Can't falling in love


🎈🎈

-¿Qué te ha pasado?

Suga no le contestó, las frías y suaves manos de la mujer le palpaban.

Isseul cogía la cara de Suga, no le hacía falta ver con sus ojos para saber que el chico no estaba bien.

-Es por Jimin ¿verdad?

Isseul sintió como la cabeza de Suga se movía de forma afirmativa.

-Cariño...No dejes que esto pueda contigo.- Le dijo mientras tocaba con un dedo la sien del muchacho

Suga negó mientras se rompía. El llanto comenzó de forma suave y fue haciéndose más y más fuerte a medida que Isseul lo agarraba para abrazarlo.

Entonces todo el cuerpo de Suga se sintió temblar, poniendo su cara en el hombro de la mujer que le había acogido.

Desgarrado porque no podía aguantar más la sensación de Jimin escapando de su vida.

Porque dar un paso adelante significaba dar tres hacia atrás.

Se odiaba.

"¿Por qué lo tienes que solucionar todo con violencia?"

Jimin tenía tanta razón...Pero la violencia era lo que le había hecho seguir vivo. No entendía otro método de supervivencia en este mundo que le había tocado vivir.

Y por culpa de la violencia le dolía todo el cuerpo y tenía sangre en su cara.

Había ganado la pelea, si, pero ¿a qué coste?

Isseul lo dejó llorar en su hombro todo lo que el chico necesitó mientras acariciaba su pelo con suavidad.
Ella quería tanto a Suga que sufría al ver como tenía que lidiar con sus demonios y le daba mucha rabia que un muchacho tan bueno no encontrara su camino.

Suga sorbió su nariz, se separó de la mujer y se pasó el brazo por la cara.

-Gracias.- Le dijo

-¿Ya estás mejor?

-Si

-Date una ducha y ve a hablar con Jimin

-No. No sé qué...

-¿Decirle? ¿No sabes que decirle?

-No

-Dile la verdad, Yoongi, dile que lo necesitas.

-Él ya no me necesita a mi.

Los ojos blanquecinos de Isseul parecían mirarle con ternura

-Mejor.

Suga lo miró confundido.

-¿Mejor?

-Ajá...-afirmó la mujer.- Porque si no te necesita pero aún así quiere estar contigo significa que no hay nada en el mundo que lo pueda separar de ti.

De pronto el teléfono sonó. 

-Cógelo, no creo que sea para mi a estas horas...

Suga fue hacia el aparato y lo descolgó. 

-¿Si?

-Suga.- la voz de Nam lo recibió. - Ven a casa rápido. Tenemos que hablar.

-¿Sigue ahí?

A Nam no le hizo falta un nombre para saber a quién se refería.

-No, hace varias horas que se fue.- Le contestó.- Te espero aquí ¿vale?

-Vale

Suga colgó.

-¿Te vas?.- Le preguntó Isseul

-Si

-¿Hablaras con Jimin?

-Si

-¿Me lo prometes?

-Te lo prometo

Suga se acercó a la mujer y le dió un dulce beso en la mejilla.

-No sé qué haría sin ti, Isseul

La mujer sonrió mientras se limpió al sentir la humedad en ella.

-Yoongi...

-¿Si?

-Lávate la cara antes de verte con nadie.

Ni siquiera había pensado en ello. Fue al baño y dejó el agua correr mientras se miraba al espejo.

Cuando se lavó vió el agua teñirse de rojo.

Hoy tendría que dar algunas explicaciones a los hermanos Park.

🎈🎈

*Flashback*

Antes de irse de nuevo al otro lado del muro, Eun Woo quiso terminar la conversación con Jimin que habían  comenzado en su habitación y que fue interrumpida por Nam.

-¿Puedo volver a visitarte?.-Le preguntó el pelinegro

-¿Estás seguro de que quieres?

-Por supuesto.- contestó sin dudar

-No me gustaría que las cosas se pusieran más difíciles, Eun Woo.

El alto puso una mueca dubitativa.

-¿Y qué es lo que pretendías hacer conmigo una vez me dijeras que eras un desheredado?

Jimin se encogió de hombros.

-Tan sólo no quería seguir mintiendote.

El pelinegro dio un paso adelante.

-Jimin ¿Yo te gusto?

El rubio sonrió nervioso

-Ya te dije en su día que si pero...

-¿Pero?

-Han pasado muchas cosas

Eun Woo dió otro paso adelante.

-Jimin...No me imagino lo duro que debió ser. Si puedo ayudart..

-¿A qué te refieres?

Las manos del rubio comenzaron a sudar previniendo lo que iba a venir después.

-Esos cerdos...

El corazón del rubio iba a mil por hora y Eun Woo no paraba de acercarse a él poco a poco. 

-No sé de qué hablas

Tenía a Eun Woo casi tocando sus temblorosas manos.
Al final se las cogió y las apretó con fuerza.

-Me gustaría que hablases conmigo cuando estés preparado.

Jimin giró su cara, le era imposible mirar a los dulces ojos de Cha sin ponerse a llorar de nuevo y se había prometido no volver a hacerlo.
No por ese tema.

-Jimin, me da igual que seas un desheredado.-Dijo.- Me gustas mucho y me duele muchísimo lo que te hicieron...Pero estoy aquí para ti. Estoy aquí por ti.

El rubio no pudo evitar que se escurrieran unas lágrimas. Seguía sin mirar a Eun Woo.
El pelinegro lo sabía todo y Jimin se estaba muriendo por dentro.
Una vez más el asco hacia sí mismo se adueñó de su ser.

-Quisiera saber si tú sientes lo mismo.

Sentía la mirada de Eun Woo fija en él.

-Yo...No qué siento.- dijo al fin.- Sólo sé que ahora mismo no quiero estar con nadie.

Eun Woo suspiró resignado. Jimin lo miró de soslayo.

-Te daré todo el tiempo que necesites.-dijo soltando sus manos.- Y ellos pagarán por lo que te hicieron, Jiminshi.  Te lo juro.

-Gracias por ayudarme

Al fin lo miró y Eun Woo sonrió con dulzura, sus ojos se cerraron  y Jimin sólo pudo admirarlo.

-Te veo la semana que viene ¿Vale? .- Le dijo acariciando la cara del rubio

Jimin asintió.
Cha se dió la vuelta, dió unos pasos y se paró unos segundos, después giró sobre sus pies para volver a mirar al rubio.

-Una última cosa.- le dijo.- Ese chico...El que se lanzó a por mi.

-¿Si?

-¿Es tu hermano?

-No. Es mi amigo. Un buen amigo.- Matizó

Eun Woo asintió sonriendo.

-No lo pierdas nunca.- Le dijo y alzando su mano concluyó.- Nos vemos pronto, precioso.

Jimin estuvo mirando la espalda de Eun Woo hasta que giró la esquina pero aún así se quedó un rato en la misma posición.
Pensando en lo que le había dicho al pelinegro sobre lo de no estar con nadie. 
Realmente era lo que ahora necesitaba. Su cabeza estaba hecha un lío y su corazón tiraba de dos partes.

Eun Woo, un nuevo y eléctrizante amor.
El sexo con el pelinegro era tan adictivo que sólo recordarlo hacia que Jimin se estremeciera.

Suga, un amor puro e incondicional.
Con los recuerdos más bonitos de su vida.
Un amor tan valiente y leal.
Se querrían para toda la vida. Esa era la realidad.

Los dos mundos chocaban frente a Jimin y por ello, él tambaleaba.

No. No necesitaba pensar en eso ahora. Quería seguir solo hasta que todo se resolviera y una vez resuelto...ya tendría tiempo de decidir, si es que era lo que quería.

Jimin se dio la vuelta para volver a su casa, a su habitación.
Sólo ahí encontraba algo de paz en aquel mundo que se había vuelto, de repente, tan hostil para él .

🎈🎈

A la salida del instituto Jungkook se puso detrás de Tae y le ordenó que parara de andar.

El castaño sonrió nervioso cuando sintió una fina tela delante de sus ojos que hizo que no viera nada.

-¿Qué haces?

Su piel se erizó cuando sintió el aliento de su novio acariciando su oído.

-Sólo déjate llevar.- le dijo

Jungkook lo cogió de la mano y tiró de él suavemente.

-¿Dónde vamos?.- preguntó con sonrisa nerviosa

El pelinegro aligero un poco el paso cogiendo a Tae por la cintura.
Estuvieron un buen rato andando hasta que, por fin, Jungkook lo paró.

-Quedate aquí un momento.

Escuchaba como Jungkook hacia ruido, como si moviera algo metálico.
Entonces lo volvió a agarrar

-Agachate un poco.- Le dijo y sintió como el menor lo cogía de la cabeza para tirar de él hacia abajo.- Ten cuidado aquí ¿Vale?

Estaban pasando por algún sintió, probablemente un vallado.
Se irguió cuando Jungkook se lo indicó.

Después bajaron unas escaleras que olían a humedad.

-Ya estamos.

Tae intento quitarse la venda pero Jungkook lo paró

-¡Todavía no, impaciente!.- sonrió y si Tae se imaginó esa sonrisa abierta, grande y sobresalida de Jungkook que tanto le gustaba.

Jungkook abrió la puerta. Hizo que Tae la pasara y entonces....
La venda se cayó al suelo.

-Woowww.- Tae miraba a todos los lado.- ¿Qué es esto? ¡Es increíble!

El sótano del cine en el que Hobi había trabajado tanto.

-¿Recuerdas que estos días me fui a trabajar con Hobi?

Tae se puso en medio dando vueltas mientras observaba todo.
Dos paredes de color morado y el techo... El techo tenía pequeñas motas amarillas que brillaban.
Un arcoiris pintado en la pared donde se ubicaba la puerta.
Y enfrente de ella, un gran espejo.

-¿Pero no fuiste a la panadería?

-Nop.- dijo.- Le ayudé con esto

Jungkook lo cogió por detrás y puso su barbilla en el hombro de Tae.
Lo balanceó suavemente.

-Entonces...¿Te gusta?

-Me encanta.- Tae se dió la vuelta.- Pero más me gustas tú.

Se dieron un largo beso.
Cuando se separaron Jungkook lo cogió de la mano llevándolo a uno de los rincones.

-Mira esto.

Abrió una caja de madera y apareció un tocadiscos.
Tae abrió los ojos maravillado.

-Donación de la señora Isseul

-¿En serio? Wow, es precioso

Tae comenzó a tocarlo con una delicadeza extrema.
Jungkook colocó el pequeño brazo de metal encima de disco de vinilo que estaba ya puesto, apretó un botón y el disco comenzó a girar.

El sonido los envolvió.

《Los hombres sabios dicen que
solo los tontos se apresuran
pero no puedo evitar enamorarme de ti
¿debería quedarme?
¿Sería un pecado?
Si no puedo evitar enamorarme de ti》

Jungkook cogió las manos de Tae y se pegó a su cintura.

-¿Elvis?

-Ajá

Tae respiró hondo con miedo a perderse cualquier segundo de aquella maravillosa escena donde Jungkook le cantaba con los ojos cerrados.
Sus frentes se pegaron como la primera vez que bailaron juntos en aquella fiesta.

-Cantas muy bien.- Le dijo Tae

-Shhh....- Jungkook levantó un brazo y obligó a Tae a dar una vuelta.

El pelinegro seguía cantando esta vez pegado a su oído. Con una mano en la espalda baja del castaño.

Le dio otra vuelta pero dejó a Tae dándole la espalda.
Sus brazos abarcaron la cintura del castaño mientras lo balanceaba.

-No te gires.- Le susurró Jungkook al oido

Tae asintió nervioso sintiendo como el pelinegro se separaba de él.
Unos segundos después sintió el toque de Jungkook.

-Ya puedes.

Miró al frente pero tuvo que bajar la mirada para encontrarse con los ojos de su novio que tenía una rodilla hincada en el suelo y sostenía un anillo fino de plata.

-Park Taehyung ¿Quieres ser mi novio?

Tae abrió la boca sorprendido y con sus ojos brillantes asintió muchas veces diciendo "si, si,si" mientras se agachaba para ponerse a la altura de Jungkook.

El pelinegro sonrió y se besaron, después cogió la mano de Tae, que temblaba y estiró su dedo anular.

-Era de mi madre. - Le dijo poniéndole el anillo.- Sabía que te vendría porque tú también tienes los dedos largos y finos, como ella...

Si. El anillo le entró como un guante. Tae no podía estar más maravillado.
Se abrazaron con fuerza.

-Te amo, Jeon Jungkook

-Te amo, Park Taehyung

🎈🎈

Nota de la autora:

Ya echaba de menos a los cachorros. 😭

Lau 🐘

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top