Recuerdos
*Flashback*
Los dos se encontraban frente a frente sentados en la mesa redonda de la casa de los Park.
No había nadie más que ellos dos así se había asegurado Suga al volver a pisar aquel hogar.
Tuvo que hacer mucho esfuerzo para no llorar al entrar ahí de nuevo.
Al ver como Nam lo miró con una seriedad pasmosa incluso Suga habría dicho que lo miraba con decepción.
-¿Qué ha ocurrido, Suga?
Suga no podía mirar a Nam a los ojos. Tenía que ocultarle lo que ocurrió aquella madrugada con Jimin.
-He terminado con tu hermano.
-Si, eso ya lo sé - contestó Nam
Hubo un incómodo silencio.
-Ahora quiero saber por qué
Suga suspiró. Sus manos se retorcían debajo de la mesa. Estaba alerta por si aparecía Jimin.
Era tan difícil lidiar con las ganas de verlo y de no verlo a la vez que necesitaba explicarle a Nam e irse corriendo.
-Estoy metido en un lío
Si Suga admiraba algo de Namjoon era su capacidad por mantener la apariencia calmada ante cualquier situación.
Lo único que alteraba de su físico cuando alguna noticia no le cuadraba era su ceja derecha.
Así que ahí estaba Nam con la ceja levantada esperando que Suga le explicara.
Suga le contó lo del túnel. Lo mal que sentía por no poder aportar dinero. Le contó la emboscada y como lo amenazaron.
Le confesó a Nam su miedo por Jimin. Su frustración al ver que, desde el momento en que lo endeudaron, su vida cambió por completo.
No se sentía una persona, sólo un muñeco manejado por hilos invisibles.
Ahora no tenía escapatoria. Si tenía suerte no acabaría en las minas del Norte.
Era algo que no podía descartar. Otra razón más para dejar a Jimin.
-¿Por qué no me hablaste de esto? .- Nam estaba realmente enfadado.- Me ofende que te creas un estorbo. Me duele. Pensé que había confianza entre nosotros.
-Lo siento, Nam. Mi mente va por otros caminos. Me estrese y tomé la decisión equivocada....
-Y mira dónde nos ha llevado.
Un sentimiento desbordante de cariño y gratitud llenó su corazón al escuchar a Nam hablar en plural.
Como siempre hacía con todos los problemas que el grupo había tenido.
Nam evitaba tomar decisiones equivocadas, siempre pensaba en qué sería lo correcto. Cómo afectaría a los demás si hacía esto o lo otro...
-Lo siento- Nunca había dicho un 'lo siento' más sincero
- Ya sé que lo sientes. -dijo Nam impasible-Ahora tendremos que arreglarlo.
-No. No quiero que te metas en esto, Nam.
-¿De cuánto es la deuda? -preguntó Nam ignorando la petición de su amigo
Suga volvió a suspirar.
-El problema es que creo que no hay deuda.
-¿Qué quieres decir?
-Estuve pensando y creo que simplemente me necesitan.-dijo Suga con un deje de amargura.- El día de antes de que me amenazaran le dije a Paek que ese sería mi último trabajo.
Nam chasqueó la lengua.
-¿Entonces?
Suga se encogió de hombros. Todavía no había hablado con Paek sobre la deuda y no pensaba hacerlo hasta que pasara un tiempo prudencial . El pelinegro tenía mucho rencor dentro y le daba miedo reaccionar mal ante su jefe.
-Voy a recoger mis cosas e irme- anunció levantándose - Si Jimin apareciera...
-Si, mejor que, por ahora, no os encontréis
Suga tragó saliva. La garganta le dolía del nudo que le estaba apretando
Se miraron y Suga reunió el valor para formular la pregunta que le rondaba la cabeza desde el último día que vió a Jimin.
-¿Cómo está?
Qué pregunta tan tonta, pensó nada más materializarla.
-Destrozado
La honestidad de Nam no le sorprendió pero la mirada llena de frialdad le partió el alma en dos.
-Lo siento, Nam...Lo he jodido todo.
Namjoon también se levantó
-Si....- suspiró
Suga bajó la cabeza tan avergonzado...
Entonces sintió los brazos de su amigo por encima de sus hombros.
-Ahora nos toca arreglarlo.- le dijo mirándolo. La ternura de nuevo apareció en sus ojos. Nam lo abrazó con fuerza- Cuenta conmigo, Suga. Y por favor, ten cuidado
A Suga se le escaparon unas lágrimas.
-Lo tendré.-dijo mientras apretaba su mandíbula en el hombro de Nam-Tú cuida de Jimin.
El agarre de Nam se hizo más fuerte, como si no lo quisiera soltar.
De pronto, la puerta se abrió y los chicos se soltaron para mirar hacia ella.
El corazón de Suga comenzó a latir de manera descontrolada.
Era Jimin.
Pero era una versión de Jimin totalmente desmejorada. Su cabeza estaba tapada por la capucha de la sudadera roja que llevaba y que Suga juraría que era suya. El rubio flequillo de caía encima de los ojos y aún así pudo ver las bolsas que tenían sus ojos.
Suga desvió la miradas cuando Jimin fue hacia él con paso férreo.
-Coge tus cosas rápido y largate de aquí
El pelinegro asintió rápido con la cabeza gacha.
-Jimin...
Nam le advirtió pero Jimin seguía mirando la cara de su ex novio.
Sus ojos se aguaron.
Suga alzó la cabeza mirando hacia un lado porque no quería sostener la mirada del rubio.
No iba a aguantar mirarlo.
-Nam. No te metas en esto-dijo Jimin sin quitarle los ojos de encima a Suga.-Te doy cinco minutos.
-De acuerdo.- susurró Suga con la voz quebrada
Jimin salió de la casa y Suga subió rápido a empacar lo poco que tenía.
Las lágrimas comenzaron a caerle cuando entró en la habitación dónde habían sido tan felices.
Los recuerdos que en su momento le habían hecho tan inmensamente feliz ahora ahora rompían el dique y se desbordaban en su cabeza.
Rompiéndo todo lo bueno en mil pedazos.
Rompiéndolo a él mismo.
Nam lo miraba apoyado en el marco de la puerta. Lo miraba con pura tristeza.
-Se le pasará,tranquilo
Suga asintió mientras se limpiaba sus silenciosas lágrimas.
La barbilla le temblaba cuando, ya finalizado el empaque, miró a Nam.
-No lo merecí nunca... No os merecí nunca
Salió.
Al fin salió lo que siempre había guardado en su interior. Esa frase que se venía repitiendo y que la tenía supurando sin control.
Nam abrió los ojos sorprendido
-¿Qué estás diciendo? ¿Qué tonterías estás diciendo? No vuelvas a repetir eso nunca más.-dijo Nam indignado -Siempre serás parte de esta familia, Suga
-Gracias-Sonrió
El pelinegro se dirigió a la puerta
-Espera- alargó el brazo bloqueando su paso-doy por hecho que tienes dónde dormir...
-Si, no te preocupes
Nam levantó su ceja
-Espero que no me mientas
-No, te lo juro Namjoon.
El peligris escrutó la cara de su amigo buscando cualquier gesto que le dijera que mentía .
-No más mentiras ni ocultaciones.
Suga asintió
Nam por fin quitó el brazo dejándolo pasar.
Cuando Suga salió de la casa se encontró a Jimin sentándo en el pequeño banco que tenían en el porche.
Sus manos sostenían su cabeza cabizbaja.
La levantó nada más escuchar los pasos del pelinegro.
Suga no lo quiso mirar pero lo sintió.
Sintió la mirada rasgada persiguiendole.
No se dijeron adiós.
Sin mirar atrás dejó la única casa que Suga había sentido como un hogar.
*Fin del flashback *
🎈🎈
Las llamadas de Eun Woo se repitieron varios días. El chico insistía en ver al rubio.
Se había quedado con ganas de más.
Y Jimin también, no lo podía negar. Ya no pero su cabeza....ay su cabeza. Era todo un lío. Un caos.
Tumbado en su cama horas después de haberse despedido de Suga, de haber llorando y de haberse calmado él mismo diciéndoselo que alejarse de él era lo mejor, la idea de contarle a Eun Woo que era un desheredado comenzó a coger forma en su cabeza.
Una leve esperanza surco sus pensamientos cuando pensó en lo buena persona que era su amante. En lo comprensivo que había sido.
Quizá no le importara.
Jimin ya no podía seguir ocultando ese dato.
Eun Woo no lo merecía.
Las tripas comenzaron a rugirle de hambre, asi que Jimin bajó en busca de algo para echarse a la boca.
Cual fue su sorpresa cuando encontró a Jungkook sentado en la mesa comiendo una porción de tarta de chocolate que había sobrado de la fiesta.
-Kookie ¿No puedes dormir?
-No...
Jungkook destrozaba la tarta dando pequeños golpes con la cuchara, pensativo.
Jimin cogió otra cuchara y se sentó a su lado.
-¿En qué piensas?
El pelonegro se encogió de hombros.
-En nada y en todo.
Jimin sonrió. El chico estaba despeinado y en su cuello se observaban varias rojeces.
El rubio se sirvió una gran cucharada de tarta que engulló rápido.
Le supo a gloria.
-Jimin...
-¿Humm?
-¿Cómo fue tu primera vez?
Jimin casi se atraganta. Tosió un par de veces.
-¿Es por eso por lo que no puedes dormir?
Jungkook asintió con timidez.
A Jimin no tardó en aparecerle el recuerdo de Suga encima de él. Sus manos entrelazadas con fuerza a ambos lados de su cabeza.
La mirada cargada de ternura infinita, inocencia y miedo con el que esa noche el pelinegro lo miró antes de introducirse en él.
-Fue preciosa...- suspiró con melancólia
Los besos proporcionados aquella noche dónde los dos se hicieron uno quedaron clavados a fuego en su corazón.
-¿Te dolió?
-Mucho.- dijo sincero.- Pero todo lo que vino después compensó con creces cualquier dolor.
Jungkook lo miraba con admiración con los ojos de Bambi que brillaron a hacer la siguiente pregunta:
-¿Y si no sé hacerlo?
Jimin lo cogió de la mano.
-Vas a saber....Vais a saber.-matizó.- ¿Sabes por qué?
-¿Por qué?
-Porque os respetais.- apretó su mano un poco más fuerte.- No tengas miedo, Kookie, cuando dos persona se aman hacer el amor es la forma física de demostrarlo.
Suga sobrevoló su cabeza. Todas las veces que durante su primera vez le preguntó si le dolía, si quería que siguiera...
Jimin tembló emocionado.
-Tened mucha paciencia.-aconsejó.- Daos muchas caricias y muchos besos. Todos los que podáis. Sin prisa.Vuestros cuerpos sabrán cuando es el momento de unirse
El recuerdo de la primera vez que Suga se movió dentro de él. De sus ronco gemidos, de sus ojos entrecerrados. Sus frentes juntas. Sus suspiros llenando el aire.
-Va a ser precioso, ya lo verás
Jimin no tenía ninguna duda. Sintió, incluso, un poco de envidia.
Daría lo que fuera por volver a sentir lo que sintió ese día cuando Suga al fin lo llenó de su esencia.
El sonido que emitió Suga cuando llegó al orgasmo quedó para siempre dentro de Jimin.
Intacto. Guardado como un tesoro.
Suga cayó encima de él con su respiración rápida y entrecortada. Aún así cogió aire y le susurró en el oído
-Te amo, Jiminshi
Y Jimin tembló.
-¿Estás bien Jimin? .- preguntó Kookie sacándole de sus recuerdos
No se había dado cuenta de que se le habían mojado los ojos.
Porque recordar algo tan bonito era doloroso cuando se era consciente de que nunca volvería a pasar.
Se secó los ojos
-Si, si....Estoy bien. Gracias.
Cogió otro pedacito de tarta y se lo metió en la boca.
El rubio sonrió.
Jungkook se levantó con mejor cara.
-Gracias a ti.- le contestó el pequeño con sinceridad.- Me voy a dormir. Tu hermano me va a echar de menos dentro de nada
Jimin le sonrió y asintió
Jungkook le dio la espalda pero cuando se disponía a subir las escaleras se giró de repente y le dijo:
-Ojalá Suga y tú volváis algún día. Erais mi pareja favorita.
Y subió a su habitación dejando a Jimin sumido en sus recuerdos y coincidiendo con su amigo:
Suga siempre sería su pareja favorita.
🎈🎈
Nota de la autora:
Jimin mira como Suga se va de su casa:
Suga ha recogido sus cosas y se va de casa de los Park
Lau🐘
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