6-Primeros sentimientos...

El chico había llegado a la hora prevista y estaba algo nervioso, no todos los días uno podía estar cerca de una celebridad como era Jenna Ortega. Aunque había estado con la actriz y charlado como sino pasase nada, la realidad es que ahora se encontraba bastante nervioso. Las manos le sudaban e incluso temblaban un poco al pensarlo.

Se encontraba allí parado, aguardando el momento. Por un lado deseaba que llegase ya pero por otro no, no quería decir ninguna estupidez ni tampoco nada que molestase a la joven. Él miraba su reloj cada cierto tiempo, no le molestaba, simplemente su cuerpo estaba nervioso.

—Hola, perdón por llegar un poco tarde—dijo ella apareciendo.

—Oh, tranquila, no llevo tanto aquí esperando—respondió él.

Ambos habían preparado una cesta con bebida y comida para ir a un lugar cercano a hacer un picnic porque el lugar tenía extensiones de tierra, hierba y naturaleza muy bonitos. El joven por protocolo y seguridad les indicó las zonas donde estarían. También les dieron un aparato que nada más apretarlo avisarían de si pasaba algo.

—Creo que exageran, aquí no hay paparazzi ni fans locos—dijo ella riendo mientras se subía al coche de Tn.

—Puede, pero siempre es bueno poder actuar para salvar una vida—replicó mientras se abrochaba el cinturón—bien, creo que te gustará el lugar que tengo pensado.

Estaba a unos diez minutos en coche, Jenna llevaba las gafas de sol pues hacia bastante sol aquella mañana. Aunque estaba cerca, el joven fue despacio para que ella pudiera admirar mucho mejor el entorno y después de un rato, llegaron al sitio.

—Bien, aquí es—se veía una inmensa extensión de hierba y algunos animales como conejos corretear. E incluso alguna ardilla.

—Es precioso—levantó sus gafas y se quedó unos instantes admirando el paisaje.

Montaron todo lo necesario para el picnic y ella fue hablando un poco de lo mucho que le gustaba la naturaleza, de como le servía para despejar su mente y como solía ser un escape después de tanto set, entrevistas y ciudades repletas de gente.

—Entiendo que ser famosa conlleva eso...pero a veces solamente quiero estar lejos y desconectar. Y aunque ahora estoy rodando, está isla es tan tranquila que siento que podría pasar años aquí—comentó ella abriendo la cesta.

—Créeme, eso es porque no trabajas aquí—reía él—no solamente nos encargamos del refugio pues nuestras tareas es mantener a gran distancia a los depredadores para que no ataquen a la gente o los animales.

—¿Has tenido que matar?—él asintió—¿muchas veces?.

—Demasiadas en mi opinión—contestó—pero no me gustaría hablar de ello mientras comemos.

—No, está bien, quiero saber más de ti y tu trabajo aquí—replicó la pelinegra.

El joven esbozó una pequeña sonrisa, soltó una leve risa debido a lo nervioso que estaba y decidió contarle.

—Hace unas semanas atrás...trajeron a un animal al refugio pero no entiendo como...estaba enfermo e infectó a unos cuantos del refugio. Por suerte logramos dar con los enfermos antes de que la enfermedad se expandiese todavía más en el resto. Hubo que sacrificarlos—los ojos se pusieron algo vidriosos—pero...no quedaba otra, además, así ya no sufrirían más.

—Pensaba que eso llevaba un control estricto—contestó extrañada ella queriendo saber más del asunto.

—¿Te ha pegado Enid su lado chismoso?—preguntó haciendo que soltasen una risa—la cosa es que yo creo que lo hicieron aposta. El refugio se ha ganado muchos enemigos pues nuestra empresa también se encarga de denunciar malos tratos. Algunos han perdido mucho dinero por culpa nuestra.

—Es decir, tenéis enemigos que os quiere joder la vida—el chico asintió—¿tanto?.

—Los caballos los usaban para carreras ilegales, es una nueva tendencia...como con los galgos, los gallos...y también los usaban para criar. Ni te imaginas el dinero que mueven esos animales que están en el refugio para esas personas.

—Yo había visto algo sobre lo ilegal de las peleas y carreras, pero nunca imaginé que llegarían tan lejos—dijo ella sirviendo con él la comida.

—No me creerías si te lo dijera—contestó.

Después de tocar ese tema se pusieron a comer y beber un poco mientras admiraban el bello paisaje que Jenna sabía que Tn protegía. Había llevado una sombrilla pues sabía de antemano que haría un sol tan brillante que molestaría. Allí, bajo la sombra y disfrutando del picnic, Tn sentía que podría dormir pues llevaba tanto tiempo sin descansar de esa forma que ya había olvidado como se sentía uno.

Fue tal el cansancio...que realmente se quedó dormido. Jenna quien le hablaba de unos pájaros volteó y le vio así. Si, no podía creerlo, pero el joven dormía de manera plácida. Se le quedó mirando durante unos segundos y luego ella misma se tumbó a su lado. Y al hacerlo, comprendió porque se había quedado dormido. Dios unos bostezos y lentamente fue quedándose también dormida.

Jenna despertó sobresaltada porque escuchó un fuerte disparo cercano. 

—¿Qué sucede?—preguntó ella asustada.

Entonces volteó y vio al chico con el rifle disparando a lo lejos.

—Lobos—respondió muy serio—esto no es bueno, se están acercando mucho a está zona.

Al mirar, vio a los animales alejarse corriendo.

—Menos mal que te has despertado...—sintió un fuerte miedo al pensar en lo que podría haber pasado.

—Si, ha sido una imprudencia...lo siento—avergonzado, guardaba el arma.

—No, yo también me he quedado dormida.

Los dos se sentaron y charlaron largo y tendido mientras comían lo preparado para la merienda y el pobre Tn se disculpaba por dormir.

Y en cierto punto, ninguno de los dos dijo nada, solamente miraban el paisaje. Luego, voltearon a verse el uno al otro, y de manera inconsciente sonrieron. Realmente habían empezado una buena amistad a pesar de no ser los dos actores. Era muy extraño, pero sentía que podía ser ella misma ya que ante las cámaras debía mantener una imagen perfecta.

Eso era algo a lo que se había acostumbrado, tanto que muchas veces le resultaba complicado poder soltarse, ser natural, ella misma...pero era un pequeño precio por la fama y estar cumpliendo su sueño de ser una actriz reconocida. También lo hacia por ser un ejemplo para las nuevas generaciones que no dejasen de protestar por injusticias o se callasen cosas que no debían cuando eran atacados por los haters o envidiosos.

Pero lo bueno se acaba...

—Será mejor que regresemos—dijo mirando la hora—prometí a los del set que estarías allí en quince minutos.

Recogieron todo y Jenna avisó de que iban para allá, el joven fue más rápido ya que no le gustaba ser impuntual. Y también, aún le quedaba el camino de vuelta.

—Gracias por el día de hoy—sonreía ella.

—No ha sido nada, cuando quieras...y me dejen, podemos repetir—ambos ahora estaban en el coche mientras eran observados por Emma.

Cuando se marchó, Emma le pidió junto al resto de las chicas saber todos los detalles de lo sucedido. Se sorprendieron un poco por el tema de los lobos, pero lo que nadie notó salvo Emma, era la felicidad y sonrisa que mostraba su amiga al hablar del chico.

Jenna se había sentido tan bien que deseaba volver a ir de picnic. Tn le dijo que había un lugar donde se veía el mar y era muy tranquilo, perfecto para desestresarse de un día de rodaje. Ella enseguida aceptó aunque tendrían que ver cuando sería debido a las grabaciones.

—Creo que todavía no se ha dado cuenta de que han florecido los primeros sentimientos...—pensaba Emma feliz por ella.

Mientras, lejos de allí y a un buen rato del refugio, el coche de Tn se hallaba volcado y con el chico inconsciente dentro del vehículo con ciertas heridas por su cuerpo...y unas gotas de sangre salían de estas.

Y unas nubes grises poco a poco se iban acercando a la isla.

Continuará...

Espero que les haya gustado.

Un saludo.



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