Observa con atención, humanidad pigmea, aquí tenéis a su poeta
farsante, falaz e insufrible.

Escribiendo versos que gritan y gritan,
pero que no logran oírse
en ningún lugar.

En espera de su jodida aprobacion,
de sus pomposos halagos , o acaso
la jugosa oferta de sus almas cautivadas por el poder de sus
versos de cartón.

De esta forma logra permanecer en la realidad, a costa de la
ferviente admiración de unos pocos,
inflando su ego raquítico, gusanesco
arrastrandose en las ciénagas
de la insanidad mas inane.

Mirad a ese charlatán, empapado por completo de
su gloria efimera, fiel creyente de
las virtudes literarias del alcohol y
mendigando con gestos teatrales,
el amor del projimo -o quizas de una dama lejana-, creyendose
un superhombre, portador de la
superverdad absoluta.

Este intento fallido de poema esta
dedicado al mayor farsante
del universo de la sintaxis
nihilista y surreal,
este poema es para ti, Damián.