que ellos habían hecho: un gesto así, era...ella misma no podía encontrar la palabra correcta, de algún modo todas se quedaban cortas.
—Chicos, ¡por fin despiertan! —Allyson les saludó completamente vestida para el día.
—Hey...¿Estás...bien? —Jake preguntó, aun un poco confundido, sin entender cuanto tiempo había pasado todavía.
—Si, bueno, al menos así me siento.
—Sarah, despierta: nuestra niña esta mejor.
—¡No! ¡No otra reunión de Duran Duran!—gritó Sarah al despertar de una pesadilla—. ¿Allye? ¿Cómo estás?
—Ya estoy mucho mejor, créanme...
Jake volteó a ver a Sarah, y ambos intercambiaron sonrisas de buena fortuna y jubilo; estaban sucios y agotados, y se habían perdido de una operación de asaltos que pudo representar un par de miles de dolares en el mercado negro, pero todo había valido la pena.
—Ahora, no sé si sus padres hayan estado de acuerdo —Allyson les dijo—. Después de todo, desaparecieron una noche entera...
—¿Acaso les importa? ¿Con quién comenzamos? ¿La hippie loca de Sarah o el idiota borracho que tengo yo? A ese solo le importa que no me beba su última cerveza...
Ni Jake o Sarah tenían el mejor humor para asistir a clases, y tratarse este de un ataque de flojera normal no lo hubieran hecho, pero ellos sabían que para que Allyson pudiera estar mejor por fin, era necesario dar pie a lo que sigue.
No sería de todo fácil, si es que Ryan se cruzaba en su camino, pero uno no puede evitar esos lugares solo por una mala experiencia; la vida no funciona así, ni en nuestras propias existencias mundanas, ni en el reino de la ficción.
—Listo, mucho mejor —comentó Jake después de quedarse atrás de las chicas cuando estás ingresaron a los pasillos del colegio.
—¿Qué hiciste? —Allyson preguntó
—No tuve tiempo de bañarme esta mañana, así que resolví el problemita de mi olor...
Y era cierto: Jake no olía mal, pero era algo sospechoso...
—¿Pino? —Allyson volvió a cuestionar tras detectar el aroma de su amigo.
—Desodorantes de automóvil; solo cuelgalos alrededor del cuello, debajo de la ropa y ¡presto!
—¡Eso es...! ¿Me conseguiste uno?—mencionó Sarah
—Claro que sí
—¡Ah, hierbabuena! Esto servirá.
—Por fin un consejo de mi padre sirve de algo.
—Por cierto Jake —interrumpió Allyson—. Esos desodorantes, y tengo el presentimiento que ya sé la respuesta, pero, ¿de dónde los conseguiste?
—De por ahí cerca. No te preocupes por detalles.
—¡¿Quién carajos le hizo esto a mi auto? —se escuchó en un grito del Director desde el estacionamiento.
—¿Otra vez con lo del robo de autos?
—Hey, solo me robé unos desodorantes... y ayer me quedé con las ganas de robar algo de más valor. ¡Pero fue todo lo que me robé!
Pero dicha respuesta solo despertó escepticismo en Allyson y Sarah.
—...y doce dólares en monedas...
Pero seguía sin convencer esas palabras a sus dos amigas.
—...y un estéreo, y una billetera. ¿¡Contentas!
Tras ese pequeño desplante de crimen menor, Allyson sintió que poco a poco, su vida regresaba a la...bueno, no "normalidad", pero al menos a aquello que le era familiar y conocido.
Pero entonces, antes de ingresar a su aula, lo vio pasar...
—Allye. ¿Estás bien?—Sarah preguntó al ver a su compañera quedarse paralizada por unos instantes.
—¡Sí! Sí estoy bien, no pasa nada...
La incomodidad estaba ahí, pero ya no era momento para seguir llorando por algo que pudo y ser que no será (tampoco le sirvió cuando cancelaron "Keen Eddie" o "Arrested Development")
Pero a la hora del receso, poner en practica tal lección resulto ser más difícil de lo contemplado inicialmente.
—¿No quieres salir Allye? —Jake preguntó, siendo ellos los últimos alumnos dentro del salón de clases.
—No, no...hoy no tengo demasiadas ganas: sirve que...¡Me adelanto con la tarea! ¡Sí, eso!
—Pero ya hiciste la tarea...
—Si, pero ustedes no.
Ese gesto cariñoso (bueno, muy a su modo) conmovió a Jake y Sarah en una manera algo torcida, pero sabían que Allyson seguía sintiendo vergüenza y dolor; ya no era tanto como para filtrarse al exterior en forma de llanto o rabia, pero estaba latente dentro de su ser, y no se iría con facilidad y por un par de detalles monos.
—Ese idiota —se decía Jake molesto de camino al sanitario—. Si lo veo, juro que lo primero que haré es golpearle la jeta.
—Hey, disculpa— escuchó Jake detrás de si, antes de entrar al baño: era Ryan.
—¿Qué quieres?
—Pues...solo quería saber si Allyson estaba...si estaba bien o si se sentía algo...
Pero Ryan no pudo terminar sus palabras: Jake lanzó un fuerte puñetazo al rostro de Ryan haciéndolo caer al piso.
—Bien, lo admito —Ryan decía mientras se levantó tocando su nariz, notando que esta comenzaba a sangrar—. Esa me la merecía...
—Ya en serio, ve al grano, ¿qué quieres?
—Es sobre Allye.
—¡Ya sé que es sobre ella! ¿De que podríamos hablar tú y yo? ¿Hockey?
—Sólo quería saber si ella se encontraba bien.
—¡Ah, claro, de maravilla!
—¿En serio?
—¡NO! ¡Dios! ¡¿Que aparte de debilucho eres estúpido pendejo?
Jake aguantaba muchas cosas: peleas familiares, registros sin orden de cateo de la policía de Toronto, registros sin orden de cateo de la policía federal, y que las boy band estaban de moda otra vez, pero algo en el hecho de ver a su amiga Allyson tan herida había encendido una rabia en su interior que nadie ni nada le había visto...ni siquiera él, y aún siendo mayor que él, Ryan debía reconocer que era muy intimidatorio.
—Sólo quiero ver si...si esto la afecto tanto.
—¿Tú que crees?
—Escucha, lo siento mucho, y en verdad quiero a tu amiga y no quise lastimarla, pero no podía decirle que siento algo que no siento...no hubiera sido correcto.
Ryan hablaba con verdad, pero eso no ayudaba en lo más mínimo, y no ganaba ningún crédito ante los ojos de Jake.
—Entiendo lo que dices, pero eso no cambia nada.
—Quisiera saber si... ¡Coño! ¿Es esto un diente? —preguntó Ryan al voltear al piso brevemente y percatarse de una perdida de una de sus piezas dentales—. Como sea. Quisiera saber si hay algo que pudiera hacer para ayudar en algo.
—De ti ella no necesita nada.
Entonces, Sarah se acercó a aquella conversación / paliza.
—¡Hey muchachos! —saludó con su particular alegría—. ¿Qué pasa aquí?
—¡Él empezó!— exclamó Jake
—Calma, tranquilo muchacho. Sé que hay ciertos resentimientos por ahí flotando, pero la violencia no lleva a nada. Deja que él de su versión de la historia: vamos Ryan, adelante, habla.
—Gracias a Dios, en fin: lo que quería decir era...
Más las palabras de Ryan fueron interrumpidas de nuevo, esta vez por un golpe...de Sarah.
—¿Y eso por qué fue? —el joven músico preguntó.
—¡Tú sabes la razón! —la joven morena contestó con un tono autoritario y amenazador.
Al ver que esta platica degeneraba en una golpiza rápidamente, Ryan se propuso a hablar un poco más rápido.
—Sólo díganme si puedo hacer algo, lo que sea...¡Golpes no!
—Oh... ¡Rayos! —Sarah gemió decepcionada ante esa última aclaración.
—Ya te dije, de ti no necesita nada —Jake le contestó.
—¿Y tú quien eres para decidir eso de todos modos? —Ryan cuestionó—. ¿Su novio?
—¡Claro que no! —exclamó Sarah—. Todo lo que es es su mejor amigo hombre que se la pasa todo el tiempo con ella , la defiende de idiotas como tú y con quien tuvo su primer beso. ¡Pero nada más!
—Creo que dicho en voz alta las cosas pueden confundirse un poco —dijo Jake notando la extraña naturaleza de la relación con Allye—. ¿Y de todos modos cómo supiste lo del beso?
—Eso no importa Jackie, lo que importa es ayudar a nuestra amiga.
—Entonces, por favor, déjenme hacer algo —Ryan comentó.
—¡Ya te dije que no! —le respondió Jake irritándose todavía más
—Espera, espera, creo que podríamos hacer algo...
—¿De qué hablas Sarah? ¿Cómo se te ocurre decir eso?
—No te equivoques: también creo que el tipo es un idiota, pero esto no es por nosotros...es por Allye...
Pasaron unos días, y sin que Allyson lo supiera, Sarah y Jake habían fraguado un detalle con la esperanza que se sintiera mejor...
Aquella mañana de sábado, Allyson escuchó su celular llamándola: ella aun estaba dormida y no quería contestar al principio; pero solo se trataba de un mensaje de texto con esta simple leyenda:
"Chk n tu ventana"
—Esto es de Jake —Allyson se dijo al aclarar su vista y ver quien le había enviado el mensaje.
—Hey dormilona, te extrañamos anoche —Sarah le dijo al ver a su amiga abrir la ventana de su habitación.
—Pero...ustedes fueron los que me dijeron que estaban ocupados: Tú Sarah me dijiste que era noche de la reunión anual de los Judíos Unidos de Canadá...¡Y tú Jake me dijiste que ibas a tu "Club de la Pelea"!
—Lo cual obviamente era mentira ¿No? —respondió Jake—. Después de todo, las reglas del club dicen específicamente que no puedo hablar del club...espera, olviden eso...
—Te aseguro que sí, Jake. ¿Qué pasa entonces chicos?
—Sabemos que aún te sientes un poco mal, así que hicimos esto para animarte y...perdónanos por la calidad ¿OK?
Y de atrás de unos arbustos, Jake sacó una grabadora antigua de los lejanos años 80, la tomó entre sus manos, la encendió y dejo que de ahí saliera su explicación.
—"Sabemos que es lo que estas sintiendo / sabemos que esto te causa mucho dolor / pero de la depre nos encargaremos / de sacarte de ahí como un...tractor"
—¿Esos son ustedes...cantando?—Allye preguntó
—¡Y yo escribí la letra!— Sarah mencionó animada y sonriente.
—"Así que baby, no pasa nada / los demás son idiotas que no merecen tu amor / ahí estaremos nosotros para recordarte / que en esta vida somos tu...tractor"
—Debí escribir yo la letra —Jake pensó al escuchar ese segundo verso.
Pero eso fue más que suficiente: Allyson se apresuró a bajar y con un efusivo abrazo les entregó a los dos de la emoción mientras se veía una pequeña risa en sus labios.
—Gracias muchachos —les dijo.
Cualquiera que estuviera dispuesto a humillarse así, con un canto desafinado y una letra sin sentido digna de Arjona era sin lugar a dudas, un verdadero amigo, y ahora Allye sabía que tenía dos de ellos, listos para pasar con ella la tormenta, la adversidad y los exámenes anti-doping.
—En verdad, no saben cuanto los aprecio —Allyson les dijo al terminar de sonar la canción.
—Es mutuo Allye...es mutuo —Jake contestó
—Pero además, ¿dónde aprendieron a hacer música? ¿Era una guitarra eso que sonaba al fondo no?
—Sí
—¿Quién fue, tú Jake, o Sarah? No sabía que tocaban...
Ni Jake ni Sarah dijeron nada para desmentir o confirmar las suposiciones de su amiga: sin lugar a dudas el canto era suyo, y la letra solo podía venir de la cabeza de Sarah, pero la música...
...Y no le tomó demasiado tiempo adivinar de donde había salido, y por un instante se sintió tentada a mencionarlo, pero no valía la pena: ya no, pero en lo que Allyson correspondía, todo había sido perdonado: ese fue su primer enamoramiento real, y ahora estaba en el pasado, pero al menos tendrá el recuerdo...
Entonces, una música extraña fue escuchada a la distancia, y acercándose de poco a poco.
—¿Will? —preguntó Sarah al ver el joven que se acercaba...con una enorme grabadora en sus manos reproduciendo una canción.
—"...Ne smotri, en smotri ty po storonam / Ostavajsia takoj, kak jest / Ostavajsia sama soboj / Celyj mir osveshajut tvoi glaza / Esli v serdce zhivet liubov..."
Y tras ese...detalle, Sarah corrió al encuentro de Will; ese extraño chico con el que tanto había "congeniado" (por decirlo de algún modo sutíl)
—¿Govorite li vy Rossiyu? —Sarah le preguntó
—Da—Will le respondió
—¿Eso fue...ruso?—Allyson preguntó mientras observaba tal escena.
—Ya sabes lo que dicen: el ruso es...el idioma del amor... ¿creo?—Jake contestó cómo pudo.
Pero eso no importaba: Sarah y Will, sin poner atención a su alrededor, se dieron el beso más apasionado y romántico que alguno de los dos hubiera visto. Su amor era tan fuerte que brotaba como una luz de estrella.
—¡Ah, que tiernos! —Allyson exclamó.
Y entonces, Sarah subió su pierna derecha para que Will la sostuviera.
—Caramba, eso sí es pasión—Jake agregó.
Y a partir de ese acto...todo degeneró.
—Em...¿Muchachos? —Allyson preguntó avergonzada ante el "cariño" expresado por la pareja—. ¿No quieren...un lugar mas privado?
—¿Se están desabotonando la ropa?— Jake pregunto
—No sabía que Sarah usaba encaje...
—Ni que pudiera mover la lengua así...ni sus... caramba...
—Pues, chicos —Allyson ruborizada trataba de articular bien sus palabras—. No es por ser groseros ni nada, pero, Jake y yo nos retiraremos, y antes que salga más gente, ustedes deberían hacer lo mismo...
—¡Vete tú! Yo quiero ver como todo esto...termina.
—¡Jake!
—¡Oh bueno! ¡Vamonos!
Con una canción y con un amor...este parecía ser un perfecto final, pero si algo han aprendido Allye, Jake y Sarah, es que las cosas en Hopewell High están lejos de ser perfectas...
N/A: A todos los lectores de la serie: gracias por habernos acompañado en este viaje de aventuras, amistad, amores, sexo, drogas y rock and roll...
...esperen, la cosa TODAVÍA NO termina (coño, ya arruiné mi despedida). De todos modos, se agradece la fidelidad a esta historia, y que hayan disfrutado este episodio y que disfruten los pocos que siguen de este primer libro.
Shalom camaradas.
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