CAPÍTULO 17: UN SECRETO FAMILIAR (PARTE 2)
N/A: Muchas gracias a todos por leer y comentar... Segunda parte de Secreto Familiar donde descubriremos un poquito de la historia de Cooper...
CAPÍTULO 17: UN SECRETO FAMILIAR (PARTE 2)
Sebastian se sentía como si fuera idiota mientras sostenía el cartel con "Cooper Anderson" escrito para que el desconocido que acababa de aterrizar supiera que era él a quien estaba buscando para que lo llevara al lugar en el que se encontraría con Blaine.
El policía no había tenido ánimo para contarle al joven que su hermano estaba en camino, temía que pasara algo y la decepción fuera tan grande que no supiera qué hacer o decir. Prefería ser él quien tuviera esa decepción.
Alguien se dirigió directamente hacia él y supo que era la persona a la que estaba esperando. Era un hombre realmente atractivo aunque a él le resultaba mucho más atractivo su hermano pequeño. En momentos como ese se daba cuenta de lo enamorado que estaba.
– ¿Eres Sebastian? – El recién llegado preguntó.
– Sí... Supongo que eres Cooper. – El policía comentó antes de estrecharle la mano.
– Sí. Pensaba que Blaine habría venido también. – Anderson comentó mientras miraba a su alrededor, como si esperase que el otro estuviera por allí escondido.
– Blaine ha sufrido mucho estos meses y lo último que quiero es que vuelva a sufrir. No sabe que has venido, ni siquiera sabe que te he localizado. Quiero asegurarme de que quieres a tu hermano y vas a ser un apoyo para él antes de que os encontréis. – El ojiverde afirmó muy serio.
– Lo comprendo. Me alegra que Blaine tenga a alguien que se preocupa por él y lo cuida. ¿Sólo eres su amigo? – El mayor lo miró algo intrigado.
– No, soy su pareja... ¿Tienes algún problema? – Smythe miró al otro desafiante.
– Ninguno. El amor es amor, nadie puede juzgar a otra persona por amar. – Cooper se encogió de hombros.
– Me alegra que pienses así.
El ensayo de los Warblers había acabado y los chicos comenzaron a recoger sus cosas para volver a sus dormitorios para hacer los deberes. Blaine y Sam comienzan a bromear sobre alguna tontería, desde el ataque el rubio se había propuesto no ver ni un segundo triste a su amigo y se esforzaba por conseguirlo con sus sinsentidos que tanto le gustaban al moreno. Hunter estaba atento por si Evans necesitaba ayuda, no estaban dispuestos a que lo ocurrido borrara esa sonrisa y ese brillo en los ojos que hacían de Anderson una persona muy especial.
Thad abrió la puerta para salir y se encontró con Sebastian que estaba acompañado por alguien a quien él no conocía.
– Tu chico está dentro, ya hemos terminado. Puedes pasar. – El adolescente dijo antes de salir por la puerta. Blaine miró hacia la puerta con una sonrisa aun más intensa de la que había tenido antes.
– Hola. – El policía se acercó a su novio y le dio un dulce beso en los labios que pronto fue correspondido. – ¿Qué tal tu día?
– Muy ocupado, tengo bastantes cosas que hacer... No es que me queje de que hayas venido pero te habría dicho que hoy no es el mejor día. – El moreno informó pero su cuerpo decía otra cosa porque había agarrado la cintura de su pareja y no lo soltaba para que no se alejara.
– ¿No puedes posponer el estudio unos minutos? Hay algo importante que tenemos que hablar. – Smythe dijo todo lo serio que pudo y Anderson notó que no era broma.
– Claro.
En ese momento, Blaine se fijó en la persona que había ido con a Dalton con Sebastian. Hacía doce años que no lo había visto y sus facciones eran más maduras, pero seguía siendo reconocible, al menos para él.
– ¿Cooper? – El moreno apenas pudo susurrar y notó el brazo de su novio en la parte baja de su espalda.
– Vamos a un lugar privado para hablar. – Smythe propuso y empujó suavemente al más joven hacia su habitación mientras el mayor los seguía.
El resto de Warblers se quedaron mirando la escena. Ninguno sabía quién era Cooper, por qué Sebastian parecía preocupado o por qué Blaine parecía tan sorprendido.
Al entrar en la habitación, Sebastian notó que no había cambiado mucho de como estaba antes de que él la abandonara. Las cosas de Blaine seguían exactamente igual a como las había dejado. Lo que había cambiado era su lado, que estaba vacío en ese momento.
– ¿Qué hace aquí? – El Warbler miró a su pareja porque era un misterio para él que su hermano estuviera ahí acompañado por él.
– Lo comencé a buscar poco después del interrogatorio de tu padre. Le pregunté por su otro hijo y me dio a entender que no tenía relación con él. Me preguntaba el motivo y, además, quería saber por qué no se había puesto en contacto contigo... ¿Era por voluntad propia o tus padres se lo habían impedido?
– ¿Puedo responder a esas preguntas? Quiero contarle a Blaine la verdad para que pueda perdonarme... – Cooper pidió, casi suplicante, mientras miraba a su hermano con intensidad. Sebastian hizo un gesto para indicar que se sentaran y eso hicieron, la pareja en la cama de Anderson y el otro en la otra, frente a ellos. Los enamorados entrelazaron sus dedos, Smythe quería transmitirle todo el amor y el apoyo que podía porque sabía que escuchar esa historia podría afectar a su amado.
– Está bien, puedes contarle lo que pasó...
Flashback
Cooper tenía 18 años y acababa de recibir la carta de aceptación en UCLA para estudiar interpretación. Era su gran oportunidad para seguir su sueño, quería ser actor y nada ni nadie se lo iba a impedir. Se dirigió al despacho de su padre con la carta en la mano, esperando que al final su padre sí lo apoyara a pesar de haber intentado que cambiara de opinión durante los últimos dos años.
– Papá... Me han aceptado en UCLA para estudiar interpretación. – El joven anunció sin rodeos. Era tarde y quería ir a descansar porque al día siguiente tenía que ir a clase.
– ¿Aun sigues con esas tonterías? Creo que te dejé bien claro que debías estudiar Derecho o Dirección de Empresas o Arquitectura... Una carrera de provecho que haga de ti un hombre y no esas mariconadas. – James comentó muy serio.
– No son mariconadas, papá. Es lo que quiero hacer y eso no me hace gay. Yo quiero ser actor. – El adolescente intentó defenderse.
– Tienes dos opciones. Una es seguir los consejos de tu padre, con lo que tendrás el apoyo de toda la familia, y otra es irte a Los Angeles y no volver aquí nunca.
Fin del Flashback
– Reconozco que pensé que sólo era una amenaza y que nunca la cumpliría pero no fue así. – Cooper suspiró antes de recordar uno de los peores días de su vida. No era algo que le gustara contar, había perdido a su familia al completo con tan sólo 18 años y de una manera muy dolorosa. El rechazo dolía tanto que había sido incapaz de hablar de eso con las personas que había conocido después.
Cooper miró a su hermano que ya había empezado a dejar escapar las lágrimas. Se fijó en el abrazo protector que Sebastian tenía con el joven y en como éste se dejaba sostener. Sintió felicidad al ver que su hermano había encontrado a alguien que le amaba y que le ayudaría a superar el terrible trauma que había pasado. Suspiró una vez más antes de continuar con su relato...
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