*Flashback*

Suga se arrastraba por aquel estrecho túnel con rapidez.
Se obligaba a moverse así para pasar el menos tiempo posible en aquel agujero.

No tenía miedo a pesar de ser angosto y oscuro. Lo conocía bien, como la palma de su mano pero eso no lo resguardaba del dolor al que se sometía ni de las heridas que la tierra húmeda o las piedras le hacían en su cuerpo.

El túnel conectaba con el otro lado del muro, esta vez transportaba algo ligero. Una mochila repleta de medicamentos que difícilmente se podían encontrar en el lado pobre.

No pesaba mucho pero era bastante incómodo pues la mochila rozaba con el techo del túnel y a Suga el polvo le caía en la cara.

Tuvo que parar un par de veces para limpiarse los ojos.

Pensaba en Jimin mientras se arrastraba, eso le daba fuerzas para seguir haciendo lo que hacía.

Se iba varias noches a la semana, dejaba la calidez de la cama, salía de los brazos de Jimin que lo acogían con un amor incondicional para encontrarse con un mundo frío y cruel dónde a las personas sólo les importaba el dinero y lo material.

Aquel choque de dos mundos volvía loco a nuestro protagonista.

Salió de aquel túnel y Paek lo esperaba como siempre para adueñarse de lo transportado.

-Cada vez más rápido- Le dijo sorprendido gratamente mientras ayudaba a levantarlo estrechando su mano.

Suga se sacudió la arena y se miró los codos, a pesar de tener puestas las protecciones, estas se movían y ahora mismo tenia la piel en carne viva.

-El botiquín está en el coche.- Le dijo Paek revisando la mochila. - ¿Mañana podrás venir de nuevo? Hay un encargo urgente.

-¿Mañana? Imposible.

El pelinegro sentía que estaba jugando con fuego y que Jimin no tardaría en hacerle preguntas si este trabajo comenzaba a alargarse.
Por no hablar de que se tenía que esconder cuando, por ejemplo, se cambiaba de ropa, y además, Jimin comenzó a mosquearse porque Suga rechazaba la idea de hacer el amor con las luces encendidas.
El chico le dijo que últimamente se sentía más inseguro con su cuerpo y Jimin pareció respetar su decisión aunque no sabía hasta cuándo podría durar esa mentira.

-Suga, hay mucho dinero en juego...

-Díselo a Junseo.- se quejó

-No es posible. La última vez que entró se rompió el codo - contestó Paek más serio de lo normal.- Te necesito a ti.

Suga torció el gesto molesto.

-Yo también tengo mis cosas, Paek, tengo mi vida

Paek se rió con sorna, algo que ofendió a Suga

-¿Qué diablos tienes tú? Si quise que vinieras a trabajar conmigo fue porque estás sólo en este mundo.-contestó con crueldad.- Ya te dije en el orfanato que lo mejor que te ha podido pasar es no tener familia, Suga.

Paek le había advertido de las consecuencias de pasar el túnel, aunque tenían a casi todos los guardias comprados, si estos se veían envueltos no dudarían en llevarlo a las minas del Norte.
Así que sí, el tener familia era una desventaja muy grande para quien quisiera adentrarse en este negocio.
Igualmente Suga pensaba que iban a ser unos días...Unas semanas a lo mucho pero ya se había estirado demasiado.
Suga no quería formar parte de esto y sobre todo no quería seguir mintiendo a Jimin.

-No voy a seguir con esto, ya te dije que era temporal.- contestó el pelinegro.- De hecho, ya lo llevo pensando unos días así que mejor que te lo diga ahora: Este ha sido mi último trabajo, Paek.

Suga estaba cansado y sólo deseaba volver a la cama con el rubio.

- Creía que te gustaba la acción y sobre todo ganar dinero...

Suga bajó la mirada y arrastró la arena con el pie.

-Me sigue gustando pero...

-¿Pero qué?

El tono de Paek estaba cambiando convirtiéndose en amenazador al ver como el mejor de sus trabajadores quería marcharse.

-Recuerda que me debes una...

Los recuerdos de Suga volaron rápidamente por su cabeza, como Paek le había salvado de ser abusado por unos cuántos chicos en aquel infierno llamado orfanato.

-Escucha.- dijo ahora con tono desesperado.-te pagare el doble si te quedas.

El pelinegro negó con la cabeza.

-Mañana será mi último trabajo, por ese favor que te debo, pero ya no más- concluyó ante la mirada férrea de Paek.- Ahora págame. Tengo prisa.

-Piensatelo, Suga.- dijo enseñando un pequeño fajo de billetes.- Con varios de estos te podrías comprar ese piano con el que soñabas ¿Recuerdas?

Pero Suga ahora tenía un sueño más grande que ese.
Debía volver con Jimin y con el dinero que había podido ahorrar quizá podrían empezar una nueva vida juntos.

-Mis sueños han cambiado, Paek.- dijo cogiendo el dinero.- Ya no soy aquel niño temerario.

Ahora el Suga adulto tenía a alguien por quién luchar, por quién vivir.

🎈🎈

La habitación estaba oscura, Suga se había dado una ducha rápida y se había metido en la cama intentando nos despertar al rubio pero al parecer le fue imposible.

-¿Dónde estabas?.- preguntó Jimin somnoliento mientras se aferraba al cuerpo del pelinegro

-Dando un paseo

Jimin se acurrucó en el pecho de Suga mientras aspiraba su aroma.
Era conocedor de aquellos paseos y los aceptaba, haber estado tanto tiempo encerrado en el orfanato había dejado secuelas en su pareja.

-Hueles bien....-susurró el rubio

Jimin metió la mano por debajo de la camisa de Suga, acariciando lentamente su torso. Suga se tensó durante un momento para después hacer lo mismo, bajando su mano hacia el pubis del rubio.

Hubo pequeños jadeos por ambas partes.

Jimin se lanzó hacia la boca de Suga y retorcieron sus lenguas con pasión, con fuerza.

Los ojos de Suga brillaban en la oscuridad al ser besado por todo el cuerpo, aquello sanaba las pequeñas heridas hechas esta noche.

Jimin lo sanaba.

Entonces Suga cogió las riendas y con un movimiento rápido puso al rubio debajo de él haciendo que este se riera nervioso.

Suga pegó su frente en la del rubio dejando caer su cabeza y uniendo la punta de sus narices.

-Te quiero tanto...

Le dijo el pelinegro en un susurro que erizó el bello de Jimin.
Suga paso sus brazos por detrás de los hombros del rubio y comenzó de nuevo a besarle.
Daba igual lo que le doliera el cuerpo.
Estar encima de Jimin lo hacia tan feliz que por un momento se olvidaba de la tristeza que lo acompañaba diariamente.

Suga le quitó la camisa a Jimin y besó cada centímetro del torso blanquecino que lo volvía loco.
Sus labios marcaron el camino hasta abajo.
Bajó su pantalón y la ropa interior.
Jimin jadeaba bajito, tan sensualmente que Suga notó su erección creciendo rápido.

Cuando sus labios encontraron lo que buscaban Jimin se retorció un poco, sintiendo la humedad, el calor que desprendía la boca de Suga.

Agarró sus negros cabellos con suavidad mientras le marcaba el ritmo.

Suga sabía cómo hacerlo. Seguía succionando el miembro de Jimin como si la vida la fuera en ello.

En un momento dado Jimin lo quiso subir hacia arriba pero Suga negó y mirandolo desde abajo le dijo

-Dejame esta vez a mi, por favor...

Jimin se rió, siempre bajito pues los demás dormían.

Suga continuo dándole placer hasta llegar al orgasmo, el pelinegro bebió cada gota que salió del cuerpo de su amado, sintiéndose lleno de él, no desperdiciando nada.

Entonces subió hasta volver a mirarlo a los ojos frente a frente, se besaron de nuevo pero estaba vez de una forma dulce, Suga se acurrucó en el pecho del rubio que seguía respirando con pesadez, extasiado.

Jimin lo abrazó mientras le acariciaba la espalda con la punta de sus dedos.

-Mañana compraré un pastel.- dijo Suga mientras restregaba su cara en el pecho de Jimin.- Compraré tu favorito

Al rubio le pilló tan de sorpresa aquella frase que se despejó rápido.

-¿Celebramos algo y no me acuerdo?.-preguntó sonriendo pero temeroso de haberse olvidado alguna fecha importante

-Celebramos nuestro amor ¿Te parece poco?

Aunque no lo podía ver Jimin miró a Suga con suspicacia.

-Desde luego que no. Nuestro amor lo debería celebrar toooodo el planeta

Suga río tan fuerte que se tuvo que tapar la boca.

-Tampoco te pases, Jiminshi

Jimin bajó la mirada para encontrarse con la cara de Suga, lo acercó con los dedos y lo besó tiernamente en la nariz.

-Nuestro amor es lo más mágico que hay en este mundo de mierda.

Suga inspiró profundo queriendo con ello aspirar aquellas palabras.

-Tú eres magia, Park Jimin

Suga se colocó encima de él de nuevo, esta vez queriendo adentrarse en él.
La luz de la luna daba de lleno en la cara del rubio, que sonreía nervioso.

El pelinegro no creía en los ángeles pero sabía que había uno debajo de él.

- Tengo tanta suerte...

Jimin enterró sus manos en el pelo del moreno mientras abría sus piernas.

-Hazme tuyo otra vez, Yoongi.

Y Suga lo hizo queriendo quedarse unido a él en aquella posición para toda la vida.

🎈🎈

Paek se reunió con Choi, su jefe, en una de las tabernas de mala muerte que regentaba este último.

-Aqui tienes el pedido. No ha habido ningún percance sólo que..

Choi estaba sentado fumando un gran puro, boqueaba pequeños aros de humo en la boca de una de las prostitutas del local.

Miró a Paek que llamó su atención con la última frase.

-¿Qué ocurrió?

-No nos quedan hombres que quieran traspasar el túnel

Choi se separó de la mujer y poniendo sus manos entrelazadas debajo de su barbilla, miró con más interés a Paek.

-Explicate

-Es demasiado peligroso según la mayoría.- explicó Paek.- Además cada vez hay más trabajo en el otro lado del muro.

-¿Cuántos hombres nos quedan?.- preguntó yendo al grano

-Sólo tres pero tengo a uno sin poder mover el brazo y a otro que se quiere marchar.

Choi dió un golpe en la mesa enfadado que hizo que la mujer saliera corriendo y que Paek se sobresaltara.

-¿Quién se quiere marchar?

- Si te digo la verdad, mi mejor hombre.- suspiró Paek - Lo conocí en el orfanato y es el más rápido y eficiente que hemos tenido.

-Ofrecele más dinero.

-Ya lo hice.

-Pues entonces deberemos pasar al plan B. No podemos permitir quedarnos sin hombres

-Pero señor...Es mi amigo

Paek se asustó un poco. El plan B ya había sido utilizado con anterioridad, era un plan traicionero y cruel pero muy efectivo.

-Despues de tanto tiempo en esto deberías haber aprendido que aquí no hay amigos que valgan, Paek.- dijo Choi atravesandole con la mirada.- Así que ponte a trabajar en ello.

Choi le guiñó un ojo mientras se acomodaba de nuevo en el largo sofá.

-Fuera de mi vista.

Una nueva prostituta volvió al lado del mafioso que la besó con dureza.

Paek salió, en su cabeza sólo retumbaba el lema de aquel plan:

"El que pierde,paga"

*Fin del flashback*

🎈🎈

Nota de la autora:

Comienza la era YoonMin.

A partir de ahora mis actualizaciones serán un poquito más lentas ya que debo plantear bien esta era y no quiero que ningún cabo se quede suelto.

Además esta nueva temporada será en enlace al desenlace pero tranquis que aún queda tela que cortar 😏

Gracias por leerme.

Lau🐘