Capitulo 11

Gracias por leerme siempre Alinder29 💖

Con lagrimas en los ojos, decidi meter al gatito en la caja y la cargue con mucho cuidado. Me puse a pensar si era buena idea llevarlo a la oficina, ya que me daba miedo dejarlo solito en casa. Hice caso a mi instinto y comence a caminar hacia el trabajo. Se que a todos se les haria raro verme llegar con una caja, pero por fortuna creo que no se daran cuenta de que es un gato, ya que parece que el pequeño no es para nada ruidoso.

He llegado a la entrada del edificio y he comenzado a sentirme nerviosa. Aun me siento un poco mareada por el ataque de hoy en la mañana, pero a pesar de todo, creo que hoy me deparan cosas buenas. No puedo evitar sonreir y entro al edificio. Todavía puedo notar como todos me miran con curiosidad. Si a estas alturas alguien me preguntase por Martín, ya no me preocuparia.

Llego a mi oficina y pongo la caja en el suelo con mucho cuidado. La abro un poco para ver como esta el minino y veo que esta dormido. Se ve tan lindo e indefenso. Pero de ahora en adelante me voy a encargar de darle un hogar donde nunca mas pase hambre. Me quedo mirandolo unos segundos y le acaricio su pequeño su cuerpo. Probablemente solo tenga un par de meses de nacido. Su pelaje es de color negro. Negro y suave.

-- Te llamarás Salem.

Si, en honor a Sabrina, la bruja adolescente.

Siempre me gusto esa serie y la veía con mi mamá cuando yo era muy pequeña. A mi mamá le encantaba. Incluso habiamos acordado que cuando el bebé naciera, íbamos a adoptar un gato negro y llamarlo Salem.

Es obvio que eso nunca paso.

No es necesario recordar mi pasado... Simplemente muchos planes nunca se concretaron.

Y ahora que estoy sola, este pequeño felino ha llegado a mi vida y me ha incitado a cumplir la promesa entre mi madre y yo.

Siento tristeza, pero a la vez siento una alegria inexplicable. Como si todo lo malo en mi vida fuera solo una pesadilla que termino al despertar. Se que las cosas no cambian de la noche a la mañana, pero quiero tratar de ser mejor persona y dejar de ser miserable.

De repente alguien toca a la puerta de mi oficina.

Es Catherine. La jefa de la editorial.

-- Hola Valery. ¿Que tal tus vacaciones?

-- Oh, muy bien. Todo normal. Para ser sincera solo me dedique a descansar.-- Digo mientras me levanto y cierro la caja.

-- ¿Que es esa caja? ¿Material de alguna escritorio?

-- No.. No es nada.

-- Valery...

Se lo que esta a punto de decir.

-- Vas a preguntar sobre el divorcio ¿No es asi?.

Catherine me mira y asiente.

-- ¿Que quieres saber?

-- Valery, si no quieres hablar lo voy a entender...

-- No pasa nada. Ya lo asimile suficiente.

-- ¿Estas segura?

--Si...

-- Para ser sincera nunca creí que Martin haria tal cosa... Es un maldito bastardo.

-- Catherine... No digas eso.

-- No te atrevas a defenderlo Valery. Nada justifica una infidelidad. Si las cosas no funcionan, simplemente le pones fin a la relación antes de irte a follar a otra persona... Estoy muy enojada.

-- Lo se. Creo que yo nunca podría ser infiel... Podre ser cualquier cosa,menos eso.

-- Debió dolerte mucho Valery... Sabes que yo pase por lo mismo, y te entiendo mejor que nadie.-- Dice y veo como sus ojos empiezan a cristalizarse.

Catherine estuvo casada por diez años. Pienso que eso es bastante tiempo. Martin y yo ni siquiera ibamos por la mitad y eso me pone a pensar lo mucho que ella debe haber sufrido. Tantos años juntos. Dos hijos de por medio. Y todo eso se rompio porque a su esposo se le hizo fácil romper la rutina usando aplicaciones de citas y enamorandose de una mujer a la que conoció ahi. Catherine sospechaba muchas cosas, reviso su celular en un ataque de celos y descubrio todo, no obstante quizo asegurarse al cien por ciento y lo siguió una noche cuando el puso de pretexto que tenia que reunirse con un cliente. Ella lo siguio en un taxi y vio a su esposo bajar del auto frente a un hotel. El se quedo esperando afuera y a los pocos minutos, una mujer aparecio besandolo apasionadamente para tomarlo de la mano y finalmente llega al hotel. Catherine los siguió hasta la habitación y los descubrió en pleno coito. Tenian menos de cinco minutos de haber entrado, pero supongo que el deseo por estar juntos fue mayor que cualquier cosa y le dieron rienda suelta a la pasión en cuanto cerraron la puerta. Se armo un caos y Catherine le pidio el divorcio inmediatamente.

Aunque el suizo arreglar las cosas, era demasiado tarde.

No se parece en nada a cuando yo descubri a Martin engañandome. Me pregunto si ellos tambien iban a un hotel a saciar sus deseos carnales...

No. Debo quitar esos pensamientos de mi cabeza.

Miro a Catherine y ninguna ha dicho otra palabra. Pero ella esta llorando, así que decido acercarme y consolarla. Ella me abraza mientras sigue sollozando.

-- Catherine... Tranquila. Llora todo lo que quieras.-- Me digo mientras doy pequeñas palmadas en la espalda.

-- Tu también deberías llorar.-- Dice con la voz apenas audible.

-- Sonara raro, pero he pasado por cosas peores y nada se compara a eso. Si, quizá Martin rompio mi corazón, pero no ha sido algo tan insoportable. Me hice una idea equivocada a su lado, y en el fondo estoy feliz de que lo nuestro se terminara. No podía atarlo a mi.

-- ¿Lo odias?

-- No. No lo odio. Siempre sera alguien especial en mis recuerdos por los momentos vividos. Fue alguien que estuvo conmigo en mis peores momentos, aunque haya sido fingido se lo agradezco.

-- Valery...

-- ¿Si?

-- Me gustaria ser como tu.

-- ¿Porque lo dices?

-- Porque yo si odio a mi ex marido. Mucho.

-- Es normal Catherine.

-- Pero...

-- Yo también odio a tu ex marido.

Catherine se separa de mi abrazo y me mira fijamente. Luego suelta una carcajada y no puedo evitar reír con ella.

De repente siento algo caminando entre mis piernas...

-- ¿Que es eso?-- Pregunta Catherine asustada.

Miro hacia abajo y me doy cuenta de que el gatito se ha salido de su caja. Lo cargo y lo pongo en mi regazo. El comienza a ronronear al instante.

-- Se llama Salem. Lo adopte en mi horario de comida.-- Digo sonriendo.

-- Ya sabia yo que esa caja era extraña.-- Ríe Catherine.

-- Lo siento.

-- No pasa nada. Los animales también necesitan compañía. ¿Me dejas tocarlo?

Asiento rápidamente.

-- Es muy lindo!!

-- Lo se.

-- Valery...

-- ¿Si?

-- Nunca imagine que fueras así.

-- ¿A que te refieres?

-- No vas a enojarte ¿Verdad?

-- Claro que no. No podría.

-- Bueno... Pues en todo el tiempo que has trabajado aquí, has mantenido tu distancia. Nunca hemos hablado de otros temas que no sean laborales... Se que te enteraste de mi divorcio por los comentarios de los demás... Y nunca me dijiste nada. Siempre te vi como alguien fria y distante. Lo poco que sabia de ti, era por Martin...

-- ¿Por Martin?

-- Si. Cada que venia a visitarte a la oficina, primero pasaba a platicar conmigo... ¿No lo sabes?

--¿Que cosa?

-- Mi ex marido es el hermano mayor de Martin.

-- ¿Como?

-- Si. ¿Martin no te lo dijo?

-- No. Pero... ¿Y porque nunca los vi en la boda?

-- Si fuimos. Solo que tu nunca te acercaste a hablar con nosotros...

-- Oh, vaya. Lo siento...

-- Descuida...

-- Supongo que entonces lo infiel viene de familia...

Catherine ríe ruidosamente.

-- Me caes bien Valery. Perdón por juzgarte sin conocerte. Eres muy dulce.

-- No te culpo por tener esa percepción de mi... La mayoria lo piensa.

-- Pero esta mal, Valery. Ni siquiera se toman la molestia de conocerte...

-- Yo también soy culpable. Es como dices, tu y yo no habíamos hablado mucho hasta ahora... Nuestros esposos eran hermanos y nosotras estabamos tan cerca y a la vez tal lejos. Que ironía.

-- Lo se... Bueno tengo que irme a arreglar unos asuntos... ¿Te parece si vamos por un café mañana?

-- Seguro.

-- Bueno. Nos vemos Valery!! Adiós Salem!!

Catherine sale y cierra la puerta.

Pero ¿Que mierda?

Guau.

Que pequeño es el mundo.

La vida no ha dejado de sorprenderme el dia de hoy.

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