(4)
Sakura había tomado todos los libros que podía de mitología, encontró al zorro de nueve colas, un espíritu del bosque, se usaban a personas para contenerlo y así salvar a las aldeas de su poder destructivos, eran vistos como héroes al dar su vida por mantener la paz, no morían pero tenían que sacrificar demasiado por ello
Ella no creía, no podían haber mandado a Naruto lejos si era un héroe, no creía que su aldea fuera capaz de tanta maldad para renegar a un chico que estaba sacrificando su vida normal para proteger al mundo
Él era un Kitsuné por contenedor, probablemente, pero pensaba que podía entender más si supiera quienes era sus padres, pero no sabía quiénes podían ser
Pero era imposible, todos los hombre que deberían ser de mediana edad como los padres de la misma Sakura habían muerto por una pandemia hacía muchos años
Eran una aldea llena de huérfanos jóvenes, sus padres dieron la vida por ellos, los llevaron a un lugar seguro mientras ellos iban a una cueva alejados a morir para no contagiar a sus hijos
Sakura paró sus aseveraciones ahí, recordó a sus padres, la última vez que su madre la acarició y la última vez que su padre besó su frente, ella lloró un poco
No había nadie que le diera información de quién era los padres de Naruto, también sabía que él no lo sabía, pues ella es la única mujer que recuerda haber conocido
Todos estaban preparando todo para el festival de primavera
Sakura tenía planeado irse en medio de éste para que nadie notará su ausencia. Todos estaban especulando de su paradero y su idas de la aldea cada semana, para todos estaba actuando raro
La mujer calcó la imagen del zorro de nueve colas del libro, guardó todo al escuchar que alguien se acercaba
—¡Oye frente amplia!— llamó su amiga rubia —¿Piensas quedarte encerrada en tu trabajo en vísperas del festival?—
—Tal vez— respondió
—Ay— se lamentó la otra —Estamos en edad de casarnos, Sakura, debes de buscar un marido, la aldea no puede desaparecer porque tu quieres ganar más sabiduría—
Ella lo sabía y comprendía, si no se reproducían, la aldea estaría en graves problemas, ella ya tenía la edad y en verdad le interesaba pero no había hombre que le interesaba —Lo haré— prometio apretando el dibujo del zorro
Ella fue a cambiarse y regreso por sus libros y ver que todo estaría bien antes de huir del festival
Llegó para ver un papel con cinco monedas de oro
"Él te esperará en la orilla de la colina"
La mujer se puso muy contenta al saber que podría estar con él en el bosque
Jiraiya la estaba viendo de lejos —Me preguntó cuánto tiempo van a soportar hasta darse cuenta que desean estar juntos—
La mujer de cabellos rosas se fué antes de lo que lo planeaba hacerlo, al llegar después de correr descalza, con su yukata arriba con una mano y en la otra con sus sandalias vió al rubio un poco temeroso de pisar el suelo debajo de la colina
—¡Naruto!— gritó a 10 pasos de él
Él la miró, dió el paso final, se asombro de llegar tan lejos. No pasaba de esa colina por seguridad.
Los dos estaban felices, ella estaba feliz porque él progresará y saliera de ahí. Él por verla. Ambos estaban felices de verse
Empezaron a caminar en el bosque, Sakura estaba batallando con su flequillo
—¿Porqué siempre cuidas tanto el cabello que tienes sobre la cara?— cuestionó dado que ya la había visto hacerlo varías veces
—Es mi punto débil— explicó
—¿Débil?— interrogó extrañado —Supongo que si una flecha te da en la frente cualquiera moriría'ttebayo—
—No habló de eso— regañó enojada —Las mujeres tenemos nuestra mayor arma en nuestra belleza—
—¿Belleza?—
—Sí, es como nos vemos y con ella podemos atraer hombres. El punto débil de mi belleza, osea, la parte menos linda de mí es mi gran frente— dijo enojada apuntando con su amplía frente
—¿No todas las mujeres tienen frente grandes?— cuestionó pensando bien lo que ahora había aprendido
—No. Solo yo en la aldea— contestó amargamente
—¿Segura que es una debilidad?— preguntó pensando mucho las cosas
—Sí— respondió para que le quedará claro
—Son raros— soltó con ligereza —Yo creó que la parte más linda de Sakura-chan es su frente...—
Sakura se sonrojó ligeramente —No bromees— pidió seriamente
—Lo que digo es verdad, de hecho es la segunda parte donde...—
La mujer casi se resbalaba y él la capturó, en eso vió un insecto raptar por la corteza de un árbol, Naruto la ayudó a reincorporarse y notó su interés
—Es una babosa— explicó el rubio —Les encanta la humedad, hay en los lagos y definitivamente no se comen— sacó la lengua con asco
La médica quedó maravillada por el animal y lo tomó entre sus manos, estaba contenta al verlo, le encantó
Naruto limpió sus ojos, por una extraña razón ella se veía más bonita que la última vez que la miró, vió el suelo y tomó una rana, ella sólo se asombro de verla
—Esta es una rana, Sakura-chan— presentó pensando que también lo vería igual pero no fue así
Él con la rana en la cabeza corrió de aquí a allá recolectando babosas y se las entregó a Sakura para que se cara se iluminará de nuevo
El rubio estaba feliz de su curiosidad —Sakura-chan, ¿Dónde se pueden ver los cerezos?— interrogó
—¿Alguna vez has visto uno?— preguntó de vuelta
—No...— negó y divagó un poco—...oh...sí... Creo que en un libro lo ví—
La peli-rosa dejó las babosas y lo llevo hasta un punto dónde creyó haber visto uno de ese tipo, llegando vió ese rosa característico de una de las especies del árbol de cerezos
Naruto se asombro al verlo, arriba de la colina no había árboles de otros colores además de verde, amarillo y rojos
Era bello
Era la primera vez que veía algo inusual además de ella, era tan bello y agradable a la vista que Sakura para él
Ambos se colocaron bajó él y miraron como el viento movía o hacía caer las flores rosa pastel
Él jugó con los pétalos que caían bajó la mirada cálida de la chica
El oji-azul abrió su prenda para hacer una bolsa y empezó a meter los pétalos que caían
—¿Qué estás haciendo, tonto?— le parecía graciosa su inocencia y desconocimiento
—Los llevaré a mi casa— comunicó mientras llenaba su haori
—¿Porqué?— preguntó con una ceja levantada
—Son del mismo color de tu cabello— respondió haciendo que ella viera su propio cabello —Seran un recuerdo de tí—
La Haruno se quedó callada. Él tenía una sonrisa mientras tomaba una flor completa que había caído
Ella no sabía que decir...tal vez que se marchitan rápidamente pero no lo hizo, se sentía extraña, su corazón latía con fuerza, sus mejillas se sonrojaron un poco.
¿Él estaría consiente de lo que podía hacer sentir a una mujer con esas palabras o solo era inocencia?
Eran ambas
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