Capítulo 1: Iniciación al desastre

— ¿Y por qué te quieres unir al club? — Preguntaba Carry a la nueva chica que había llegado a nuestro salón que usábamos para las "actividades" del club.

—Bueno, me pareció divertido esto — respondió la chica, tenía su cabello hasta los hombros y tenía un aire de inocencia.

— ¿Divertido? ¡Esto no es divertido! — Ya empezaba Carry a ponerse eufórica con su papel de vicepresidenta.

— ¿Cómo te llamas? — Me acerqué a ellas para impedir otro de los grandes discursos que daba mi amiga.

—Park Nara — Apresuró a decirme, ahora estaba más cohibida.

—Lindo apellido — sonreí para que ya no tuviera miedo — Mira, Nara, este club no es de disciplina o limpieza como crees, es sobre

—Odiar a Jungkook, lo sé — parpadeé al escuchar su respuesta — Luego de la broma que le hicieron la semana pasada, ya toda la escuela sabe de qué va este club, bueno, excepto el director y los profesores

— ¿En serio? — Ahora estaba sorprendida de la velocidad con que los rumores se dispersaban.

—Es culpa de Carry, no debimos haber hecho algo tan pesado — dijo de repente InSoo quien estaba hasta hace unos momentos leyendo un libro para la siguiente clase.

— ¿Qué? ¡Llevamos dos años con este club y no hemos hecho gran cosa contra la rata! — Se quejó Carry molesta, en eso tenía razón.

—Pero hacer que le diera diarrea con ese panqueque no fue — intervino Jihun, se estaba sobando el cuello.

—Fue fantástico, se echó tantos pedos que estoy segura ninguna chica querrá volver a olerlos por segunda vez — la vicepresidenta estaba muy feliz de sí misma.

—Quizá, pero nos expuso debido a que pusiste una nota en la que, dijiste y cito, "De parte de tu anti club" — Insoo realmente leía la nota que habíamos recuperado antes de que reconocieran la letra de Carry — ¿Quién más que nosotras podría ser? Siempre lo repelemos, no hay otro club que pudiera ser a menos que de alguna forma retorcida pensaran que fue su club de fans... — todos nos quedamos en silencio.

—En fin, creo que podemos hacerle un hueco a Nara, de todas formas ya se enteró qué somos realmente — tomé de los hombros a la chica y la hice entrar de una vez al salón.

Cuando la puerta se cierra detrás de ti no hay escapatoria de este lugar...

¡Qué va! Pero realmente se volvía adicto todo esto, ya sea que odiaran o no a la rata, las chicas se acostumbraban a estar con nosotras y llevar a cabo los planes malvados de Carry ¿Por qué? Ni idea.

En total éramos cinco miembros, yo, la presidenta, Carry la vicepresidenta, Jihun la secretaria (sin ella ya nos habríamos acabado el dinero del club en tacos), InSoo y por último mi hermanito Jimin que no estaba ahorita.

Cada uno estaba aquí por diferentes razones, no precisamente por odiar al cara de rata, pero los motivos eran suficientes para que esta extraña secta funcionara. Carry era la que más lejos llevaba todo esto con sus bromas pesadas, luego de que se me pasara la emoción de conocerla me pregunté por qué era así. Cualquiera pensaría que se debe a que quizá muy en el fondo lo ama, como ese dicho que dice: del odio al amor sólo hay un paso.

No es así, ella realmente lo despreciaba y verlo ser miserable era lo único que la ponía feliz. Por otro lado Jihun decía que le parecíamos divertidas y que ser agente encubierto era su sueño, por eso ella era nuestra espía infiltrada del otro lado, era muy buena. InSoo simplemente se unió alegando que odiaba a todos los amigos de la rata, no dijo sus motivos pero se veía comprometida.

Y pues ya saben sobre mí y Jimin.

Estaba sentada en la silla que me correspondía como presidenta del club mientras observaba a las demás darle los detalles a Nara sobre nosotras, estaban enseñándole las siete reglas de oro del club y luego pasarían a recitar el famoso juramento.

La verdad sólo faltaba que sonara Mama de EXO de fondo para que el ambiente fuera tan tétrico. Aunque eso de las donas y parar bolas le quitaba seriedad al asunto, no pude persuadir a Carry de quitarlo.

Miré por la ventana ya que daba una vista hacia las canchas del instituto y al parecer los del salón de la rata tenían deporte y jugaban futbol. Me quedé observándolo, fijamente para ver si podía hacer que se cayera con mi pensamiento, cuando pasó el balón hacia a otro lado como si fuera un gato seguí la pelota.

Se me cayó la baba cuando lo vi por primera vez.

Había un chico con el cabello plateado que brillaba mucho bajo el sol, tenía ese corte que estaba de moda entre los hombres, con los costados rapados y manteniendo lo de en medio intacto. Pensaba que ese corte era parecido al de Phil de los Rugrats, pero al verlo en él aquella idea se desvaneció por completo.

La manera en la que corría, como el uniforme se le movía junto con su cuerpo y además se pegaba por el sudor me cautivó por completo. ¡Era hermoso! ¡Guapísimo! Cuando lanzó el balón hacia la portería y este no entró, me valió berenjena porque igualmente me emocioné. Se quedó parado con las manos a la cintura, su pecho se movía de arriba abajo por el esfuerzo y el sudor le caía por la frente, era perfecto. Parecía muy defraudado por no haber metido un gol y yo sólo quería gritarle algo para animarlo, como...

Si fueras un helado te comería hasta el palo.

Lo sé, soy muy romántica.

Estaba toda embelesada pensando en las múltiples formas en las que le haría el amor a ese bombón que no me fijé en que volteó a verme. Casi me da un infarto al ver que tenía su mano levantada hacia mí para saludarme.

Prácticamente olvidé como se saludaba e hice un ademan extraño con la mano, parecía más que estaba rapeando. Sonrió algo divertido por mi extrañeza y cuando vi aquellos hoyuelos juro que se me cayó el calzón.

— ¿Qué tanto miras, Nam? — Di un salto al escuchar aquella pregunta cerca de mí, era InSoo.

—Nada, viendo el partido — disimulé, conocía a todas ellas, si decía que ya me gustaba un chico sólo por verlo jugar me iban a joder hasta que me viniera la menopausia.

—Oh, ahí está la rata ¿no tienen un ladrillo para tirárselo desde aquí? — Carry se no unió en la ventana.

El chico guapo se fue a seguir jugando y yo me quedé toda triste porque juro que ya casi me iba a pedir matrimonio.

***

Estaba bostezando enormemente en la cafetería debido a que esa clase de historia se me hizo más eterna que la vez que tuve que ver un documental sobre la célula. Seguía bostezando como si fuera a tragarme todo lo que había en el lugar cuando pasó enfrente de mí aquel chico que vi jugar en la cancha, fui cerrando mi boca poco a poco llena de vergüenza, ¿por qué siempre me pasa esto? ¿Acaso hice algo malo para que siempre esté en una situación penosa? Ah sí, ya me acordé qué hice ese verano...

El chico de labios ricos sonrió ligeramente al verme y siguió caminando para ir por su almuerzo, seguramente se estaba riendo de mi bocota.

— ¿Quién ese ese chico? — Volteé a ver hacia las chicas, InSoo había lanzado la pregunta.

—Ni idea, creo que es nuevo en el salón de la rata — contestó Jihun sin prestarle mucha atención.

—Uh, esperemos no se junte con la rata — comentó Carry.

— ¡Claro que no! — Di un golpe contra la mesa, todas me voltearon a ver, así que me hice pendeja — No dejaremos que la rata tenga más amigos

— ¡Sí! — dijeron todas, de la que me zafé.

En fin, regresé mi mirada hacia la espalda del guapo, en serio necesitaba saber su nombre y como a mí me enseñaron a ser acérrima, me paré de mi asiento y fui hacia donde estaba él para iniciar mis movimientos de seducción.

"¿Te gusta el pan?"

Estaba completamente decidida, pero ocurrió algo que detuvo mi movimiento. Por favor, pongan de fondo alguna canción épica. Aquella cosa, esa fea cosa que tanto detesto lo rodeó de los hombros a mi chico rico y le habló con completa familiaridad.

— ¿Cómo te va Namjoon? — Al menos ya sabía su nombre, igualmente te desprecio rata.

—Oh, Kook, muy bien — iugh, dijo su nombre — Esta escuela me gusta — de repente giró su cabeza, parecía que estaba buscándome porque miró primero hacia mi mesa y luego se dio cuenta de que estaba justo detrás suyo — Hola — saludó tímidamente.

Juro que quería poner mi sonrisa de tonta enamorada al saber que me estaba hablando a mí, sin embargo la rata también me estaba viendo y parecía sorprendido de verme ahí.

—Hola — tuve que saludar por modales.

— ¿Qué haces aquí? — Preguntó la estúpida rata que le huelen los pies.

Había jurado por mi santísima vida que no le hablaría jamás, sin embargo debíamos mantener una fachada con el mundo para que no se dieran cuenta, por eso me alejaba unos 500 metros de él. Puse una sonrisa forzada y contesté.

—Vine por un panqueque — contesté de lo más normal.

—Toma el mío si quieres — ofreció Namjoon, se sentía hermoso decir su nombre en mi mente.

¿Se imaginan cómo sería gemirlo en la cama? Okay ya, me concentro.

—Cuidado con eso, podría darte diarrea — señaló la rata, ¡nadie le hablaba, metiche!

Namjoon se quedó con la comida en la mano dudando por el comentario del carerata, negué con la cabeza.

—A mí nadie me odia en esta escuela — dije mientras sonreía y alargué mi mano hacia el panqueque — Muchas gracias, eres muy amable por darme tu comida

—No es nada — ambos nos quedamos viendo, juro que era amor verdadero.

—Bueno, ya vete ¿no? — Giré mi cabeza hacia él como la niña del exorcista.

—Claro, cuidado con ese sándwich, te podría dar tifoidea — antes de irme miré nuevamente al riquísimo — Me llamo Namkyu, adiós — y me fui triunfal de ahí.

Obviamente no duró nada porque casi me caigo con un plátano que había por ahí.

— ¿Por qué hablabas con la rata? — Preguntó Carry en cuanto me senté en la mesa, ya el panqueque no existía.

—Fui por un postre y me lo topé, el chico nuevo me habló — dije escurriéndome en la silla.

— ¡Pues se ve que son muy amigos! Lo agregaré a la lista de prohibidos — al escuchar eso me compuse de inmediato.

Si eso pasaba infringiría las reglas de oro y yo no quería alejarme de Namjoon, hace mucho que no me llamaba la atención alguien de esta fea escuela. ¡No puedo dejarlo ir!

—No — tomé su brazo antes de que pudiera escribirlo, Carry me quedó mirando con extrañeza, seguro quería decirme que me sacara — No creo que sean amigos, parecía más como si... ¡La rata le hiciera bullying! ¡Sí, eso! — Soy una genio.

— ¿En serio? — Preguntaron todas, yo asentí.

—Ya saben que es un tirano de lo peor, ¿qué podíamos esperar de esa fea cosa? — Me encogí de hombros, por primera vez la rata servía de algo.

—Bien, hay que ayudarlo de alguna forma, podríamos esparcir el rumor de que la rata tiene herpes — todas miramos a Carry, ya estaba ideando otra broma.

—No creo que sea buena idea eso...— estaba de acuerdo con InSoo — No creo que eso ayude a que le deje de hacer bullying

—Yo como presidenta del club anti esa cosa, me haré cargo de esto — me ofrecí como voluntaria, sufría mucho.

—Entendido — dijeron las demás.

Parecía casi un sueño el hecho de que estaba resultando fácil. Estaba en mi nube de felicidad cuando está se agrandó más al ver llegar a mi bebé.

— ¡Jimin! — Chillé feliz al verlo, venía con su uniforme bien puesto como debía ser y con el cabello negro algo revuelto.

— ¿Me guardaron algo? — Preguntó al sentarse, asentí tendiéndole algo de comida — Tengo mucha hambre

—Me imagino, ¿cómo estuvo el club de judo? — Él ya se estaba atragantando el sándwich así que no contestó.

Le estaba quitando el cabello de la frente cuando me di cuenta que debía dejar de hacer esas cosas, miré hacia mis amigas que me veían con una sonrisa de burla. Ellas decían que trataba a mi hermano como si fuera mi hijo, pero es que lo adoraba, también decían que la rata era el padre y nos había abandonado, ahí me las molía a golpes. No podía evitar ser así con mi bolita de grasa, que ahora ya no lo era porque se puso buenote.

¡Pero sólo yo lo sé!

Sonríe maliciosa, sólo yo había visto sus abs.

—Bien, hoy llegó un nuevo miembro que nos sorprendió a todos — ladeó la cabeza.

— ¿Por qué? — Eso picó mi curiosidad, quizá era Namjoon el rico — ¿Es muy bueno?

— ¿Bueno? ¡No! O no sé, es que no lo vi practicar, de hecho nadie sabe qué hace ahí porque es un chico muy delgado y pálido, no parece que practique judo — asentí al escuchar eso, era muy raro — Además se me quedaba viendo

Ahora ya sé por qué. Es un orgullo para mí decir que mi hijo, digo mi hermano Jimin, es el más guapo de la escuela, tenía admiradores por todos lados, tanto hombres como mujeres. Para mala suerte de las chicas, Jimin prefería la compañía de otros acérrimos.

—Así que no es mi futuro esposo — murmuré, sólo que él tenía buenos oídos.

— ¿Quién será tu futuro esposo? — Preguntó, le tapé la boca de inmediato porque no quería que nadie escuchar eso.

Por suerte no lo escucharon.

—Shh — sisé para que se bajara la voz — Verás, hay un chico nuevo bastante guapo que me gusta un montón, lo vi y dije: véngase pa' ca shiquito — Jimin se estaba riendo de forma adorable ante mis burradas.

— ¿Cómo se llama? — Quiso saber de inmediato, por eso lo amaba al bebo, era también mi mejor amigo.

—Namjoon — pronuncié su nombre y lancé un suspiro.

— ¿Qué? ¿Namjoon? — Mantuvo el tono bajo, pero parecía muy preocupado, fruncí el ceño al verlo así — Hermana, él es el primo de la rata

Y me quedé morida.



Holaaaa, quería aclarar algunas cositas porque algunas estaba confundidas sobre este fic, número uno: no es un Namjin xD al parecer eso simula con el título pero es anti rata y namjin, creo que eso queda claro en este cap, lamento si pensaban eso pero es que jamás me verán escribiendo uno porque no me gusta la ship y sólo quiero a mi negro para mí. Pero por fa denle una oportunidad al fic porque es muy especial, lo estoy haciendo en colaboración con el club chiaki, ellas me dan ideas y yo intento ponerlas aquí, estamos trabajando duro para que a la gente le guste este hermoso fic hetero casi nada cliché ♥ gracias por leer y dennos amorsito amorfo del buenesito.

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