La noche transcurría con tranquilidad. Paseo del Averno era un camino realmente agotador en el monte. Los Pokémon de tipo fantasma y veneno abundaban, por lo que «N» y compañía decidieron descansar.

Typhlosion no podía hacer gran cosa al estar muerto, y «N» no sabia que clase de protección o poderes podría tener Selene en su haber.

Y en el campamento improvisado que armaron, la vio allí dormida. Parecía estar sonriendo, y a «N» le pareció que «era muy linda».

Y a pesar de que había algo en esta que le gustaba, no pudo evitar salir de la tienda de campaña para dirigirse a su Typhlosion.

Rompió en llanto.

«Le pedí disculpas por no ser cauteloso y llevarlo a aquel lugar en el que pereció protegiéndonos a aquella mujer que solamente me utilizó y a mí.

Quería hacerle saber que me sentía culpable de aquello que lo llevó a ser un espectro.

Me gustaría cambiar los hechos y ser yo el espectro, pero ahora comenzaba a entender que estaba en esta situación por una razón.

Quería encontrar aquello de lo que me habló Selene», escribió «N» en sus memorias.