El rubio suspiró después de su corta ducha, tenía demasiada vergüenza, deseaba sólo poder quedarse en su habitación y no volver a salir nunca más para no tener que volver a enfrentar a Taehyung, se odiaba a sí mismo por la impresión que pudo haberle dado a su mayor.

Se quejó, pero no tenía más opción que volver con el chico. Caminó hacia la puerta de su cuarto y la abrió para salir al pasillo, entonces al levantar la mirada notó a Yoongi que al parecer también salía de su habitación, casualmente al mismo tiempo.

Ambos se miraron entre ellos en silencio dejando que un creciente ambiente incómodo apareciera y los llenara de tensión. Entonces Jimin tosió y rápidamente después de eso recordó que no andaba su máscara.

Yoongi siguió con su mirada los pétalos que habían salido de la boca de Jimin y que ahora se deslizaban en el vacío lentamente hacia el suelo. No fue hasta que estos tocaron el piso que Yoongi volvió a levantar su mirada.

Jimin intentó descifrar lo que Yoongi pensaba, no sabía si había sido atrapado o que podía estar pasando por la mente del pelinegro.

Yoongi abrió su boca y la volvió a cerrar, repitió aquello hasta que finalmente tomó valor para decir lo que pasaba por su cabeza.

─ Esos... se parecen a los pétalos que tuve que limpiar de mi habitación ayer. ─ Le dijo provocando que Jimin se sonrojara y volviera toser.

El pelinegro volvió a observar como los pétalos salían fácilmente de entre los labios de Jimin como si aquello fuera un truco de magia. Por un instante pensó que lo era, pero al ver que lo petalos seguían saliendo y saliendo guardó silencio.

Jimin mordió su labio intentando contener la tos y ahora las fuertes ganas de vomitar flores; y ya que el rubio no decía nada, fue Yoongi quien volvió a hablar.

─ ¿Estás escupiendo flores? ─ Le preguntó solamente para asegurarse de no estar imaginandolo todo, porque si cualquier le dijera a él que había visto a alguien escupir pétalos y flores de la nada les diría que estaban locos.

Jimin asintió agachando la cabeza con vergüenza.

─ Se llama Hanahaki. ─ Le dijo, volviendo a toser sin contenerse.

No entendía porque le había dado semejante ataque. Él no terminaba de comprender la enfermedad.

─ ¿Hanahaki?

─ Es una enfermedad. ─ Dijo rápido. ─ Tengo que... ─ Señaló el interior de su habitación y Yoongi asintió.

Entró corriendo y tomó la mascarilla para cubrirse la boca y no tener que toserle flores a Taehyung en su trabajo.

Yoongi lo esperó hasta que finalmente volvió a salir, él no se iría de ahí sin una explicación, después de lo de ayer merecía una, ¿No? O tal vez simplemente tenía curiosidad, ya no estaba seguro. Él realmente había salido porque sentía la necesidad de ir otra vez con Taehyung a explicarle de nuevo lo que había pasado entre él y Jimin, ni siquiera sabía porque iba a hacer eso, solamente tuvo un momento de estupidez.

Jimin volvió a salir y se sobresaltó al ver que el pelinegro seguía de pie en el mismo lugar.

─ ¿En qué consiste? ─ Le preguntó Yoongi señalandolo.

─ En toser flores. ─ Le respondió Jimin.

El pelinegro giró los ojos ante la obvia respuesta.

─ ¿Qué lo provoca? ─ Preguntó.

Jimin no estaba seguro de querer responder aquello, ¿Se tomaría mal la respuesta? Estaba seguro que si él estuviera en el lugar de Yoongi probablemente si se la hubiera tomado mal, en éste momento ni siquiera estaba seguro de si Jungkook le volvería a hablar.

Suspiró y apretando los puños se decidió a finalmente explicarle al pelinegro. Yoongi se quedó boca abierta, si no hubiera visto de primera mano los pétalos saliendo de la boca del rubio habría jurado que era una mentira, una típica fantasía de cuentos de hada. Pero él mismo había tenido que llenar una bolsa con los pétalos que Jimin había escupido en su cuarto y ahora que lo pensaba, literalmente los pétalos habían salido de las entrañas del rubio.

─ Pudiste habermelo dicho. ─ Le dijo el pelinegro después de pensar un poco. ─ Decirme lo que sucedía y tal vez hubiera dolido menos probar.

Jimin se quedó en silencio, ¿Realmente habría sido mejor si él le hubiera dicho al chico que no estaba seguro de estar enamorado de él y que tenía una rara enfermedad por lo que ocupaba confirmar aquello?

─ No sé si me hubieras ayudado. ─ Respondió cruzando los brazos.

Yoongi levantó ambas cejas con sorpresa.

─ Bueno... tal vez me hubiera parecido demasiado raro al principio pero al verte escupir las flores me hubiera conmovido, después de todo me gustas. ─ Le dijo y en ese momento Jimin volvió a toser.

─ Tu también me gustas pero como verás la tos no se ha ido...

─ Lo sé, no tienes que repetirlo. ─ Yoongi suspiró mirando con un poco de pesar al chico de primer año. ─ Está bien... sólo seamos amigos.

Jimin lo miró incrédulo y asintió rápidamente, no se esperaba aquello pero era feliz de que las cosas tal vez no terminarían tan mal con su vecino de habitación. No quería que sus años universitarios quedaran marcados.

─ Está bien, amigos. ─ Dijo y entonces Yoongi se regresó a su habitación.

Se lamentó por no haber podido ir a hablar con Taehyung... pero se alegraba de haber entendido lo de Jimin, al menos el rechazo era menos doloroso así.

Jimin corrió hacia la entrada, se había tardado de mañana y se sonrojó ante la mirada de Taehyung.

─ Tardaste bastante. ─ Le dijo éste.

─ Lo siento, lo siento, lo siento... ─ Jimin comenzó a disculparse repetidas veces, no quería ser mal evaluado y aunque se imaginaba que Taehyung sería del tipo de chico que te tendría lástima en una evaluación, no quería aprovecharse de su mayor.

─ Sólo intenta llegar a tiempo mañana, pudiste haber tenido sexo a otra hora. ─ Le dijo Taehyung tranquilamente.

No estaba seguro pero se sentía algo molesto al respecto.

─ Lo lamento. ─ Dijo Jimin que estaba sonrojado hasta las orejas.

─ Ya, ya... ─ Taehyung intentó olvidar aquello y volvió a sonreírle. ─ Por ahora sólo esperemos que empiecen a llegar los estudiantes, cuando entran debemos registrarlos y hasta que llegue el último cerraremos.

Jimin asintió.

Taehyung levantó su libro para comenzar a leer, era un libro romántico esta vez. Se había prometido no volver a leer cosas así después de el desastre que pasó entre Hoseok, Yoongi y él. Aquellas historias le recordarían a Hoseok, pero estaba intentando superarlo por lo que ahora se encontraba leyendo esa historia tan tierna a la par del pequeño rubio. No podía evitar que sus ojos se desviaran un poco hacia el chico que se sentaba erguidamente y sin hablar a su lado, rió un poco ya que se miraba demasiado tenso.

Tal vez el ambiente estaba arruinado para esa noche, porque el chico había llegado tarde y se sentía culpable, pero esperaba que mañana pudieran estar más tranquilos y platicar un poco más.

Jimin, por su lado, continuaba esperando que le cayera un rayo del cielo y lo partiera en dos o algo así, sentía demasiada vergüenza con Taehyung. Comenzó a toser sintiendo cómo su mascarilla se llenaba de flores y no se sentía en confianza de ir al baño después de hacer a su superior esperarlo tanto. Por lo que todo el rato pasó cruzando los dedos para que no se le saliera ningún pétalo, no sabía si soportaría hablar sobre su enfermedad una vez más ese día.

¿Qué acaso los dioses no sentirían ni la más mínima lástima por él?

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