➳ Trigésimo primer capítulo

— ¡Cada vez falta menos, mamá! — la emoción bañaba las palabras de SunMi.

— ¡Tenemos que conseguir vestidos preciosos, mamá, y también muchas joyas! — habló esta vez la otra melliza, recibiendo una afirmación de parte de la señora Shin, quien a pesar de no demostrarlo, estaba igual de emocionada por el baile de celebración que se haría en honor al cumpleaños del príncipe. Sabía que esta era una oportunidad que no debía desaprovechar, no si había mucho dinero en juego. — Tú no te ves tan emocionada como nosotras, SeolHyun. Quizás es porque no eres lo suficientemente hermosa como para gustarle al príncipe. — continuó hablando Samantha, quien miraba a su hermana mayor con cierta envidia.

— No creo que el príncipe sea tan guapo como dicen, Samantha y tampoco creo que sea merecedor de una mujer bella como yo. — contestó SeolHyun, viendo la cara estupefacta de una de sus pequeñas hermanas.

— Eso es lo que dicen todas las feas. — secundó SunMi, riendo al final y siendo seguida por su melliza.

SeolHyun fingió que no había escuchado eso, pues realmente estaba cansada de vivir con sus hermanas y sobre todo, con su madre.

Taehyung solo se apenó al escuchar las risas escandalosas de las mellizas, pues sabía que nuevamente habían insultado a su hermana mayor y su madre no había hecho nada para callarlas o enseñarles algo de respeto.

El doncel terminó de pulir la platería y pasó a recoger los platos de la mesa. La señora y las mellizas ya se habían retirado, pues tenían que empezar con sus clases de canto, mientras que SeolHyun se quedaba para ayudarle en lo que podía.

— No deberías, SeolHyun. — susurró el doncel, queriendo tomar uno de los platos, que la chica se apuró en recoger.

— Sé que mi madre se enojará si me encuentra ayudándote, pero en este momento debe estar tan ocupada creyendo que estoy leyendo un libro nuevo y que sus mellizas van a mejorar en canto que ni se enterará.

SeolHyun lo acompañó hacia la cocina, dejando todos los platos en la mesa de madera, ya vieja, que se encontraba en el centro del lugar.

— Gracias, SeolHyun, pero ahora sí debes marcharte. — TaeHyung trató de sonar firme, pues sabía lo que ocurriría si su madre encontraba a SeolHyun en la cocina, ayudándolo.

— Me iré, pero a cambio tienes que decirme la razón por la que sales todas las mañanas hacia el riachuelo. Sé que tienes tus asuntos, pero si mamá te descubre, te castigará.

Taehyung se sorprendió ante las palabras de SeolHyun.

— No pongas esa cara, Tae, yo no voy a golpearte, ni tampoco a reprenderte, solo quiero saber la razón por la que sales tan temprano de casa. Puedes confiar en mí, yo no le diré nada a mi madre.

— D-debes irte, SeolHyun, e-es enserio. — tartamudeó, demostrando su nerviosismo y temor.

SeolHyun suspiró hondo y finalmente asintió. — Está bien, no me lo digas, pero si necesitas una confidente no dudes en venir a mí.

Por más que TaeHyung le tuviera un cariño a SeolHyun, jamás iba a decirle que se veía con un chico que casualmente se llamaba igual que el príncipe de la nación. Eso sería su ruina.

Continuó con sus tareas por lo que restó del día, tratando de ignorar o alejarse de SeolHyun, quien parecía querer seguir hablando del asunto inconcluso. Sin embargo, para cuando la noche llegó, lo agradeció, pues solo en ese momento pudo estar en paz y pensar en HoSeok.

Al día siguiente tuvo mucho cuidado de no ser seguido por SeolHyun, pues temía que la chica buscara respuestas por sus medios y terminara siguiéndolo. Sin embargo, no fue así.

No dudó en abrazar a HoSeok cuando este llegó y llenar de besos su rostro cuando el príncipe le pidió un beso de bienvenida. Cualquiera diría que el doncel era muy feliz al encontrarse con el príncipe y es porque era así.  Taehyung era feliz estando solo con HoSeok, pues este le transmitía una paz y tranquilidad, que muy pocas veces sentía estando en aquella casa, que decía ser su único hogar.

— Hoy me encontré a mi madre antes de salir del palacio. — empezó a hablar HoSeok, siendo escuchado por el doncel, quien mantenía su vista en el riachuelo. — Ella aún no sabe de ti, pero está muy emocionada con mi cumpleaños, incluso me aseguró que estaba esperando con muchas ansias a la noche del baile.

Taehyung sonrió, feliz de saber que HoSeok estaba muy emocionado con la idea de su cumpleaños. El tiempo estaba corriendo y el doncel aún no sabía cómo decirle al príncipe que no estaba seguro de presentarse aquella noche, sin contar que no tenía nada presentable que ponerse.

— Yo estoy alegre de saber que cumples un año más de vida y que pronto asumirás el reino. — TaeHyung trató de cambiarle de tema, tomando su mano y apretándola ligeramente. — Te aseguró que el día de tu coronación estaré presente-

— Al igual que en mi cumpleaños. — HoSeok le sonrió, creyendo fielmente que el doncel iría al baile de celebración.

Taehyung se sintió incómodo, por no decir totalmente presionado, pero prefirió sonreír de vuelta y fingir que todo estaba bien, cuando no era así.

Te quiero mucho, HoSeok... — susurró. El príncipe de inmediato frunció su ceño, extrañado por las palabras del doncel. — y espero que nunca lo olvides. — continuó, antes de acercarse y besarlo, quitándole la oportunidad de responder.

Aquí otro capítulos, bebas ♥

¿Alguien cree que SeolHyun descubra la razón por la que Tae sale todas las mañanas? Ella no es mala, solo quiere ayudar a Tae.

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