El hijo de.
La mesa de los Wang era larga y rectangular. Los dos hijos se sentaban a un lado, la madre al otro y presidiendo mientras miraba con ojos de lince, el señor Wang.
El desayuno era abundante, tanto que parecia un buffet.
El hijo pequeño, ya casi recuperado de su lesión, comía como una lima.
El mayor lo hacia casi sin ganas.
La madre apenas tocaba la comida.
-Y dime Jackson.-comenzó el padre a hablar y los demás se tensaron.- ¿se sabe algo del atacante de tu hermano?
-No padre, todavía nada.
Se hizo un incómodo silencio.
-El rumor de la agresión ha sido imparable así que tuve que cambiar algunos detalles ¿ Entendido?
-Si, padre. -contestaron a la vez.
-El círculo no está muy contento. Parece que los desheredados no dejan de ganar derechos.-una de las sirvientas le rellenó el vaso de agua.- el gobierno se está ablandado demasiado con ellos.
-¿Van a derribar El muro?.-preguntó el hermano pequeño con miedo
-¿Qué dices,imbécil? El muro estará ahí mientras yo viva.
-¿Y por qué siguen ganando derechos, padre? Sabemos que si los dejamos pasar querrán vengarse...entonces... ¿Por qué...?
-La gente olvida, Jackson.-contestó de manera condescendiente.- Y por eso estoy yo aquí, para eso debo ganar las próximas elecciones. Para que esta gente no olvide.
Una maléfica sonrisa se curvó en los labios de Jackson. Él idolatraba a su padre y haría cualquier cosa para que su progenitor estuviera orgulloso de él.
-Encuentra al que le hizo eso a tu hermano y hazle pagar. Quiero pruebas de ello para el Círculo.
-¿Pero cariño?.-hablo por primera vez la mujer.- ¿No sería mejor dejarlo pasar?
El padre miró a la mujer con aversión, como si ella no tuviera el derecho de opinar.
-Primero, las mujeres guardan silencio cuando los hombres hablan. -espetó haciendo que esta agachara la cabeza.- Segundo, y esto os lo tengo que recordar a todos, ser parte del círculo nos da unos derechos pero también unas obligaciones y una de ellas es no ser nunca víctima de faltas de respeto o consideración. El círculo es poderoso y no dejamos que el apellido de ningún miembro y por extensión su familia, sea mancillado y mucho menos por desheredados.
-Si padre.-dijeron los hijos a la vez.
-Quiero el nombre de ese desheredado cuánto antes y cuando lo tengas, Jackson, ya sabes qué tienes que hacer con él.
Jackson volvió a sonreír. No veía el día de cruzarse con ese muchacho y hacerle pagar todo el malestar que le estaba suponiendo a su familia.
🎈🎈
Los guardias entraron a la ermita sin mucho ánimo de encontrarse a nadie. Darían una ronda rápida y volverían al calor de su hogar ya se iban a ir cuando escucharon un ruido en un rincón de la ermita.
Se acercaron sigilosamente haciéndose gestos de silencio con los dedos mientras sacaban sus porras.
-Ahi.-susurró uno.-en el confesionario.
Se escuchaban risitas tímidas, los guardias no tardaron en llegar.
-Eh, hijos de puta. ¡Aquí!
Suga hizo su aparición antes de que consiguieran tocar las puertas del escondite de Tae y Jungkook.
Por un momento dudaron pero Suga les volvió a insultar.
-¡Vamos cabrones, a ver si me cogéis!.-salió corriendo hacia entrada.
Y corrieron tras de él con la mala suerte para nuestro protagonista de que ya había un guardia cerrando el paso en la entrada principal.
Suga lo quiso empujar para quitarlo de su camino pero...
-Te tengo
Otro guardia había enganchado a Suga por detrás. Tenía agarrado su cuello con el antebrazo.
-Suéltame cabrón.-dijo como pudo.
Ahora estaba rodeado por cuatro guardias con ganas de sangre mientras él suplicaba para sus adentros que Tae y Jungkook no salieran de su escondite.
🎈🎈
-¡Vamos escoria,levanta!
Suga se arrastraba por el duro suelo intentando encontrar algo dónde apoyarse.
Otra patada en las costillas le hizo caer redondo.
No pudo hacer otra cosa que encogerse.
Dos guardias lo levantaron.
-Mírame escoria. -ordenó uno de ellos.
Suga levantó la cabeza sonriendo.
-¿De qué te ríes?
Suga abrió más su sonrisa enseñando parte de sus pequeños dientes.
-Yo seré la escoria pero a ti te huele el aliento a mierda, cabrón traidor.
Un puñetazo en el estómago le hizo doblarse por completo.
🎈🎈
-Dios mío, Tae, han cogido a Suga.-el pelinegro había abierto un poco la puerta y había visto la escena
Tae temblaba.
-Tenemos que salir y ayudarle.-dijo Jungkook con urgencia.
-Kookie...-Tae no podía parar de temblar.
Notó la dura mirada de su amigo atravesando la madera.
Y de repente, los gritos doloridos de Suga.
-Le están pegando Tae.-dijo incrédulo ante la pasividad de su amigo.- Yo voy a salir.
-¡No, Jungkook, no!
Pero este ya había escapado de su escondite mientras Tae lloraba de impotencia tapándose la boca con la mano.
🎈🎈
Jungkook corrió hacia el grupo que seguía agrediendo a su amigo.
-Parad, por favor, parad.
La escena se paró por completo. Jeon recibió todas las miradas incluidas las de su amigo que profirio una maldición al verlo fuera de su escondite.
-Estamos de suerte.-los dos que tenían cogido a Suga lo tiraron al suelo.- Ha salido otra rata...
-No nos hagáis nada, sólo queremos ir a casa, por favor.
Suplicó Jungkook viéndose rodeado.
-Pero si sois vosotros los que habéis empezado esta fiesta.- dijo un guardia mientras se autogolpeaba la palma de su mano con la porra.- nosotros solo vamos a terminarla.
El guardia levantó la porra amenazante, Jungkook se cubrió la cabeza con sus brazos ante el impacto inminente.
-¡Nooooo!
Suga entró en escena arrollando con todo. Dos de los guardias cayeron al suelo.
-Maldito cabrón.
Suga ya se encontraba sin fuerzas pero pudo ponerse frente a su amigo.
Los otros dos guardias los miraron con odio cuando uno de ellos, el más canoso gritó...
-¡Esperad, esperad!
Apartó de un empujón a Suga y miró a Jungkook directamente a los ojos. Escrutandole.
-¿Tú...tú no eres el hijo de Jeon 'el loco'?
Jungkook agachó la cabeza.
-¿Qué coño tiene que ver eso ahora, Jung?.-Se quejó uno de los compañeras.- Estos niñatos...
Jung lo ignoró por completo.
Suga estaba mirando la escena embobado.
-Si, si lo eres...Eres igualito que tu padre-se giró a sus compañeros. - ¿No os acordáis de Jeon 'el loco'?
Dijo con un deje de admiración.
-Ese tío mató a más libertadores que todos juntos. Fue un héroe, joder.
Uno de ellos, el más joven, se acercó al pelinegro que no quería subir la cabeza.
-¿Y qué hace aquí defendiendo a la mugre?
Suga gruñó desde su posición.
-Tú es que eres muy joven para saber la historia. Su padre fue desterrado al otro lado del muro cuando asesinó a su mujer. Por lo visto la mujer volvió loco de celos a Jeon.- Jungkook apretó los puños.- dicen que se prostituia mientras él estaba en la guerra...
A Suga no le pasó desapercibido como a su amigo se le saltaron las lágrimas.
-¿Por qué no cerráis ya el pico, cerdos traidores?
-Chaval, me estoy hartando de ti....-amenazó uno de los guardias volviéndose a acercar amenazante a Suga.
El pelinegro se puso entre ellos.
-No, no por favor. Dejad que nos vayamos.- pidió Jungkook. - Mi padre, mi padre me estará buscando preocupado. -mintió.
El guardia que había contado la historia lo miró con cierta ternura.
-Os vais a librar porque yo mismo trabajé para tu padre.-dijo.- y no tendría que decirte esto, chaval, pero tu padre me salvó la vida y eso es lo que os va a salvar a vosotros. Coge a tu amigo y largaos de aquí.
Jungkook agarró a Suga por debajo del hombro y se dieron la vuelta.
-¿Dónde está Tae? .-preguntó en un susurro Suga.
-Escondido aún.- contestó un poco avergonzado ante el comportamiento de Tae.
Los guardias también habían puesto rumbo al coche así que los amigos decidieron esperar escondidos a que pasara el peligro.
Cuando abrieron la puerta del confesionario encontraron a Tae acurrucado en él, seguía temblando y, a pesar de que la imagen rompió el corazón de Jungkook no pudo dejar de sentir un deje de rencor por no haber salido en su ayuda.
Tae lo miró a los ojos y lo vió por dentro.
Había vuelto a perder a Jungkook.
🎈🎈
Nota de la autora:
Taekook 💔
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