13. Reglas para soportar (y sobrevivir) a Baek Hyun

¿Por qué te cuesta tanto hacer este cambio? Haz un intento, así como yo lo estoy haciendo para comenzar de nuevo.

Nunca en mi vida me he planteado cambiar quién soy. Me considero una persona con convicciones personales fuertes, así como soy segura de lo que me identifica como yo misma. A pesar de esto, confieso que he llegado a un extremo en el que mi convicción y seguridad me han hecho testaruda y hermética a la idea de ser diferente. Por lo tanto, he tenido conflictos y dilemas cuando me encuentro en situaciones en las que mi pensar o actuar deben transformarse.

La conversación con Baek Hyun en los camerinos es una de esas situaciones. De manera inmediata, estoy convencida de que debo luchar en contra de sus esfuerzos por acercarse. No obstante, la manera en que me ha pedido que no lo aleje, me ha dejado con uno de los dilemas más grandes que he experimentado.

Por días, lo único que ocupa mi cabeza es aquel momento y nuestra conversación. Cuando la frustración me alcanza y no llego a ninguna resolución, decido lo que nunca había imaginado: intentaré ver a Baek Hyun de una mejor manera y me abriré a la posibilidad de tener una relación más amena con él.

Sin embargo, es más fácil pensarlo que actuarlo. Cuando vuelvo a ver a Baek Hyun (para colmo, en mi casa), no me animo a acercarme, ni siquiera le dedico una mirada. Y Baek Hyun sé da cuenta de ello. Afortunadamente, no me aborda para recriminarme o interrogarme de nuevo. Tal parece que me está dando mi espacio y el tiempo necesario. Aunque agradezco su consideración y desearía que así nos quedáramos para siempre, la realidad es otra: tarde o temprano Baek Hyun se acercará a mí. Por ello, prefiero prepararme y ser la que mueva la primera pieza.

Una noche, después de horas de idear una estrategia para esta situación, tomo un bolígrafo y una hoja, y anoto las siguientes reglas para soportar (y sobrevivir) a la presencia de Byun Baek Hyun (por segunda vez) en mi vida:

1. Concentrarse en sus rasgos positivos, más que en los negativos.

2. Tratarle con la mayor normalidad posible, como si no fuera una sorpresa desagradable encontrarme con él.

3. Siempre ser amable, tolerante y dispuesta a la convivencia.

4. En momentos que generen frustración, respirar profundo y contar mentalmente hasta diez.

5. Cuando es imposible calmarse, retirarse y explotar en privado.

Mi lista es concisa y, a pesar de ser corta, abarca lo fundamental para que yo pueda desenvolverme tranquilamente con él.

Dos días antes de la siguiente emisión de Inkigayo (la cual es semanal), Min Hyuk nos avisa a So Ah y a mí que ha invitado a Baek Hyun a cenar para celebrar los múltiples premios que ha obtenido EXO en su comeback. En cuanto recibo la noticia, veo esto como la ocasión perfecta para poner en práctica las reglas que me he formulado.

La mayor parte del día, me mentalizo para lo que acontecerá hoy y, cuando Baek Hyun aparece en nuestra casa, me doy cuenta de que me he preparado bien.

Min Hyuk es quien lo ha recibido y quien lo guía hasta la cocina, donde So Ah y yo nos encargamos de la cena.

—¡Baekkie! — mi hermana mayor exclama aquel apodo soso con el que lo llama—. ¡Muchas felicidades por la racha exitosa de tu grupo! Estoy segura de que debes estar muy orgulloso de ello.

—Muchas gracias, So Ah noona, en verdad estoy muy feliz por el buen fruto que ha cosechado EXO con su trabajo duro —responde él con verdadero orgullo y gratitud.

Después —e inevitablemente— dirige su mirada hacia mí. Su gesto decae un poco y en sus ojos veo que hay duda. Recuerdo las reglas 2 y 3, y le sonrío de la forma más genuina posible.

—Hola, Baek Hyun —digo amable.

—Hola, So Min —saluda él, con un tono similar y una pequeña sonrisa.

—Felicidades por la exitosa recepción del comeback de EXO —agrego—, realmente han hecho un buen trabajo con el nuevo álbum, hasta he disfrutado algunas canciones.

—Gracias, So Min —responde y descubro que la inseguridad desaparece y el típico brillo toma el lugar en sus ojos oscuros.

Posterior a nuestra primera interacción, So Ah le pregunta si nos quiere ayudar a preparar la cena, Baek Hyun accede sin chistar. Ella le da una tarea y él se pone a hacerla con naturalidad.

En todo el rato, el ambiente se siente tranquilo. Min Hyuk ha puesto música (no de EXO) de fondo. So Ah comienza a interrogar a nuestro invitado sobre las presentaciones que ha tenido con su grupo en la semana y él le cuenta con lujo de detalle cada una de ellas.

Mientras remuevo el estofado que se está cocinando en la estufa, decido poner en acción la regla número uno: concéntrate en los aspectos positivos. Agradezco que Baek Hyun está muy concentrado cortando los vegetales, pues así me es más fácil analizarlo sin que se dé cuenta.

Mis ojos recorren su persona con detenimiento y me convenzo en que físicamente ha cambiado mucho. Es un hecho que creció desde nuestro último año de Preparatoria, calculo que ahora es diez centímetros más alto que yo. Su cuerpo aún se mantiene delgado, pero visiblemente fortalecido, supongo que a causa del ejercicio y baile que realiza como idol. Su cabello ya no conserva ese corte raro, ahora es liso, estilizado y lo lleva teñido de color castaño oscuro, el cual le sienta bien. Lo único que me parece que se conserva igual (y que siempre será así) en él, son sus ojos: su característica forma almendrada y caída, y esa expresividad que revela lo que siente o piensa.

Si tuviera que elegir algún rasgos físico de él que me agrada más, diría que su sonrisa. Es irónico, pues, en mis años de adolescencia, era lo que más me disgustaba de él. Pero ahora que me concentro en ver lo positivo, considero que es única y amena. Además, no puedo negar que, cuando sonríe ampliamente, la forma cuadrada que toman sus labios y cómo sus ojos se convierten en dos medias lunas le dan un aspecto de genuina felicidad.

Después de centrarme en lo físico, reflexiono sobre su personalidad. Creo que es lo que menos ha cambiado en él, pues sigue siendo alegre, extrovertido y amable. Observo la facilidad con la que se desenvuelve con las personas, así como la confianza que inspira a los demás para abrirse con él. Por ejemplo, mientras cocinamos, So Ah empieza a contarle sobre su semana en el Hospital y él la escucha con verdadera curiosidad, hasta le hace preguntas que denotan el interés puesto en la conversación.

—So Min noona, hace un rato dijiste que disfrutaste algunas canciones del álbum de EXO —comenta Min Hyuk—, ¿cuál es tu canción favorita?

Me desconecto de mis pensamientos, retiro mi mirada de Baek Hyun y me vuelvo hacia mi hermano menor, quien me observa desde el lavabo.

—¿Mi canción favorita? —repito, como si no hubiera captado bien la pregunta.

Min Hyuk asiente con la cabeza y me dirige una mirada expectante, casi como si estuviera poniéndome a prueba.

—Son varias canciones y no recuerdo muy bien sus nombres —confieso con timidez.

Aunque nunca he escuchado el nuevo álbum de EXO por voluntad propia, las múltiples veces que lo ha puesto mi hermano son suficientes para que alguna se me haya quedado grabada.

—Hay una, —agrego—, creo que en el coro menciona unos colores. ¿Cómo iba?

Empiezo a tararearla débil e inseguramente.

—¿«First love»? —pregunta mi hermano.

En ese momento, Baek Hyun canta la estrofa que estoy entonando.

—¡Exacto, es esa! —exclamo cuando la reconozco—. Es la que más me gusta, tiene un ritmo muy pegajoso y no sé por qué me recuerda a una tarde de primavera. ¿Cómo dices que se llama, Baek Hyun?

—La canción se titula «First love» —me responde—. También es mi favorita.

—Claro que lo es —menciona mi hermano con obviedad—, si casi está describiéndote a ti y tu primer amor.

La declaración de Min Hyuk ocasiona que nuestro invitado se ría nervioso, mientras que sus mejillas se ruborizan. Mis hermanos se burlan de su reacción y yo me les uno, pero no en la misma medida, pues en realidad me resulta curioso.

—Debió ser un primer amor muy especial —comento y no sé por qué se me ocurre, pero le pregunto—: ¿Acaso tu primer amor te hizo sentir como lo que dice la canción?

Las mejillas de Baek Hyun se colorean casi escarlata, pero sus ojos fulguran cuando los conecta con los míos.

—Sí —afirma, sin dejar de mirarme—, y aún lo hace.



Horas más tarde —después de cenar, platicar, reírnos y beber un par de botellas de soju—, Baek Hyun anuncia que debe irse. Mis hermanos (sobre todo, Min Hyuk) le ofrecen quedarse esta noche en nuestra casa. Al principio él declina y se excusa con que no puede, pues debe estar temprano en su agencia, pero ellos buscan persuadirle.

—¿Para qué gastar en un conductor designado, Baekkie? Mejor quédate, descansa bien y mañana temprano puedes irte tranquilamente —menciona So Ah.

—En realidad llamaré a uno de mis managers para que venga a recogerme, en menos de una hora estaré en mi casa —asegura.

—Yo también creo que es mejor que te quedes —intervengo. Una vez más no sé de dónde proviene esto.

Baek Hyun se vuelve hacia mí y me mira sorprendido.

—Si no te molesta, a nosotros tampoco —agrego y me encojo de hombros, como si no le diera mucha importancia al asunto.

—Bien, —admite por fin—, si todos están de acuerdo con que me quede, así lo haré.

Min Hyuk se va a la planta alta para preparar la habitación de invitados, mientras que So Ah, Baek Hyun y yo nos encargamos de recoger y limpiar. Cuando terminamos, mi hermana se despide de nosotros y se adelanta con la excusa de que no aguanta el sueño.

Baek Hyun y yo nos encargamos de apagar todas las luces, y subimos las escaleras juntos y en silencio. El cuarto de huéspedes está justo antes de mi habitación. Cuando alcanzo mi puerta, me vuelvo hacia Baek Hyun, quien espera en el umbral de la suya.

—Gracias por invitarme a quedarme —dice—, y muchas gracias por hoy.

El latir de mi corazón se acelera un poco cuando me percato de la manera tan especial en la que me sonríe. Algo en mí sabe que no se refiere solo a la cena y al rato de convivencia, sino a algo más; tal vez se ha dado cuenta de mi cambio... de que estoy intentado, como él me lo pidió.

No sé qué responderle, así que me limito a sonreírle y a asentir con la cabeza, aceptando su agradecimiento.

—Buenas noches, Baek Hyun.

—Buenas noches, So Min.

Ya en la privacidad de mi habitación, inhalo profundo y reflexiono sobre el día que ha pasado. No ha sido una experiencia mala, hasta cierto punto me siento más tranquila de lo que jamás he estado desde que conozco a Baek Hyun. También, me doy cuenta de que no he tenido que recurrir a las reglas 4 y 5. Ni siquiera recordé que las había establecido en mi lista.

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