Capítulo 17

Jimin caminaba de regreso a los dormitorios, estaba más que listo para que Taehyung aliviara el creciente dolor en su pecho. Sentía que pronto comenzaría a escupir flores si no miraba al chico, así que apresuró el paso, para llegar aún más rápido.

Después de unos segundos no dudó en comenzar a correr y entonces al llegar a la entrada se detuvo de golpe, un fuerte dolor instalándose en su pecho; no pudo más y cayó de rodillas al piso vomitando flores con sangre.

Taehyung que había sido besado por Yoongi se giró al escucharlo y empujando al pelinegro salió corriendo hacia Jimin.

─ ¡No! ─ Gritó al ver la sangre en los pétalos y las flores. ─ Te prometo que el me besó, yo no quería Jimin, escúchame por favor.

Jimin asintió lentamente limpiando la sangre de sus labios.

─ Lo siento... no quería vomitar. ─ Le dijo sintiéndose algo mareado y avergonzado.

Le había dolido demasiado.

Yoongi lo miraba con los brazos cruzados y su rostro lleno de enojo.

─ Él sólo está contigo por lástima. ─ Le dijo girandose y caminando al interior de los dormitorios.

─ No... ─ Le dijo Taehyung. ─ Sabes que no es así, te dije que quería dejar el pasado atrás.

Taehyung suspiró y ayudo al menor a levantarse.

─ Yoongi trajo una chica. ─ Comenzó a explicar. ─ Estoy cansado de ésto, realmente podría meterme en problemas, así que le reclamé y entonces el me dijo que dejara de usar mi trabajo cómo excusa para celarlo y luego me besó. Lo lamento tanto, Jimin...

Jimin asintió.

─ No tenía que explicarme. ─ Le dijo sintiendo un gran alivio mientras su piel disfrutaba el agarre del mayor.

─ Claro que tenía que hacerlo, no quiero verte sufrir. Tú y yo ya hablamos esta mañana y eso no va a cambiar.

Jimin le sonrió y Taehyung sintió que su corazón se saltó un latido con la bella sonrisa. Él sabía que Jimin era hermoso, no era ciego, pero su sonrisa era aún más hermosa.

─ ¿Te sientes bien? ─ Le preguntó ayudándolo a sentarse en la silla.

Jimin asintió y entonces Tae fue a limpiar los pétalos que había vomitado, el rubio se sintió un poco avergonzado al ver al chico de sus sueños hacer aquello. Definitivamente no era lo que esperaba de esa noche, pero no se sentía mal después de haber vomitado, se sentía bien.

Podía ver que Tae era demasiado dulce, pues recogía los pétalos ensangrentados sin problema, suspiró y se preguntó si él realmente sería capaz de ganarse el corazón del chico.

Cuando Tae regresó estaba algo sonrojado.

─ Listo. ─ Le dijo el mayor sonriendo.

─ Muchas gracias. ─ Dijo Jimin sintiendo el calor en sus mejillas y avergonzandose aún más por eso.

Tae llevó su mano a la mejilla del menor y acarició suavemente, dejando a Jimin sentir miles de sensaciones.

─ Llegaste temprano. ─ Le dijo.

─ Quería verte. ─ Confesó el menor. ─ Yo realmente quería verte.

Taehyung asintió.

─ Yo también, estuve pensando en tí. ─ Le dijo.

Pues Tae realmente había pasado todo el día llenando su cabeza de Jimin, él lo iba a intentar con todas sus fuerzas, darle la oportunidad al menor. No se rendiría tan fácilmente, además podía decir que Jimin si encendía algo en él.

Conversaron hasta que el último estudiante llegó a los dormitorios y entonces Tae acompañó a Jimin a su habitación.

─ Buenas noches. ─ Dijo Jimin, que no había logrado calmar su sonrojo en toda la noche.

─ Descansa. ─ Le dijo Taehyung pensando en lo adorable que era el chico.

Se inclinó hacia el menor y juntaron sus labios en un suave beso que hizo suspirar al mayor, Jimin realmente estaba moviendo algo en él.

─ Tú también. ─ Susurró Jimin cuando se separaron.

Entró a su habitación y se pegó a la puerta mientras sostenía con su mano su corazón en el pecho. Intentaba calmar los latidos pero era imposible, se sentía demasiado emocionado; pero entonces recordó el dolor que había sentido cuando Yoongi besó a su chico.

Le dolió tanto que podía jurar que su corazón realmente se había roto y le dolió pensar en su ex novio.

Por eso sin importarle la hora marcó a ese número que no se había atrevido a borrar después de todo.

Esperó mientras el timbre sonaba y luego finalmente contestó.

¿Jimin? ─ Preguntó adormilado.

─ Lo siento por la hora, Baek... ─ Le dijo. ─ Pero tenía que hablar contigo.

Baekhyun se sentó en su cama, realmente no había esperado esa llamada, no esperaba que Jimin le volviera a hablar nunca. Había fingido perfectamente creerle cuando le dijo que le estaba cortando para ir a la universidad, pero en su interior Baek sabía que Jimin nunca lo había amado, y eso lo había destrozado.

─ ¿Necesitas algo? ─ Preguntó a pesar de el dolor que sentía, no podía mandar a la mierda todos sus sentimientos en unos pocos meses, su corazón estaba saltando en su pecho sólo con escuchar la voz de Jimin.

─Sí. ─ Dijo Jimin, provocando que Baek se decepcionara. ─ Necesito disculparme contigo... Lo que hice no estuvo bien y no sabes cuánto me arrepiento. Quisiera regresar en el tiempo y jamás haber herido tus sentimientos.

─ Yo... ─ Baek cerró sus ojos y suspiró. ─ No necesito tu lástima...

─ No es lastima. ─ Le dijo Jimin. ─ Realmente me arrepiento, yo debí esforzarme más, eres un chico increíble y no merecías eso... yo fui un imbécil, y si no puedes perdonarme lo entiendo, pero realmente lo lamento tanto. Yo sólo espero que ahora puedas encontrar a alguien que de verdad te valore y puedas olvidar el daño que te hice...

─ Lo haré. ─ Le respondió decidido.

─ Se que sí. ─ Dijo Jimin con una pequeña sonrisa pues Baekhyun era hermoso y dulce, él sabía que alguien más lo amaría como lo merecía. ─ Entonces... adiós.

Baekhyun suspiró.

─ Adios, Jimin. ─ Dijo colgando, pero un gran peso desapareció, de repente se sentía más libre y ya no dolía tanto.

Pensó que a Jimin no le había importado una mierda, pero si le importó, lo suficiente como para disculparse y eso fue suficiente para su enamorado corazón.

─ Ahora podré olvidarte. ─ Dijo Baekhyun.

Los dioses se miraron entre ellos, nunca había sucedido algo así. Siempre que habían castigado a alguien terminaba en más dolor y muerte para quienes estuvieran involucrados; Pero vieron las lágrimas de arrepentimiento de Jimin, aunque Baekhyun las había visto y ni siquiera lo había notado, el rubio había llorado. Se sentía realmente arrepentido.

Los dioses se dieron cuenta que Jimin había aprendido la lección: No debes jugar con los sentimientos de otras personas, mucho menos con el amor.

Entonces los dioses quitaron la enfermedad de Jimin esa noche.

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