Yoongi le abrió la puerta de la cafetería para que Jimin pasara, éste rió un poco avergonzado de que le dieran tal trato. Cuando estuvo adentro sus ojos se desviaron, en uno de los puestos de comida un chico alto y de labios gruesos atendía.

Que labios tan lindos...

Pensó Jimin, comenzó a caminar en dirección del puesto. El chico tenía cabello café oscuro y un rostro hermoso. ¡Era guapisimo! Además de que era alto y se le miraban unos hombros y espalda gruesa que quedaba perfecto con su figura alta y delgada.

Yoongi le siguió pensando que tal vez a Jimin le gustaba mucho la pizza y por eso había caminado sin decir nada directo hacia ese puesto.

─ Jimin, creo que yo iré mejor por un almuerzo más estilo casero, me buscas cuando termines de comprar. ─ El rubio solamente asintió, pero eso fue suficiente para Yoongi.

Se colocó en la fila esperando a que ésta avanzara pensando en cómo conseguir algo con el chico. Si no hacía algo éste sólo le atendería como a otro cliente. La fila se iba a acortando y a Jimin no se le ocurría nada aún. Golpeaba suavemente su pie en el piso mientras esperaba que alguna idea cruzara su cabeza.

Suspiró cuando el último cliente se apartó de la caja y a él no se le había ocurrido nada.

─ Hola. ─ Le saludó el chico con una dulce sonrisa.

Entonces Jimin pensó que su única oportunidad sería ser directo.

─ Eres muy guapo, me llamo Jimin. ─ Le dijo extendiendo su mano sobre el mostrador.

─ Jin. ─ Respondió el chico tomando la mano con algo de pena.

─ Jin... ¿Me darías tu número? Tal vez podemos salir algún día. ─ Le dijo Jimin mostrándole una sonrisa coqueta.

El chico asintió y anotando el papel en un papelito se lo pasó a Jimin, quien celebró internamente. No podía creer que a dónde volteara habían chicos guapos.

─ ¿Vas a ordenar algo? ─ Preguntó Jin con sus mejillas sonrojadas.

Entonces Jimin por fín puso atención al puesto de comida, pensó que haría el ridículo si no pedía nada. Haber hecho la fila solamente para hablar con el chico guapo, lo tacharían de zorra.

─ Sí dame dos porciones de hawaiiana. ─ Pidió. ─ No, mejor frances.

Jin le sonrió y marcó la orden para luego cobrar. El chico estaba pensando que nunca había a un pequeño tan adorable como el rubio Jimin. Le dió el cambio y entonces Jimin avanzó, pero no sin antes guiñarle un ojo a el chico guapo.

Le entregaron su pizza y se fue, Jin solamente le observó alejarse dando un pequeño suspiro. Pensaba que ese era su dia de suerte, sólo esperaba que el chico recordara escribirle.

Jimin caminó por la cafetería con sus pizzas pero no miró a Yoongi por ningún lado. Las mesas era corridas así que realmente no era como que podías sentarte sólo. Después de caminar un rato decidió mejor sentarse a comer ya moría de hambre.

El chico frente a él estaba distraído leyendo un libro que sostenía con una mano y con la otra sostenía media hamburguesa. Observó la portada del libro y rió un poco. El chico pareció darse cuenta de que se estaban riendo de él así que bajó el libro.

─ ¿Necesitas algo? ─ Jimin observó al chico de lentes, era algo moreno y su piel se miraba suave y hermosa, su cabello era café oscuro y estaba peinado ondulado.

─ ¿Cómo puedes leer sobre sexo en la cafetería? ─ Le preguntó Jimin.

─ Es importante aprender. ─ Dijo el chico volviendo a levantar el libro.

Jimin mordió su labio pensando que un chico que estudiara así para tener una mejor vida sexual era muy deseable, además que se miraba malditamente adorable.

Colocó su dedo en el libro y lo bajó, el chico levantó la mirada para volver a ver al rubio.

─ ¿Necesitas algo? ─ Volvió a preguntar.

─ Soy Jimin. ─ Se presentó. ─ Primer ingreso.

─ Namjoon. ─ Dijo colocando el libro en la mesa al ver que el menor quería conversar. ─ Segundo año.

─ ¿Qué carrera estás cursando? ─ Preguntó Jimin.

─ Medicina. ─ Contestó Namjoon observando al chico. ─ Siempre vengo a leer a la cafetería, normalmente nadie te molesta aquí, normalmente.

Dijo señalandolo.

A Jimin le causó gracia la acusación, el chico se hacía el difícil y eso le estaba gustando.

─ Si eres de primer ingreso, deberías ir a la reunión de los de primer ingreso. ─ Le dijo Namjoon volviendo a tomar su libro. ─ Conocerás a más personas de primer ingreso y les darán algunos tips y reglas importantes.

─ Sólo te quieres deshacer de mi. ─ Le dijo Jimin mordiendo su labio.

Namjoon abrió el libro adonde se había quedado y rió suave.

─ Me puedes volver a encontrar aquí mismo otro día. ─ Se encogió de hombros.

─ Volveré. ─ Le dijo Jimin y entonces notó que el chico tenía una sonrisa en el rostro con unos hermosos hoyuelos.

─ No te creo, pero si regresas no tengo problema. ─ Jimin se levantó para ir a la mentada reunión, pero entonces supo que no sabía dónde era.

─ ¿Dónde es la reunión? ─ preguntó.

Namjoon le señaló hacía la salida de la cafetería que daba hacía el área deportiva.

─ Estoy seguro que los verás desde la puerta.

─ Gracias. ─ Jimin se acercó a Namjoon y le plantó un suave beso en uno de sus hoyuelos, el chico se sobresaltó, pero cuando se volteó el rubio ya estaba por la salida de la cafetería.

Estando afuera Jimin se preguntó dónde se había metido Yoongi, ¿Acaso lo había abandonado así por así? No se puede confiar en un vecino. Supuso aquello y volteó a ver a todos lados en el área deportiva hasta que logró ver un grupo de personas que parecían amontonarse.

Supuso que ahí sería pero a medida se iba acercando se escuchaban gritos y mucho desastre.

Se acercó aún más para ver a Yoongi en el centro peleando con un chico de cabello rojo.

Caminó hacia el frente para ver exactamente qué sucedía, los chicos no se estaban dando de golpes pero el ambiente era tenso y parecían haber intercambiado algunas palabras antes de que él llegara.

Los dioses suspiraron al ver lo que había sucedido con Jin y Namjoon, el día continuaba avanzando y se preguntaron qué más era capaz de hacer el rubio maldito. No es como si ellos decidieron complicar las cosas, simplemente el chico debía aprender la lección y él mismo se había complicado las cosas con su propia coquetería.

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