Una familia de tres integrantes estaban reunidos en su comedor,tomando a gusto la hora del Té.

-Y dime,Fred.- El recién mencionado volteó, mirando a su progenitor.- ¿como te ha ido en la escuela?.- preguntó de buen modo.-

-Bien.- dijo seco el azabache, púes siempre es así su forma de ser.-

Hubo un poco de silencio.

-¿Es todo lo que vas a decir?.- volvió a interrogar aquel apuesto hombre de edad adulta, de unos ojos carmín brillosos, y de tes pálida.-

-Si, por favor ya no preguntes.- Fred seguía manteniendo esa actitud un tanto insoportable.-

-Si querido, ya después nos querrá contar.- habló la madre de Fred, que estaba al lado de su padre, era una bella rubia, de unos ojos violetas.-

-¡Es que simplemente quiero tener un conversación con él, y- .- Le interrumpieron.-

-Amor, ya hemos hablado de esto antes...- La mujer seguía teniendo esa sonrisa.- Fred, te puedes retirar.- habló mirando a su hijo de manera cariñosa.-

-Gracias, con permiso.- se retiró del comedor.-

~*~

Fred subió a su cuarto.

Cuando entró a este, se recostó en su gran cama, que contaba con un edredón negro y unas almohadas que hacían juego con este.

Se acostó boca arriba, teniendo la mirada fija en el techó, preguntándose:

«¿Por que soy así?»

«¿Tendré algún propósito en la vida?»

«¿Por que siempre valgo kk? »

«¿Por que la vida es mala?»

«¿Y si, en realidad el malo soy yo?»

Todo eso pasaba en su mente, una...y otra vez...

Gracias a que sus pensamientos le daban una mala jugada, y su imaginación se dejaba llevar, esto provocó que delgadas lágrimas salieran de sus ojos profundos, empapando sus mejillas que adornaban un lindo color carmín, para después caer en su cama.

Fred limpió sus lágrimas y sorbeo su nariz, después se sentó en la orilla de su cama.

Miró de lado a lado, cada rincón de su amplia recámara...era un lindo cuarto, pero a la vez con un toque varonil.

Las paredes eran de color negro, una pared era blanca que contaba con una pantalla de 40 pulgadas sostenida por un soporté.

Al fondo tenía un gran ventanal adornado con unas cortinas azul claro. Junto a ese ventanal, tenía un escritorio...donde tenía acomodado libros que le gustaban, cosas de la escuela, un portalápices y etc.

Fred también contaba de un lindo celular, y uno que otro lujo, su familia no era ni de clase alta, ni clase media...estaban de en medio de esas dos, en pocas palabras nunca les faltaría nada.

Entonces... Si lo tenía todo...¿por que se siente solo?

Más lágrimas descendieron en sus sonrojadas mejillas y su rostro reflejaba angustia.

«¿Por que mí corazón es frío?»

A Fred no le gustaba ser así, pero a lo largo de su vida...fue aprendiendo a hacer así.

«¿Algún día, alguien descongelara mi corazón? »

«Que alguien me ayude a no sentirme solo»

«Te necesito...»

Esto último provocó que empezara a sollozar, el recuerdo de 'él' le entristecía bastante...púes el fue su único amigo...