Jimin abrió sus ojos lentamente, aún se sentía extraño por el día anterior. Al principio creyó que todo habría sido un sueño, mejor dicho una pesadilla, pero al observar su almohada llena de pétalos no pudo más que levantarse de golpe y pegarse a una pared de su habitación, el piso también estaba lleno de pétalos y alguna que otra flor completa.

Comenzó a entrar en pánico por lo que buscó una bolsa de basura y la llenó de los pétalos de rosas rosadas. Los tiraría a la basura después. Notó que pronto sería hora de su primer clase por lo que se bañó y se vistió. En todo ese tiempo no escupió ni un pétalo de rosa, pero le dió miedo confiarse por lo que se puso una mascarilla que había llevado para la época de polen.

Salió rápidamente, llevando las bolsas de basura y las colocó con el resto de basura del edificio, luego se volteó sintiendo un poco de alivio. No estaba seguro de lo que había pasado y le daba algo de miedo hablarlo con cualquier.

Después de todo, ¿Quién le creería que había vomitado flores?

Eso era demasiado loco para cualquiera. Llegó a su clase y llevó su día tranquilamente, anotando en una tableta todo lo que parecía de suma importancia e ignorando las miradas sobre su mascarilla. De todas formas él ya había hecho amigos.

El día se le pasó lento, más lento de lo lento que se le pasaba un día a un estudiante normalmente. Salió a la hora del almuerzo llegando a la cafetería y entonces vió allí a Jin. El chico estaba de turno, así que se acercó a la fila pensando en saludarlo, no quería perder la oportunidad.

Cuando llegó su turno, Jin lo observó pero con la mascarilla poco lo pudo reconocer.

─ ¿Qué vas a ordenar? ─ Preguntó.

─ A tí. ─ Le respondió un coqueto Jimin haciendo que el chico se sonrojara un poco. Se bajó un poco la mascarilla para mostrar quién era y entonces Jin se relajó.

─ Hola. ─ Lo saludó felizmente.

─ Hola, te quería saludar, así que hice la fila. ─ Dijo Jimin sonriendo de lado.

Entonces sintió un pequeño bulto en su garganta y decidió subir la mascarilla mientras tosía. Estaba seguro que se estaba llenando de flores.

─ Oye, ¿Estás bien? ─ Le preguntó Jin, al ver que el chico tosía.

─ Sí, creo que me dará un resfriado, es todo. ─ Jimin se fue antes de poder seguir avergonzandose y entonces decidió que investigaría por su cuenta sobre las flores que estaba tosiendo.

Se sentó solo en una de las bancas de la cafetería y comenzó a buscar: "estoy tosiendo flores," "¿Qué pasa si me salen flores de la boca?" y: "¿por qué estoy tosiendo flores?"

Un sin fin de respuestas a sus preguntas aparecieron en la pantalla de su celular, algunas hasta con imágenes de chicos y chicas con la boca llena de flores. Si no hubiera sido porque él había visto de primera mano que si se podía vomitar flores no creería lo que miraba. Comenzó a leer artículo tras artículo de leyendas, blog tras blog de usuarios anónimos y todos decían lo mismo.

La enfermedad de Hanahaki...

Aparentemente Hanahaki había sido la primera persona con dicha enfermedad y al parecer era una enfermedad registrada y no era tan fantasiosa, osea que si él iba a un doctor, podría curarse con una cirugía, pero no le gustó que en muchos artículos y blogs leyó que nunca jamás volvieron a amar a esa persona y otros decían que nunca volvieron a amar en general.

Jimin no estaba seguro de haber amado alguna vez en su vida, pero si estaba seguro de que no quería morir sólo y sin amor. Entonces se concentró mejor en la otra opción, según lo que estaba leyendo, él se había enamorado de alguien, probablemente a primera vista y ese era un amor no correspondido...

Jimin se quedó pensando, el día anterior había conocido seis chicos en total. Decidió enumerarlos: Yoongi, Taehyung, Jin, Namjoon, Hoseok y Jungkook. Todos le habían parecido atractivos, todos le habían gustado.

Entonces Jimin supo que la había cagado, como iba a lograr que correspondieran su amor si no estaba seguro de quien se había enamorado. Seis chicos eran muchos chicos, se podría tardar todo el semestre intentando averiguar.

Sintió un bulto en su garganta y le dolió. Comenzó a toser un poco más fuerte agradeciendo que se le hubiera ocurrido ponerse aquella mascarilla. Intentó hacer un repaso mental, tal vez así averiguar si alguno le había gustado más que otro, pero fue en vano y es que todos le gustaban.

¿Y ahora qué hago?

Se mantuvo pensando, la única opción era intentar enamorar a cada chico, sólo así ellos podrían corresponderle y entonces él sabría quién era él que le causaba la enfermedad, cuando esta se detuviera. Pero no podía andar con seis chicos, eso sería demasiado hasta para él. Intentaría hacerlo uno por uno, así se aseguraría de que todo saliera bien.

Y es que Jimin no sabía por qué le había pasado aquello y cuando leyó sobre el castigo de los dioses, un profundo temor lo inundó. No quería provocarlos más. Si ellos ya le habían dado semejante enfermedad no quería imaginarse que se les ocurriera algo más. Sintió un enorme bulto en su estómago que lo hizo salir corriendo al baño. Se encerró y cuando se quitó la mascarilla, flores tras flores comenzaron a caer, esta vez ya no eran sólo rosas rosadas. Al terminar de vomitar se recostó con la espalda en la puerta, se sentía débil.

Entonces supo que su plan tenía un pequeño problema, ¿Cómo iba a enamorar a los chicos mientras ocultaba su enfermedad?

Sería malditamente difícil, pero no tenía otra opción.Los dioses lo observaban y conversaban entre ellos cómo habían tenido razón sobre la coquetería del chico, ellos querían imponerle un castigo, pero él mismo había empeorado su propio destino. Los dioses sabían exactamente quién era el chico que había robado el corazón del rubio, pero después de pensarlo un poco, decidieron que no se la dejarían fácil al rubio.

No sería fácil saber quién le provocaba la enfermedad, y aunque tal vez los otros seis chicos sufrieran el castigo de Jimin, ellos mismo habían decidido que todos merecían un poco de castigo.

Yoongi, por haber jugado con Taehyung. Taehyung por haber dejado a Hoseok cuando éste lo amaba. Hoseok por su sed de venganza. Jungkook por envidiar secretamente a Hoseok. Jin por robar de vez en cuando en el puesto de comida. Y Namjoon por querer ser médico cuando no le importaba nadie más, sólo por el dinero.

Todos lo merecían y todos lo sufrirían, ese sería su castigo.

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