Capítulo 5
El poblado de esqueletos era mucho más grande de lo que parecería a simple vista, con viviendas hechas de piedra pero no al punto de parecer primitivas, sino que parecían estar hechas por un arquitecto peculiar, sin ningún tipo de ventana y con una entrada con una puerta hecha de madera.
Habían alrededor de un centenar de casas donde vivían los esqueletos, también habían varios edificios más complejos y lujosos no destinados a ser viviendas, como un aparente palacio provisional para el rey cuando los visite.
Ambos monstruos extranjeros vieron conforme se adentraban en el poblado a muchos esqueletos, algunos hablando entre ellos, otros más jóvenes jugando, otros aparentemente femeninos por poseer huesos más finos estaban al tanto de sus aparentes hijos. Todos ellos hablando en wingdings y usando ropa humilde aún cuando sus cuerpos no necesitan protección hacia nada.
"Parece que es la primera vez que véis el poblado de esqueletos, no os culpo, fuera de la familia real y mis leales soldados, nadie suele visitarlos debido al propio esfuerzo de ellos por permanecer apartados" Habló el rey Goro, haciendo que Muffet tuviera demasiadas preguntas en mente, Flowey realmente también estaba sorprendido al ver cómo es un poblado de hace tantos años, pero también estaba alerta para evitar que su compañera arácnida no diga nada estúpido.
Los perros en armadura se detuvieron delante de la residencia provisional del rey, bajando los esqueletos, los cuales se comunicaron con el rey en wingdings durante unos breves segundos antes de hacer un saludo respetuoso a su líder y marcharse, haciendo que Goro se gire para ver a sus invitados, sobre todo Muffin, esta mascota estaba ganando la atención de todos los esqueletos, muchos de ellos con miradas extrañadas o curiosas, pero nadie se detuvo para mirar más de cerca al monstruo gigante, todos continuaron con sus caminos.
En cuanto se detuvieron, Muffet agarró con cuatro de sus seis brazos el cuerpo inconsciente de Frisk mientras Flowey continuaba agarrado a su brazo. "Por favor, antes de nada, necesito que lo ayudes" Casi suplicó el monstruo araña, ganando una mirada indescriptible del rey, pareciendo estar pensando o analizando cada comportamiento de esos singulares monstruos.
"Entrad, los esqueletos podrían entrar en pánico si lo ven, sea un niño o no" Ordenó el rey mientras habría la puerta de gran tamaño hecho de oro puro, se notaba mucho la diferencia entre este edificio y Muffet lo siguió con inquietud, cerrándose la puerta en cuanto ella entró también, siendo Muffin el único que se quedó afuera, protegiendo el edificio desde afuera.
La monstruo araña no pudo evitar abrir la boca del asombro al ver el interior del edificio, totalmente lujoso, incluso más que el palacio de Asgore en el subsuelo. Aunque hubo algo que le llamó más la atención, y era un cuadro en mitad de la sala que mostraba un retrato del rey Goro junto a una mujer cabra y un pequeño niño también con aspecto caprino, todos posando con formalidad con una gran bandera detrás, el emblema de los monstruos.
"Sígueme" Goro habló al ver que Muffet se había quedado quieta, reaccionando y obedeciendo con un ligero temblor en su cuerpo por el nerviosismo que estaba sintiendo.
Flowey, por su parte, se mantuvo inexpresivo, aunque también parecía frustrado por reconocer a las figuras representadas en el cuadro, no solo Goro, sino también la mujer y el niño, todos ellos parientes de la familia Dreemurr.
Cuando Goro notó que la monstruo araña estaba siguiendo su órden se seguirlo por estos largos pasillos, comenzó a hablar con su voz profunda e imponente. "En este poblado únicamente hay una persona que entienda la biología humana, pero, el problema es que odia a esta especie, por lo que habrá que arriesgarse" Comenzó a hablar Goro, haciendo que Muffet trague saliva con nerviosismo latente en su cuerpo, pero no pudo contestar pues Goro continuó hablando.
"Es mi científico personal, alguien muy brillante a pesar de que apenas es un adolescente, vi su potencial cuando lo salvé de ser asesinado por unos humanos que intentaban experimentar con su alma, es por eso que no puedo prometer que ayudará a ese humano" Habló Goro, haciendo que Muffet entre pánico interno, no soportando más y hablando.
"¿Usted no sabe nada sobre cómo ayudarlo?" Preguntó Muffet, con tartamudez en su voz, provocando que Goro niegue con la cabeza sin detenerse.
"Estoy acostumbrado a matar humanos, no ha estudiar sus cuerpos, sobre todo porque apenas logramos hacer bajas humanas, aunque creo que tú ya sabrás que se necesitan al menos 20 de los nuestros para acabar con un único individuo" Esas palabras de Goro provocaron que Muffet quede horrorizada y aún más confundida, Flowey lo notó y disimuladamente acercó su cara hacia el oído de Muffet, aprovechándose de la cercanía producto de estar agarrado en su brazo superior.
"No te atrevas a preguntar nada, yo responderé tus estúpidas dudas después, pero no fastidies nada o podríamos acabar muy mal" Le susurró la flor, Muffet suspiró pesadamente, pero decidió hacer caso a la flor, ahora mismo si bien necesitaba respuestas, también comprendía que ciertas preguntas sin pensar en una situación aparentemente tan peligrosa podría darles problemas innecesarios.
Después de esto, Goro detuvo su caminata frente a una puerta blanca y la golpeó suavemente mientras llamaba a su científico pero también confidente. "¡Gaster! Tenemos invitados, necesito de tus conocimientos, y no hables wingdings"
"¡Mierda!" Gritó Flowey internamente, mostrando un rostro muy asustado, ese nombre es el de aquel maldito esqueleto que provocó todo esto, ¿Habrá conservado sus recuerdos? ¿Los matará en cuanto se dé cuenta de quiénes son? ¿O acaso fingirá que no nos conoce? Esas preguntas comenzaron a bombardear la mente de la flor, que estaba en terrible pánico, mientras Muffet, al no conocer el nombre de aquel agresor, no se dió cuenta.
Segundos después, la puerta se abrió, dejando ver a un esqueleto aparentemente joven aunque midiera cerca de dos metros, con un cráneo fino que mostraba dos agujeros con una luz azul en uno y una naranja en el otro, siendo sus ojos mientras una aparente grieta en la zona inferior parecía funcionar como boca; una estructura ósea parecida a la de Papyrus en cuanto al los brazos se refiere, pero parece tener todos sus huesos conectados con mejor soltura, también destaca algo especial en su estructura ósea, pues presenta dos agujeros en sus respectivas manos. Todo ello con un uniforme blanco y negro, pues posee una túnica blanca que le cubre hasta la rótula y un abrigo negro que funciona como capa.
Flowey abrió los ojos muchísimo, pues ahora sí que parecía un monstruo normal, al mismo tiempo comenzó a preguntarse qué clase de accidente tuvo que pasarle para acabar como acabó y, a su vez, borrado de la memoria de todo el mundo.
"Saludos, alteza, ¿A quién tengo el placer de conocer hoy?" Habló Gaster con aparente gentileza y respeto, haciendo que Goro señale a Muffet, la cual continuaba cargando a Frisk.
El rostro de Gaster pareció deformarse momentáneamente cuando vió a la joven chica araña cargando a un niño humano en brazos.
"Esa niña araña es Muffet y esa flor es Flowey, me han pedido que salve a este humano, ¿Podrías ayudarnos en este trabajo, Gaster?" Preguntó Goro, no parecía ser una órden, sino más bien una propuesta amistosa.
El esqueleto pareció quedarse inmóvil durante unos segundos mientras miraba a Muffet la cual estaba realmente incómoda, parecía comenzar a encontrar algún parecido con el ser que los atacó antes, pero no iba a entrar en histeria, pues para ella es solamente una teoría.
"Alteza, ¿De verdad me está pidiendo ayudar a eso?" Fue lo que dijo finalmente Gaster, señalando a Frisk mientras se refería como si se tratara de algún objeto o animal despreciable, provocando que Flowey alce una ceja, preguntándose si quizá el estado en el que se encontraba afectó a que no recuerde nada o simplemente fingía.
"No es una órden, haz lo que te parezca" Fue la contestación del rey, haciendo que Gaster vuelva a mirar al humano, Frisk lucía cada vez más pálido yaciendo en los brazos de Muffet como un muñeco de trapo.
Pasaron incluso minutos de meditación, generando un ambiente muy incómodo. Finalmente, Gaster suspiró y miró con seriedad a su rey.
"Está bien alteza, me podría servir para futuros experimentos e investigaciones sobre la naturaleza del alma" Habló finalmente Gaster, provocando que Goro responda con unas palmadas gentiles en la espalda.
"Tengo que ocuparme de unos asuntos, agradezco que hayas aceptado, pero no te sobreesfuerces" Dijo Goro antes de marcharse lentamente, continuando por esos extensos pasillos, pero antes de desaparecer completamente, se giró y dijo un último comentario.
"Esta noche estarán presentes en la cena real, allí me contarán todo sobre ustedes" Dijo mirando fijamente a Muffet, quién comenzó a sudar, pero asintió como pudo, pareciendo dejar satisfecho al rey para desaparecer de la vista de los presentes finalmente.
"No entiendo la razón de ayudar a una escoria como esa, pero seguidme" Dijo Gaster con aparente asco en sus palabras, provocando que Muffet estuviera a punto de dejarse llevar por sus impulsos y contestarle con fiereza por hablar así de Frisk, pero una enredadera espinosa provocó molestias en el brazo en el que estaba sujeto Flowey, provocando que la araña entendiera, habían acordado en no decir nada estúpido, pues estaban en territorio completamente desconocido, por lo que prosiguieron y se dejaron guiar por Gaster hacia su laboratorio.
Muffet estaba realmente confusa, ese tipo de desprecio hacia los humanos recordaba mucho a Undyne antes de conocer a Frisk, pues la adolescente araña tuvo la oportunidad de vender dulces a los miembros de la guardia real hace varios años y su comportamiento y opinión de los humanos era similar.
Flowey, por su parte, parecía confirmar que la memoria de Gaster parecía haberse reseteado también, o eso parecía, ¿La razón? Un enigma, pues él y esa araña sí recuerdan todo, quizá era por el terrible estado del monstruo o porque él estaba vivo en esta época mientras ellos no, muchas incógnitas al respecto pero ninguna respuesta incluso para alguien tan inteligente como Flowey.
Muffet se quedó helada al ver el laboratorio de Gaster, el cual parecía tener varios instrumentos extraños y restos de sangre en algunas cápsulas, haciendo que el científico hable. "Siento el desorden, todo esto lo hago trabajando en la disección de los cuerpos de esas cosas, así podré encontrar los puntos débiles en su anatomía, aunque, el alma ya no está presente, por desgracia, tendríais que ver mi laboratorio en la capital, es mucho mejor que esta pocilga. Pero mi rey iba a ir y yo le debía acompañar"
Muffet casi cae al suelo de no ser porque entonces podría dañar el cuerpo de Frisk, ese tipo parecía no tener ningún tipo de empatía por los humanos, en realidad, Goro tampoco parecía estar muy encariñado con ellos, mencionando que ha matado a varios de ellos, ¿Dónde demonios se encontraban? Se preguntaba ella mientras miraba a Flowey, algo ansiosa para que esa maldita flor le dé una explicación a todo este desmadre.
Avanzaron un poco por el laboratorio hasta llegar a una pequeña camilla, donde Gaster indicó que pusieran al niño humano sobre ella, obedeciendo con bastante vacilación, pues no se fiaba de ese monstruo y lo que podría hacer.
"Está bien, veamos qué le ocurre a esta cosa para haber tenido la osadía de traerlo al poblado de esqueletos" Habló Gaster cínicamente mientras sacaba una libreta y comenzaba a ojearla.
Muffet, con curiosidad, acercó un poco su cabeza, fijándose en que eran anotaciones y dibujos sobre el interior del cuerpo de un humano, seguramente había obtenido esos conocimientos de haber diseccionado los cuerpos que antes mencionó, la chica araña casi vomita de pensarlo.
Tras unos minutos donde el esqueleto comenzó a hojear aquella libreta, asintió con la cabeza y comenzó a revisar cómo se veía el cuerpo de Frisk exteriormente, arrancándole la camiseta sin ningún tipo de delicadeza, rompiéndola en decenas de trozos de tela.
"Ahórrate los chequeos de corazón, él respira, pero su alma tiene un problema" Habló Flowey por primera vez desde que entraron en el edificio, haciendo que Gaster mire a la flor con curiosidad.
"Parece que tú estás enterado de la anatomía humana, raro, pero no voy a indagar en detalles" Habló Gaster con una mirada analítica y desconfiada, haciendo que Muffet sea ahora la que mire a Flowey, recalcando con la mirada la misma oración que le susurró antes. La flor se golpeó a sí mismo con sus pétalos, pero no dijo nada al respecto más que un suspiro.
"Si es un problema del alma es todo mucho más complicado, pues los cuerpos muertos de esas cosas ya no conservan su alma, pero todo tiene solución, veamos..." Comenzó a hablar Gaster mientras volvía a ojear su libreta personal, pero ésta vez pasando páginas rápidamente hasta detenerse en una en específico. Los monstruos de la guerra conocían los distintos tipos de almas que pueden poseer los humanos, pues es el poder de sus almas lo que los hacen ser tan superiores a los monstruos, Gaster había anotado cada característica y color que ven todos los supervivientes en el campo de batalla, pues si logran encontrar la forma de contrarrestar la fuerza de sus almas, podrían darle la vuelta a la guerra. Ya intentaron absorber las almas humanas de los soldados asesinados, pero nunca lograban lograr una absorción completa, pues las almas eran destruidas o sus propios aliados rompían en mil pedazos sus almas para evitar que los monstruos las estudien o las absorban.
Inesperadamente para Flowey y Muffet, el ambiente se tornó blanco y negro y sus almas estaban a la vista, alguien había iniciado una batalla, siendo éste Gaster, el cual lo hizo para ver el color del alma del humano.
El científico observó con conmoción cómo el alma del humano estaba totalmente blanca, pero no un blanco puro como las almas de los monstruos, sino que se notaba que su esencia había sido drenada, era un blanco que indicaba un recipiente vacío.
"¿Qué?" Fue lo único que pudo decir el científico antes de dejar caer su libreta al suelo de la sorpresa que sintió, dejando a Muffet y Flowey bastante intrigados al respecto.
"¡Es fascinante!" Gritó con alegría Gaster mientras agarraba fuertemente el alma del humano, alertando a Muffet, quien estaba a punto de atacar a Gaster, pero se detuvo al notar que el esqueleto la soltó con suavidad después de haberla tenido en sus manos.
"Tal parece que alguien o algo ha utilizado la esencia del alma de este humano, ¡Eso significa que es posible apoderarse del poder de un humano! ¡La guerra no está perdida!" Comenzó a gritar Gaster con emoción, haciendo parpadear a Muffet de la confusión.
"¿Guerra?" Fue lo único que salió de su boca antes de que Flowey tape su boca, pero tuvieron suerte de que Gaster estaba demasiado centrado en celebrar que en escucharlos.
"¡¿Entonces pueden curarlo o no?!" Flowey tuvo que alzar la voz para que Gaster lo escuchase, el cual miró a esos dos monstruos con una sonrisa retorcida.
"Lo intentaría, pero para eso necesito más información sobre este gran descubrimiento, por el momento no puedo hacer nada" Anunció Gaster mientras el ambiente regresaba a la normalidad, pues el científico había cancelado el combate.
"Quédense aquí, esto es tan importante que debo de informar a su majestad de inmediato, sea lo que sea que esté haciendo esto es más importante" Habló Gaster mientras salía de allí, dejando a los monstruos y al humanos solos.
Ninguno era consciente, pero acababan de alterar la historia de la guerra.
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Hasta aquí el capítulo, me gustaría que comenten cómo os ha parecido, lo agradecería mucho.
Espero que os haya gustado, ahora, sin nada más que decir, adiós.
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