8-Loba

El chico iba poco a poco retrocediendo mientras Enid esbozaba una ligera sonrisa en su rostro pero sus ojos eran algo diferentes. De su boca no salía más que pequeños rugiditos. Tn intentaba calmarla llamándola por su nombre. 

—Enid tienes que regresar a ser tú misma—comentó asustado.

De pronto se abalanzó sobre él cayendo sobre la cama, ella encima y mirándolo mientras seguía esbozando esa sonrisa.

—Enid...Enid...—ella lo miraba con curiosidad.

Luego, bajó lentamente la cabeza y le besó dulcemente sorprendiendo a esté. Ella le dio unos pocos besos en la mejilla mientras juntaba sus manos con las de él. A continuación se acercó a su oído y le susurró.

—Te he asustado eh—dijo antes de echarse a reír.

—No mames casi me cago del susto—exclamó Tn mientras la joven rubia se reía.

El chico se colocó las manos en la cara para taparse por vergüenza mientras sentía que su corazón volvía a latir con normalidad.

—No vuelvas a hacerme eso...—decía el chico mirándola ahora.

—Ha sido muy divertido—lo besó—tonto, aún no estoy en celo ni nada. Aunque...pronto lo estaré.

—Ya veo...¿y cómo actuarás?, ¿cambios de humor?

—No lo sé...cada hombre lobo es un mundo aunque una cosa es segura...—le dio un corto beso—quizás te coma—le mordió el labio inferior lentamente—si...justo así—lo volvió a besar de nuevo pero en está ocasión con lengua.

Ambos empezaron a besarse con mucha pasión, ella acariciaba todo su cuerpo desnudo mientras saboreaba cada rincón de su boca. Tn llevó la mano al trasero de la chica mientras seguía la guerra de besos.

Entonces llamaron a la puerta y tras dos toques Miércoles entró. Al verlos de esa manera ni se inmutó.

—Enid, te reclama Yoko—dijo ella.

—¿Y por qué no me has llamado por teléfono?, ¿o ella?—preguntó la rubia todavía encima de su chico.

—Lo tendrás apagado o en silencio—ella lo sacó y efectivamente, en silencio—tendremos que hablar luego, ¿si?—él asintió y se besaron—adiós osito, adiós roomie.

Ella se marchó por la puerta y el joven se sentó sobre el borde de la cama.

—Pronto será luna llena—dijo—Enid se transformará e irá a aullar con el resto de la manada por primera vez en su vida.

—Ya veo.

Miércoles se quedó viendo a Tn durante unos segundos que se le hicieron eternos.

—¿Ocurre algo?—preguntó algo nervioso por la mirada tan fría y penetrante de la chica.

—Tienes a tu amigo despierto—respondió.

Tn miró abajo y enseguida se cubrió.

—Bueno, me marcho. Así podrás ocuparte de eso—dijo antes de irse por la puerta.

Miércoles decía la verdad, la luna llena hizo aparición al cabo de un par de días y Enid por primera vez iba transformada junto al resto de su manada. Ella corría por el bosque muy feliz mientras aullaba a la luna.

Tn por su parte estaba tapado porque hacia algo de frío y escuchaba todo. Se imaginaba a Enid por el bosque, disfrutando del momento que según ella había esperado. 

—Ay que bien se está aquí en la cama tumbado y haciendo el vago—pensaba con una sonrisa.

Poco a poco el tiempo iba pasando y el chico estaba ya bostezando. Miró el reloj, pronto sería la hora de dormir. Estaba algo cansado cuando le pareció escuchar unos pocos ruidos pero pensó que se trataba de alguna rama golpeada por el viento.

Algo abrió la ventana, era una gran sombra y el chico se asustó. Vio entrar algo más grande que él y encendió la luz dejando ver a un lobo, o mejor dicho, una loba.

—¿Enid?—preguntó esté—te he reconocido por el color de pelo.

La loba asintió y se fue directa al cuarto de baño ante la sorpresa de esté.

—Tn—llamó tras unos cuantos segundos.

—Ah, entiendo...te estabas cagando eh—reía esté.

—¡No!—replicó ella enfadada—además lo habría hecho en el bosque de ser así.

—¿Y cómo te limpias luego?, ¿con hojas?

—¿Puedes por favor callar y dejarme algo de ropa?.

El chico le dio ropa por el hueco de la puerta que ella dejó abierta.

—¿Qué ha pasado?

—Pues...aún no controlo tanto mi transformación así que...no dura tanto y tu ventana estaba cerca. De lo contrario hubiera vuelto a ser persona antes de llegar a mi cuarto. No puedo andar desnuda por la academia—explicó ella.

—Entiendo, seguro que te expulsan por comportamiento inapropiado

—Deja de hacerte el gracioso—salió con un pijama de esté—ahora solo por eso dormiré contigo—infló las mejillas.

—Podrías haberte dado una ducha, ahora mi pijama olerá a tierra y a lobo—comentó—no dejes pelos eh.

Ella lo tiró sobre la cama y le dio unos puñetazos de broma.

—Ey, está mañana me has molestado tú—se excusó Tn.

Ambos se tumbaron y se taparon porque la loba tenía algo de frío.

—Oye...en cuanto a nuestra relación...yo...—tragaba saliva—no sé si estaré preparada para dar el paso...ya sabes...cuando este en celo—se notaba que la voz le temblaba.

Tn le tomó del mentón y la besó.

—No niego que me gustaría hacerlo...estamos en esa edad y bueno...eres preciosa, tienes un cuerpo de diez y....—a cada palabra—me moriría de ganas de tener ese encuentro contigo...pero quiero ir poco a poco y solamente una vez estés tú preparada, daremos el paso, ¿sí?.

La rubia asintió y lo besó.

—Gracias por comprender...y siento si no soy lo que esperabas

—Eres más de lo que uno puede desear como novia.

Ella lo abrazó con tanta fuerza en ese momento que sentía que iba a morir. Lo soltó y el chico pudo respirar de nuevo.

—¡Lo siento!—exclamó asustada al ver la cara de dolor del chico.

En ese instante llamaron a la puerta, Enid se escondió debajo de las sábanas.

—Comprobaba que todo fuera bien, ¿qué eran esas voces?—preguntó el vigilante.

—Ah, hablaba por teléfono con mi chica—el hombre miró a los alrededores y asintió antes de irse.

Tn suspiró cuando esté se marchó y cerró la puerta.

—Por poco—susurró.

Enid se asomó dejando ver solamente su cabeza, era una escena bastante graciosa.

—¿Vamos a dormir?—preguntó el chico.

—Claro—contestó—pero antes...—susurró.

Se colocó sobre él y empezaron a besarse, Tn agradecía tener una habitación para él solo mientras ella lo llenaba de besos. El chico iba sintiendo un fuerte calor recorrer todo su cuerpo y cada vez sentía que la ropa le molestaba.

—Enid—susurraba entre beso y beso—deberías dejarlo o no podré controlarme.

—Uy, ¿sacarás a la bestia que llevas aquí?—apretó ligeramente cierta zona mientras sonreía—¿no te aprieta demasiado?.

El chico le mordió suavemente el cuello mientras sus manos recorrían todo su cuerpo.

—Tn—lo besó con más pasión.

El teléfono sonó, era Miércoles, preguntaba si la loba había ido ya que sus cosas estaban allí. Él respondió que sí y por suerte, la pelinegra tenía un truco. Colocaba unos cojines y una peluca igual al pelo de Enid que colocaba haciendo ver que estaba allí durmiendo cuando pasó la profesora que vigilaba.

Después de eso, Enid abrazó a Tn y se fueron a dormir. En parte había venido bien ya que querían ir despacio. La loba asumía la culpa pues de no ser por ir a su cuarto, no estarían en aquella situación.

Pasaron unos días y Enid estaba preparada para la Copa Poe. Tn animaría a ella, Yoko, Miércoles y a la otra compañera cuyo nombre no recordaba.

—Tengo que decirte algo—dijo antes de ir a su bote.

—¿El qué?—preguntó el chico.

—Mañana empieza mi...mi...celo—susurró—espero no ser demasiado pesada o hacer algo malo.

—Tranquila, te ayudaré—dijo—mucha suerte mi lobita.

—Me gusta cuando me dices lobita—frotaron sus narices cariñosamente.

—Si ya han dejado esa actitud vomitiva, debemos ir ya al bote—ya iban con su traje de gata.

Ambas marcharon hacia los botes. La realidad era que Tn estaba asustado por el tema del celo de Enid pues quisiera o no, ella le superaba en fuerza con creces y le podía desgarrar con esas garras.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo  :D

PD: Ya sé que quieren capítulo +18, queda muy poco para eso  ;)

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