"Estas cicatrices de guerra no parecen irse, ellas nunca van a desaparecer. Nunca van a cambiar"

Battle Scars___Lupe Fiasco feat Guy Sebastian

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Taehyung no era tonto.

Había visto algo raro en el comportamiento de aquellos "compañeros de trabajo" que decía su hermano que eran aquellos tres chicos.
No había podido escuchar lo que le decían pues estaba muy lejos pero juraría que uno tenia la mano puesta en la cara de Jimin aunque tampoco lo pudo ver con claridad.

Según su hermano sólo estaban bromeando con él. Ya está.

Pero cuando Tae le preguntó por qué no lo dejó acercarse Jimin le contestó de manera brusca diciéndole que no se metiera en sus asuntos.

El menor miraba a su hermano de reojo mientras caminaban dirección a casa cargando con una mochila que llevaba dos botellas de vino.
Uno blanco "para cocinar" le había dicho el chico antes de regalársela y uno tinto con el que pretendía emborracharse junto a Jungkook.

Habían salido tarde de casa y ya era tarde.
Al ser invierno se hacía pronto de noche y encima Jimin caminaba tremendamente lento, como si no quisiera llegar a su destino.

-Jimin ¿Estás bien?

-¿Eh?.- El rubio salió de sus pensamientos pero pudo deducir la pregunta. - Si, si...no te preocupes.

¿Cómo no se iba a preocupar si a su hermano se le había ido el poco color que tenía en la cara?

Al fin llegaron, cuando el Sol y la Luna se encontraban en el mismo cielo.
Jungkook abrazó y besó a Tae y enseguida supo que algo no iba bien, sobre todo cuando vio a Jimin entrar sin saludar, subiendo las escaleras rápido.

-¿Qué ocurre?¿ Dónde habéis ido?

Tae siguió a Jimin con la mirada hasta que desapareció.
Jungkook lo soltó.

-Hemos ido a una tienda y ha visto a unos compañeros de su anterior trabajo...

El pelinegro seguía sin entender la relación que tenía con aquella manera de entrar en casa y aislarse.

-Creo que se ha avergonzado de mi.- dijo Tae agachando la cabeza

-¿Pero qué dices TaeTae?

-No sé. - dijo un poco agobiado.- Él estaba hablando con ellos y yo me intenté acercar pero me lo impidió.

-Suena raro...

-¿Verdad?

-Si.

-¿Debería subir a hablar con él?

-Creo que deberías dejarlo estar.- dijo.- Si eran compañeros de trabajo igual le han venido algunos recuerdos...

Ambos se quedaron mirando la escalera de nuevo, preocupados por el rubio que había cerrado la puerta de su habitación y echado el cerrojo.

No quería que nadie lo molestara.
Ahora sólo estaban él, sus cientos de pensamientos y los escenarios... todo tipo de escenarios imaginarios en los que en ninguno encontraba escapatoria.

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El plan estaba claro.

Eun Woo se había reunido con los chicos y con Rot-xi para detallarlo.

Jin sería el acompañante de Eun Woo para quitar todas sospecha sobre él. Después de que Eun Woo les detallara como era la casa de Taemin iban a decidir como entrarían.

El barrio dónde vivía Taemin, a diferencia del suyo, era de clase media.
El padre de Taemin había sido un guardia que subió de escala social a base de chivatazos pero lo único que consiguió fue que a veces lo invitaran a eventos distinguidos (como el de mañana noche) y que Taemin pudiera ir a un colegio de élite.
Allí fue donde conoció a Jackson y Chaneyol.
Taemin era como su padre. Ambiciosos y sin escrúpulos. Hacían lo que fuera por dinero y reconocimiento.

-Allí no hay seguridad más que la de los ojos de los vecinos.- dijo EunWoo

Se encontraban en uno los bares de mala muerte donde podían estar tranquilos, en clandestinidad.

Suga apenas hablaba. Solo con monosílabos. Su mirada estaba puesta en Eun Woo.

-¿Hay mucha altura?.- preguntó Nam

-No. Para nuestra suerte tiene su habitación en el sótano. Sólo tendrás que entrar por una de las ventanas.- Eun Woo le echó un vistazo bastante intimidado. - Son un poco estrechas...

-Entraré.

En peores se había visto.

El plan era tan sencillo que a Nam le daba miedo.

-Los sábados no suele haber guardia por esa zona.No es muy conflictiva.- explicó Rot-xi.- Yo podría pedir hacer algunas horas extra para poder teneros vigilados,por si acaso.

-Eso sería fantástico. - dijo Nam

Rot-xi asintió.

Tanto Jin como Suga habían estado con caras largas pero al fin Jin hizo la pregunta:

-¿Qué haremos con la grabación?

Se hizo un silencio. Como nadie contestó Jin se dio el permiso de hablar.

-Conozco a una periodista que podría sacarla a luz. Hundiríamos a la familia Wang.

A Eun Woo le dio un poco de ansiedad pensar en su primo. Al fin y al cabo lo estaba traicionando.
Por otra parte necesitaba una lección...

-¿Creéis que todo acabaría con eso?

La pregunta de Suga cayó y todos los presentes se tensaron.

-Vendrás más 'Wangs'....mientras ese muro siga en pie nosotros seremos sus presas.

Jin levantó la vista.

-No se puede cambiar todo en un día pero si puede ser un gran paso.

-No lo veo claro.

-Tú lo que quieres es darle una paliza a los que le hicieron eso a Jimin.- acusó Jin enfadado.

-¿Acaso lo dudabas?.- preguntó con sorna Suga

Jin miró a Nam y este bufó ya cansado de estar siempre entre ellos dos.

-No, Suga.- dijo al fin y el pelinegro abrió sus ojos sorprendido por la nueva opinión de su mejor amigo.- no puedes ir a la fiesta con ese pensamiento.

Suga apretó los puños.

-Nos vengaremos de forma legal sino tendremos las de perder.

No muy convencido el pelinegro se tragó su orgullo y asintió solo para que Nam dejara de mirarlo de aquella forma.
Si es así como querían hacerlo, de acuerdo, quizá no era una mala idea después de todo...

Por ahora.

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Jimin estaba sentado en la cama todavía en shock intentando asimilar lo que le acababa de ocurrir.

¿Qué tenía que hacer? ¿Qué coño tenía que hacer?

Se vio sin salida.
De pronto todo lo que había sanado estos días volvía al punto de partida.

No podía llorar aunque su garganta no le pidiera otra cosa que hacerlo para poder quitar la tensión que se le había acumulado en ella.

Se sentía atado de pies y manos ante su realidad.
Jackson Wang lo iba a volver a hacer y nada podía impedírselo.
Contártelo a Suga o a su hermano era algo que no contemplaba ahora que parecían haberse calmado con el tema de la grabación.

¿Qué debía hacer? Se preguntó apretando los puños.

Si su novio se enteraba acabaría en las Minas del Norte.

¿Y si no iba? ¿Y si les decía a Tae y Jungkook que no salieran por una temporada?
Seguro que Jackson acabaría desistiendo.

Le entraron ganas de vomitar al volver a recordar aquel aliento.

Ahora si. Ahora sí que lloraba, además mucho.
Se echó en la cama boca abajo, apretando la cara contra la almohada.
Gritó sobre ella.
Casi no podía respirar pero no iba a dejar que su familia se enterara de lo que estaba ocurriendo dentro de él.

No podía respirar.
De repente un leve pero aplastante pensamiento irrumpió en su cabeza.
Si muriera todos los problemas acabarían.

Porque..¿Podría vivir así siempre? ¿Con este estigma encima de él? ¿Como un juguete en manos de Jackson?

¿Podría? Se preguntó sofocando un sollozo.

Pegó un sobresalto cuando escuchó la voz de Suga llamándolo y liberandolo de todo pensamiento.

-¿Jimin?

El pomo se movía con rapidez.

-Jimin, abre.

Se secó la cara con las manos intentando limpiarsela. Iba a ser imposible que Suga no se diera cuenta de que había estado llorando.

-No quiero ver a nadie.

El pomo dejó de girar.

-Jimin, por favor....-escuchó. - Dejame ayudarte.

Lo necesitaba, el rubio necesitaba de verdad el abrazo de su novio. Ahora más que nunca.
Se acercó a la puerta y abrió.

Suga lo miró con preocupación y Jimin se tiró a sus brazos, el pelinegro puso una mano en la cabeza de su novio y la acarició.

-Shhhhh.- siseó con ternura intentando que parara de llorar.-¿ Qué ha pasado?

Suga lo condujo al interior de la habitación.

-N-No no puedo más...

Una alarma se disparo dentro del pelinegro mientras Jimin temblaba sintiendo como peligraba la promesa que se hizo a sí mismo de no contarle lo sucedido a Suga.

-Jimin.- Suga lo sentó con delicadeza en la cama y se arrodilló enfrente de él.- ¿Hay algo que me quieras contar?

El rubio cerró los ojos y respiró con profundidad.
Fueron segundos los que estuvo callado y le valieron para imaginar lo que haría Suga cuando se enterara de que Jackson Wang lo había violado y que seguramente querría volver a hacerlo.

El rubio negó muy a su pesar.
Suga enterró la cabeza entre sus piernas derrotado ante la negativa de su novio.

-Necesito que me hables,Jimin.- dijo.- Que me expliques cosas...

Caían menos lágrimas de los ojos del rubio que tenía la cara completamente roja e hinchada.

-¿Qué cosas quieres que te explique?

-Por qué estás así...- dijo y le miró a los ojos suplicante.- Por qué no quieres hacer el amor conmigo...

Jimin apretó la tela del pantalón con los puños.
Ahí estaba aquella pregunta que desde siempre supo que le haría pero no esperaba que ahora. En aquella circunstancia.

-¿Es lo único que te importa?.- preguntó enfadado

-Noooo- Suga se levantó compungido sentándose al lado de Jimin.- No, por Dios,Jimin...Pero te veo así y...

Suga no sabía cómo explicarle sin hacerle daño. Tenía una leve sospecha de que algo no iba bien, de que algo en el relato de Jimin no encajaba.

O más bien de que faltaba una pieza en aquel puzzle.

-Ya te conté todo lo que ocurrió.- Jimin tragó duro.

Suga sentía que había metido la pata hasta el fondo intento abrazar a Jimin pero este se había puesto a la defensiva de nuevo y se apartó.

-Hoy quiero dormir solo.

-No te voy a dejar así.

Jimin se levantó moviéndose por la estancia nervioso

-¿Es por lo que te acabo decir?

Suga se levantó con él.

-Es porque quiero dormir solo.

A Jimin se le habían secado las lágrimas y miró a Suga con dureza. Era muy consciente de que ahora mismo estaba pagando con su pareja toda la tensión que había acumulado.

-No te quiero dejar así...- repitió Suga e intentó abrazarlo pero Jimin se apartó.

-Es lo que necesito. Ahora, sal, por favor.

El cabreo fue patente en la cara del pelinegro que inspeccionó la mirada vacía que Jimin le estaba dedicando.
Él tampoco se merecía ser desechado de esa forma.

-De acuerdo. Si es lo que quieres, me iré.

Intentó darle un beso pero Jimin dió un paso hacia atrás.
Suga bajó la cabeza negando con incredulidad.

-Vete.

Con una última mirada el pelinegro salió de la habitación.

Y Jimin se volvió a quedar solo con todas las heridas de guerra abiertas y con la única persona que podía haberlas curado yéndose de su lado.

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Nota de la autora:

Tantos sentimientos encontrados, tantos pensamientos negativos...
Definitivamente Jimin está en la cuerda floja.

Las personas solemos pagar nuestros problemas con quién más queremos y necesitamos ¿verdad?

Que injusto.

Lau🐘