➳ Cuadragésimo segundo capítulo
— Me alegra que hoy sí haya decidido dar un paseo conmigo, joven príncipe. — DaHyun era seguida por su pequeña corte de doncellas, que consistía en solo tres mujeres de compañía, mientras a su lado se encontraba HoSeok, tratando de no ignorar a la princesa del reino vecino. — ¿Tiene algún pasatiempo, joven príncipe? — preguntó la princesa, al ver que HoSeok nuevamente no tenía intenciones de hablar con ella. — Su madre me dijo que es muy bueno con la espada y que le encanta montar a caballo. ¿Qué le parece si salimos de cace-
— ¿Habla de mis pasatiempos con mi madre, princesa? — la pregunta de HoSeok sorprendió a la chica, quien algo sonrojada y avergonzada, asintió.
— Lamento ser entrometida, joven príncipe. Perdóneme. — susurró la princesa, haciendo una reverencia a modo de disculpa, sus doncellas imitando la acción.
Hoseok soltó un suspiro y asintió. — No se disculpe, princesa. Yo tampoco he sido completamente sincero con usted y creo que también merece unas disculpas.
La princesa frunció su ceño, algo confundida por el actuar del príncipe. — No entiendo, joven príncipe. Explíquese por favor.
Hoseok comenzó a jugar con sus manos, temeroso de la respuesta de la princesa al saber la verdad. Sin embargo, decidió que lo mejor era ser totalmente sincero con la chica, no porque quisiera, sino porque ella era buena persona y no merecía casarse con un hombre que no la amaba.
— Mi corazón le pertenece a otra persona, princesa DaHyun. — dijo con firmeza el pelinegro, viendo la mirada sorprendida de la chica. — Aunque no lo vea más, mi corazón sigue latiendo por él y no creo poder cortejarla como se lo merece si mi mente y corazón están con otra persona.
— ¿Me está tratando de decir que no se piensa casar conmigo?
HoSeok asintió. — Lo siento mucho, princesa DaHyun, pero realmente no se merece un matrimonio basado en mentiras y desamores. Estoy seguro de que conseguirá al hombre correcto para usted. Sin embargo, ese hombre no soy yo.
Kim Dahyun asintió, haciendo una venia rápida antes de alejarse del príncipe, siendo seguida por su corte de doncellas. Hoseok la vio alejarse, sin imaginar que esa misma tarde la princesa se iría del reino.
Taehyung se sostuvo de la mesa, tratando de calmar el mareo que lo atacó de manera sorpresiva aquella mañana. Los síntomas eran cada vez más fuerte y notables, pues desde algunas semanas la señora lo observaba detenidamente y en ciertas ocasiones le insinuaba que había subido de peso, siendo seguida por las risas y burlas de sus mellizas.
Cuando el mareo pasó, prosiguió con sus actividades, llevando el desayuno a la mesa de la casa. Las mellizas ya se encontraban ahí, riendo entre ellas y cuchicheando quién sabe qué. Taehyung prosiguió con sus labores, dejando las tazas y platos en la mesa, cuando Samantha comenzó con sus comentarios fuera de lugar.
— Como que estás muy gordo, TaeHyung. — empezó la joven, recibiendo una risita de parte de su melliza. El aludido trató de ignorarla y salir del comedor, pero cuando lo intentó SunMi se interpuso y le impidió el pase.
— De por sí eras feo, TaeHyung, pero al subir de peso lograste superarte en todo sentido. — se burló la chica, viendo de reojo a su melliza, quien mantenía una sonrisa en su rostro. — Samantha y yo hemos decidido hablar con nuestra madre para que te de más tareas domésticas y así puedas bajar más rápido de peso. ¿Eso no es bueno? Debería agradecernos, ya que nos preocupamos por tu salud.
TaeHyung se mordió la lengua y prosiguió a salir del comedor una vez que SunMi decidió darle pase. Al entrar a la cocina quiso desplomarse y llorar por todo el terror que vivía en esa casa, especialmente con el temor de ser descubierto. Sin embargo, suspiró y prosiguió a servir el desayuno.
Una vez que el desayuno estuvo servido y la familia Shin, disfrutando de este, TaeHyung pasó a sentarse en el suelo de la cocina y comenzar a comer uno de los panes que había guardado para él. Antes ni siquiera desayunaba, por falta de tiempo y porque no había un plato más para él en esa casa, pero desde que se enteró de su embarazo procuraba comer cinco veces al día y en alguna que otra ocasión, cumplir alguno de sus antojos. Estar embarazado no era nada fácil, mucho menos en su situación, pero había personas que estaban en peores situaciones y TaeHyung sabía que no debía quejarse.
Una vez que terminó su "desayuno" se colocó de pie y siguió con su día, realizando sus tareas y rogando por terminar a tiempo, pues quería almorzar o por lo menos, comer alguna manzana.
— Mamá quiere hablar contigo. — SeolHyun se asomó a la cocina, viendo la reacción de su hermano ante su presencia. Taehyung había estado comiendo una manzana, poco después de que terminó de lavar los platos sucios del almuerzo, cuando SeolHyun se adentró a la cocina y aunque el doncel sabía que la chica era una buena persona, prefería mantenerse al margen y evitar tener algún tipo de castigo. — No te preocupes, TaeHyung, no se lo diré a mamá. Tú bien sabes que mereces más que comer a escondidas.
El pelirubio se sonrojó y dejando la manzana a medio comer se colocó de pie, saliendo de la cocina y dirigiéndose hacia la alcoba de la señora, donde suponía estaría.
Tocó dos veces la puerta antes de que escuchar un "pasa" de parte de la señora Shin, quien se encontraba sentada en uno de los muebles que tenía en su habitación y quien además lo recibió con una cara de pocos amigos. Taehyung rogó en lo más profundo de su ser que las mellizas no hayan convencido a su madre de darle más trabajo.
— ¿Me mandó a llamar, señora? — preguntó el doncel, manteniendo la cabeza baja.
— Así es, TaeHyung y creo que tú bien sabes la razón de tu presencia en mi habitación.
Taehyung se mordió el labio inferior, negando con la cabeza.
— Muy bien, ya que eres tan estúpido, te pondré en contexto. — continuó. — Este último tiempo he notado que has subido mucho de peso, TaeHyung. — el doncel comenzó a jugar con sus manos. — Mis hijas me comentaron que lo más adecuado sería darte más tareas, con el propósito de que adelgaces, pero eso sería en vano, ¿No lo crees TaeHyung?
La mujer se colocó de pie, caminado hacia el pelirubio, quien instintivamente comenzó a temblar.
— ¿Quién es el padre, TaeHyung? — preguntó una vez se situó frente al doncel. Taehyung no emitió ni una sola palabra. — ¡Contéstame! — gritó la mujer, obligándolo a levantar la mirada al sujetar con fuerza su mentón.
El doncel estaba a nada de llorar, mientras la mujer esperaba una respuesta de este.
— No puedo creer que seas tan asqueroso y desvergonzado de acostarte con un cualquiera y luego pensar que te mantendría a ti y a ese bastardo. — Para ese momento TaeHyung ya se encontraba llorando. — Ahora contesta mi pregunta si es que no quieres largarte ahora mismo a la calle.
— N-no... — susurró apenas, siendo liberado del fuerte agarré de la señora.
— ¿No lo sabes o no quieres decirme? — preguntó cada vez más enojada con la actitud de su sirviente.
— N-no se lo voy a decir. — formuló apenas entre tantas lágrimas.
— Piénsalo bien, TaeHyung, porque si no me dices ahora mismo quién diablos te embarazó juro que me desharé del bebé de la forma antigua y dolorosa. — la mujer no tenía piedad ni escrúpulos al hablar sobre la vida que crecía dentro del doncel y TaeHyung sabía que tampoco los tendría si es que quería deshacerse de su bebé. — ¡Contéstame, pequeño idiota!
— S-su nombre es HoSeok. — dijo finalmente el pelirubio, soltando más lágrimas.
La señora abrió sus ojos en par y pasó a reírse. — ¿Esperas que te crea esa mentira?¿Enserio estás esperando que crea esa tontería de que el príncipe te embarazó? ¿A ti? ¿Un sirviente que jamás en su vida ha entrado al reino y mucho menos, lo ha visto?
TaeHyung asintió, algo temeroso. — E-es cierto... Jung Hoseok es el padre de mi hijo. — dijo esta vez más seguro de las palabras.
La mujer soltó un bufido y pasó a sentarse en su cama. — Lárgate, de ahora en adelante tienes más tareas que realizar y SeolHyun te ayudará. — TaeHyung sonrió, algo esperanzado, para luego hacer una reverencia. — pero apenas llegue al fondo de esto, volverás a hacer las labores de siempre.
Ya empezó todo el drama, pero también iniciamos la recta final.
¿Qué creen que haga la madrastra?
Nos vemos ♥
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