Cerro la puerta de su casillero con brusquedad para después soltar un resoplido, era el colmo para Yoongi, ese día no podía ser peor, primero el profesor de narrativa se dedica a decirle que su trabajo es mediocre y que carecía de creatividad, para después tirarlo a la basura como si nada, luego en la clase de poesía se duerme en plena clase solamente porque la profesora no deja de hablar del separamiento de silabas y para colmo lo descubren y lo hacen salir de la clase, ahora tiene un reporte por eso, ¿acaso la vida estaba en su contra?

—¡Woa! Tranquilo —soltó un resoplido y se giro de forma lenta sobre su eje para encarar a su amigo—, hey, ¿qué paso ahora, Yoon?

El omega sentía el amargor en su boca, esto era peor que nunca, pero lo debía soportar por un poco más de tiempo.

—Jimin —el mencionado sonrió hacia el omega—, no te importa —Jimin estaba acostumbrado a ese trato de parte de Yoongi, después de todo era agradable—, por cierto, ¿por qué no entraste a la clase de filosofía de lenguaje?

—Sólo digamos que tenía algo que hacer —hablar sobre las reuniones del club, está prohibido, se recordó así mismo, no podía decírselo a Yoongi, y lo sabía.

—Pues deja esas cosas que tienes que hacer —Yoongi llevo una de sus manos a su cabello para despeinarlo un poco, le estaba comenzando a doler la cabeza, el día había sido sumamente estresante—, odio esta carrera.

—No decías eso cuando viste el plan de estudios —menciono Jimin mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho.

Los ojos de Yoongi no pudieron evitar prestar una leve atención a aquel anillo que Jimin portaba en su mano derecha. Yoongi lleva conociendo a Jimin desde hace cuatro años, se hicieron amigos en poco tiempo, y aunque a veces decían que Jimin tenía la intención de ligar con él, Yoongi no les creía para nada, ambos tenían gustos parecidos, y estudiaban en la misma facultad, lo que hacía que Yoongi se sintiera menos solitario, pero desde hace ya casi ocho meses, Jimin se había estado comportando extraño, se escapaba de algunas clases, casi no le hablaba mucho de lo que hacía, y también estaba ese hecho de que algunos omegas lo habían estado difamando, y también hace ocho meses que Jimin había comenzado a utilizar ese anillo.

—¿Ya almorzaste? —su atención fue desviada de nuevo hacia el rostro del alfa frente a él—. Yoongi, si de nuevo dejaste de comer a tus...

—Ya, ya —reclamo el omega para después sonreír—, comí un poco de ensalada que logré empacar antes de venir —soltó un bostezo, necesitaba dejar de desvelarse—, tengo más sueño que hambre, Park.

—Como siempre —se burlo Jimin y Yoongi estiro su mano para darle un leve empujón en el hombro, antes de que siquiera Yoongi pudiera apartar por completo su mano de Jimin, el alfa la tomo con cuidado, pero con fuerza en su agarre—, vamos a la cafetería, Yoon.

—No, no tengo nada que hacer allí.

—Oh claro que sí —Jimin comenzó a jalar a Yoongi para poder dirigirse a la cafetería.

Siempre Jimin procuraba por su bienestar, y eso era bueno, Yoongi casi siempre dejaba de lado a su persona para preocuparse más por sus estudios, Jimin se trataba de una pequeña pastilla de alegría y bienestar para su propio bien, el omega a veces podía sentirse un completo inútil cuando se trataba de cuidarse de sí mismo, y Jimin parecía su padre totalmente preocupado por su persona, era agradable en cierto punto.

El omega no se consideraba un enorme fanático de la comida de la cafetería, aunque debía admitir que no tenía mal sabor, pero tener las miradas de los demás a su alrededor era tan fastidioso que inclusive la comida sabía amarga, Yoongi no comprendía lo que estaba sucediendo, el primer año en la universidad fue casi perfecto, nadie los miraba, las clases eran a veces aburridas e interesantes, y se la pasaban la mayor parte del tiempo juntos como buenos amigos sin tener miradas alrededor, pero todo aquello había cambiado en los últimos dos meses del segundo semestre.

Jimin se había distanciado mucho de su persona, e inclusive casi todo el tiempo le salía con excusas baratas que ni Yoongi sabía si debía creer o no, pero cuando vio a Jimin con una omega, supo que seguramente se estaba alejando porque había encontrado pareja, sólo paso mes y medio cuando de un de repente, cuando él y Jimin se encontraban afuera del campus en los jardines, se había acercado la omega con la que había visto a Jimin, y solamente se dedicó a llorar frente a él y suplicarle que regresaran, Yoongi no entendía porque Jimin había tenido un semblante sumamente frio y sin expresión alguna con la omega, ni siquiera le había respondido a la chica, solamente había tomado la mano de Yoongi y le había dicho que era hora de ir a casa, y eso había sido todo.

Después de aquel día, Yoongi había notado que otros omegas hablaban mal de Jimin, aunque muchos no les creían, casi siempre lo señalaban a él como su próxima víctima, pero Yoongi no entendía a lo que se referían con eso, hasta que una vez le había dicho un omega que tuviera cuidado, que Jimin pertenecía a D.A.O., pero Yoongi no sabía que demonios significaba esa mierda de D.A.O.

—¿Emparedado de atún o el espacial de la casa? —la voz de Jimin lo saco de sus pensamientos, ni siquiera se había percatado de que ya habían llegado a la cafetería, Yoongi miro por breves segundos detrás de Jimin, observando que algunos los miraban.

—Jimin, creo que lo mejor es que nos vayamos de aquí —el mencionado frunció el ceño.

—¿Qué? ¿Por qué? —Jimin no entendía nada, miro a Yoongi a los ojos.

Yoongi entreabrió los labios, pero el sonido de un silbido siendo alargado lo hizo quedarse sin palabras, Yoongi rodo los ojos y maldijo en sus adentros, si algo había que Yoongi detestaba más que ir a la cafetería, era encontrarse 'casualmente' con Kim Jongin, ese alfa era un fastidio, llevaba casi cuatro meses fastidiándole la vida, siempre era lo mismo, coqueteaba con él, a veces se le salía un comentario indecente, y de vez en cuando se atrevía a abrazarlo por los hombros, auqneu claro Jimin casi siempre estaba allí para defenderle.

El alfa mostro de inmediato un semblante serio al ver a Jongin acercarse a ellos con esa sonrisa ladina suya que lo caracterizaba siempre, arrogante, un alfa que siempre creía que podía obtener lo que le gustase, Kim Jongin, Jimin lo recuerda bien, después de todo era el anterior líder del club D.A.O., colocándose triunfador con casi veinte omegas en su lista, pero había sido echado del club debido a que había roto varias de las reglas, Jimin estuvo allí cuando Jongin lo recibió como nuevo miembro, y también estuvo allí cuando borraron su nombre permanentemente de la lista del club.

—Yoongi —Jimin apretó la mandíbula al ver como aquel chico colocaba su brazo por encima de los hombros del mencionado—, tu aroma siempre me llama, ¿no crees que es el destino?

—Ya suéltame —menciono Yoongi para después empujar a Jongin de su lado, este mismo soltó una risa por las acciones tan bruscas de parte de Yoongi.

—¿Hasta cuando dejarás de molestarlo, Kim? —el mencionado miro hacia Jimin para después sonreía sin importancia alguna, rodo los ojos y miro a Yoongi.

—Oh —menciono—, entiendo, ¿es la próxima víctima?

Yoongi frunció el ceño al escuchar eso, ¿de qué estaba hablando?

—Cierra la boca —dijo Jimin entre dientes.

—¿Qué? ¿Tengo la razón? —Jongin soltó una suave risa—. Es una lastima ya no estar en el club para esto.

—Sólo cállate —volvió a sentenciar Jimin, miro a Yoongi—, hay que irnos.

—Eso, Park, cuida a tu flor, no sabes quien te la quitará primero —Yoongi definitivamente estaba totalmente confundido, Jimin soltó un gruñido en respuesta hacia Jongin.

Yoongi necesitaba respuestas, ¿qué había sido aquello?

¿El club? Yoongi estaba sumamente confundido al respecto, y sabía con certeza que Jimin no le diría nada, ese alfa siempre se negaría a hablar de esos asuntos e inclusive le diría que no hiciera caso a las tonterías que decía Jongin, pero esta vez definitivamente se había quedado con la curiosidad rondando por sus pensamientos.

¿A qué se refería Jongin con todo lo que había dicho?