7-Normies y excluidos

El chico estaba paralizado por el gesto de la cara de su madre. Tragaba saliva nervioso, la mujer se acercó hasta ellos dos. Enid recordó lo de las normas, se separó un poco, pero mantenía esa sonrisa debido a la felicidad de estar con el chico del cual estaba enamorada.

—¿Se puede saber qué hace tomada de tu brazo?—preguntó con tono serio y autoritario.

—Esto...pues...nosotros...—Enid al ver al chico tan nervioso intervino.

—Su hijo y yo estamos en una cita—dijo para sorpresa de los dos—sí, sé perfectamente las normas pero él y yo estamos muy bien juntos ahora mismo.

—Tn, ya hablamos de ello

—Deje a su hijo amar a quien le de la gana—se puso delante de él—es muy feliz en Nevermore.

El enojo de la madre aumentó y trató de quitarla de en medio para llevarse a su hijo cuando Enid sacó las garras y le hizo un ligero corte en el brazo.

—¡Deje a su hijo tranquilo!—le mostró las garras.

—¡Es mi hijo!—replicó molesta la mujer mirándose la herida—¿cómo te atreves a herirme maldito monstruo?.

Enid retrocedió un poco, el insulto le había dolido mucho. Ahora era la loba quien estaba nerviosa y bastante triste, miró a Tn, había herido a su madre.

—¡No la llames así!—dijo enfadado el chico—¡Enid no es ningún monstruo!.

—Te daré la oportunidad de retractarte y dejarlo estar, no puedes salir con una excluida

—Si, sí puedo, y lo haré si quiero—replicó molesto—¡vamos Enid!—la tomó del brazo antes de llevarla lejos de allí.

La mujer le llamó pero de nada sirvió.

Llegaron a la cafetería donde Tn pagó por unos cafés y algo de pastel de fresa, el favorito de Enid ya que la conocía muy bien.

Enid se secaba las lágrimas mientras Tn le daba de comer como si de una pareja fueran. Ella no entendía la actitud del chico pues le había hecho daño a su madre.

—No ha sido para tanto—dijo esté—gracias por defenderme.

Tn le tocó de la mejilla, acariciándola lentamente y de manera suave, algo que ruborizo a la chica quien se sentía algo mejor.

Más animados, tomaron todo y Enid se sentía mucho mejor. Ahora la rubia estaba más animada y tras un instante, se recostó en el hombro del chico. Pensó que le molestaría, pero lejos de eso, él la tomó de la mano y la apretó con un poco de fuerza. Ella le miró y esbozó una sonrisa, estaban muy cerca, ella entrecerró los ojos y se fue acercando muy lentamente para darle un pequeño beso en los labios, lo necesitaba.

—Tn—susurró ella dulcemente.

El chico se sintió tan atraído que entrecerró los ojos también. Pero justo antes de sellar su amor se escucharon unos pitidos en la calle de un camión que los hizo separarse del susto. Ante esto, su reacción fue reír un poco.

La tarde fue agradable, no vieron la película pero tuvieron esa cita que tanto deseaba Enid. En su regreso, ella estuvo apoyada en el hombro de él mientras los dedos de sus manos estaban entrelazados.

—Gracias por está tarde y lamento mucho lo de tu madre—dijo avergonzada.

Estaban en la puerta de su cuarto, mirándose el uno al otro. Enid se mostraba nerviosa, nada que ver con la Enid del día anterior. 

—Eh, ya te dije que no pasada nada

—¿De verdad?

—Cielos...

Ante su sorpresa, el chico la besó. Enid se sorprendió pero lentamente cerró los ojos, lo rodeó con los brazos y se continuaron besando. Ambos se sentían en una nube, la loba no podía creer lo que estaba viviendo, besaba tan dulce que perdía las fuerzas.

Escucharon el timbre que indicaba que todos debían ir al comedor a cenar. Miércoles apareció de golpe cuando los vio así.

—Deberían ir a otro sitio a hacer eso—comentó mientras se marchaba tranquilamente.

La cena fue genial y Miércoles se asqueaba al ver a Enid tan animada y habladora, aunque en el fondo estaba contenta de ver que tenía a alguien que la hacia feliz.

Sin embargo, al día siguiente, una gente estaba afuera de la academia con pancartas sobre los excluidos. La dirección salió y nada menos que la madre de Tn estaba al frente. Ella les contó la situación, Enid fue llamada al despacho junto a Tn. Los gritos afuera empezaban a ser cada vez más ruidosos.

—La situación es grave...lo último que necesitamos después del incidente del hyde es otra pelea de normies y excluidos—comentaba el hombre—me temo...que tendremos que expulsarla señorita Sinclair, por el bien de la academia.

—Lo entiendo—dijo Enid empezando a llorar—fue mi culpa...lo siento...yo...siento mucho como actué.

El verla derrumbarse hizo que Tn se sintiera muy triste.

—Hay otra forma—dijo el chico—me iré yo de Nevermore.

—¿Qué?—el hombre y Enid le miraron.

—No voy a permitir que la chica que quiero sea expulsada, si me voy, mi madre dejará de atacar a la academia y ellos se irán, es lo mejor.

—¡No, fui yo quién le atacó!

—Y yo quien rompió las normas—dijo—Enid—la tomó del rostro—te quiero, me he dado cuenta de que te quiero mucho. Y por tu bien, debo irme.

Enid comenzó a golpearlo mientras lloraba a raudales.

—No...no...no puedes irte...te lo pido—colocó su cabeza en su pecho—te lo suplico no me dejes...no...no quiero estar sola y sin ti.

El hombre asintió diciendo que tal vez era lo mejor y ante las lágrimas de Enid, los tres salieron ante la madre del chico. Miércoles había sido encerrada y vigilada debido a que iba actuar y matar a los normies, algo que el director no podía permitir. Tuvo que ser Tn quien le convenciera de no actuar para no meterla también en problemas.

—Mamá...dejaré la academia—anunció esté—pero por favor, deja a los excluidos y alumnos de Nevermore, son buena gente.

—¿Ves acaso en lo qué te han convertido?—preguntó ella—¡te han alejado de mí!—estaba demasiado enfadada—¡te han mentido y manipulado!.

—Mamá, eso no es...—un sonido irrumpió, Tn había recibido un guantazo fuerte que lo tiró al suelo.

—¡No volverás a ver a está basura nunca más!—al intentar darle otro cuando se puso en pie Enid se puso en medio.

—¡NO VUELVA A TOCARLO O LO LAMENTARÁ!—rugió enojada la loba sacando las garras.

—¿Veis lo que decía?, ¡son monstruos!

—Enid no hagas esto más difícil—le susurró Tn tratando de calmar a su chica.

Entonces la policía llegó con varios coches patrulla, parecía por un momento que fueran a detener a Enid por el suceso. Pero retiraron la manifestación ya que no estaba autorizada con amenaza de ser arrestados. Muchos se fueron enojados y gritando insultos a los excluidos. De hecho, muchos alumnos habían salido a ver que pasaba.

—Señora, debe irse—dijo uno de ellos a la madre de Tn.

—No pienso permitir que mi hijo pase más tiempo con está gente...no son más que unos monstruos—dijo ella enojada—le pido que arreste a está excluida.

—No—dijo una voz—era el padre de Tn—cariño, esto es ir demasiado lejos.

—¿Has visto lo qué ha hecho esa loba?—le mostró la herida.

—Si

—¿Y vas a dejar qué salga con esa cosa?

—Esa cosa es una persona, se llama Enid y es la novia de nuestro hijo

—¡No voy a permitir esto!

—Lo harás, o de lo contrario...

—¿De lo contrario qué?

—Te pediré el divorcio.

Los presentes abrieron los ojos antes está amenaza.

—Yo solamente veo a una chica enamorada de nuestro hijo y que por lo que veo, saca las garras para defenderlo. Él está en buenas manos, ahora vuelve a casa, vamos a hablar del asunto o te pondré de patitas en la calle junto a las maletas—el hombre se cruzó de brazos—demasiado odio a los excluidos has tenido ya, has de cambiar.

La mujer se retiró viendo el panorama, pero no hizo nada ni dijo nada más a Tn. El chico no se marcharía de Nevermore.

—¿Enid cierto?, espero no haber dicho mal tu nombre—dijo el hombre riendo—soy el padre de Tn.

—Enid, Enid Sinclair—le dio la mano.

—Me alegra saber que mi hijo está en buenas manos y es tan guapa—eso la ruborizo un poco—gracias por cuidar de él y sigue haciéndolo, te lo pido.

—Claro—ella sonrió muy feliz.

 —Hijo...cuídate mucho—se dieron un abrazo—y no te preocupes por tu madre, yo me encargo de mantenerla a raya.

—Gracias.

Terminado todo esto, se retiraron todos a Jerichó y ellos a la academia donde Miércoles lamentó mucho no haber podido participar. Tenía preparado como matarlos y enterrar los cuerpos. Tn ante el asombro de todos, se echó a reír.

Tn estaba tumbado en su cuarto, agotado por todo lo sucedido cuando entró Enid.

—Hola—dijo acercándose.

—Hola, ¿qué ocurre?

—Oye...quería pedirte perdón por haberte metido en esté problema.

El chico la abrazó y se quedaron un poco tumbados, mirando al techo mientras Enid recibía las caricias del joven. Se dieron unos pocos besos y mimos antes de tener que marcharse. Querían haber hablado, pero estuvieron tan bien tumbados que no hizo falta hablar de nada.

A la mañana siguiente Enid se levantó muy contenta, estaba con Tn, se sentía feliz y pronto sería la Copa Poe. Esperaba poder repetir la victoria del año pasado.

—¡Me voy a ver a mi osito!—exclamó antes de irse dando saltos.

Cuando se cerró la puerta, Miércoles suspiró aliviada.

—Hay que ver como grita—comentó—menos mal que con Tn la tendremos todo el día fuera y podré escribir y estar relajada—Cosa levantó el pulgar—veo que también te afectan sus gritos a pesar de no tener orejas.

Mientras tanto, Enid abrió la puerta de su chico cuando se lo encontró en calzoncillos.

—¡Enid!—dijo tapándose un poco—¿Enid?—preguntó al ver su cara.

La loba desde la puerta, la cerró y sin voltear, usando sus manos, el chico escuchó el sonido del pestillo, ahora estaba cerrada del todo.

—¿Enid?—volvió a repetir él algo asustado ya que ella no decía nada.

—Grrr—fue todo lo que salió de su boca.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo  :D

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